Es verdad que el género romántico no es lo mío, pero lo cierto es que cuando leí la primera novela de Brenna Watson, El futuro tiene tu nombre, la disfruté mucho más de lo que esperaba y fue una lectura realmente agradable, además de estar muy bien escrita, así que cuando me ofrecieron la lectura de su segunda novela no voy a decir que no tuve mis dudas, lo romántico siempre me las genera, pero su ambientación histórica me atraía muchísimo y, afortunadamente, me lancé a por ella. Hoy os hablo de Viento de otoño.
Mi opinión
En 1330 un grupo
de guerreros escoceses partió hacia Tierra Santa para enterrar el corazón de su
rey, Robert the Bruce, pero el destino los llevó hasta Castilla para luchar al
lado del rey Alfonso XI. Uno de ellos, Keilan Montroe, no volvió a Escocia y
formó una familia lejos de su país. Años después su hija Gabriela se verá sola
tras perder a toda su familia y decidirá, junto al fiel Angus Campbell, aquel
otro escocés que acompañara a su padre y se quedara con él en Toledo, emprender
el largo y peligroso camino hacia Escocia, hacia la única familia que le queda
sin saber realmente quiénes de ellos continuarán con vida.
Así comienza
Viento de otoño, una novela en la que se aprecia la evolución y el crecimiento
de Brenna Watson como autora, así como la versatilidad de la que hace gala
embarcándose en una trama con una excelente
ambientación en la Escocia del siglo XIV tanto en sus escenarios como en la
complicada situación política, ambientación tras la que sin duda hay una
ardua labor de documentación que queda perfectamente integrada en una narración
que fluye sin prisa, pero sin pausa, situándonos en el meollo de la historia
gracias a numerosos detalles que la
dotan de vida y verosimilitud.
Con una prosa culta a la vez que fluida, y un
estilo elegante y muy cuidado, Brenna Watson nos acerca a unos personajes
que rápidamente sentiremos cercanos y naturales, tan bien construidos que despiertan en el lector todo tipo de
emociones. Compartiendo protagonismo con la valiente y decidida Gabriela
encontramos a Duncan, jefe de los guerreros del clan Montroe, ambos forman el tándem
perfecto en el que la fortaleza de
carácter y el coraje, se dan la mano con la sensibilidad y los sentimientos más
profundos, asistiendo el lector al nacimiento, paso a paso, de una relación
que no solo tendrá que luchar contra los elementos externos que hacen de la
suya una relación complicada, sino que también tendrán que hacerlo contra ellos
mismos. La pluma de la autora, su
exquisita sensibilidad, nos adentra en esta relación haciéndonos sentir
parte de ella, vibrando con sus protagonistas, sufriendo cuando ellos lo hacen
y embargándonos de la dulzura con la que va naciendo el amor entre ellos.
Historia y amor,
junto con la lealtad y el honor, son los ingredientes principales de una novela
que me ha trasladado totalmente las Highlands sumergiéndome en su lectura de
tal forma que el tiempo pasaba sin darme cuenta y no, no es que yo me haya
vuelto una romántica empedernida de pronto, pero Viento de otoño no solo es
mucho más que una historia de amor, para mí lo principal es que ese romance me
parece real, me lo creo, no está azucarado, no me empalaga, es una relación que
nace poco a poco, en la que hay dudas, miedos… pero a la que finalmente nada ni
nadie puede frenar hasta una verdadera explosión de los sentidos que Brenna Watson
nos narra con tanto detallismo como sensibilidad, derrochando sensualidad en
cada palabra.
En definitiva,
Viento de otoño es una deliciosa novela de corte histórico romántico que nos
narra con una prosa exquisita una maravillosa historia de amor, de honor y de
lealtad. Una fantástica lectura con una magnífica ambientación en la Escocia
del siglo XIV que hará las delicias no solo de los aficionados al género, sino
también de aquellos que, como es mi caso, sin ser habituales se decidan a darle
una oportunidad.