Que
la Segunda Guerra Mundial es un período histórico recurrente entre mis lecturas
es de sobra conocido para todos los que pasáis por aquí. Y de igual modo sabéis
que siento cierta debilidad por la literatura francesa en general y por sus
autoras en particular, así que no es de extrañar que en cuanto vi esta novela
entre las novedades que nos presentaba Siruela, su portada y su sinopsis
llamarán inmediatamente mi atención. Hoy os hablo de “La habitación de los
niños”.
Sinopsis
1944,
campo de concentración de Ravensbrück. Cuarenta mil mujeres libran una batalla
diaria por la supervivencia en un universo en el que la vida no tiene cabida.
Pero siempre hay un espacio para la esperanza: la habitación de los niños.
Mila,
una jovencísima militante de la Resistencia francesa, es deportada a
Ravensbrück tras ser detenida en una acción clandestina. Al igual que las demás
prisioneras políticas, se siente aliviada al saber que no será condenada a
muerte, pero lo ignora todo sobre el viaje que le aguarda y las normas
necesarias para sobrevivir en su futuro lugar de confinamiento.
Gracias
a la solidaridad de las compañeras y a una tenacidad inquebrantable, Mila
conseguirá vislumbrar un rayo de luz en mitad de las tinieblas al descubrir el
Kinderzimmer, un barracón destinado a los recién nacidos; un lugar lleno de
vida en mitad de un paisaje de desesperación al que la protagonista se aferrará
con todas sus fuerzas, por ella y por el niño que lleva en su seno.
La autora
Valentine
Goby (Grasse, Francia, 1974) publicó en 2002 su primera novela y desde entonces
se ha dedicado a la creación literaria. La habitación de los niños ha recibido
importantes distinciones, entre las que se incluye el prestigioso Premio de los
Libreros franceses en 2014. Actualmente está siendo traducida a las principales
lenguas europeas.
Mi opinión
Cuando
Mila, una joven militante de la Resistencia Francesa, es deportada a un campo de
concentración no puede ni imaginar a todo lo que tendrá que enfrentarse. Las
condiciones de vida, si se le puede llamar así, en Ravensbrück son aún más
duras si se esconde un secreto que ni ella misma es capaz de asimilar porque
Mila está embarazada y al horror de su vida en el campo se une el horror de no
saber qué es exactamente lo que está sucediendo en su cuerpo y, sobre todo, qué
es lo que sucederá cuando nazca su hijo. Hasta 1944 todos los niños nacidos en
Ravensbrück estaban condenados a la muerte, normalmente por ahogamiento, pero
cuando Mila da a luz, descubre que en el campo hay un barracón destinado a
albergar a los recién nacidos y, a partir de entonces, vivirá para el momento en el que puede volver a tener a su hijo en sus brazos para amamantarlo.
Valentine Goby |
Valentine
Goby se basa en hechos reales para, en forma de novela, trasladar al lector
esta anomalía en los campos de concentración y para transmitir con toda la
dureza y crudeza posibles en el lenguaje, el horror vivido en los campos, pero
también el coraje y la lucha de un grupo de mujeres que nunca perdieron la
esperanza y todo ello lo hace la autora con una prosa directa y áspera en la
que prima la narración ya que son muy pocos los diálogos que encontraremos. Se
intercalan palabras sueltas en alemán sin ofrecer traducción alguna, haciendo
partícipe al lector del desconcierto que se une al miedo de las mujeres allí
recluidas cuando ni siquiera pueden entender las órdenes que se les están
dando. Mujeres que, al igual que nosotros mientras avanzamos en la lectura,
irán aprendiendo, a fuerza de dolor, qué es esto y qué es aquello.
A
pesar del distanciamiento que podría ofrecernos la narración en tercera persona
que prima en la novela, lo cierto es que el lector se implica desde el primer
momento en lo que está leyendo, tal es el realismo con el que la autora nos
presenta lo que siente Mila. Valentine Goby no nos lo pone fácil porque a la
dureza de lo que se cuenta, se une la dureza de cómo se cuenta, con esa
aspereza de la que os hablaba antes, pero también en ocasiones con frases que
pueden resultar inconexas y que en algún momento llegaron a desconcertarme. Aún
así, conforme avanzamos en la lectura vamos aprendiendo, junto a Mila, a
sobrevivir en el campo, en ese universo incomprensible del que es imposible
escapar físicamente, pero del que se intenta al menos escapar psíquicamente simulando y emulando la cotidianidad de la vida que incluso la celebración de un cumpleaños puede regalarnos. Junto a la protagonista sufriremos una profunda transformación porque Mila, que
en un principio se nos presenta como alguien inocente y vulnerable, crecerá y
aprenderá a luchar gracias al apoyo y solidaridad de sus compañeras de
cautiverio, pero sobre todo gracias a encontrar en su hijo una razón última por
la que sobrevivir.
En
medio del horror del campo de concentración la autora nos presenta el
nacimiento de un bebé como un nuevo sentido para la vida y resalta la amistad,
el valor y la heroicidad que encierran los pequeños gestos que ayudan a
aguantar un día más en las peores condiciones que uno pueda imaginar. Es por
ello que “La habitación de los niños” a pesar de la crudeza del infierno
narrado consigue que se cierre el libro con una mezcla de desolación y
esperanza, con un desgaste emocional indudable, pero también con la
satisfacción de haberlo conseguido, de haber resistido.
“La
habitación de los niños”, por todo lo que os cuento, os podéis imaginar que es
una novela cruda y conmovedora que, a pesar de su corta extensión, precisa de tiempo
para leerla ya que el precio que el lector paga mientras avanza pausadamente en
la cruel realidad de los campos de concentración es alto a nivel psicológico,
no en vano la autora se encarga de que vivamos y sintamos cada una de las
miserias del campo en nuestras propias carnes con un lenguaje seco y
desprovisto de artificio.
En
definitiva, “La habitación de los niños” es una novela muy dura que me
atrevería a calificar como imprescindible. Yo no dudo en recomendarla, aunque
teniendo en cuenta que requiere enfrentarse a ella sabiendo que no va a ser una
lectura fácil por lo que necesita tanto del momento como del estado de ánimo
adecuados.
Estoy con ella. Vuelvo cuando la termine.
ResponderEliminarQué dura madre mía! Ésta si que es de las que te remueven por dentro
ResponderEliminarUna lectura intensa y conmovedora. Después de tus impresiones deduzco además que se trata de una historia dura, como bien dices para leer pausadamente y sabiendo la temática de la novela. Un libro que tendré en cuenta para mis próximas lecturas. Muchas gracias por tu recomendación.
ResponderEliminarUna lectura durísima, que a ver si puedo leer. Un besote
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo. Yo me la estoy dosificando porque es tremendo la forma en que se narran los hechos pero está gustando mucho esa unión entre las chicas para seguir adelante.
ResponderEliminarBesos
Tercera reseña que leo hoy sobre este mismo libro y, a pesar de la crudeza del tema tratado, no dudo en que no me importaría leerlo. Besos
ResponderEliminarSi la calificas de imprescindible me la apunto. Eso si habrá que buscarle el momento adeuado por su crudeza.
ResponderEliminarUn beso ;)
uf! no se si animarme con ella, desde que soy mamá estos temas me ponen fatal!
ResponderEliminarJusto acabo de leer la reseña de Lunilla y ya he tomado nota de este título, tiene que ser una lectura muy dura, tendré que buscar el momento adecuado
ResponderEliminarBesos
Hola, Manuela. No sé, eso de que no contenga casi diálogos hace casi siempre de una novela algo pesado, los diálogos dan voz a los personajes y si carecen de esa voz parece la narración de alguien que pasaba por allí. Sin embargo, el contexto y esa prosa, sí que me gusta. la portada es muy sugerente. Quizá me anime.
ResponderEliminarGracias por tu reseña. Un abrazo.
Creo que yo no podré leer esta novela. Si es tan dura como adviertes voy a ser incapaz de avanzar. Gracias por la reseña :-)
ResponderEliminarBesos!
Estoy un poco saturada con este tipo de historias, pero no descarto leerla. Un saludo!
ResponderEliminarGuau! Imprescindible!!
ResponderEliminarLa llevé a la wish con la reseña de Chema, me parece que será una de las mejores lecturas del año, esa es la sensación que tengo.... Hoy con todas las reseñas que he visto, creo que me ratifico.
Un besote
Hola! Aunque ahora mismo busco otro tipo de libro, este tiene muy buena pinta, así que me lo anoto para tenerlo más adelante.
ResponderEliminarBesos!
He leído buenas reseñas sobre esta novela, y además en cuanto la vi supe que es de esos libros que es muy posible que me encanten. Lo tengo muy bien apuntado.
ResponderEliminar¡Besos!
Coincidís en reseñas. jejje. Tema interesante, pero para a mí me cuesta. Un beso.
ResponderEliminarJala con esa reseña, muy interesante. Lo anoto
ResponderEliminarJala con esa reseña, muy interesante. Lo anoto
ResponderEliminarPues habrá que leerla... Ya solo ese contraste entre vida y muerte en un campo de concentración, me hace anotarla. Gracias
ResponderEliminarUn beso
Pues nada coincidimos plenamente! Es una historia que hay que leer si o si
ResponderEliminarBesos
Que ganas de leerla!
ResponderEliminarPues ya tu reseña me ha parecido tremenda, no me quiero imaginar cómo será la novela pero desde luego, este se va a venir para casa. Me parece muy llamativo ese estilo narrativo y esa capacidad para meter al lector dentro de la historia.
ResponderEliminarBesos.
Hace mucho tiempo alguien me dijo que Siruela era sinónimo de calidad y cada vez estoy más de acuerdo con esa afirmación. Besos.
ResponderEliminarMe matas con lo de imprescindible.Por ahora no me apetece esa dureza, esa tristeza que presupongo me embargará con esta lectura, pero tu recomendación me hace apuntarla y subrayarla para un futuro próximo.
ResponderEliminarUn beso
¡Hola!
ResponderEliminarPues no conocía el libro,
tiene una pinta genial aunque por ahora lo dejaré pasar.
Me ha gustado la reseña tan completa jeje
¡Besos!
Hola Manuela,
ResponderEliminarUna lectura demasiado dura para mí pero gracias por una reseña tan completa.
Besos ;)
Es la segunda reseña que leo hoy de este libro y ambas muy positivas. Y gustándome leer sobre esta temática, sin duda me la dejo bien apuntada.
ResponderEliminarBesotes!!!
Muy buena tu reseña, como de costumbre, pero estoy saturado del tema. Estoy casado desde hace 25 años con una alemana. Antes tuve una novia también alemana y muy intelectual. Así que me interesé mucho por el tema, libros y películas, hasta que un día dije: "basta". En parte porque todo me sonaba ya ha sabido y también por cierto respeto a mis mujeres que no querían hablar del tema. Para los alemanes normales es y ha sido una carga muy dura.
ResponderEliminarCreo que no es el mejor momento para leer este libro, pero me lo apunto para futuras lecturas. Maravillosa reseña, como siempre.
ResponderEliminarMe ha resultado durísima la lectura además porque yo sé algo de alemán y cuando me encontraba con esas órdenes sabiendo lo que significaban antes incluso de ver la traducción es algo estremecedor. No creo que la olvide en mucho tiempo. Un beso!
ResponderEliminarBuff Manuela, es muy duro el tema y la lectura se me haría muy dolorosa, ahora no me apetecen estos temas, tu reseña como siempre excelente.
ResponderEliminarUn saludo
He oído II Guerra mundial?? Literatura francesa?? Ya somos dos!! Ea, me llevo tu recomendación ^^
ResponderEliminarMe gusta lo que cuentas, aunque ahora mismo la encuentro demasiado durilla...
ResponderEliminarBesos!
Me habían contado más o menos de lo que iba y veo que... aims, es otra de esas novelas que me encantaría leer, sin duda. A ver si me hago con ella. ¿No hay sorteo por ahí? Jeje. Besos
ResponderEliminarTengo muchas ganas de leerlo =)
ResponderEliminarBesotes
Este es otro de esos libros que le tengo echado el ojo, y ahora con tu reseña, me lo apunto seguro, a pesar de su crudeza Besos.
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