No creo ser muy
original si os digo que, como lectora, tengo una cierta querencia hacia las
novelas que hablan de libros, librerías, bibliotecas y cualquier otra cosa
relacionada con la lectura y este fue el motivo por el que el Premio Azorín de
Novela de este año llamó mi atención. Si a eso le sumamos que se desarrolla en
uno de los momentos históricos que más me interesan estaba claro que no podía
dejar pasar este título. Hoy os hablo de La biblioteca de fuego.
Mi opinión
Corren los años
treinta y Tina ha dejado su pueblo para ir a Madrid a estudiar en la
Universidad mientras se aloja en la pensión que regenta su tía y que cuenta con
un variopinto grupo de huéspedes. El primer día de clase Tina conoce a Veva,
quien desde ese momento se convierte en su amiga inseparable. Junto a ella
empezará a frecuentar ambientes que jamás imaginó y, sobre todo, entrará en
contacto con la Biblioteca Invisible, una especie de sociedad secreta que en
tiempos revueltos vela por los libros prohibidos. Poco imagina que pronto habrá
muchos libros que salvar y es que las revueltas se suceden y la guerra no tarda
en llegar.
La biblioteca de
fuego es un auténtico canto de amor a la cultura y un rendido homenaje a
todos aquellos que lucharon por salvar la nuestra en los aciagos tiempos de
guerra, cuando la cultura también se convierte en un objetivo bélico y Tina
lucha por proteger los libros tanto de las bombas como de los saqueadores, al
tiempo que vive una historia de amor clandestina.
Ambientada en
los primeros años treinta y en la guerra civil, María Zaragoza, con una
prosa soberbia y evocadora, plagada de ricas descripciones, nos adentra en
el ambiente cultural y político de la época. Gracias a la que sin duda ha sido
una ardua labor de documentación la autora consigue que el lector se sienta
un protagonista más de la historia y pasee por sus calles y viva la
agitación social y política de aquellos convulsos años. Con un variado y rico
elenco de personajes que el lector siente como personas reales, convierte
también la ciudad de Madrid en un personaje más. No todos son ficticios y algunos
personajes históricos, como Lorca, tienen su pequeño papel en esta novela,
encajando sin fisuras con los nacidos de la imaginación de la autora.
Adentrarse en
las páginas de este relato es adentrarse en una ciudad que vio truncada su
libertad y su variada vida cultural por la sinrazón de la guerra, es
convivir con personajes que, frente a todas las adversidades, permanecen
fieles a sus ideales, y es, por encima de todo, luchar codo con codo con
todas aquellas bibliotecarias y archiveras que llevaron a cabo la encomiable, silenciosa
y poco reconocida labor de salvar el patrimonio bibliográfico español
arriesgando en muchas ocasiones sus vidas.
Me ha gustado
todo de La biblioteca de fuego: su fantástica ambientación, sus carismáticos e
inolvidables personajes, el derroche de amor por la cultura que se respira en
cada página y la magnífica prosa de su autora, todos ellos son motivos más que
suficientes para que os animéis con esta novela, no os arrepentiréis de adentraros
en unas páginas que se disfrutan con el ritmo pausado que imprime una lectura
que se saborea párrafo a párrafo.
Me has dejado con muchas ganas. Haré por cruzarme con él. Besos.
ResponderEliminarLo acabo de leer, toda una experiencia en la España de la guerra civil, sobre todo me ha gustado ver como depende de en el lugar en el que estuvieses se vivió de una manera u otra,. Besos
ResponderEliminarPues parece interesante la novela por la ambientación y por el tema que trata. Es una pena que de cuando en cuando haya que salvar libros de la barbarie. Como sigamos así habrá que hacerlo de lo políticamente correcto o de las ideas que a algunos les parecen peligrosas.
ResponderEliminarUn beso.
Pues me dejas con muchas ganas, que tiene pintaza.
ResponderEliminarBesots!!!
Hola, Manuela. Este título se me había pasado y resulta muy apetecible. Mil gracias por tus impresiones.
ResponderEliminarBesos y felices lecturas.
Ya la tenía apuntada y me confirmas que no la puedo dejar pasar
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