Un año más no
puede faltar el balance de mis mejores lecturas del año, aquellas que, entre
los setenta y nueve libros leídos, se han alzado con las cinco estrellas en Goodreads. En orden cronológico de lectura son las
siguientes:
Alejandro Palomas escribe desde dentro y a golpe de sensibilidad, de ternura y de verdad crea novelas intensas y emocionalmente agotadoras, novelas que se viven y se sienten porque solo así se puede leer a quien sin duda vive y siente lo que escribe. Un amor se me metió en la piel y aquí sigue conmigo, mientras espero volver a reencontrarme con esta familia que ya es la mía o con cualquier otra cosa que el autor quiera contarme.
Una novela
íntima e intensa sobre el amor, el deseo y el despertar sexual. Una historia
triste y dolorosa, una bellísima historia de amor que me conmovió profundamente.
Una novela que encierra múltiples reflexiones a través de un narrador que aún
está construyendo su identidad y con el que viviremos la dicha y el dolor que
solo el primer gran amor descubierto en la adolescencia puede deparar.
Mitología y
naturaleza son claves en una novela en la que esta última es una protagonista
más, tan viva y fuerte como las mujeres que la protagonizan. Una novela llena
de magia que me ganó por la vista, me atrapó en sus primeras páginas y me
conquistó con historia inolvidable, una saga familiar que no puedo ni quiero
dejar de recomendaros. No lo dudéis y leed este debut de una autora a la que
habrá que seguirle la pista.
Una educación es
una novela autobiográfica que nos cuenta una historia brutal, una existencia
salvaje y aislada que terminará, gracias a su esfuerzo y tesón, con la
protagonista doctorada por la Universidad de Cambridge aun arrastrando los
traumas de la infancia e intentando poco a poco cerrar las heridas. Una
historia de superación profundamente reflexiva que me ha impactado y que no
dudo en recomendaros.
Todo lo mejor es
una novela redonda, un nuevo reto con el que el autor vuelve a colarse un año
más en este balance. La más completa de sus novelas
con una narración brillante, un ritmo de locura, una ambientación espectacular
y grandes personajes para una oscura e intensa historia en el Berlín Oriental
de los 80 llena de giros y sorpresas y el ritmo más trepidante del mejor
thriller, sin descuidar nunca los detalles que construyen una gran novela.
Aprender a
hablar con las plantas es una novela intensa, cargada de emociones, narrada con
una sensibilidad exquisita. Una novela sobre la pérdida, el duelo y la traición,
pero también una novela esperanzadora sobre cómo la vida, siempre, continua.
Uno de sus mayores aciertos es hacer de la cotidianeidad una narración
extraordinaria mientras la protagonista, con una sinceridad apabullante, se
desnuda ante nosotros.
El desgaste, el amor que consume y se consume, la decepción, el declive… La insatisfacción emocional en la pareja es solo un síntoma más de la insatisfacción general que a menudo se apodera de nuestras vidas en una sociedad que valora más poseer que sentir y ser. Todo eso y más encontré en una novela que me removió y emocionó y, aunque ciertamente no es un libro que recomendaría a cualquiera, para mí es sin duda una de mis mejores lecturas de este año.
Una novela con una fabulosa ambientación y con unos personajes potentes e inolvidables para trasladarnos a una época fascinante y llevarnos de la mano por una trama llena de luchas, intrigas y traiciones. Una fantástica e intensa novela en la que sus casi 700 páginas vuelan en las manos mientras se conjugan esos dos aspectos tan importantes en cualquier novela histórica que se precie: instruir y entretener.
2018 ha sido un año en el que, por diversas circunstancias, he leído bastante menos, pero que de nuevo ha vuelto a estar lleno de grandes lecturas y, sobre todo, de grandes momentos que he podido vivir junto a todos vosotros.
Ojalá 2019 nos traiga un montón de buenas lecturas y podamos seguir disfrutando de ellas y compartiéndolas.
Ojalá 2019 nos traiga un montón de buenas lecturas y podamos seguir disfrutando de ellas y compartiéndolas.