Hace unos días
tuve la oportunidad de acudir a un encuentro con Félix J. Palma con motivo de
la publicación de su última novela, El abrazo del monstruo de cuya lectura os
hablaré muy pronto.
La cita tuvo
lugar en La Central de Callao y el autor comenzó contándonos que tras siete años escribiendo sobre la época
victoriana le apetecía un cambio de aires lo más radical posible. Tenía
también claro que quería ambientar una novela en Barcelona, ciudad en la que
vive desde hace ocho años y El abrazo del monstruo fue la elegida para ello ya
que está convencido de que le habría salido una novela muy distinta si la
hubiera ubicado en otra ciudad.
Se considera un escritor de mapa, jamás
podría serlo de brújula porque ponerse delante del papel en blanco y ver dónde
le lleva la inspiración es algo que no va con él. Necesita planificar todo en su cabeza y cuando ve que funciona se pone
a escribir, no sabría hacerlo de otra forma. En el caso de El abrazo del
monstruo la planificación le llevó aproximadamente un mes y el tiempo total,
incluyendo correcciones, ha sido de unos dos años.
Para los que aún
no habéis leído la novela os contaré que dentro de ella existe otra novela que
es la que ha escrito Diego, el protagonista. En un principio ésta no
transcurría en 1913, sino en la actualidad, pero cambió la época para evitar
confusiones al lector y conseguir que la novela de Diego tuviera una atmósfera
distinta a la novela real. Sí tuvo claro desde el principio que quería que en la novela hubiera dos tipos
de monstruos: el de la novela de Diego, que es el malo por circunstancias de la
vida; y el monstruo sin justificación, que es el culpable de la trama
principal, una persona que es simplemente mala, alguien que ve la vida desde la
óptica de buscar partido a todo, una maldad pura. Dos monstruos y un tercero,
ese metafórico al que Diego se enfrenta.
Otro de los
aspectos que también tenía claro era la necesidad de incluir un elemento
fantástico en la trama, que la novela no fuera un simple thriller más y sin
duda lo consigue de una forma tan natural que incluso a los no lectores del
género fantástico, entre los que me encuentro, se nos antoja todo absolutamente
posible. El abrazo del monstruo es también una novela que, aun teniendo el
mecanismo más puro del thriller, va más allá. Para el autor era importante dotarla de una cierta trascendencia, que
fuera una lectura más profunda, y de ahí la introducción de diversos elementos
con fuerte carga simbólica como el hecho de que las pruebas a las que se
enfrenta Diego sean mucho más que pasos a seguir para salvar a su hija, y
representen cómo el protagonista se enfrenta a su monstruo interior, como si se
estuviera purificando, expiando sus pecados y sus secretos.
En el abrazo del
monstruo hay un importante aspecto metaliterario, siendo el protagonista un escritor
no podía ser de otro modo, y son varias las críticas más o menos veladas que el
autor dejar caer sobre el mundo literario y sobre los lectores, sobre todo para
aquellos que no dejan (¿dejamos?) pasar un fallo de documentación o
determinadas licencias. Para Félix lo
fundamental es no sostener la novela sobre algo inverosímil y como autor jamás
consentiría que el hecho de que una escena funcione o no dependa de que algo
que no existía, exista porque no podría sostener la trama sobre algo que se
tiene uno que inventar. En cualquier caso, cree que todas las novelas tienen lo que él llama “momento cogido por los
pelos” que es cuando estás armando la novela y para llegar a una escena
tienes que pasar por otra que realmente no es posible y entonces el truco está
en hacer que el lector mire hacia otro lado, contar dos cosas a la vez para que
la atención se centre en lo que el autor realmente quiere.
Al escritor
protagonista de El abrazo del monstruo no le gustaría ver su novela en un
formato audiovisual, no es el caso de Félix J. Palma, que tiene claro que una
miniserie sería perfecta para esta novela así que hasta el casting estuvimos
haciendo y la verdad es que creo que nos quedó bastante bien.
Y muchas cosas
más que se me quedan en el tintero y eso que el tiempo apremiaba y prácticamente
tuvieron que echarnos… Como veis una tarde realmente agradable y enriquecedora,
charlar con los autores sobre su novela, especialmente cuando ya la has leído,
es siempre un placer así que no me queda nada más que agradecer tanto a la
editorial como al autor la oportunidad que nos brindaron.
Me alegra que pudieses asistir y que lo pasases tan bien ^^
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarMe alegro que lo pasaras bien
Besos!
Vaya gozada ir a estos eventos. Gracias por compartir, Manuela. Un besote!
ResponderEliminarAy, Manuela, qué lujo el encuentro y qué miedo da el autor en esa foto, jajaja.
ResponderEliminarLO bien que os lo pasáis!!! Envidia!!!
ResponderEliminarBs.
Es un lujo poder asistir a encuentros de este tipo, eres una suertuda. Besos
ResponderEliminarSe nota que lo pasáis bien en estos encuentros, como dices, es una experiencia enriquecedora.
ResponderEliminarBesos
Oh, tuvo que ser un momento genial. Gracias por compartirlo con nosotros
ResponderEliminarHola, Manuela. Ay, qué envidia me das... muchas gracias por compartir este encuentro con nosotros.
ResponderEliminarBesos.
Seguro que fue muy intresante. Gracias por contarnoslo.
ResponderEliminar¡Qué guay!
ResponderEliminarLo que más mola es lo que no cuentas, jejej.
BEsos.
Es una persona muy inteligente... Me alegro que lo pasarais bien. Besos
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