31 de marzo de 2016

Sorteo conjunto de "La última salida" de Federico Axat


Hoy Concha de De lector a lector, Pedro de El Búho entre libros, Teresa de Leyendo en el bus y yo misma venimos con una entrada muy especial: el sorteo conjunto de “La última salida” de Federico Axat. Pero no sorteamos un ejemplar: sorteamos CUATRO, uno en cada blog. Y además, cada libro está dedicado por el autor. Por si fuera poco, es un libro de 5 estrellas, que a todos nos ha encantado, y cuya lectura os atrapará hasta la última página. Como veis, es un sorteo que no os podéis perder.


BASES DEL SORTEO

- Se sortea un ejemplar en cada blog. Podéis apuntaros en cada blog para cuadruplicar las posibilidades, pero sólo os podrá tocar en uno.

- Es un sorteo nacional (España).

- Tienes que ser seguidor del blog en el que te apuntes al sorteo.

- El plazo para apuntarse al sorteo comienza hoy 31 de marzo y finaliza el 17 de abril a las 23:59 p.m. Al día siguiente,  18 de abril, se publicará la lista de participantes para las comprobaciones.

- El 20 de abril se dará a conocer al ganador en cada blog.

- Se enviará el ejemplar de “La última salida” por Correos.


REQUISITOS DEL SORTEO

+ 5 puntos por ser seguidor del blog y dejar la URL en un comentario.

+ 2 puntos por poner el banner en tu blog enlazando a esta entrada.

+ 2 puntos por anunciar en Twitter mencionando a @Entremilibrosyo y enlazando a esta entrada.
+ 2 puntos por anunciar en Facebook enlazando a la página de Entre mis libros y yo y enlazando a esta entrada.

+ 1 punto por sumar, si hay algo que sumar.

Para que los puntos se tengan en cuenta hay que dejar los enlaces correspondientes en un comentario en el blog.


¿Quién se anima? ¡Mucha suerte!

30 de marzo de 2016

Los amores perdidos - Miguel de León


Hay portadas que te llaman casi a gritos y a veces es precisamente la sencillez lo que más llamativo resulta. Éste es el caso de la novela que os traigo hoy, cuya imagen me cautivó nada más verla entre las novedades de Plaza & Janés y aunque en principio una sinopsis que hablara de una historia de amor no sería algo que me atrajera, las distintas opiniones que fui leyendo me fueron reafirmando en mi primera impresión. Hoy os hablo de "Los amores perdidos".


Los amores perdidos es la historia de los jóvenes Arturo Quíner y Alejandra Minéo, de su relación imposible y de lo que tuvieron que sacrificar por ella. Y de dos familias, los Quíner y los Bernal, enemigas eternas. Y es también la historia de un pueblo canario, El Terrero, de héroes anónimos y caciques ambiciosos, donde las pasiones son arrebatadas, los secretos se desvelan entre susurros y las venganzas se cobran con sangre.

Los amores perdidos es el poderío de Dolores Bernal, la matriarca despótica que controla el pueblo con mano de hierro; la bondad de Alfonso Santos, el honorable y firme médico que conoce el punto débil de todos sus vecinos; el valor de Rita Cortés, la chica rebelde y excesiva, que huye a la Península para encontrar algo muy diferente a lo que esperaba; o la tenacidad de Ismael Quíner, el noble enamorado que lo ofrecerá todo por la supervivencia de su estirpe.

Los amores perdidos es un épico y colosal tapiz tejido con estas y otras muchas historias, que afectarán a la pasión de Arturo y Alejandra a lo largo de los años y que les llevará del Terrero a Nueva York, del enamoramiento al desencanto, de la separación al reencuentro para finalmente enfrentarse a un destino incierto.


Miguel de León nació a finales de 1956 en La Laguna, Tenerife. Se crio en el seno de una familia muy humilde, en Valle de Guerra, una zona rural del municipio de La Laguna, a cuya ciudad se trasladó a vivir con diez años, cuando comenzó la enseñanza secundaria. Mayor de seis hermanos, tuvo que ayudar desde niño a sacar a los pequeños adelante. Repartió periódicos, trabajó en una procuraduría y fue aprendiz administrativo en unas oficinas mientras estudiaba el bachiller con los adultos del turno de noche. Con quince años, sin haber terminado del todo el último curso de bachillerato, tuvo que desistir de la asistencia a las clases. Fue peón albañil, freganchín y pinche de cocina, camarero, ferrallista, operador de guillotina y foto montador en una litografía y, por último, administrativo en una empresa importadora, hasta el ingreso en el servicio militar. A su término, fue vigilante jurado y se hizo programador informático estudiando por su cuenta. Trabajó como programador y analista informático y fue gestor comercial en una importante empresa nacional de la que salió en 1991 para establecer una pequeña empresa de la que ha vivido hasta hoy.


Los Quíner y los Bernal, tal y como podemos leer en la sinopsis de la novela que nos proporciona la editorial, llevan años enfrentados de esa forma que solo en los pueblos pequeños como en el que se desarrolla esta novela, Los Terreros, puede suceder. Pero quedarse en eso es resumir demasiado esta saga familiar que está tan llena de historias, la mayoría de ellas desgarradoras. “Los amores perdidos” es también una maravillosa historia de amor, la que vivirán Arturo Quíner y Alejandra Minéo. Una historia de amor especial, honesta y profunda, una historia de amor llena de lecciones que me ha conmovido en muchos momentos y eso, los que habitualmente pasáis por este rincón, sabéis que es realmente difícil convencerme y emocionarme con una historia romántica, pero la relación de Arturo y Alejandra se aleja mucho de cualquier tópico y he caído rendida ante ellos.

La novela comienza en el presente, con un Arturo ya adulto que no atraviesa uno de sus mejores momentos. La historia dará un salto atrás para volver a un pasado lejano en el que los grandes protagonistas de la novela, Alejandra y Arturo, ni siquiera han nacido y a partir de ese momento la narración seguirá un orden cronológico lineal hasta llegar de nuevo al punto en que se inició. A lo largo de los años y capítulos, y aunque Arturo y Alejandra son los grandes protagonistas, conoceremos a los numerosos personajes de esta novela coral. Personajes que, con mayor o menor relevancia para la trama, tienen todos en común el mimo con el que han sido trazados que se traduce en el realismo y en las emociones que provocan en el lector. Porque en “Los amores perdidos” hay personajes que se han ganado mi afecto y se han hecho un hueco en mi corazón lector con su honestidad y su sentido del deber y la justicia. Y hay, no podía ser de otra forma, otros realmente detestables, personajes a los que su crueldad y su ambición les lleva a cometer actos deleznables que me han hecho sufrir ante tanta injusticia.

Miguel de León
La ambientación es excepcional. De la mano de Miguel de León viajaremos hasta el pequeño pueblo de las Islas Canarias en el que se desarrolla la mayor parte de la novela, aunque Madrid y Nueva York son también escenarios importantes, especialmente ese Nueva York al que llegará Alejandra Minéo para vivir una vida que jamás pudo imaginar. Me ha gustado especialmente cómo recrea el autor los años de posguerra en los que todo valía para unos pocos: amenazas, abusos, violaciones y asesinatos, se suceden en las páginas de la novela al servicio de aquellos que están dispuestos a cualquier cosa por conseguir el poder que quieren y que, además, se creen con el derecho a ello. Algunos momentos han sido realmente duros de leer, no ya por la violencia inherente a ellos, sino principalmente por el dolor ante tanta tropelía que traspasa las páginas a través de la pluma del autor.

“Los amores perdidos” es una novela llena de pasión, de amor, pero también de abusos de poder, de injusticias y de venganza. Y a pesar de toda la crueldad que campa a sus anchas por estas páginas  y que me ha tenido con el corazón en un puño, “Los amores perdidos” es un canto a la libertad y a la esperanza. Es una de esas novelas de las que tan difícil es hacer una reseña porque es una lectura que se siente y se vive. Miguel de León siempre soñó con ser escritor y ya en la madurez de su vida lo ha conseguido y lo ha hecho con una novela inolvidable.

Un debut magnífico para un autor novel que nadie diría que lo es cuando hace gala de una prosa elegante, un vocabulario escogido y estilo muy personal en el que priman las emociones mientras se maneja con soltura en esta mezcla de novela romántica, social e incluso política. El autor mantiene el pulso narrativo en una novela que se debe leer de forma pausada, el tono de la historia en todo momento invita a ello para dejar calar las emociones que transmite, tanto las más bellas y dulces, como las más amargas y dolorosas, porque no cabe duda que estamos ante una lectura que no deja impasible al lector.

En definitiva, “Los amores perdidos” es una novela exquisita, con unos personajes y una historia inolvidables. Una fantástica saga familiar, una historia de amor, de odio y de venganza que no dudo en recomendaros.


28 de marzo de 2016

Esta semana leo... #134

Entrada rapidísima este último lunes de marzo para contaros que esto de las lecturas en las que me embarco se me ha ido realmente de las manos. Tal y como era de esperar durante los días que he pasado fuera casi no he leído por lo que continúo con "Madrid. La novela" de Antonio Gómez Rufo, que me llevé de vacaciones para nada porque ni lo he abierto así que sigue en el mismo punto donde lo dejé el martes pasado.

Continúo también con "Tengo en mí todos los sueños del mundo" de Jorge Díaz, de éste sí he leído algo, concretamente 150 páginas en cuatro días. Menudo ritmo ¿eh? Pero como podéis imaginar todo esto es porque he estado tan entretenida que no he tenido tiempo de nada.

Como dos libros parece que son pocos ayer me recordaron que hoy 28 de marzo otras dos blogueras y yo comenzamos a leer "Cartas a Siracusa" de Lucía Feliu. En fin... lo haré como buenamente pueda.

Y vosotros ¿qué leéis?

26 de marzo de 2016

Encuentro con Antonio Gómez Rufo

Una vez más y gracias a Ediciones B tuve la oportunidad de acudir hace unos días a una tertulia en el Café Gijón. En esta ocasión el autor que nos acompañaba era Antonio Gómez Rufo con su último libro publicado, “Madrid. La novela”, en cuya lectura precisamente me hallo inmersa.

Aunque llegué un poco tarde y la mala acústica del lugar no facilitaba la charla fue un placer escuchar hablar al autor que nos contó cómo la idea de escribir una novela sobre Madrid llevaba mucho tiempo en su cabeza por lo que cuando la editorial se lo propuso no lo dudó y se puso manos a la obra con una novela en la que Madrid no es un escenario más o menos importante, sino que es la gran protagonista en un libro que aúna el rigor histórico con la ficción y que se articula a través de tres familias que un buen día, allá por el siglo XVI, llegaron a Madrid procedentes de otros lugares y se convirtieron en madrileños.

Gómez Rufo opina que los madrileños en general conocen poco de su historia y espera que esta novela sirva para ponerle remedio a esto. Por ello ha intentado ser riguroso en todo lo que se cuenta y aquello que no deja de ser una leyenda que no está demostrada, ha preferido ponerlo en boca de los personajes. En cualquier caso, él mismo ha aprendido mucho sobre la ciudad y espera haber conseguido trasladar toda esta historia de una forma amena y sencilla. Yo, que llevo la lectura ya muy avanzada, os aseguro que sí lo ha conseguido.

Dos son los grandes momentos que marcan el inicio y el final de una novela que comienza cuando Felipe II traslada la capitalidad del reino a Madrid desde Toledo y termina con los atentados del 11 de marzo de 2004, esa última gran tragedia que ha vivido esta maravillosa ciudad, pero que también sirvió para mostrar la solidaridad y generosidad de una ciudad y de sus ciudadanos. Barajó otros momentos para finalizar el libro, como la abdicación de Juan Carlos I, pero al final llegó a la conclusión que no debía ser un hecho nacional el que marca el fin de “Madrid. La novela”, sino un acontecimiento local.

Preguntado por su metodología de trabajo nos sorprendió a todos confesando que escribe siempre desde las 11 de la noche hasta las 6 de la mañana, en casa, en medio de lo que denomina un caos ordenado y con música de fondo cuyo estilo cambia según el tema del capítulo que esté escribiendo. Que todo parte siempre de una primera idea que él considera una gestación, un embarazo que va creciendo en su cabeza y que cuando rompe aguas ya sabe dónde se va a desarrollar, qué personajes tendrá y, lo más curioso, cuántas páginas tendrá. Gómez Rufo lo tiene todo claro cuando se sienta a escribir y no permite que los personajes tomen el mando y lo tienten a cobrar más protagonismo, “hay que pararles los pies”, nos dijo.

Nos comentó también que aprendió a escribir diálogos trabajando con Berlanga y que un buen diálogo, cosa nada fácil de conseguir para que resulte natural, es como una escalera por la que se avanza y en la que no sobra ningún peldaño. Construyendo diálogos es como más cómodo se siente, siendo las descripciones lo que más complicado le resulta en sus novelas. Novelas que, recalcó, solo publica cuando se siente plenamente satisfecho.

Escribir “Madrid. La novela” le ha resultado agotador y ha terminado realmente cansado, agotado, ha supuesto un verdadero esfuerzo que sin duda ha merecido la pena ya que hace mucho tiempo que pensaba que Madrid merecía un libro así como igualmente piensa que a Madrid le falta una novela sobre los años ochenta, sobre los años de aquella movida madrileña que sí ha dejado huella en la música y en el cine, pero no en la literatura. Él no se considera el más adecuado para hacerlo porque no cree tener la perspectiva necesaria para ello ya que es una época que ha vivido y teme que la novela resultara demasiado subjetiva.


Y entre preguntas y anécdotas terminó una tarde que finalizó con la firma de ejemplares. Agradecer una vez más, tanto a Ediciones B como al autor la oportunidad de acudir a estos encuentros que espero pronto se repitan.

23 de marzo de 2016

Hasday. El médico del califa - Carlos Aurensanz


Desde que el año pasado me encontraba con fantásticas reseña de “La puerta pintada”, tenía a Carlos Aurensanz en mi punto de mira y andaba con ganas de leer alguna novela suya, pero ya sabéis que con tanta lectura pendiente y con tanta novedad apetecible que va saliendo, a veces es difícil decidirse. La oportunidad vino en cuanto vi su última novela entre las novedades que Ediciones B presentaba para marzo, una novela histórica ambientada en la época del califato, un período histórico que me fascina así que no tuve que pensármelo mucho y por fin llegó el momento de animarme con el autor. Hoy os hablo de “Hasday. El médico del califa”.


Año 924. Hasday ben Shaprut es un muchacho de solo trece años, despierto, precoz y ávido por comprender el mundo que lo rodea. Tanto es así que no dudará en transgredir las estrictas normas sociales y religiosas que coartan sus ansias de conocimiento.

Adolescente judío en una madina musulmana, hijo de un próspero comerciante y con una fuerte personalidad, pronto descubrirá que no le van a faltar enemigos.

Tres son los hilos conductores de la trama: una esclava judía por la que Hasday es capaz de traicionar la confianza de su propio padre; una enconada enemistad que lo perseguirá durante toda su vida, y un libro, la valiosa copia de un antiguo compendio de medicina, el Tratado de los simples, que bien podría dar título a esta novela.

El médico del califa es una historia de descubrimientos en una época apasionante, el inicio del esplendor de la Córdoba de Abd al Rahman III, que Hasday tendrá la oportunidad de vivir junto a sus artífices.

Mercaderes, bibliotecas, traductores, la madrása y el bimaristán, embajadas y conflictos bélicos, avances científicos, la construcción de la Madinat al Zahra… son pinceladas que completan el fresco de una Al Ándalus en su periodo de esplendor, cuando Córdoba se convirtió en la luz que iluminaba Occidente.


Carlos Aurensanz es licenciado en Veterinaria por la Universidad de Zaragoza y desarrolla su actividad profesional en el campo de la salud pública. Aunque su interés por la Historia no es reciente, para él fue un hallazgo la lectura del "Muqtabis", una crónica árabe escrita mil años atrás, en la que el historiador Ibn Hayyan relata, entre otros, los apasionantes acontecimientos ocurridos en torno a la ciudad natal del autor, Tudela, en aquella época convulsa. Tres años de investigación y de trabajo sobre este momento de la Historia, dieron como fruto "Banu Qasi", su primera novela.


En “Hasday. El médico del califa” nos trasladaremos al año 924 para conocer a Hasday cuando tan solo es un niño judío de 13 años. Un niño que ya por entonces muestra su inquietud y sus ganas de aprender, a pesar de que por culpa de ello se meta en algún lío. La novela nos narrará la vida de este niño que llegó a convertirse en el médico del primer califa, Abd al Rahman III. La primera parte de la novela se dedica a narrar la infancia y la juventud de Hasday, un personaje real sobre el que hay poca información en relación a los primeros años de su vida por lo que ésta es la parte en la que más ficción hay ya que esas lagunas han permitido al autor una mayor libertad narrativa.

A partir del momento en que se convierte en el médico personal del califa la novela se torna más histórica puesto que sobre esta faceta pública de Hasday sí hay cantidad de información por lo que el autor se atiene al rigor histórico para narrarnos las vivencias de este médico que destacó en muchas otras facetas como lo acreditan sus importantes logros políticos y diplomáticos en una época en la que los enfrentamientos entre cristianos y árabes eran continuos. Este cambio en la trama conlleva también una variación en el ritmo de la narración y si las dos primeras partes de la novela son realmente ágiles, a partir de la tercera se torna más pausada al incorporar múltiples datos históricos haciendo que pierda también un poco de la emoción que sí encontramos al principio. En cualquier caso, nada de ello va en detrimento del estilo cuidado y elegante y de la prosa rica en vocabulario que introduce también numerosos términos árabes de los que encontraremos traducción al final de libro.

Carlos Aurensanz
De la mano de Carlos Aurensanz nos trasladaremos a Al Ándalus en el siglo X y abarcando un período de más de 40 años nos sumergiremos no solo en el mundo árabe, sino también en el judío dado que el protagonista lo es. Qurtuba, Al Mariyat Bayana y Yayyán, o lo que es lo mismo, Córdoba, Almería y Jaén, son los principales escenarios por los que pasearemos. Escenarios que el lector sentirá y vivirá gracias a la ingente labor de documentación llevada a cabo por el autor y que se traduce en una magnífica ambientación de los lugares en los que transcurre la novela y de los usos y costumbres de la época.

Admito que pasear por Al Mariyat Bayana, mi ciudad en aquella época, ha supuesto un plus durante la lectura y es que siempre es un placer imaginar cómo fue aquel asentamiento costero que terminaría convirtiéndose en uno de los puertos comerciales más importantes de Al Ándalus. Un puerto desde el que el primer califa de Córdoba frenaba los continuos intentos de expansión de sus enemigos con una flota que convirtió al califato también en una potencia marítima.

Pero sin duda es Córdoba el escenario más importante de esta novela. Una Córdoba que se presenta ante el lector como la gran ciudad que fue, viviendo su período de máximo esplendor y compitiendo con ciudades como Bagdad o Constantinopla. Una Córdoba que fue el centro de la actividad comercial, cultural y artística de Al Ándalus. El autor aprovecha para introducir de forma transversal temas tales como las bibliotecas, las traducciones al árabe de los clásicos griegos, las madrasas, los bimaristanes, la construcción de Madinat al Zahra, la llegada del papel... Leer “Hasday. El médico del califa” es trasladarse a Qurtuba, a esa ciudad en la que primaba la libertad de pensamiento y la tolerancia a las distintas religiones que en ella convivían.  

En definitiva, “Hasday. El médico del califa” es una novela que, aunando realidad y ficción, no pierde nunca de vista el rigor histórico dando lugar a una lectura entretenida e instructiva. Una novela histórica llena de pasiones, odios, amor, venganza y amistad que sin duda hará las delicias de los amantes del género.


21 de marzo de 2016

Esta semana leo... #133

Esta semana, en la que leeré más bien poco porque me marcharé fuera unos días, la comienzo en plan ambicioso, creo que es un truco de mi subconsciente que intenta que recupere lo poco que he leído últimamente. Desde el viernes pasado estoy leyendo "Madrid. La novela" de Antonio Gómez Rufo. Casi mil páginas en un libro que más que una novela es la historia de su gran protagonista, Madrid, y que estoy disfrutando muchísimo a la vez que aprendo un montón de curiosidades sobre esta ciudad que me acogió y enamoró hace ya diecisiete años.

También estoy leyendo "Las sombras de la memoria" de Mercedes Guerrero, una novela entretenida y de fácil lectura que terminaré hoy o mañana como muy tarde, así que de viaje me llevaré, además de "Madrid. La novela", "Tengo en mí todos los sueños del mundo" de Jorge Díaz, a ver si me da tiempo a tenerla leída para el día 30 que asistiré a un encuentro con el autor.

Y vosotros ¿qué leéis?



De lector a lector organiza una lectura conjunta con sorteo de cinco ejemplares de "El ruiseñor". Bases aquí.



20 de marzo de 2016

Encuentro con Federico Axat


Hace unos días tuve la oportunidad de acudir a un encuentro con Federico Axat, autor de “La última salida”, la novela que más enganchada me ha tenido este año y que más preguntas me ha suscitado tras su lectura así que gozar del privilegio de charlar con el autor en un ambiente distendido y junto a otros pocos asistentes con los que, además, me une una estrecha relación fue todo un privilegio.

Poca cosa os puedo contar sobre el encuentro porque esta crónica sería una sucesión de spoilers y es que era requisito imprescindible para acudir el haber leído la novela, se trataba de que pudiéramos hablar libremente con el autor y que pudiéramos preguntarle todo lo que nos apeteciera así que el tema del epílogo no tardó en salir a relucir. Os diré que a mí me convenció y que, aunque realmente no nos dijo nada claro, sí dio algunas pistas que a mí me han proporcionado una explicación satisfactoria.

Nos comentó Federico Axat que en un principio la novela carecía de dicho epílogo y el final era abierto, cada lector podía imaginar lo que quisiera, pero luego lo pensó y decidió que eso no era justo teniendo en cuenta que él sí tenía claro cuál era el final por lo que decidió añadirlo y así fue como llegó la versión definitiva que hemos podido leer y que tantos interrogantes y tantas teorías ha suscitado entre los lectores. Interrogantes a los que Axat respondió amablemente aclarando nuestras dudas y creando alguna otra.

Una novela que nació como un relato que estaba ahí y que no avanzaba, pero que pasado el tiempo, y tras dos años de trabajo, se convirtió en “La última salida”. Un libro con el que siempre tuvo claro que no quería que se pareciera a su anterior trabajo, “El pantano de las mariposas”, en el que solo el final es sorpresivo señalando algo que estaba ahí desde el principio, sino que con este trabajo quería sorprender al lector desde el inicio y que esos giros y sorpresas no cesaran en ningún momento durante la lectura. Algo que, a los que aún no habéis leído la novela, os aseguro que consigue. Como también consiguió el autor que todos los allí presentes saliéramos con unas ganas locas de leer su anterior novela.

El método de trabajo de Federico Axat no se basa en un esquema trazado desde el inicio en el que sabe todo lo que va a suceder, sino que escribe sin planificar nada en lo que él mismo denomina como un proceso muy engorroso, pero sin duda genuino ya que va descubriendo qué sucederá según avanza en la escritura. De esta forma en más de una ocasión se ve obligado a reescribir todo lo ya escrito para que todo quede bien atado y no haya fisuras provocadas por cambios introducidos a posteriori.

La zarigüeya también nos dio mucho tema de conversación y es que siendo un protagonista más en “La última salida” no deja de sorprender que la elección de este animal, tan poco conocido ni en España ni en su Argentina natal, no se avenga a más razón que buscar un animal repulsivo que muchos, entre los que me cuento, tuvimos que buscar en Google para saber cuál es su aspecto, pero fue una zarigüeya como podía haber sido cualquier otro animal.

Tan interesados como estábamos nosotros en conocer cosas de la novela y del autor, lo estaba él en saber cómo había sido nuestra experiencia lectora, cuáles habían sido nuestras teorías a lo largo de la lectura, cuáles las escenas o momentos que más nos habían impactado. Fueron muchísimas las cosas sobre las que charlamos y muchas las notas que se me quedan en el tintero pero por no dar pistas a los que no habéis leído aún el libro no os las puedo trasladar, solo puedo recomendaros que no dejéis pasar más tiempo sin adentraros en este fantástico thriller que estoy segura no os defraudará.

Y ya solo me queda agradecer a Federico Axat su amabilidad y predisposición y a Ediciones Destino la invitación al encuentro.

18 de marzo de 2016

El camino de los dioses - Antonio Cabanas


El Antiguo Egipto me fascina y no deja de sorprender que gustándome tanto aún no me hubiera animado a leer ninguna de las novelas que Antonio Cabanas tiene ambientadas en dicha época, pero nunca es tarde, dice el refrán, si la dicha es buena y por fin pude acercarme a este autor. Hoy os hablo de “El camino de los dioses”.


La magistral escritura de Antonio Cabanas nos acerca a un momento histórico único: cuando el Antiguo Egipto sucumbe ante el empuje de un nuevo orden dispuesto a devorar a sus dioses milenarios.

En medio de esta situación se encuentra Amosis. A través de su vida, el lector recorrerá los años convulsos en los que las tres grandes civilizaciones clásicas, el decadente Egipto, Grecia y la emergente Roma, convierten el Mediterráneo en un fascinante crisol de culturas.

Su odisea nos llevará desde el Alto Egipto hasta los lejanos desiertos de Nubia, y desde Alejandría hasta las islas bañadas por el Egeo. Acompañado por personajes extraordinarios como el esclavo Abdú, la fascinante Circe o el librero Teofrasto, tendrá que hacer frente a lo peor y lo mejor del ser humano: la ambición desmedida, el ansia de poder, la traición, la auténtica amistad y la fuerza regeneradora del amor.


Antonio Cabanas es piloto de transporte de línea aérea, profesión que ejerce actualmente como comandante de la compañía Iberia. A su amor por la aviación, aúna, desde temprana edad, su pasión por la cultura del antiguo Egipto, país del que es buen conocedor y que ha visitado en numerosas ocasiones, recorriendo la práctica totalidad de sus enclaves arqueológicos. Ha realizado estudios de egiptología, así como de lengua egipcia y escritura jeroglífica, siendo miembro de la Asociación Española de Egiptología desde 1990. Es autor de "El sueño milenario", "Los secretos de Osiris y otros misterios del Antiguo Egipto" y "La Conjura del faraón".


Que Antonio Cabanas es un apasionado de Egipto y que sabe de lo que habla lo notamos nada más empezar a leer “El camino de los dioses” cuando, tras presentarnos a Amosis, su protagonista, nos sitúa rápidamente en el entorno político y social de la época en la que se desarrollará la novela. Trasladándonos al siglo I a.C., el autor nos presenta un período histórico en el que Egipto ya no goza del esplendor de antaño, la conquista helenística ya no es una amenaza, es un hecho y la dinastía ptolemaica ha establecido la capital en Alejandría convirtiendo la ciudad en un referente comercial e intelectual de la época.

Antonio Cabanas
En este contexto histórico y a lo largo de más de setecientas páginas conoceremos a Amosis, el protagonista, desde que es un niño hasta la edad adulta, acompañándolo en su periplo durante treinta años que son los que abarca esta novela que se divide en tres partes muy diferenciadas no solo en el aspecto estructural de la novela, sino también en cuanto a su ritmo. Sin duda la segunda parte, que se desarrolla íntegramente en Alejandría, es la más amena y fácil de leer. No significa esto que el resto de la novela no lo sea, pero sí es cierto que la ingente labor de documentación que el autor traslada al lector, en algún momento llega a ser abrumadora con una profusión de nombres de dioses y datos históricos que le restan agilidad, e incluso emoción, convirtiendo esta novela en una lectura más densa de lo que yo esperaba. Pero al mismo tiempo, esa documentación consigue que el autor recree la época de una forma natural y fidedigna, consiguiendo trasladar al lector a los escenarios en los que se desarrolla la acción y dando como resultado una novela con la que se aprende además de proporcionar entretenimiento.

Además del protagonista principal, acompañan a Amosis una serie de secundarios bien perfilados y descritos, con una minuciosidad que los hace creíbles. Estos personajes secundarios representan a las distintas clases sociales y económicas de la época y cada uno de ellos tiene un papel importante en el desarrollo de la historia, pero si tengo que destacar a alguno, éste sería sin duda Abdú, un esclavo para Amosis al principio, y mucho más que un amigo al final, y un personaje que pone el contrapunto a toda la corrupción que se pasea por las páginas de “El camino de los dioses” representando no solo la espiritualidad, sino también una serie de valores como la honestidad y la lealtad.

Pero si de algo trata esta novela es sobre la ambición y el ansia de poder, sobre la naturaleza humana que tan poco o nada ha cambiado a pesar del paso de los siglos. Y todo esto nos lo cuenta Antonio Cabanas a través de Amosis, ese niño que aprendió a disfrutar de la lectura de la mano de Odiseo y con el que viviremos amor y aventuras mientras nos habla de políticos corruptos y de banqueros desalmados, capaces todos ellos de cualquier cosa con tal de llenar sus arcas.

A través de un narrador omnisciente en tercera persona y con un lenguaje sencillo nos trasladaremos a la época a través de las profusas descripciones que predominan sobre los diálogos que realmente son pocos en la novela. Otro aspecto que no ayuda a que la lectura sea más ágil es el hecho de haber incluido las notas al final del libro en lugar de hacerlo a pie de página. El propio autor en el prólogo indica que se ha hecho así para hacer la lectura más fluida, pero a mí personalmente me ha resultado más farragoso el hecho de tener que ir hasta el final para ver qué significaban determinadas cosas.

En definitiva, “El camino de los dioses” es una magnífica novela de ficción histórica tras la que se siente un importante trabajo de documentación que, en ocasiones, puede ralentizar la lectura por lo que es recomendable adentrarse en ella con el ánimo adecuado. Todos los que se animen descubrirán una novela que, además de entretener, es eminentemente instructiva.



16 de marzo de 2016

Un mal nombre - Elena Ferrante


Este año por fin me animé a dejarme contagiar por la llamada fiebre Ferrante y ya sabéis que “La amiga estupenda” que leí el pasado mes de enero ha sido una de las mejores lecturas en lo que llevamos de año. Las ganas de continuar con la tetralogía que nos narra la historia de Lila y Lenù, dos amigas que viven en un humilde barrio napolitano de los años cincuenta, no se hicieron esperar y junto con otras blogueras he leído recientemente la segunda entrega. Hoy os hablo de “Un mal nombre”.


Ella es una mujer hermosa, alocada, y se llama Lila. Es la misma niña que conocimos en La amiga estupenda, el primer tomo de esta espléndida saga, y ahora, recién cumplidos los dieciséis años, acaba de casarse con un hombre al que desprecia. La otra, que escucha, la sigue y sin querer la imita, es Lenù, una alumna brillante, empeñada en aprender de los libros todo aquello que Lila aprende de la vida a secas.

Así, en este rebote de sensaciones, se desarrolla una amistad muy peculiar, una relación donde la complicidad es ley. Basta una mirada de Lila para que Lenù entienda qué pasa realmente en el dormitorio de su amiga. Basta una sonrisa para descubrir qué se esconde tras esos vestidos caros que se acoplan al cuerpo de Lila como un guante y provocan a los hombres del barrio. Basta un gesto para que Lenù sepa que Lila va a cometer una locura y nadie será capaz de detenerla.

Nápoles, la ciudad que las ha visto crecer, es el escenario de esta comedia que tiene la fuerza de un drama y se quedará entre nosotros como una de las obras maestras de la literatura del siglo XXI.

«Ella me demostró que yo no había ganado nada, simplemente porque en este mundo nuestro no había nada que ganar... y lo que de verdad valía la pena era verse de vez en cuando para que el sonido enloquecido de nuestras mentes fuera rebotando de la una a la otra sin parar.»


Nadie sabe quién es Elena Ferrante, y sus editores de origen procuran mantener un silencio absoluto sobre su identidad. Alguien ha llegado a sospechar que sea un hombre; otros dicen que nació en Nápoles para trasladarse luego a Grecia y finalmente a Turín.

La mayoría de críticos la saludan como la nueva Elsa Morante, una voz extraordinaria que ha dado un vuelco a la narrativa de los últimos años. El éxito de crítica y de público se refleja en artículos publicados por periódicos y revistas tan notables como The New York Times y Paris Review.

En 2010 Lumen publicó un volumen titulado Crónicas del desamor, donde se reunían las tres novelas para el público adulto publicadas por Ferrante a lo largo de los años, dos de las cuales fueron llevadas al cine. Luego vino esta saga compuesta por La amiga estupenda, Un mal nombre, Las deudas del cuerpo, y finalmente La niña perdida, un cuarto volumen que cierra una obra destinada a convertirse en un clásico de la literatura europea del siglo XXI.

«No me arrepiento de mi anonimato. Descubrir la personalidad de quien escribe a través de las historias que propone, de sus personajes, de los objetos y paisajes que describe, del tono de su escritura, no es ni más ni menos que un buen modo de leer.» Elena Ferrante en una entrevista vía mail de Paolo di Stefano para Il Corriere della Sera. 


Si en “La amiga estupenda” conocimos la infancia y la adolescencia de Lenù y Lila a través de la voz narrativa de la primera, en “Un mal nombre” la historia comenzará inmediatamente después, en la juventud de ambas, con Lila ya casada estrenando su nueva vida matrimonial y con Lenù inmersa en sus estudios de bachillerato, y será de nuevo ella la encargada, desde su ya avanzada edad, de una narración en la que no se escamotean las emociones y los sentimientos más íntimos. De nuevo la vida de las dos amigas es diametralmente opuesta y mientras Lila se siente atrapada en un matrimonio que no es lo que ella esperaba, pero gracias al cual ha conseguido salir de la miseria de su hogar, Lenù continúa con sus estudios y empieza a disfrutar de otras amistades, también estudiantes ávidos de intelectualidad y libertad, de romper las normas, con los que se siente una impostora pero con los que empieza a encontrar su lugar.

Ya en “La amiga estupenda” quedaba patente la confrontación que la autora establece entre los caracteres de las dos protagonistas con una Lenù responsable, seria y juiciosa, y una Lila descarada, brillante y segura de sí misma, dos caracteres que aunque puedan parecerlo se alejan totalmente de los clichés en los que tan fácil hubiera sido caer. En esta entrega, además, se hace especial hincapié en cómo sus formas de vida se alejan cada vez más y a pesar de ello su amistad, con sus altibajos, permanece en el tiempo casi inmune a los cambios que suceden a su alrededor. Cambios que afectarán a ambas, no solo en el aspecto externo de cómo viven, sino principalmente en cómo piensan y sienten. Al igual que ocurriera en la primera novela será el transcurso de un verano el que traerá una profunda transformación para Lenù y Lila y para esa amistad que, aun plagada de celos y envidias, las une.

La minuciosidad en la narración es sin duda una de las características más destacables en la prosa de Elena Ferrante. A través de sus descripciones, pero sobre todo a través de los actos de los personajes, nos trasladamos al barrio napolitano donde las dos amigas han nacido y crecido, ese barrio en el que la brutalidad, la violencia y el machismo parecen campar a sus anchas y en el que las rencillas y venganzas entre vecinos están a la orden del día. En esta entrega, aunque hay alguna nueva incorporación entre los personajes secundarios, volveremos a encontrarnos con el mismo elenco que ya me cautivó en “La amiga estupenda” y que es el que da color y vida al retrato costumbrista de un barrio y una forma de vida de la que las dos amigas quieren huir, si bien en su lucha por ascender socialmente utilizan cada una de ellas caminos muy distintos, una el matrimonio y otra la formación.

Estos dos caminos hacen aún más patente la rivalidad soterrada que hay entre ambas de forma que ninguna de las dos está realmente contenta con su vida y desea y envidia en cierto modo lo que la otra tiene. Quizá éste sea uno de los puntos que más me fascina de las novelas de Elena Ferrante y que en esta segunda entrega, cuando las protagonistas ya han dejado de ser unas niñas, queda aún más patente al mostrarnos la autora los sentimientos encontrados entre dos mujeres que se admiran y se quieren, pero que por otro lado no pueden evitar los celos y la envidia intentando siempre ser mejor que la otra. Lila y Lenù no son las niñas que fueron, la evolución de ambas en clara y se ha producido de forma natural a lo largo de las páginas leídas, pero sus alejamientos y acercamientos se mantienen constantes y es precisamente a través de ellos como la autora teje una historia en la que la vida cotidiana y la intelectualidad se dan la mano.

El estilo de Elena Ferrante es preciso y compone con él una prosa envolvente e intensa, que por momentos se vuelve casi lírica, con la que vuelve a hacer gala del dominio del ritmo narrativo armando una novela pausada cuya lectura no se puede abandonar y ofreciendo una narración donde no sobra ni falta ni una sola palabra, ni una sola coma, mientras paseamos, casi sin darnos cuenta, por todo lo que de complejo tienen la vida y el crecimiento. Una novela en la que las emociones asaltan continuamente al lector porque Lenù, en su narración en primera persona, se sincera consigo misma en un tono íntimo y su desnudez emocional aumenta la cercanía y la complicidad con el lector.

En definitiva, “Un mal nombre”, al igual que su antecesora, es una novela brillante, llena de fuerza y pasión que vuelve a dejarme impaciente por conocer qué les deparará el futuro a estas dos amigas.





14 de marzo de 2016

Esta semana leo... #132

¡Ay qué poquito he leído la semana pasada! Tan poquito que tengo que contaros que sigo con la misma novela que comencé el lunes, "Hasday. El médico del califa" de Carlos Aurensanz, un libro que me está gustando pero con el que voy despacio porque no tengo tanto tiempo para dedicar a la lectura como es habitual en mí y porque por las noches estoy tan cansada que me quedo dormida rápidamente.

A pesar de todo calculo que en un par de días lo acabaré y no sé qué empezaré porque para el viernes tengo previsto comenzar con "Madrid. La novela" de Antonio Gómez Rufo junto con otros lectores en una lectura simultánea que iremos comentando en Twitter con la etiqueta #LeemosMadrid y a la que podéis uniros si os apetece.

Y vosotros ¿qué leéis?

11 de marzo de 2016

Daringham Hall. El retorno - Katryn Taylor


Hay trilogías que se hacen esperar, por eso cada vez me da más pereza animarme con ellas, pero éste no es el caso de la que os traigo hoy cuyo primer volumen, “Daringham Hall. La herencia” se publicó el verano pasado; el segundo, “Daringham Hall. La decisión” en octubre y ya en febrero hemos podido disfrutar del desenlace. Hoy os hablo de “Daringham Hall. El retorno”.


Un regreso esperado, un gran amor y una última esperanza.

Ben Sterling hubiera querido que las cosas sucedieran de otro modo. Pues, desde que se hizo cargo de Daringham Hall, todo han sido dificultades. Nadie confía en sus planes para renovar la mansión, y él sigue luchando día tras día contra nuevos imprevistos y rumores malintencionados. Solo su amor por Kate le da la fuerza necesaria para seguir adelante. Pero cuando incluso ella lo acusa de mentirle, Ben debe enfrentarse a una decisión radical…

Así finaliza la trilogía Daringham Hall, la obra con que se presenta a los lectores en castellano la alemana Kathryn Taylor, autora de varios best sellers que entraron en la prestigiosa lista de más vendidos de Der Spiegel.


Kathryn Taylor comenzó a escribir siendo una niña y publicó su primer cuento a los once años. Ya entonces supo que algún día sería escritora. Pero no fue hasta su vida laboral y privada dio varios giros cuando pudo finalmente cumplir su sueño. Con su serie de novelas eróticas Colours of Love no solo logró ganarse el entusiasmo de miles de lectores en Alemania y en el extranjero, sino que alcanzó el segundo puesto de la prestigiosa lista de best sellers de Der Spiegel. Con Daringham Hall: La herencia inicia una nueva trilogía llena de secretos, dispuesta a consolidarse como una de las voces más versátiles de la ficción comercial alemana. 


Daringham Hall es una de esas trilogías en las que sí es imprescindible leer las novelas en orden ya que la historia no solo sigue un orden cronológico lineal, sino que los comienzos suelen situarse en un espacio de tiempo  casi inmediatamente posterior al que finalizó la anterior. Así sucede con esta tercera entrega en la que Ben tendrá que enfrentarse no solo a negocios y ámbitos totalmente desconocidos para él, sino también a algo que le asusta mucho más: sus miedos.

Katryn Taylor
Volvemos a encontrarnos con los mismos personajes y la misma ambientación, aunque en esta ocasión saldremos brevemente de la campiña inglesa para realizar alguna visita a Nueva York. En esta entrega la trama se centra un poco más en Ben y en los problemas que están surgiendo tras la decisión que tomó en la anterior novela. El protagonista sigue siendo una persona compleja, aspecto que se pone aún más de manifiesto cuando los miedos producto de su pasado le empujan a tomar decisiones drásticas que a veces ni él mismo puede entender. Me gusta ese contraste que ofrece siempre Ben, con su aire de seguridad y de gran hombre de negocios, pero que deja que le afecten los rumores y los traspiés mucho más de lo que le gustaría. Este aspecto le dota de un lado más humano que el que se empeña en tener oculto y que es el que consigue acercarlo al lector. Junto a Ben y Kate, los dos grandes protagonistas, toman más relevancia en esta entrega algunos secundarios como es el caso de Tilly y Peter, dos personajes entrañables que han ido ganando protagonismo y carisma novela tras novela.

El amor sin duda es el ingrediente más importante de esta trilogía y aunque en la segunda entrega se dejó un poco más de lado esa parte de la trama para dar más relevancia a las intrigas y secretos familiares, en esta tercera el romanticismo vuelve a cobrar gran protagonismo. Como bien sabéis este tipo de novelas no suelen ser mis favoritas, pero en el caso de Daringham Hall la verdad es que lo he disfrutado porque es de esas trilogías que casi son un bálsamo entre lecturas más densas o complicadas, un respiro que de vez en cuando viene bien y que sin más pretensión que el entretenimiento cumplen a la perfección su función de evasión.

El encargado de la narración de nuevo es un narrador omnisciente y su estilo fresco y desenfadado hacen de este libro una novela ágil y amena, que se lee con facilidad gracias a una prosa sin florituras  y que ayudada por abundantes diálogos y capítulos de corta extensión gana aún más en agilidad y facilidad de lectura. Un libro perfecto para sumergirse en su ambiente y para leer casi sin darse cuenta mientras se van cerrando todas las historias que comenzaron en la primera entrega.

No puedo terminar la reseña sin alabar de nuevo, como en las anteriores entregas, el buen gusto y el magnífico trabajo de edición que ha realizado Ediciones B con estas novelas que no solo se disfrutan con su lectura, sino que son una gozada para la vista por su colorido y para el tacto.

En definitiva, una novela fresca y agradable y un cierre de trilogía que deja un buen sabor de boca y que no por previsible defrauda porque ésta es una de esas novelas que no podían acabar de otra forma. Los protagonistas terminan con una sonrisa en la boca al igual que el lector.