Cuando
la editorial Duomo me ofreció leer este libro aún faltaba algún tiempo para su
publicación y yo me encontraba tumbada a la orilla del mar disfrutando de mis
vacaciones, pero no lo dudé. Su sinopsis me atrajo desde el primer momento y su
autora parecía garantía de que me encontraría ante una gran novela y así ha
sido. Hoy os hablo de “Me llamo Lucy Barton”.
Sinopsis
En
una habitación de hospital en pleno centro de Manhattan, delante del iluminado
edificio Chrysler, cuyo perfil se recorta al otro lado de la ventana, dos
mujeres hablan sin descanso durante cinco días y cinco noches. Hace muchos años
que no se ven, pero el flujo de su conversación parece capaz de detener el
tiempo y silenciar el ruido ensordecedor de todo lo que no se dice. En esa
habitación de hospital, durante cinco días y cinco noches, las dos mujeres son
en realidad algo muy antiguo, peligroso e intenso: una madre y una hija que
recuerdan lo mucho que se aman.
La autora
Elizabeth
Strout nació en Maine, pero desde hace años reside en Nueva York. Es la autora
de Olive Kitteridge, novela por la que obtuvo el Premio Pulitzer y el Premi
Llibreter, Los hermanos Burgess, Abide with Me y de Amy e Isabelle, que fue
galardonada con el Art Seidenbaum Award de Los Angeles Times a la primera obra
de ficción y el Heartland Prize del Chicago Tribune. También ha sido finalista
del Premio PEN/Faulkner y el Premio Orange de Inglaterra. Sus relatos se han
publicado en varias revistas, como The New Yorker y O, The Oprah Magazine.
Mi opinión
Lucy
echa la vista atrás para rememorar las semanas que, a mediados de los ochenta,
pasó en el hospital. Lo que en principio era una dolencia de apéndice terminó
complicándose y Lucy, madre de dos hijas pequeñas y con un marido ausente pues
odia los hospitales, pasa los días sola entre las cuatro paredes de la
habitación hasta que recibe la visita de su madre con quien apenas tiene
relación desde hace años. Esta visita y los días que pasará con ella servirán
para que la protagonista comience una
narración retrospectiva que nos llevará hasta su infancia y juventud. Los dimes y diretes sobre los que
antaño fueron los vecinos de Lucy y que hoy lo siguen siendo de su madre,
servirán para que rememore su difícil
niñez en una familia pobre en la que siempre faltó, además de lo material, el
cariño y el amor que se le presupone a todos los padres.
Elizabeth Strout |
De
esta forma, por los pensamientos de Lucy volverán a desfilar las burlas en el
colegio, la crueldad de los otros niños e incluso de los profesores, pero
también sabremos cómo destacó desde el principio en los estudios y cómo con su esfuerzo y
tesón dejó atrás todo aquello y fue superando, poco a poco, sus complejos. Pero
¿qué ocurre con la necesidad de amor que tiene una niña? ¿Qué ocurre con las carencias de quien ha crecido sin un abrazo, sin un
beso, sin una caricia de su madre? ¿Se supera con el mismo esfuerzo y el
mismo tesón? ¿Se sustituyen los besos y caricias maternales por otros? ¿Se
perdona? ¿Se sigue queriendo, a pesar de todo, a esa madre?
Lucy
Barton será la protagonista narradora que en primera persona se encargará de ir
dándonos las respuestas. Todo un acierto en este tipo de novela la elección del
narrador ya que su cercanía nos
permitirá ponernos en su piel y pensar y sentir como ella. Son pocos los
diálogos en una novela en la que predomina la narración y en la que los
silencios juegan un papel más importante a veces que las palabras. Pero de
cualquier modo la visión que siempre tendremos será la de Lucy por lo que es su
versión subjetiva la que impera en una
novela que sorprende por su tono sencillo que queda claramente expuesto
cuando narra los recuerdos más duros y dolorosos de la vida de Lucy. Una
sencillez narrativa que encierra la gran dificultad que ha debido suponer para
la autora construir una novela con ese tono en la que se nos habla de soledad, de marginación, de dolor, de perdón, de
relaciones paterno filiales, de superación, de lucha… y, por encima de todo, de
amor y de vida.
Lucy
es sin duda una gran protagonista. Sensible y fuerte, es una mujer luchadora
que a pesar de su éxito profesional como escritora, sigue buscando su lugar en
el mundo y sigue, en ocasiones, siendo la niña necesitada de amor que creció en
un pequeño pueblo de Illinois. La mujer adulta que está hospitalizada se torna en esa niña cuando su madre llega
para pasar unos días con ella y vive esos días como la oportunidad que quizá nunca se vuelva presentar de derribar barreras,
de abrir su corazón, de intentar que también su madre abra el suyo. La
oportunidad para ambas de decir lo que nunca dijeron, de recuperar los abrazos
y los besos que se quedaron para siempre atrapados en la pobreza y la violencia
de un hogar en el que unos niños nunca pudieron serlo.
Que
la aprovechen o no está en las manos de ambas porque cuentas pendientes tienen
las dos y así “Me llamo Lucy Barton” nos pasea por esos silencios de los que os
hablaba, silencios que gritan más que
mil palabras, nos pasea por las miradas, por los gestos y nos impregna del
canto al amor y a la vida que es toda la novela. Lo más nimio sirve para poner de relieve la sensibilidad que derrocha la autora en la novela porque cotillear sobre los
vecinos como si ayer mismo madre e hija hubieran estado sentadas en la cocina
de casa tomando un café, en lugar de haber transcurrido años sin casi contacto,
solo alguno telefónico, es también una forma de decir te quiero. Y el haber
atravesado varios estados sola, una mujer que nunca ha salido de su casa, para
estar a pie de cama, sin dormir, en la habitación de un frío hospital, es dar
todos los abrazos y mimos para los que nunca es tarde.
Esta novela sin duda podría leerse como una simple sucesión de anécdotas que madre e hija traen a la memoria. Podría leerse como el relato de una de tantas infancias dolorosas. Sus capítulos cortos y su fluidez narrativa propician, para un lector poco interesado en el trasfondo que se puede encontrar en la buena literatura, una lectura sin detenimiento, pero eso sería quedarse en la superficie de una novela que rebosa emoción y sensibilidad y sería perderse el verdadero valor de esta pequeña joya.
Esta novela sin duda podría leerse como una simple sucesión de anécdotas que madre e hija traen a la memoria. Podría leerse como el relato de una de tantas infancias dolorosas. Sus capítulos cortos y su fluidez narrativa propician, para un lector poco interesado en el trasfondo que se puede encontrar en la buena literatura, una lectura sin detenimiento, pero eso sería quedarse en la superficie de una novela que rebosa emoción y sensibilidad y sería perderse el verdadero valor de esta pequeña joya.
En
definitiva, “Me llamo Lucy Barton” es una
novela intensa y llena de sensibilidad que dentro de su sencillez esconde
mucho más de lo que aparenta. Una narración dura e intimista que me ha
conquistado, que me ha calado hondo y que no dudo en recomendar a todos
aquellos que disfrutéis con las historias cargadas de emociones.
Me ha gustado mucho la sutileza al narrar. Y por otro lado que Lucy no reproche a su madre. Hubiese sido lo más fácil hacer una novela cargada de ellas.
ResponderEliminarQué te voy a contar que tu no sepas?? Emocionante al máximo :)
ResponderEliminarBs.
Te ha quedado una reseña preciosa
ResponderEliminarMe sigo resistiendo a este libro, por más que todos lo elogiéis con fantásticas reseñas. Algo tiene que no me llama en absoluto.
ResponderEliminarUn besito.
no he podido pasar de la pagina 40 .....
EliminarLo tengo pendiente, lo leeré muy pronto ^^
ResponderEliminarLlevo tiempo pensando leerla pues son varias las críticas que, como la tuya, hablan muy bien de ella. Ahora bien esta reseña que has hecho, Manuela, te ha quedado fantástica. Contagias el deseo de leer a quien la lea. ¡Un bravo por ello!
ResponderEliminarLa voy a adelantar algunos puestos en la lista de pendientes pues en general a mí la lnarrativa contemporánea norteamericana me gusta mucho. Tiene un tono, un ritmo, una trabajada sencillez que me conquista habitualmente. Veo, por lo que dices, que Elizabeth Strout pertenece a esta excelente camada de narradores made in USA.
Un beso
Ya sabes que me gustó mucho. Un besote
ResponderEliminarSabía que te saldrías con la reseña. Qué maravilla niña, vaya telita marinera. Es una historia que cada vez que la recuerdo me gusta más y eso que me costó al principio.
ResponderEliminarBesos
Hola!!!
ResponderEliminarPues a mí no me gustó, es verdad que escribe muy bien pero la historia no me llegó, la leí casi que por inercia.
Un beso
Me encantó. Como bien dices, una historia sencilla en apariencia que esconde mucho más. Preciosa reseña.
ResponderEliminarUn beso ;)
Es una buena recomendación porque la autora transmite mucho con los silencios de sus personajes. Besos
ResponderEliminarEs una novela que tengo ganas de leer y con tantas opiniones positivas cada vez más
ResponderEliminarBesos
Una novela preciosa, sin duda.
ResponderEliminarBesos!
Hola! A mi este libro no termino de gustarme. La verdad, es que esperaba muchísimo más de él. No sé, me dejó con la sensación de que hubiese podido profundizar más en la relación de madre e hija.
ResponderEliminarBesos!
Yo también disfruté muchísimo de esta lectura al igual que tú, además me encantó escuchar a la autora el otro día en pagina dos y ver que había captado todo lo que la autora quería trasmitir.
ResponderEliminarBesos
Sabes que estos libros no son lo mío. Me alegra que la hayas disfrutado tanto y magnífica reseña. Besos.
ResponderEliminarPaso de puntillas que espero leerla este fin de semana. Besos.
ResponderEliminarPor ahora no me animo con ésta.Besos.
ResponderEliminarMe da miedo que una novela de este tipo me deprima jajajaja ¡Preciosa reseña! 😍😍❤️❤️
ResponderEliminarÚltimamente he leído varias reseñas que la ensalzan, la tuya contagia las ganas de leerla ¡¡ya!!, aunque el tema de las conversaciones pendientes me parece muy interesante no sé si este es el momento adecuado para su lectura, quizás más adelante.
ResponderEliminarGracias por compartirlo
Muy buena reseña, dan ganas de leerla ya! Aunque de momento estoy intentando controlar los impulsos que me lleven a acumular más de lo que puedo leer...
ResponderEliminarUn beso
No paro de leer reseñas positivas de este libro. Le tengo ganas, aunque voy a dejar pasar un tiempo, para que mis expectativas bajen.
ResponderEliminarBesotes!!!
Se nota que la has disfrutado...a mí me apetece, las novelas centradas en los sentimientos son mis preferidas.
ResponderEliminarBesitos
Lo tengo en el punto de mira, espero leerlo pronto :D
ResponderEliminarEn la mesilla lo tengo para leerlo en breve, así que paso por encima de tu opinión que no quiero saber demasiado del libro. 1beso!
ResponderEliminarLa verdad es que esta novela la voy a dejar para más adelante, para cuando tenga algo más de tiempo. Un beso.
ResponderEliminarReconozco todo lo que dices y lo comparto, pero me temo que a mi, creo que por la manera de narrar, no me ha llegado a emocionar tanto como a ti
ResponderEliminarBesos
Definitivamente es un libro que tengo que leer. A ver si lo pillo en la biblioteca. Besos
ResponderEliminar