Mi opinión
Lex Gracie es
nuestra Chica Uno. Abre la novela indicándonos que no la conocemos, pero que
con total seguridad habremos visto su cara ya que es una de las protagonistas
de un auténtico horror familiar. Su madre acaba de morir en prisión y ella
acude hasta allí para recoger sus pertenencias y conocer su testamento.
Así comienza una
novela en la que continuamente saltaremos al pasado a través de los recuerdos
de Lex para conocer cómo fue su infancia y cómo ella fue la primera en
conseguir escapar de aquel hogar que se había convertido en su prisión y en la
de sus hermanos. Cómo se liberó de las cadenas que la mantenían recluida en su
cama y logró saltar por una ventana hasta llegar a la calle y conseguir alertar
a alguien para que avisara a la policía.
Abigail Dean
se ha inspirado en varios casos de la vida real para dar forma a esta novela
que atrapa tanto como emociona desde la primera página. Quizá el más
conocido y semejante a la trama que nos ocupa sea el de David y Louise Turpin,
los padres californianos que hace dos años fueron condenados por torturar y
abusar de sus 12 hijos. También en ese caso fue una de las hijas adolescentes
la que consiguió liberarse y dar la voz de alarma.
En Chica Uno se
abordan no solo los horrores vividos, que son descritos sin medias tintas, pero
sin cargar de morbosidad hechos que por sí mismos ya resultan lo
suficientemente crueles, sino que se realiza también un análisis sobre
la capacidad de recuperación y la influencia que el entorno posterior tiene
en ella dejando siempre en el aire la pregunta de cómo se puede vivir después
de una experiencia así y es que para los hermanos la pesadilla pasada continúa
en la edad adulta de un modo u otro. Otro de los temas a mi modo de ver muy
interesantes que se plantean en la novela es la relación entre hermanos tanto
en la época del cautiverio como en la actualidad y, sobre todo, cómo cada uno
de ellos se enfrentó a los abusos y cómo lo están viviendo ahora. En este
aspecto es muy interesante cómo la autora nos presenta las dos caras de cada
uno de ellos, la de la infancia y la de la edad adulta, llevándonos en algún
caso alguna sorpresa que a mí particularmente me ha hecho detestar
profundamente a uno de los hermanos al que Lex reprocha “Siempre pensé que
serías tú quien nos salvaría”.
Lex es la protagonista
indiscutible y su atractiva voz en primera persona la narradora que nos guía
por una historia tan cruel como inquietante en la que la verdadera trama no
son los horrores vividos, sino como continuar con la vida después de aquello
y lo hace siempre con un tono tan plano que resulta perturbador y es
solo conforme avanza y se acerca al final cuando nuestra protagonista empieza a
desnudarse de esa coraza que la protege y nos ofrece un cierre tremendamente
conmovedor.
En definitiva, Chica
Uno es una novela tan inquietante como desgarradora narrada con una acertada
prosa limpia y una voz desapasionada que va subiendo de tono hasta un grito
desgarrador que nos aboca a un magnífico desenlace.