"El último resquicio, el último rescoldo, la última esencia que la niñez deja en nuestro corazón, desaparece de un plumazo con la noticia de la muerte de un padre. Es entonces cuando te das cuenta de que todo lo vivido anteriormente tan solo ha tenido como finalidad prepararte para ese momento."
Cuando David recibe la notica de la muerte de su padre, decide regresar a su ciudad natal para tratar de esclarecer las extrañas circunstancias en las que tuvo lugar. Entonces descubre que ha pasado demasiado tiempo alejado de todos y que muchas cosas han cambiado en su ausencia.
Granada es el telón de fondo de esta trepidante historia en la que nada es lo que parece y todo el mundo parece tener algo que ocultar.
Benito Olmo (Cádiz, 1980) desde niño descubrió el placer de contar historias en forma de relatos y cómics. A los 19 años se trasladó a Granada, ciudad de la que se enamoró y en la que pasó gran parte de su juventud. En 2007 publicó su primera novela, "Caraballo", que obtuvo una excelente crítica y una gran aceptación por parte del público. Desde entonces no ha parado de escribir y se han publicado artículos suyos en varias revistas de tirada nacional, llegando incluso a conseguir algún premio. "Mil cosas que no te dije antes de perderte" es su segunda novela.
David Barrido es el personaje principal de esta novela. Quiere ser escritor y por ello se enfrenta a toda su familia, especialmente a su padre, que no entiende que no quiera formar parte de la empresa familiar al igual que hace su hermano Julio. Decidido a luchar por su sueño abandona su Granada natal para trasladarse a Madrid donde vive en el castizo y bohemio barrio de Lavapiés. Mientras intenta labrarse un futuro como escritor, escribe columnas en un periódico de tirada gratuita. Un día, mientras escribe una de estas columnas, recibe la llamada de su madre que le comunica que su padre, con quien no se habla desde hace años, ha muerto.
Así empieza esta novela en la que, como dice la sinopsis, nada es lo que parece, porque cuando David llega a Granada para el entierro de su padre, descubrirá que las cosas son muy distintas a como eran cuando él abandonó la ciudad.
Junto a David encontramos una serie de personajes de gran relevancia en la novela como son su hermano Julio y Alicia, una misteriosa joven. En general, todos los personajes, principales y secundarios, me han resultado planos, creo que están poco trabajados y definidos, es más, en ocasiones muestran una serie de incoherencias que me han dejado perpleja, especialmente en el caso del protagonista. Como ya os he comentado, David es un chico bastante idealista que se enorgullece de vivir en un barrio multicultural, lugar de encuentro de artistas, nada que ver con la maravillosa casa familiar en una estupenda zona de Granada, eso es demasiado clasista para él, David reniega de todo lo que tiene que ver con la empresa y con la fortuna familiar, no se habla con su padre y apenas con su madre, pero... como no gana lo suficiente con las columnas que escribe, subsiste gracias a la asignación que religiosamente su familia ingresa en su cuenta bancaria. Sin palabras.
El anterior es sólo un ejemplo y no voy a aburriros con un detalle pormenorizado pero este tipo de falta de lógica está presente en mayor o menor medida en casi todos los personajes. ¿Ha intentado el autor mostrarnos así la dualidad inherente al ser humano? Puede ser, pero yo no lo he visto así en el libro.
En cuanto al tratamiento que se da en la novela a temas como pueden ser los sucesorios, empresariales, bancarios, policiales..., el autor simplifica demasiado algunos aspectos que en absoluto lo son o incluso se inventa cargos y trámites que en la vida real sí tienen un nombre y un procedimiento. En su momento pensé que se debía a la falta de una mínima documentación para la realización del libro pero más tarde he sabido, gracias al autor, que se trata de no ahondar demasiado en aspectos que podrían aburrir al lector. Entiendo esta postura pero no puedo compartirla. Es cierto que entrar en mil detalles jurídicos y bancarios, por ejemplo, aburriría hasta al lector más avezado, pero despachar asuntos sin más, de la forma en que se hace en el libro, me ha parecido poco serio.
Uno de los aspectos que me animaron a leer este libro fue que se desarrollara en Granada, ciudad en la que he vivido durante varios años, a la que vuelvo muy a menudo y que conozco muy bien así que reencontrarme con sus calles me apetecía muchísimo. El protagonista, además, recibe en herencia un piso situado en una zona muy especial y su día a día lo vive en lugares tan extraordinarios como la Plaza Nueva, el Paseo de los Tristes, el Albaicín... pero no he sentido la ciudad, no la he visto. Creo que el autor ha desaprovechado un marco incomparable y quien no conozca esta bella ciudad llena de embrujo me temo que se quedará solamente con el frío que allí hace, aspecto que se repite una y otra vez a lo largo de la narración.
La novela se me ha hecho muy larga y repetitiva, creo que se podría haber contado lo mismo con menos páginas. De hecho, el comienzo del libro es muy interesante ya que tiene una importante carga de intriga y genera una tensión que después no se mantiene sino que decae a lo largo de páginas que no aportan nada nuevo a la trama sino que una y otra vez vuelven a las elucubraciones de David sobre su padre y la misteriosa relación que tenía con Alicia (a la que no deja de llamar "mi amiga" continuamente hasta el punto de exasperarme); David recordando la piel blanca y las pecas de Alicia; David quejándose de frío...
No quiero alargar más esta reseña pero tampoco quiero terminarla sin apuntar que no todo ha sido negativo en esta novela que, a pesar de no haberme gustado, tiene algunas cosas que valoro muy positivamente. Una de ellas es la cuidada prosa del autor. Admito que me cuento entre los lectores que se enfrentan a los libros autoeditados con una serie de prejuicios, fruto de malas experiencias previas, en cuanto a léxico, ortografía y gramática. En esta novela no me he encontrado con ese problema, la prosa de Benito Olmo es sencilla y directa y su construcción es correcta en las descripciones aunque algunos diálogos me han sonado forzados. Además, a pesar de los altibajos que he sentido en la narración, el autor tiene la fuerza y la sensibilidad suficientes para transmitir emociones al lector.
Ficha técnica
Título: Mil cosas que no te dije antes de perderte
Autor: Benito Olmo
Editorial: Círculo rojo
Páginas: 406
ISBN: 9788499918860
David Barrido es el personaje principal de esta novela. Quiere ser escritor y por ello se enfrenta a toda su familia, especialmente a su padre, que no entiende que no quiera formar parte de la empresa familiar al igual que hace su hermano Julio. Decidido a luchar por su sueño abandona su Granada natal para trasladarse a Madrid donde vive en el castizo y bohemio barrio de Lavapiés. Mientras intenta labrarse un futuro como escritor, escribe columnas en un periódico de tirada gratuita. Un día, mientras escribe una de estas columnas, recibe la llamada de su madre que le comunica que su padre, con quien no se habla desde hace años, ha muerto.
Así empieza esta novela en la que, como dice la sinopsis, nada es lo que parece, porque cuando David llega a Granada para el entierro de su padre, descubrirá que las cosas son muy distintas a como eran cuando él abandonó la ciudad.
Benito Olmo |
El anterior es sólo un ejemplo y no voy a aburriros con un detalle pormenorizado pero este tipo de falta de lógica está presente en mayor o menor medida en casi todos los personajes. ¿Ha intentado el autor mostrarnos así la dualidad inherente al ser humano? Puede ser, pero yo no lo he visto así en el libro.
En cuanto al tratamiento que se da en la novela a temas como pueden ser los sucesorios, empresariales, bancarios, policiales..., el autor simplifica demasiado algunos aspectos que en absoluto lo son o incluso se inventa cargos y trámites que en la vida real sí tienen un nombre y un procedimiento. En su momento pensé que se debía a la falta de una mínima documentación para la realización del libro pero más tarde he sabido, gracias al autor, que se trata de no ahondar demasiado en aspectos que podrían aburrir al lector. Entiendo esta postura pero no puedo compartirla. Es cierto que entrar en mil detalles jurídicos y bancarios, por ejemplo, aburriría hasta al lector más avezado, pero despachar asuntos sin más, de la forma en que se hace en el libro, me ha parecido poco serio.
Uno de los aspectos que me animaron a leer este libro fue que se desarrollara en Granada, ciudad en la que he vivido durante varios años, a la que vuelvo muy a menudo y que conozco muy bien así que reencontrarme con sus calles me apetecía muchísimo. El protagonista, además, recibe en herencia un piso situado en una zona muy especial y su día a día lo vive en lugares tan extraordinarios como la Plaza Nueva, el Paseo de los Tristes, el Albaicín... pero no he sentido la ciudad, no la he visto. Creo que el autor ha desaprovechado un marco incomparable y quien no conozca esta bella ciudad llena de embrujo me temo que se quedará solamente con el frío que allí hace, aspecto que se repite una y otra vez a lo largo de la narración.
Paseo de los Tristes |
No quiero alargar más esta reseña pero tampoco quiero terminarla sin apuntar que no todo ha sido negativo en esta novela que, a pesar de no haberme gustado, tiene algunas cosas que valoro muy positivamente. Una de ellas es la cuidada prosa del autor. Admito que me cuento entre los lectores que se enfrentan a los libros autoeditados con una serie de prejuicios, fruto de malas experiencias previas, en cuanto a léxico, ortografía y gramática. En esta novela no me he encontrado con ese problema, la prosa de Benito Olmo es sencilla y directa y su construcción es correcta en las descripciones aunque algunos diálogos me han sonado forzados. Además, a pesar de los altibajos que he sentido en la narración, el autor tiene la fuerza y la sensibilidad suficientes para transmitir emociones al lector.
Ficha técnica
Título: Mil cosas que no te dije antes de perderte
Autor: Benito Olmo
Editorial: Círculo rojo
Páginas: 406
ISBN: 9788499918860