Aunque
ya sabéis que habitualmente no hago promoción ni de libros ni de nada
relacionado con ellos, cuando Enrique López Sierra se puso en contacto conmigo
y me habló de su libro, Historia de asfalto y hospital, pidiéndome que lo diera
a conocer no lo dudé ni un momento y ahora sabréis la razón. Esta es la
información que él mismo me ha proporcionado.
“Una
historia de asfalto y hospital” tiene su germen en la experiencia del autor.
Enrique sufrió, en la madrugada del 11 de Septiembre de 2015, un acontecimiento
que le cambió la vida y la percepción de la misma. Fue atropellado en la
Castellana por un conductor que se saltó el semáforo por donde cruzaba, dándose
posteriormente a la fuga, para ser detenido más adelante por la Policía en un
control, en el cual dio positivo en marihuana y alcohol.
Este
es el punto de partida que elige para comenzar con la novela. Mezclando un hilo
conductor de ficción (la conversación de Enrique con Marta, una antigua novia
periodista) con la experiencia y recuerdos de sus familiares y de él mismo,
relata los duros momentos iniciales, los largos días en coma, el emotivo
despertar, el lento mejorar y posterior final feliz, aunque no exento de
dificultades y operaciones.
A
través de las páginas, el autor trata de contar la realidad, evitando caer en
vicios de odio y rencor. Expresa lo afortunado que se siente por estar vivo y
rodeado de tanta gente buena (a la que pone nombre y apellidos), que le apoyó
en todo el proceso, compartiendo su experiencia y reflexiones a lo largo del
libro, y afirmando que una mentalidad positiva es fundamental en este tipo de
situaciones: nunca quiso pensar en lo bien estaba antes de los hechos, sino lo
mal que podría haber llegado a estar.
Es,
a pesar de la crudeza de los acontecimientos, un canto a la vida; un homenaje a
aquellas personas que en los momentos más duros dan la cara y apoyan cuando no
hay razones para creer; y también un recuerdo para aquellos que sufrieron este
tipo de violencia y no fueron capaces de resucitar. El autor se
compromete a donar parte de lo que obtenga con la recaudación a la Fundación A
de Víctimas de Accidentes de Tráfico. Porque, ante todo, “Una historia de
asfalto y hospital” quiere convertirse en un reclamo para alertar sobre una
realidad que a menudo pasa desapercibida por la inmensa mayoría de la sociedad.
Enrique
(Madrid, 1994) es un estudiante de Doble Grado de Derecho y Administración de
Empresas apasionado por la lectura y escritura, cuya vida dio un vuelco total
cuando un 11 de Septiembre de 2015 sufrió un violento atropello en medio de la
Castellana en Madrid. Tras varios días en que estuvo entre la vida y la muerte,
pudo salir adelante, aunque con importantes secuelas, que persisten aún a día
de hoy.
Comprometido
con las causas sociales, ha decidido empezar su carrera literaria con el
libro Una historia de asfalto y hospital, para lanzar un mensaje a
la sociedad de una realidad a la que apenas se presta atención.