Hace
unos meses leí la primera novela de M.J. Arlidge que daba comienzo a la saga
protagonizada por la inspectora Helen Grace, “Tú te vas tú te quedas”, y aunque
hubo alguna cosa que no me convenció fue una buena lectura en general y me dejó
con ganas de seguir descubriendo más. La oportunidad vino de la mano de varios
blogs que organizaron una lectura conjunta con sorteo y tuve la suerte de
resultar agraciada con un ejemplar de “Ni lo ves ni lo verás”. Hoy os cuentos
mis impresiones.
SINOPSIS
El
cadáver de un hombre es encontrado en una casa vacía. Le han arrancado el
corazón y se lo han enviado dentro de un paquete a su mujer y a sus hijos.
Es
solo la primera víctima y la inspectora Helen Grace sabe que no será la última.
Pero ¿por qué un hombre felizmente casado estaba tan lejos de su casa en mitad
de la noche?
Los
medios de comunicación hablan del culpable como de un Jack el Destripador al
revés: un asesino en serie a la caza de hombres que llevan dobles vidas
ocultas.
Helen
huele la ira que esconde cada asesinato. Pero lo que no puede predecir es lo
inestable que es el asesino... o lo que le espera al final del caso.
EL AUTOR
M.
J. Arlidge ha trabajado en la televisión británica los últimos quince años,
donde se ha especializado en la producción de series de calidad. Ha producido
series dramáticas y policiacas de máxima audiencia como Torn, The Little House
y Undeniable. Actualmente es guionista de Silent Witness y prepara un proyecto
de serie de suspense para cadenas británicas y estadounidenses. Tú te vas, tú
te quedas ha sido un gran éxito de ventas en Reino Unido, con más de 120.000
ejemplares vendidos en los primeros seis meses. Los derechos de traducción han
sido comprados en otros veinte países, entre ellos Italia, donde también se ha
convertido en un best seller.
MI OPINIÓN
M.J.
Arlidge vuelve a sorprender al lector con un inicio brutal. Han transcurrido
unos meses desde el final de la novela anterior cuando un cadáver aparece en
una casa abandonada frecuentada por prostitutas y yonquis. El cadáver no tiene
corazón, éste ha sido enviado en un paquete a su domicilio familiar. De la
investigación se hará cargo la inspectora Helen Grace que, de forma paralela, protagonizará una subtrama personal que tomará cierta relevancia
conforme avance la lectura, aunque desde el principio es bastante predecible
para el lector qué se oculta detrás de ese misterio.
En
esta ocasión el autor da más de protagonismo a la vida personal de su personaje
principal, Helen Grace, a la que iremos conociendo un poco más. Helen sigue
escondiendo secretos, sigue viviendo atormentada y yo sigo sin empatizar en
absoluto con ella. Lo cierto es que ninguno de los personajes que dibuja el
autor termina de convencerme, les falta algo para resultar del todo creíbles,
tanto en los buenos como en los malos, por dividirlos de alguna forma. En
cualquier caso esto no es óbice para disfrutar de una lectura en la que lo que
prima es la acción, la trama en sí misma y no sus protagonistas. Una trama en
la que además la investigación policial está muy bien llevada y resulta
creíble, transmitiendo al lector cómo se van siguiendo las pistas y cómo se va
avanzando poco a poco o, por el contrario, como lo que parecía una pista
fidedigna conduce a un callejón sin salida para desesperación de los
investigadores.
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M. J. Arlidge |
La
prosa viene indudablemente marcada por la amplia experiencia del autor como
guionista de series de televisión de forma que es muy ágil y visual, dejando de
lado en esta ocasión entrar en detalles excesivamente escabrosos como sí
sucedía en la anterior entrega y que en mi opinión eran innecesarios y solo
dirigidos a crear más morbo en unos hechos que ya en sí mismos contenían
suficiente dosis. No es que este tipo de escenas estén siempre de más, pero en
el caso de la anterior novela sí me parecía que era así por lo que en este
aspecto se nota una mejoría al no caer el autor en un recurso tan facilón para
enganchar y sorprender al lector.
“Ni
lo ves ni lo verás” es una de esas novelas cuyas páginas vuelan en las manos
del lector y que una vez comienzas no puedes parar de leer. Tanto lo que cuenta
como el lenguaje utilizado, muy sencillo y directo, invitan a ello y la propia
estructura de la novela, con capítulos cortos, facilita que la lectura
avance muy rápido queriendo saber más. A pesar de ello he vuelto a notar lo que
me pesó en la primera entrega y es que M. J. Arlidge, tras un inicio brutal y
unas primeras cien páginas llenas de nuevos acontecimientos, se estanca a
partir de ese momento y la tensión creada entra en un valle repetitivo que poco
o nada aporta, salvo la sucesión de nuevos cadáveres y dar vueltas
una y otra vez a lo mismo para de nuevo remontar a cien páginas del final y
ofrecer un desenlace trepidante. Desenlace que en esta ocasión no resulta en
absoluto predecible.
Como
podéis ver mis impresiones con esta novela están un poco divididas. Por un lado
ha sido una lectura que me ha atrapado con un planteamiento muy bueno que el
autor no explota en todo su potencial, pero que se salva por la agilidad, la
sencillez y la facilidad de lectura. “Ni lo ves ni lo verás” no es un libro que
requiera esfuerzo alguno por parte del lector que lo único que quiere saber es
quién y por qué, y en ese aspecto funciona. Pero yo esperaba más. Esperaba más
porque creí ver más posibilidades en “Tú te vas tú te quedas”, pero era una
primera novela y los fallos que apunté en mi reseña me parecían perdonables y
creía que el autor podría desarrollar ese potencial en una segunda entrega y en
mi opinión no ha sido así y vuelve a repetir algunos errores, es como si teniendo entre manos una trama potente, de pronto no supiera muy bien cómo desarrollarla, plantea y cierra bien, pero al nudo de la novela, en ocasiones, le falta fuerza.
No
puedo dejar tampoco de hacer referencia al dibujo que el autor hace de la
ciudad donde tienen lugar los asesinatos, Southampton. Vaya por delante que no
conozco dicha ciudad, pero desde luego si fuera por cómo la pinta M. J. Arlidge
jamás se me ocurriría visitarla ya que más parece un gran prostíbulo en el que
la mayoría de sus habitantes o son degenerados o son drogadictos. Me ha
resultado exagerado e innecesario pintar así una ciudad que, al igual que
cualquier otro lugar del mundo, imagino tendrá mejores y peores barrios. Del mismo modo
es insultante la continua correlación que el autor establece entre estudiantes
que no pueden pagar la universidad, la ausencia de becas y la prostitución. No
digo que no haya casos, pero hablar en términos tan generales de un tema tan delicado resulta, como
mínimo, sorprendente.
En
definitiva, y a pesar de los defectos que en mi opinión tiene, “Ni lo ves ni lo
verás” es una novela que cumple estrictamente con su función de entretenimiento
a pesar de la caída en la tensión narrativa. Una novela que se lee casi sin
darte cuenta.