30 de noviembre de 2015

Esta semana leo... #119


Se acaba el mes de noviembre y ahora ya sí que es verdad que la Navidad nos asalta por todas partes. Los que me conocéis ya sabéis que estas fechas que se aproximan no me hacen mucha gracia, pero es lo que toca… y como hoy es lunes lo que indudablemente toca es contaros qué lecturas ocupan mi semana.

Arrastro la lectura de “Cuentos de amor de locura y de muerte” de Horacio Quiroga. A estas alturas, y después de tres semanas consecutivas colándose en esta sección, ya os habréis dado cuenta que no me está entusiasmando. También estoy leyendo “El último adiós” de Kate Morton, lo empecé el viernes pasado y he avanzado bastante a pesar de haber estado liada el fin de semana. He leído casi un tercio y hasta ahora me está gustando, aunque no he llegado a ese momento en el que ya estoy atrapada como con otros libros de la autora.

Y hoy comenzaré junto a otras compis ya habituales de lecturas simultáneas, conjuntas y lo que se tercie, con “Fulgor” de Manel Loureiro. Es mi primer acercamiento al autor y podréis seguir nuestras impresiones en Twitter no sé con qué etiqueta supongo que “Fulgor".

Os recuerdo que sigue activo en el blog el Sorteo 500 seguidores con un ejemplar de “Estricnina”, si aún no habéis apuntado no lo dejéis pasar.

Y vosotros ¿qué leéis?

27 de noviembre de 2015

Diamante azul - Care Santos


He paseado por muchos cementerios, siempre buscando la memoria de los demás. Hoy vengo a visitar mi propia memoria con una rosa blanca en cada mano.

Así comienza la última novela de Care Santos, una autora que descubrí con “Habitaciones cerradas” donde conocí a una familia fascinante, los Lax. En esta ocasión es otra saga familiar, esas que tanto me gustan, la que nos ofrece la autora. Una familia muy especial puesto que es la suya propia. Hoy os hablo de “Diamante azul”.



SINOPSIS

Un reloj de pared que anuncia las muertes de los miembros de una familia y que entronca con una oscura historia nos traslada a principios del siglo XVIII y a una tierra ancestral y remota cerca de los Pirineos.
De ese lugar procede Silvestre, un hombre capaz de cambiar su destino y de emprender un viaje hasta Mataró, una ciudad desconocida para él, en pleno auge de la primera industrialización. Su nieta Teresa heredará ese talento suyo, y también desafiará las normas de su tiempo con una historia de amor a contracorriente.
Diamante azul es el fascinante relato de una saga familiar desde un origen casi legendario hasta los años previos a la guerra civil. Dos siglos de historia que contienen pecados y desgracias, pero también ternura, alegría, talento, amistad, mujeres avanzadas a su tiempo y romance que se oponen a las conversaciones sociales.



LA AUTORA

Escritora y crítica literaria española nacida en Mataró el 8 de abril de 1970. Cursó Derecho y Filología Hispánica en la Universidad de Barcelona, pasando a ejercer después como periodista en medios como Diari de Barcelona, ABC y El Mundo. Fue fundadora de la Asociación de Jóvenes Escritores Españoles, de la que llegó a ser presidenta, y coordinadora del prestigioso sitio web de crítica literaria La tormenta en un vaso.
Como escritora ha publicado especialmente en lengua española, habiendo sido traducida a media docena de idiomas. Ha recibido gran cantidad de premios tanto de novela (finalista del Primavera y ganadora del Ateneo Joven de Sevilla) como de relato (premio Ciudad de Alcalá, premio Ana María Matute y premio Alfonso Cossío, entre otros). Sin embargo, es como autora de narrativa juvenil como ha brillado especialmente, ganando los premios Gran Angular y Edebé, entre otros.


MI OPINIÓN

Es difícil hacer un pequeño resumen del argumento de una novela que abarca un periodo de tiempo que va desde el siglo XVIII hasta las primeras décadas del XX, concretamente hasta los años 20. Esos años de cambio y de llegada de la modernidad en los que Teresa Pujolà, abuela de la autora, es una jovencita que no se conforma ni con el papel que como mujer tiene asignado en la sociedad y mucho menos se conforma con el matrimonio con un aspirante a notarías que su madre ha acordado para ella.

La autora no lo pone fácil al lector y aunque el grueso de la novela podríamos centrarlo en los años 20, son varios los hilos narrativos y son continuos los saltos temporales en una lectura que si bien puede resultar un tanto confusa al principio, capta inmediatamente la atención del lector. Los capítulos cortos confieren agilidad a una novela que cambia de escenario y  de época y consigue que mantengamos el interés independientemente del momento en el que se encuentre la narración.

Care Santos
Care Santos, aunando realidad y ficción, recupera las historias familiares y las completa con una exhaustiva documentación para recrear la historia de su familia y rendir cumplido homenaje a Teresa Pujolà, esa mujer que siempre hizo lo que le vino en gana, incluso después de muerta según nos cuenta la autora en el inicio de la novela. Esa mujer que no entendía la razón por la que no podía echar una mano en los negocios familiares y así ayudar a su padre, Florián Pujolà, por el simple hecho de ser mujer. Teresa Pujolà, la señorita burguesa que prefirió a Claudio Torres, el lechero, antes que a un futuro notario y que en pos de ese amor renunció a todo. Un personaje lleno de fuerza que la autora traza con esmero y con el que transmite al lector la pasión y la determinación que debieron caracterizar desde bien joven a una abuela que gustaba de contar historias a su nieta.

Si amplio es el escenario temporal de la novela, no menos amplio es el elenco de personajes que por ella desfilan. Hombres y mujeres que de una forma u otra dejaron su huella en una familia que, como todas, tiene secretos, amores, penas y alegrías. Silvestre, Florián y Teresa son los que podríamos decir se convierten en columna vertebral de una historia que, aunque comienza en el siglo XVIII, es con la llegada de Silvestre a Mataró a finales del siglo XIX buscando un futuro mejor para su familia, como tantos otros inmigrantes en la época, cuando se asientan las bases que darán lugar a “Diamante azul”.

Silvestre Pujolà representa el empuje de un hombre emprendedor que con esfuerzo y trabajo convierte un pequeño negocio de tintorería en una importante fábrica que heredará su hijo Florián, sin duda el personaje más débil en “Diamante azul”. Con él, el negocio vivirá momentos de esplendor hasta que una serie de malas decisiones y de acontecimientos ajenos a la familia, como la suspensión de pagos del Banco de Barcelona, abocarán a los Pujolà a la ruina.

A pesar de ser un personaje secundario no puedo dejar de nombrar a Teresa Marqués, segunda mujer de Silvestre Pujolà tras enviudar. Una mujer fascinante, adelantada a su época y con unas inquietudes intelectuales que no eran habituales para una mujer en aquel entonces. Una mujer que, además, vive una preciosa historia de amor con Silvestre y que siempre trató a los hijos de él como si fueran propios. Un personaje que transmite fuerza, calidez y amor y que a pesar de tener un papel menos importante en el desarrollo de la novela a mí me ha conquistado por completo.

En “Diamante azul” encontraremos una cuidada ambientación gracias a la cual se nos muestran con claridad todos los escenarios y las épocas que abarca la novela. El tema social está muy presente y sirve como telón de fondo a una lectura en la que queda patente la contraposición entre la burguesía y la clase obrera que empieza a tomar conciencia social en unos años convulsos que también son años de cambios y de crecimiento. Los protagonistas, los Pujolà, representan esa burguesía, pero no a la que lo es por nacimiento, sino aquella a la que se llega gracias al trabajo y al tesón.

También el cine tiene un papel en cierto modo relevante en la novela puesto que viene a representar esa modernidad a la que tanto temen las clases más pudientes por lo que tiene de rompedora con las costumbres conservadoras que hasta entonces han imperado. La curiosidad por las primeras exhibiciones cinematográficas, el horror de las beatas ante lo que consideran un intento de revolucionar e importar modas y usos poco decorosos venidos del extranjero, en lugar de ceñirse a seguir la omnipresente publicación El Pensamiento Mariano que será el que marque qué es o no decente . Todo ello queda perfectamente plasmado en una novela que he disfrutado de principio a fin.

En definitiva, “Diamante azul” no es solo un retrato de una familia y una época. Es también una novela que nos muestra que a veces necesitamos bucear en nuestro pasado para comprender nuestro presente y todo aquello que somos. Una saga familiar con tantos y tan variados ingredientes que hará las delicias de cualquier tipo de lector.




25 de noviembre de 2015

Los pasos que nos separan - Marian Izaguirre


Es cierto que los retos que nos marcamos a principios de año relacionados con las lecturas en ocasiones se hacen muy cuesta arriba, pero no es menos cierto que a veces ayudan a que rescatemos libros que tenemos en el olvido o que, sin estar olvidados, vamos posponiendo abrumados por las novedades que mes tras mes nos ofrecen las editoriales. Por eso, aunque el Reto Autores de la A a la Z lo he ido haciendo sin darme cuenta, eligiendo mis lecturas según me apetecía y no mirando apellidos, cuando se acerca el final del año me da pena dejarlo a falta de unas pocas letras, una de ellas la I, precisamente la inicial que me ha permitido rescatar del olvido a Marian Izaguirre, autora que conocí con “La vida cuando era nuestra”. Hoy os hablo de “Los pasos que nos separan”.


SINOPSIS

La bora, el viento que azota Trieste en ciertas épocas del año, es un aire apasionado que dura poco pero dobla el cuerpo y muda el ánimo. Salvador y Edita se conocieron en esta ciudad un día de primavera de 1920. Soplaba el viento y todo cambió. Ella había nacido en Liubliana y él en Barcelona, los dos rondaban los veinte años, la edad de las locuras, pero Edita, hermosa y discreta, estaba casada y tenía una hija. Salvador solo tenía su trabajo en el taller de un gran escultor y ganas de pisar fuerte en la vida.

Luego, en Barcelona, casi a finales de los años setenta... Ese mismo hombre, ya mayor y viudo, busca ayuda para volver a todos los lugares donde un día creyó ser feliz, y una chica, Marina, irá con él en busca de respuestas para un futuro incierto. El viaje es largo, y entro los dos se crea una extraña complicidad. Asoman entonces los recuerdos: de repente, un parque a orillas del mar, las sábanas revueltas de un amor a media mañana, un andén, una niña que se va, una madre condenada a la culpa y una espléndida tabla renacentista con una Virgen que mira y duda.


LA AUTORA

Marian Izaguirre nació en Bilbao y reside en Madrid. En 1991 vio la luz La vida elíptica, obra con la que obtuvo el histórico Premio Sésamo. Desde entonces ha publicado seis novelas más: Para toda la vida (1991), El ópalo y la serpiente (1996, Premio Andalucía de Novela), La Bolivia (2003, Premio Salvador García Aguilar), El león dormido (2005), La parte de los ángeles (2011, Premio Ateneo de Valladolid), La vida cuando era nuestra (2013) y Los pasos que nos separan (2014). Es también autora del libro de relatos La reina de Chipre, publicado originalmente bajo el título Nadie es la patria, ni siquiera el tiempo (1999, Premio Caja España).


MI OPINIÓN

Como ya hiciera en “La vida cuando era nuestra”, la autora nos pasea por dos hilos temporales. En los años 20, Salvador Frei, un joven catalán, reside en Trieste, donde es aprendiz del famoso escultor Sergio Spalic. La ciudad se encuentra inmersa en los conflictos derivados de la anexión de dicha ciudad a Italia. Una italianización que choca frontalmente con la población eslava que sufrirá discriminaciones y será objeto de actos violentos. En estas circunstancias Salvador conocerá a Edita, nacida en Liubliana y vivirá con ella un intenso romance que, aunque correspondido, no será libre puesto que ella tiene marido e hija.

De forma paralela, una segunda trama nos llevará hasta 1979 donde Marina, una joven de 20 años, acaba de volver a Barcelona, donde actualmente reside Salvador, tras unas vacaciones en Menorca que le han dejado más huella de la deseada puesto que está embarazada. Una oferta de trabajo unirá a dos personajes tan dispares: Marina acompañará a un Salvador anciano en un viaje a su pasado que le llevará a Trieste, Liubliana y Zagreb. Y a lo largo de este viaje no sólo se entablará entre ellos una amistad, sino que la autora ofrece al lector dos puntos de vista totalmente distintos que enriquecen la lectura.

Marian Izaguirre hace gala de una prosa elegante y pausada para adentrarnos, a través de la aparente sencillez de la historia, en una trama en la que la culpa y la necesidad de pedir perdón y perdonarse a uno mismo laten en cada página. Con un tono sereno nos traslada la inquietud que no deja vivir a sus protagonistas y transmite al lector ese desasosiego que les carcome. Aunque la mayor parte de la novela está escrita a través de un narrador omnisciente en tercera persona, en ocasiones la voz narrativa se traslada  a los personajes consiguiendo así un efecto más dramático que irremediablemente implica aún más al lector en la trama.

Marian Izaguirre
“Los pasos que nos separan” también es, no podría ser de otra forma, una historia de amor. Una historia de amor prohibido, una pasión a la que no se pueden resistir Salvador y Edita a pesar de las dificultades. Es, además, una novela en la que se trata un tema tan delicado y tan idealizado en ocasiones como la maternidad y el modo de vivirla y se nos presenta no solo como una condición exclusivamente feliz, sino también llena de dolor en ocasiones y de responsabilidad siempre. Y se trata tanto a través del embarazo no deseado de Marina, como a través de Edita, esa madre que además de serlo vive con intensidad una relación prohibida a la que no sabe renunciar. El aborto y la renuncia, obligada o no, a los hijos son tratados con delicadeza y sin entrar nunca en valoraciones.

“Los pasos que nos separan” es una novela llena de datos históricos y así introduce la autora personajes reales como D’Annuncio, el cual cobra cierta relevancia en una trama que, como os comentaba al principio, tiene como telón de fondo el nacimiento del fascismo en Italia y los conflictos entre eslavos e italianos. En la trama más actual el corte político y cultural de la novela viene dado por una Barcelona en la que muchos jóvenes como Marina, recién liberados de una dictadura, parecen querer romper con todo lanzándose a una vida de desenfreno, alcohol, drogas y sexo. 

La autora despliega toda una serie de matices para perfilar a los personajes principales de la novela y consigue que conozcamos y sintamos como personas reales tanto a Salvador como a Marina. E incluso a Edita, ese personaje que, aunque ausente en la trama de la actualidad, es el motor de toda la novela y es quien termina uniendo a los otros dos en un viaje de reconciliación para él y autoconocimiento y descubrimiento para ella. Un viaje en el que quedan patentes cómo funcionan las relaciones intergeneracionales cuando las personas están dispuestas a escuchar y compartir vivencias que, aunque puedan cambiar con el correr de los tiempos, demuestran que el fondo, las emociones y los sentimientos humanos son siempre los mismos

En definitiva, “Los pasos que nos separan” es una novela muy bien escrita que con una prosa sosegada y un estilo muy depurado, nos habla sobre amores prohibidos, sobre la culpa y sobre la necesidad de perdón para poder irse de esta vida en paz. Y nos habla también de cómo con esfuerzo y verdadero interés se puede remontar una mala experiencia y se puede conseguir ser feliz. Una novela para leer sin prisa porque, aunque no da pausa al lector, invita a una lectura reposada.




23 de noviembre de 2015

Esta semana leo... #118


Enfilamos la última semana de noviembre y como cada lunes vengo a contaros cuáles serán mis lecturas o al menos cuáles son las que tengo en mente en este momento y luego ya veremos lo que hago porque mis previsiones para la semana pasada las modifiqué sobre la marcha.

Sí que leí "Diamante azul" tal y como tenía previsto y os adelanto que es una novela que me ha encantado, con unos personajes fascinantes y sabiendo que existieron más aún. No avancé nada con "Cuentos de amor de locura y de muerte" de Horacio Quiroga, del que solo he leído el primer cuento que, como no me entusiasmó, no me ha animado a continuar con él. Veremos si le doy un empujón esta semana o se me eterniza el libro en la mesilla de noche. Y tampoco leí, tal y como había previsto, "Bilbao-Nueva York-Bilbao" de Kirmen Uribe porque me había metido en una lectura trijunta, con Marga e Inés, de "La última llamada" de Empar Fernández para comenzar ese viernes.

Así que mi actual lectura es precisamente "La última llamada" que llevo bastante avanzada ya que ayer tarde le di un buen empujón y me quedan menos de 100 páginas que probablemente leeré hoy. Y después debería ponerme con lo que no cumplí la semana pasada, pero tengo el último de Kate Morton mirándome con ojitos y no sé si me resistiré.

Aprovecho para recordaros que con motivo de haber llegado a la bonita cifra de 500 seguidores en el blog, tenéis un sorteo activo de "Estricnina", una novela que me gustó mucho. Podéis apuntaros aquí.



Y vosotros ¿qué leéis?


SORTEOS

Books & Co. y Libros en el petate sortean "El hombre que amó a Eve Paradise" y "Los supervivientes", Premios de Novela Ateneo de Sevilla 2015. Bases aquí y aquí.




Buscando mi equilibrio "Mientras sorprendan los días". Bases aquí.


22 de noviembre de 2015

Sorteo 500 seguidores


El blog ha alcanzado la bonita cifra de 500 seguidores y como lo prometido es deuda os traigo un sorteo de un libro que reseñé hace muy poco y que me gustó mucho. Se trata de “Estricnina” de Mercedes Sáenz Blasco y podéis ver mi reseña aquí.


Requisitos obligatorios

El sorteo es nacional por lo que para participar es necesario tener una dirección postal en España.

Es obligatorio ser seguidor del blog en Blogger y dejar la URL del perfil en el comentario. Si alguien tiene un perfil privado que me envíe pantallazo por correo electrónico a entremislibrosyo@gmail.com

Con esto ya tendréis 4 puntos.


Puntos extra

¡Facilísimos! Podéis anunciar el sorteo, siempre con enlace a esta entrada, cómo y dónde más os plazca: entrada en vuestro blog, banner, redes sociales… Cada anuncio os otorgará 2 puntos.



Si además me lo dais sumado, tendréis otro punto más.


Cómo participar:

Simplemente hay que dejar un comentario en esta entrada diciendo que queréis participar en el sorteo, los puntos que tenéis y los enlaces correspondientes para que puedan ser tenidos en cuenta.  Si hay algún error os lo comunicaré respondiendo a vuestro comentario.

El sorteo comienza hoy 22 de noviembre y finaliza el 10 de diciembre. Al día siguiente se publicará la lista de participantes y el día 12 conoceremos al ganador.

El ganador será seleccionado a través de Random y tendrá un plazo de 48 horas para reclamar el premio. En caso de no reclamarlo se volverá a sortear. 

¿Quién se anima? 


20 de noviembre de 2015

El castillo - Luis Zueco


Cuando hace un par de años leí “El escalón 33” disfruté un montón no solo con la intriga de la trama, sino sobre todo recorriendo castillos de la mano de Luis Zueco. Me sorprendieron y gustaron tanto sus descripciones que me hacían sentir allí mismo y me propuse visitar los más cercanos a Madrid, aunque a día de hoy solo he visitado uno de los previstos. Lo que sí que tenía claro es que volvería a leer algo del autor y la oportunidad vino de la mano de Ediciones B cuando me ofreció “El castillo” para su lectura. No voy a negar que el volumen del libro me frenaba un poco, pero pocas veces me resisto a la novela histórica y conociendo ya al autor la apuesta era segura. Hoy os traigo mis impresiones.


SINOPSIS

Una novela sobre la construcción del grandioso e imponente castillo de Loarre. El sueño de unos hombres y mujeres que desafiaron su destino hace mil años.

Entre la Tierra Llana y el Pirineo aragonés se encuentra el monumento militar románico más importante de Europa: el castillo-abadía de Loarre, una fortaleza impresionante, construida cuando esa zona era una peligrosa tierra de frontera. ¿Cómo se edificó? ¿Quién logró tal hazaña?

Todo comenzó cuando un aguerrido monarca, el rey Sancho III el Mayor, decidió levantar una fortificación en una recóndita sierra, poco poblada y desde la que se podía avistar al enemigo musulmán a diez kilómetros de distancia. Y con la promesa de un futuro mejor, atrajo a un grupo de hombres y mujeres para quienes la supervivencia era una heroicidad cotidiana.

Entre ellos, un maestro de obras lombardo; Juan el carpintero y su hijo Fortún; Ava la arquera; Javierre, un muchacho cuya ambición creció a la par que el castillo; y un sacerdote fiel al viejo rito hispánico, acompañado de la inteligente y misteriosa Eneca.

Y con sus escasos medios y conocimientos, lograron superar las limitaciones que les imponían la ignorancia y el poder hasta culminar la fortaleza religiosa y militar desde la que se gestó uno de los más importantes reinos medievales, clave de la Reconquista.

Esta es su epopeya.


EL AUTOR

Luis Zueco (Borja, 1979) es novelista, historiador, investigador y fotógrafo. En la actualidad es el director del Castillo de Grisel, fortaleza medieval convertida en hotel con encanto. Además, es ingeniero industrial, licenciado en Historia y máster en Investigación Artística e Histórica, miembro de la Asociación Española de Amigos de los Castillos, vicepresidente de la Asociación de Amigos de los Castillos de Aragón y colaborador, como experto en patrimonio y cultura, en diversos medios de comunicación.
Su novela El escalón 33 recibió la Mención de Honor en el Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza 2012, el Premio al Mejor Thriller Histórico 2012 de la web Novelas Históricas y fue seleccionada en el I Certamen de Novela Histórica Ciudad de Úbeda. También ha publicado la novela histórica Tierra sin rey y la guía Castillos de Aragón: 133 rutas.


MI OPINIÓN

La trama de “El castillo” gira en torno a la construcción del imponente castillo de Loarre, en Huesca. Castillo que además tiene la particularidad de ser también abadía y que está considerado como la fortaleza románica mejor conservada de Europa. La historia comienza en el siglo XI, cuando el rey Sancho III el Mayor decide levantar esta fortificación entre la Tierra Llana y el Pirineo aragonés, justo en la frontera con el enemigo musulmán, una ubicación clave para la expansión del Reino de Aragón y la Reconquista.

Luis Zueco
Atraídos por la promesa de un futuro lleno de oportunidades son muchos los que acuden hasta allí, tantos que también podríamos considerar “El castillo” no solo como una novela histórica, sino también como una novela coral. Personajes entre los que destacan Juan el carpintero y su hijo Fortún; Ava, una bella e independiente mujer diestra con el arco; Eneca, misteriosa y fascinante, conocedora del poder de las plantas y que aporta un toque mágico a la novela; y muchos otros que tendrán mayor o menor protagonismo en la realización de este sueño. Unos personajes que crecen y evolucionan conforme avanzamos en la lectura de forma que Fortún, el tímido y soñador Fortún, se convertirá en un maestro de obras fuerte y decidido que solo vacila ante Eneca y Ava, dos mujeres antagónicas, la primera de ellas representa lo más espiritual mientras que la segunda se mueve en un plano más guerrero.

A través de un narrador omnisciente y con una prosa cuidada y accesible, Luis Zueco no abruma al lector con una ingente cantidad de datos históricos a pesar de la importante labor de documentación que se adivina nada más comenzar la lectura. De hecho los personajes históricos que aparecen en la novela no son los protagonistas de la misma y sus apariciones son contadas y siempre necesarias para el desarrollo de una trama que en general es muy fluida y que solo en algún momento puntual se ralentiza con explicaciones arquitectónicas un tanto profusas. Los verdaderos protagonistas de “El castillo” son esos hombres y mujeres que con su esfuerzo y sus vidas contribuyeron a levantar la fortaleza en una zona peligrosa, pero también llena de oportunidades para todo aquel que no tuviera miedo al trabajo duro y a la amenaza constante de un enemigo al que habrán de plantar cara en más de una ocasión.

Si por algo destaca esta novela es por la magnífica ambientación que consigue el autor a través de sus descripciones trasladando al lector a la Edad Media, una época oscura y peligrosa que queda perfectamente reflejada en las páginas de “El castillo” y lo hace además con un periodo histórico poco explotado en literatura a pesar de su importancia. A través de las páginas de la novela asistiremos a los cambios que empiezan a obrarse en todos los niveles y muy especialmente en el plano religioso que empieza a imponer el nuevo rito religioso que viene desde Roma y que pretende sustituir al mozárabe que hasta entonces se practicaba. Este hecho no dejará de crear tensiones que también afectarán a la construcción del castillo.

Los que ya hemos leído “El escalón 33” sabemos de la pasión y el amplio conocimiento del autor sobre estas magníficas construcciones militares que son los castillos. Esta pasión se traslada al lector a través de las páginas y continuamente consigue que nos encontremos atravesando su muralla, entrando en el patio de armas y subiendo a cualquiera de sus torres. Y desde luego consigue que los que no conocen el Castillo de Loarre, como es mi caso, estemos deseando realizar una visita y recorrer de verdad todo lo que Luis Zueco nos ha contado y nos ha hecho sentir con esta novela con la que sin duda se consolida como un importante autor de novela histórica en nuestro país.

En definitiva, “El castillo” es una novela histórica muy entretenida y bien construida, en la que en torno a la construcción de esta magnífica fortaleza encontraremos mil historias de luchas de poder, intrigas, traiciones y amor.




18 de noviembre de 2015

Cicatriz - Juan Gómez-Jurado


Hoy se publica “Cicatriz”, la última novela de Juan Gómez-Jurado y una de las novedades más esperadas de este año. Siempre es un aliciente ser uno de los primeros en leer una novela antes de su publicación y tratándose de este libro aún más, de forma que tener ese privilegio se convierte en algo así como en un subidón de adrenalina. Subidón que se dispara en cuanto te adentras en sus páginas porque os aviso, coged la novela cuando tengáis tiempo por delante, una vez empecéis ya no sabréis parar y quedaréis atrapados en la lectura.

Muchos ya lo sabéis y los que no, os lo cuento. Un sábado, poco más allá de la 1 de la madrugada, recién llegada a casa y bien arropada en la cama, tuve una de mis felices ideas: leer el primer capítulo de “Cicatriz” por eso de ver cómo empezaba antes de dormir. Resultado: 3:30 AM, doscientas páginas y los ojos como platos. Y no es que no fuera avisada por quien ya lo había comenzado, pero a veces una peca de exceso de confianza en su autocontrol y cree que va poder resistirse a un escritor que me ha ido conquistando poco a poco, porque no voy a negar que no todos los libros que he leído de él, y van unos cuantos, me han convencido del todo.

Juan Gómez-Jurado
Juan Gómez-Jurado desde hace años viene demostrando su polivalencia funcionando con todos los palos que ha tocado, ni se le resiste la ambientación histórica, ni la más actual marcada por la tecnología. Pero no se limita solo a escribir una novela como “Cicatriz”, que engancha al lector desde la primera página y le hace buscar tiempo de donde sea, aun a costa de robar horas al sueño, para seguir leyendo. Hace aún más porque lo consigue con una trama bien construida y bien escrita, con una prosa firme, ágil y muy personal, salpicando la trama con cierta socarronería puntual que no solo arranca una sonrisa al lector, sino que le permite coger aire para continuar con el ritmo diabólico que imprime la lectura desde el primer capítulo.


El autor maneja con pulso firme el tiempo narrativo y se permite comenzar por lo que ocurrirá cerca del final de la novela para luego dar un salto hacia atrás e iniciar un narración lineal con la voz del protagonista, Simon, en primera persona. Estos capítulos en los que sentiremos y viviremos lo que siente y vive Simon se alternan con otros en los que se altera esta secuencia cronológica para trasladar la acción al pasado y a través de un narrador omnisciente contarnos los hechos y acontecimientos que han marcado el devenir de los protagonistas y darnos de esta forma la información que necesitamos para comprender su forma de actuar en el presente.

Los saltos al pasado suponen un pequeño respiro en la lectura que el lector agradece antes de volver a la situación actual con ese narrador en primera persona que sin duda ha sido una elección muy acertada, aunque no carente de riesgo, al permitir al lector ponerse en la piel de un personaje sólido y muy creíble, como lo son todos en esta novela, tanto principales como secundarios, y en los que destaca una protagonista femenina, Irina, un personaje potente y bien construido con el que empaticé rápidamente, aunque no siempre he estado de acuerdo con las decisiones que toma.

Un libro rápido, un auténtico page turner en el que la acción prima por encima de cualquier aspecto, pero sin descuidar por ello las formas. Tensión asegurada en una trama que en sí misma es trepidante y a la que la propia estructura de la novela, con capítulos cortos, diálogos ágiles y las descripciones justas, imprime mayor dinamismo aún. Una trama de la que como ya habréis observado hoy no os estoy contando nada y es que os recomiendo que os enfrentéis a la lectura de “Cicatriz” con poca o ninguna información sobre lo que vais a leer.

En definitiva, “Cicatriz” es puro thriller. Una novela adictiva con un ritmo frenético para una buena historia en la que la tensión, el misterio y la acción también dejan cabida a interesantes reflexiones sobre la soledad y el amor. Una novela que ahonda en lo más profundo de las relaciones de pareja, haciendo que nos planteemos si conocemos tanto como creemos a la persona que duerme a nuestro lado cada día. Eso sí, las reflexiones una vez concluida la lectura porque durante ella no hay tiempo para nada que no sea devorar “Cicatriz”.



16 de noviembre de 2015

Esta semana leo... #117


Comienzo la semana leyendo juntos con otros lectores "Diamante azul" la última novela de Care Santos. Hasta la noche no creo que tenga tiempo de ponerme con ella, aunque intentaré sacar un rato esta tarde y poder así comenzar a comentar tanto en Twitter con la etiqueta #DiamanteAzul como en un club de lectura que la propia editorial ha organizado en Facebook y en el que participará la propia autora.

Cuando termine con este libro tengo intención de leer "Bilbao - Nueva York - Bilbao" de Kirmen Uribe que lleva años esperando en mi estantería y a la que por fin le ha llegado el turno. Ésta es una de las cosas buenas que tiene el Reto Autores de la A a la Z, que buscando un autor cuyo apellido comenzara con la U di con Uribe gracias a Laky porque yo ni me acordaba de que tenía el libro en casa. Por cierto que ayer terminé también con otra letra la I que me ha permitido rescatar una novela que estaba en casa desde el año pasado, "Los pasos que nos separan" de Marian Izaguirre.

Al mismo tiempo también estoy leyendo desde ayer un libro de relatos de Horacio Quiroga (exacto, la Q también me falta para el reto) titulado "Cuentos de amor de locura y de muerte". 

Y vosotros ¿qué leéis?


SORTEOS


Libros que hay leer, Adivina quien lee y El templo de la lectura organizan una lectura conjunta muy apetecible y sortean "El último adiós" de Kate Morton. Bases aquí, aquí y aquí.


15 de noviembre de 2015

Ni lo ves ni lo verás - M.J. Arlidge


Hace unos meses leí la primera novela de M.J. Arlidge que daba comienzo a la saga protagonizada por la inspectora Helen Grace, “Tú te vas tú te quedas”, y aunque hubo alguna cosa que no me convenció fue una buena lectura en general y me dejó con ganas de seguir descubriendo más. La oportunidad vino de la mano de varios blogs que organizaron una lectura conjunta con sorteo y tuve la suerte de resultar agraciada con un ejemplar de “Ni lo ves ni lo verás”. Hoy os cuentos mis impresiones.


SINOPSIS

El cadáver de un hombre es encontrado en una casa vacía. Le han arrancado el corazón y se lo han enviado dentro de un paquete a su mujer y a sus hijos.
Es solo la primera víctima y la inspectora Helen Grace sabe que no será la última. Pero ¿por qué un hombre felizmente casado estaba tan lejos de su casa en mitad de la noche?
Los medios de comunicación hablan del culpable como de un Jack el Destripador al revés: un asesino en serie a la caza de hombres que llevan dobles vidas ocultas.
Helen huele la ira que esconde cada asesinato. Pero lo que no puede predecir es lo inestable que es el asesino... o lo que le espera al final del caso.


EL AUTOR

M. J. Arlidge ha trabajado en la televisión británica los últimos quince años, donde se ha especializado en la producción de series de calidad. Ha producido series dramáticas y policiacas de máxima audiencia como Torn, The Little House y Undeniable. Actualmente es guionista de Silent Witness y prepara un proyecto de serie de suspense para cadenas británicas y estadounidenses. Tú te vas, tú te quedas ha sido un gran éxito de ventas en Reino Unido, con más de 120.000 ejemplares vendidos en los primeros seis meses. Los derechos de traducción han sido comprados en otros veinte países, entre ellos Italia, donde también se ha convertido en un best seller.


MI OPINIÓN

M.J. Arlidge vuelve a sorprender al lector con un inicio brutal. Han transcurrido unos meses desde el final de la novela anterior cuando un cadáver aparece en una casa abandonada frecuentada por prostitutas y yonquis. El cadáver no tiene corazón, éste ha sido enviado en un paquete a su domicilio familiar. De la investigación se hará cargo la inspectora Helen Grace que, de forma paralela, protagonizará una subtrama personal que tomará cierta relevancia conforme avance la lectura, aunque desde el principio es bastante predecible para el lector qué se oculta detrás de ese misterio.

En esta ocasión el autor da más de protagonismo a la vida personal de su personaje principal, Helen Grace, a la que iremos conociendo un poco más. Helen sigue escondiendo secretos, sigue viviendo atormentada y yo sigo sin empatizar en absoluto con ella. Lo cierto es que ninguno de los personajes que dibuja el autor termina de convencerme, les falta algo para resultar del todo creíbles, tanto en los buenos como en los malos, por dividirlos de alguna forma. En cualquier caso esto no es óbice para disfrutar de una lectura en la que lo que prima es la acción, la trama en sí misma y no sus protagonistas. Una trama en la que además la investigación policial está muy bien llevada y resulta creíble, transmitiendo al lector cómo se van siguiendo las pistas y cómo se va avanzando poco a poco o, por el contrario, como lo que parecía una pista fidedigna conduce a un callejón sin salida para desesperación de los investigadores.

M. J. Arlidge
La prosa viene indudablemente marcada por la amplia experiencia del autor como guionista de series de televisión de forma que es muy ágil y visual, dejando de lado en esta ocasión entrar en detalles excesivamente escabrosos como sí sucedía en la anterior entrega y que en mi opinión eran innecesarios y solo dirigidos a crear más morbo en unos hechos que ya en sí mismos contenían suficiente dosis. No es que este tipo de escenas estén siempre de más, pero en el caso de la anterior novela sí me parecía que era así por lo que en este aspecto se nota una mejoría al no caer el autor en un recurso tan facilón para enganchar y sorprender al lector.

“Ni lo ves ni lo verás” es una de esas novelas cuyas páginas vuelan en las manos del lector y que una vez comienzas no puedes parar de leer. Tanto lo que cuenta como el lenguaje utilizado, muy sencillo y directo, invitan a ello y la propia estructura de la novela, con capítulos cortos, facilita que la lectura avance muy rápido queriendo saber más. A pesar de ello he vuelto a notar lo que me pesó en la primera entrega y es que M. J. Arlidge, tras un inicio brutal y unas primeras cien páginas llenas de nuevos acontecimientos, se estanca a partir de ese momento y la tensión creada entra en un valle repetitivo que poco o nada aporta, salvo la sucesión de nuevos cadáveres  y dar vueltas una y otra vez a lo mismo para de nuevo remontar a cien páginas del final y ofrecer un desenlace trepidante. Desenlace que en esta ocasión no resulta en absoluto predecible.

Como podéis ver mis impresiones con esta novela están un poco divididas. Por un lado ha sido una lectura que me ha atrapado con un planteamiento muy bueno que el autor no explota en todo su potencial, pero que se salva por la agilidad, la sencillez y la facilidad de lectura. “Ni lo ves ni lo verás” no es un libro que requiera esfuerzo alguno por parte del lector que lo único que quiere saber es quién y por qué, y en ese aspecto funciona. Pero yo esperaba más. Esperaba más porque creí ver más posibilidades en “Tú te vas tú te quedas”, pero era una primera novela y los fallos que apunté en mi reseña me parecían perdonables y creía que el autor podría desarrollar ese potencial en una segunda entrega y en mi opinión no ha sido así y vuelve a repetir algunos errores, es como si teniendo entre manos una trama potente, de pronto no supiera muy bien cómo desarrollarla, plantea y cierra bien, pero al nudo de la novela, en ocasiones, le falta fuerza.

No puedo dejar tampoco de hacer referencia al dibujo que el autor hace de la ciudad donde tienen lugar los asesinatos, Southampton. Vaya por delante que no conozco dicha ciudad, pero desde luego si fuera por cómo la pinta M. J. Arlidge jamás se me ocurriría visitarla ya que más parece un gran prostíbulo en el que la mayoría de sus habitantes o son degenerados o son drogadictos. Me ha resultado exagerado e innecesario pintar así una ciudad que, al igual que cualquier otro lugar del mundo, imagino tendrá mejores y peores barrios. Del mismo modo es insultante la continua correlación que el autor establece entre estudiantes que no pueden pagar la universidad, la ausencia de becas y la prostitución. No digo que no haya casos, pero hablar en términos tan generales de un tema tan delicado resulta, como mínimo, sorprendente.

En definitiva, y a pesar de los defectos que en mi opinión tiene, “Ni lo ves ni lo verás” es una novela que cumple estrictamente con su función de entretenimiento a pesar de la caída en la tensión narrativa. Una novela que se lee casi sin darte cuenta.