Al sentarme
delante del ordenador para escribir esta reseña he sentido la necesidad de
rescatar la que en 2013 escribí sobre El tiempo que nos une, aquella primera
novela que leí de Alejandro Palomas, aquella novela que me confirmó como fiel lectora
del autor y así fueron pasando por mis manos y quedándose en mi corazón Una madre, Un hijo, Un perro, Un amor… y ahora, hacemos un huequecito, porque ha
venido para quedarse Un país con tu nombre.
Mi opinión
Hace ya tiempo
que dije que las novelas de Alejandro Palomas son achuchables, porque
achuchables son sus personajes, sus historias, porque achuchable es él y cuando
se escribe como lo hace él, poniendo el corazón en la mano y dejándose el alma
en las páginas, poco puede hacer esta pobre reseñadora para transmitiros lo que
se siente leyendo cualquiera de sus novelas.
Y es que de
nuevo con Un país con tu nombre vuelvo a encontrarme con una lectura que se vive
a través de dos personajes a los que caí en la tentación de prejuzgar, tan
alejados de mí los sentía, y a los que a lo largo de la lectura no solo fui
comprendiendo, sino sintiéndolos profundamente cercanos a mí en sus emociones y
en su dolor.
Podría deciros
que en esta ocasión nos encontramos con una novela que nos habla de las
segundas oportunidades y de los sueños que nunca debemos desechar porque
siempre estamos a tiempo de cumplirlos, pero para mí, por encima de todo, y sé
que muchos, la mayoría, no estaréis de acuerdo, Un país con tu nombre es una
novela sobre el duelo y la pérdida y sobre cómo cada uno nos enfrentamos a ella.
Y ahora, aquí
sentada delante de esta pantalla, vuelvo a constatar que yo aún no sé cómo
hacerlo, que me duele demasiado seguir escribiendo porque solo tengo una imagen
en mi cabeza, que esa pena inabarcable que inunda las páginas de Un país con tu
nombre, es la pena tan inmensa que siento y no sé cómo manejar, así que me vais
a permitir que hoy sea así de breve y termine mi reseña aquí, no sin antes
recomendar leer Un país con tu nombre a todos aquellos que no temáis un viaje a
vuestras emociones.
No lo podías haber descrito mejor. Besos.
ResponderEliminarComo apetece este libro!!!! Gracias por tu emotiva reseña. Besos
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarsolo he leído un libro del autor y aunque tengo alguno más en casa no consigo animarme otra vez, no tengo la cabeza para tantos sentimientos a flor de piel.
Un beso,guapa. Poco a poco 😉
Una reseña muy sentida
ResponderEliminarBesos
Vaya reseña más bonita te ha quedado. En cuanto a A. Palomas tengo algún libro suyo por casa sin leer, a ver si me animo. Besos
ResponderEliminarAlejandro escribe muy bonito, lo leeré :)
ResponderEliminarQué ganas de leer la nueva novela de Alejandro Palomas, es un autor que siempre me conmueve y su prosa es tan bonita... Besos.
ResponderEliminarLos libros de Alejandro son achuchables y dejan huella, lo reconozco, y su prosa es un deleite. Besos
ResponderEliminarManuela, el duelo está ahí, entre las páginas, bien visible. El duelo es como una piedra enorme que resulta muy complicada de arrastrar pero es lo que nos toca. Dicen que hay cinco etapas. Para mí que es un pozo sin fondo. Besos
ResponderEliminarHola! Este autor está recomendadísimo por todos lados pero yo aun no me he animado con él.
ResponderEliminarEspero hacerlo pronto, buena opción la que presentas ^^
Un beso!