Finalista del
National Book Award en 2020, bestseller de The New York Times y
uno de los libros del año según Time, The Washintong Post, The New
Yorker… Pero no fueron todas esas menciones que encabezaban la presentación
de este libro las que llamaron mi atención, fue su sinopsis, que me indujo a
pensar en otro tipo de lectura que no encontré. Y lo que encontré fue aún mejor.
Hoy os hablo de Dejar el mundo atrás.
Mi opinión
Amanda y Clay junto
a sus hijos adolescentes se marchan una semana de vacaciones a Long Islands.
Han alquilado una idílica casa con piscina, alejada del mundanal ruido, rodeada
de bosque y donde los vecinos más cercanos están a unos cuantos kilómetros. Las
vacaciones no pueden prometerse más felices hasta que una noche alguien llama a
la puerta y una pareja pide entrar, son los dueños de la casa, cosa que
sorprende a los inquilinos dado que son negros, y traen noticias sobre un
apagón en Manhattan.
No os voy a
contar qué hay detrás de esa extraña visita ni qué motivos los han llevado
hasta allí porque, aunque la sinopsis deja intuir algo, es tan vaga la pista
que da, afortunadamente debo añadir, que como os decía al principio para mí fue
toda una sorpresa encontrarme la trama que se esconde entre las páginas de
Dejar el mundo atrás. Un título que, tras la lectura, se me antoja simplemente
perfecto.
Dejar el mundo
atrás en una novela que me atrapó con su aparente sencillez desde las primeras
páginas. Con apenas unas pinceladas el autor consigue que el lector pase de
la tranquilidad de unas vacaciones en un paisaje de ensueño a un estado de
ansiedad en el que necesita saber qué está ocurriendo en realidad y en el
que en todo momento no deja de intuir que algo gordo está por pasar. Que
finalmente ocurra o no es lo de menos cuando la tensión, manejada con
maestría por Rumaan Alam, no deja de crecer más por lo que imaginamos que por
lo que vamos conociendo.
Porque ni los
personajes ni los lectores saben qué está ocurriendo en realidad, tan solo alguna
notificación automática del Times en unos móviles que se niegan a
funcionar, nos arroja alguna pista tan vaga que puede dirigirnos a mil
catástrofes distintas. El desastre planea sobre la lectura y se torna cada
vez más angustioso conforme pasamos las páginas impeliendo a una lectura
compulsiva hasta un final que solo es eso, el final, pero no el desenlace.
Pero no todo es
tensión e intriga en una lectura que viene cargada de crítica social
abordando temas como el racismo y la desigualdad desde distintos puntos de
vista. Para ello el autor nos mete en los pensamientos de todos los personajes y
sin perder la narración en tercera persona va cambiando la voz a las diferentes
perspectivas de cada uno de ellos y en determinados momentos intercala un
narrador omnisciente que sí sabe lo que está ocurriendo y su tono es tan frío y
distante que pone los pelos de punta cuando nos habla de aviones enviados a
la costa según el protocolo o de pasajeros atrapados en el metro.
En definitiva, Dejar
el mundo atrás en una novela tan inteligente como interesante y perturbadora que me ha
sorprendido muy gratamente y que no puedo dejar de recomendaros. Por cierto, Netflix
prepara una adaptación con Julia Roberts y Denzel Washintong que no pienso
perderme.
Pues ya me has dejado convencida. La sinopsis es de lo más tentador y, por lo que cuentas, la forma de narrar también tiene su valor. Que haya quedado finalista del Premio Nacional en Estados Unidos también es una garantía. Vamos, que ya está apuntada.
ResponderEliminarUn beso.
Una novela que no es lo que se espera pero lo que encuentras es mejor todavía, no se puede pedir más. Besos.
ResponderEliminarPues no me sonaba de nada pero bien apuntada me la llevo, que tiene muy buena pinta.
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Hola! Pues no lo conocía y mira que es raro teniendo en cuenta el tema de la adaptación de Netflix, pero lo que cuentas en tu reseña ha conseguido despertar mi atención, así que no descarto darle una oportunidad porque tiene muy buena pinta.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
¡Ay Manuela! no sabes cuántas veces he tenido ganas de dejar el mundo atrás. Y Long Island no está mal, sin extrañas visitas que te compliquen la vida, claro 😉
ResponderEliminarMe gusta 💋💋💋
Guau, pues este va de cabeza a la lista de mis regalos de Reyes. Seguro que mi librero de cabecera me lo consigue el mes que viene. Besote
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