Todos
tenemos lo que llamo palabras fetiche en una sinopsis que hacen que nos
sintamos inmediatamente atraídos por un libro. Yo tengo unas cuantas y cuando
hablamos de novela histórica, aunque los períodos sobre los que más he leído
porque me gustan muchísimo, y porque hay mucha literatura sobre ellos, han sido
la Segunda Guerra Mundial y nuestra Guerra Civil, tengo mis propias palabras
fetiche con las que me lanzo de cabeza a por esa novela y que nada tienen que
ver con esos dos enfrentamientos bélicos. Esas palabras son: Reconquista de
Granada y Boabdil. Y así, de cabeza, me lancé a por la última novela de Nerea
Riesco, “Las puertas del paraíso” que ha resultado ser una de mis mejores
lecturas de este año.
SINOPSIS
La
fascinante historia de un hombre y una mujer que se amaron por encima de credos
y fronteras en una época marcada por la intolerancia y el afán de conquista.
Finales
del siglo XV. El cristianismo avanza implacable contra los llamados infieles,
dispuesto a reconquistar Granada. Yago, el joven músico ciego que acompaña a la
Corte de los Reyes Católicos, aprende a percibir la realidad con los ojos del
corazón y descubre que el camino hacia el paraíso sólo puede partir del
verdadero amor.
Con
la sensibilidad de los grandes autores, Nerea Riesco nos introduce en los
remotos escenarios de la Historia y nos lleva de la austeridad recia de los
palacios castellanos a la sensualidad poética del harén granadino. Su escritura
ágil y hermosa da color al pasado, y convierte a sus personajes, históricos y
ficticios, en fascinantes protagonistas de carne y hueso.
LA AUTORA
Nerea
Riesco es escritora y periodista. Nacida en Bilbao, creció en Valladolid y con
dieciocho años se instaló en Sevilla, ciudad en la que se licenció en
periodismo, actividad que compagina con su trabajo en diferentes medios de
comunicación. En la actualidad continúa colaborando en prensa y radio, e
imparte talleres de creación literaria. En el 2002 publicó su primer libro de
relatos, Ladrona de almas. Y dos años más tarde ganó el IX Premio Ateneo Joven
de novela de Sevilla con El país de las mariposas. Su siguiente novela, Ars
magica, (Grijalbo, 2007), finalista al prestigioso Premio Espartaco 2008, y
luego El elefante de marfil (Grijalbo, 2010) se han traducido al alemán,
italiano, finlandés, ruso, portugués, polaco, checo, danés, serbio, eslovaco,
rumano y holandés, y la han convertido en una de las voces más personales de la
narración histórica tanto para el público como para la crítica especializada.
Su última obra, Las puertas del paraíso, supone la consagración definitiva de
la autora en el terreno de la novela histórica.
MI OPINIÓN
Yago
es huérfano, su madre murió al dar a luz y él se ha criado con su padre,
Esteban el Pucelano. Yago también es ciego de nacimiento. Ambos viven en
Valladolid hasta que con doce años, cuando la corte itinerante que los Reyes
Católicos van desplazando por una España en plena Reconquista se instala en
Medina del Campo, su padre entra a trabajar como cocinero en esta corte con la
que emprenderán camino para acercarse al último reducto musulmán de
forma que se instalarán primero en Sevilla y, posteriormente, en Córdoba.
Comienzan esta nueva vida llenos de ilusión por un futuro mejor, sobre todo
para Yago que, por su minusvalía, no lo va a tener fácil en la vida. Éste será
el inicio de una aventura llena de amor, odio, amistad, intrigas… que nos
narrará el propio Yago ya desde la madurez y lejos de España.
A
lo largo de pocos y extensos capítulos, Nerea Riesco va desgranando una
historia de ficción, la de Yago, perfectamente engarzada en unos hechos
históricos apasionantes y trascendentales para la Historia de España. Yago es
el perfecto hilo conductor para conocer estos hechos y es también el narrador
con el que la autora hace gala de una prosa que se caracteriza por ser muy
cuidada y elegante. Si Yago, con su ceguera, “ve”, siente y vive a través del
sonido, el tacto, el olfato y el sabor, yo he visto, sentido y vivido la
sobriedad castellana y la opulencia árabe a través de las palabras de la
autora, a través de las imágenes que ha recreado en esta lectora con una prosa
rica y evocadora que me ha cautivado de principio a fin.
Nerea Riesco |
Que
la autora ha llevado a cabo una ardua labor de investigación es algo que se siente
en cada página, en cada palabra, en cada descripción de costumbres, comidas y
escenarios, especialmente aquellos que se desarrollan en La Alhambra. Nerea
Riesco ha conseguido que, sin moverme de casa, haya atravesado el bosque de la
Alhambra, acogida por las sombras de los centenarios árboles, y haya emprendido
el camino de subida. He paseado por los jardines que, evocando el
anhelado Paraíso musulmán, me han embriagado con sus aromas y arrullado con el
murmullo del agua de sus múltiples fuentes. He cruzado mil veces el Patio de
los Leones; me he estremecido cada vez que pasaba cerca o entraba en la Sala de
los Abencerrajes y recordaba el porqué de su nombre. Me he trasladado a esa
mitad del siglo XV en el que Boabdil, “El Chico” para los cristianos y “El
Desdichado” para los granadinos, sufrió las presiones de Aixa, una madre
dominante; luchó contra Muley Hacén, su padre, por el Reino de Granada; pero
sobre todo sufrió por perder el paraíso en el que vivía y por el futuro
incierto que, tras su marcha, se abría para su pueblo.
Vale.
Que la historia no va sobre Boabdil y yo me dejo llevar por la pasión. Él no
deja de ser un personaje histórico, con gran peso en la novela, de los muchos
que pueblan este libro como los propios Reyes Católicos, Isabel y Fernando;
como un tal Cristóbal Colón que aparece diciendo que si los reyes le financian
él conoce una ruta más rápida para llegar a Las Indias, tan sencillo como ir
hacia el oeste y no dar tanta vuelta; y Torquemada, y Gonzalo
Fernández de Córdoba, más conocido como El Gran Capitán. Pero el verdadero
protagonista de “Las puertas del paraíso” es Yago, un personaje
perfectamente dibujado con el que lector empatiza desde el primer momento y con
el que se sufre cuando la vida le golpea duramente; con el que se ama cuando
descubre que esa emoción que atraviesa su alma es el amor; con el que se goza
cuando descubre con todos los sentidos, salvo el de la vista, la sensualidad de
la intimidad con la persona amada y el placer del sexo. Tengo que volver a
incidir aquí, aun a riesgo de resultar pesada, en la forma de escribir de Nerea
Riesco, es un auténtico placer disfrutar de su estilo y su oficio a la hora de
usar las palabras para transmitir emociones y sensaciones.
Si
antes os hablaba de los escenarios en La Alhambra y su entorno, como el
Albayzín, no están menos conseguidos los que se desarrollan en las cortes que
los Reyes Católicos instalaron primero en los Reales Alcázares de Sevilla y
después en el Alcázar de Córdoba, mi entusiasmo anterior se debe a que estos,
aunque he visitado ambos, no los conozco tan bien como los primeros. Pero sin
duda en el libro de Nerea Riesco queda bien reflejada la austeridad de unos
frente a la exuberancia de otros. El contraste entre ambos reinos está
perfectamente plasmado en las descripciones tanto de los ambientes como de las
costumbres y siempre reflejando lo enriquecedor de las dos culturas. Estas
descripciones con las que las que la autora nos transporta al siglo XV son, a
pesar del detalle y la minuciosidad empleada en ocasiones, tan magníficas y tan
realistas que, lejos de abrumar al lector, constituyen uno más de los muchos
atractivos de este libro.
“Las
puertas del paraíso” es una novela que no puedo dejar de recomendar. Muy
entretenida y maravillosamente bien escrita, esta novela histórica no agobia
con datos y más datos y, aunando rigor histórico con aventuras, amor, intrigas,
venganza…, puede hacer las delicias de cualquier tipo de lector, incluso de
aquellos que habitualmente huyen del género. Yo he devorado sus casi 600
páginas en un suspiro. Lo he disfrutado de principio a fin, en forma y en
contenido. Es el primer libro que leo de Nerea Riesco y ya estoy pensando en
cuál será el siguiente.
Lo terminé el Lunes y me encantó. Un besote
ResponderEliminarPaso de puntillas por tu reseña porque quiero hacerme con este libro y sumergirme en su historia
ResponderEliminarBesos
Bueno pues ya sabes que me la apunto sí o sí porque me encantan este tipo de novelas. Este año voy a batir el récord, jaja.
ResponderEliminarBs.
Ay a mí me gustó muchísimo y mira que está parte de la historia me atrae menos. Pero en este libro me conquistó totalmente.
ResponderEliminarHe leido muy buenas críticas y si, terminaré haciendo con este libro...
ResponderEliminarApúntadísima,me apetece un montón leerla.
ResponderEliminarUn beso
Lo estoy esperando porque me ha tocado en un concurso y ya le tenía unas ganas tremenda. Ahora con tu reseña cualquiera se resiste a empezarlo nada más llegue. Una reseña muy bonita.
ResponderEliminarBesos.
Este título no me llama demasiado, lo dejo pasar
ResponderEliminarA mí también me gustó mucho esta novela, me gusta como escribe la autora además de la ambientación de sus novelas y además esta cuenta con un personaje protagonista muy atractivo
ResponderEliminarBesos
Lo tengo en cola (como muchos otros) y no creo que siga ahí mucho tiempo; me encanta la novela histórica y si encima nos vamos a Granada con Boabdil pues qué te voy a contar.
ResponderEliminarUn beso!
Tengo muchísimas ganas de leerlo y, como tú coincido en esas palabras fetiche.
ResponderEliminarCon lo de "una de mis mejores lecturas del año" ya me has convencido y, tras leer tu reseña, aún más.
ResponderEliminarAsí que queda apuntadísimo.
Un beso!
Tengo ganas de leer esta novela desde que la vi publicada. Y leyendo tu reseña, todavía me han entrado más ganas. Besos
ResponderEliminarLeí otro libro de la autora y me gustó mucho. Este también me llama la atención :)
ResponderEliminarBesos!
Me llama bastante, además de que este estilo de novelas siempre me gustan.
ResponderEliminarUn beso!
No era una novela que, en principio, hubiese tenido intención de leer, pero poco a poco me habéis ido convenciendo, y sobre todo tú con esta reseña. Besos.
ResponderEliminarLo tengo apuntadisimo... Y después de tu fantástica reseña unas enormes ganas de hacerme con él!
ResponderEliminarUn beso
Cada día tengo más ganas de leerlo!!
ResponderEliminarYa sabes que también me gustó mucho. Tanto la historia en sí, como Yago, el.estilo fe la autora.... También destacó el.contraste brutal entre los dos reinos.
ResponderEliminarBesos
Me encantan las reseñas que transmiten de verdad lo que uno ha sentido leyendo un libro, más allá de las letras, en las que se nota la pasión y los buenos ratos que hemos pasado. Yo ya estoy convencida para leer este, aunque quiero ser una chica formal y rescatar primero de la estantería "El elefante de marfil" que lleva muchísimo años ahí esperando.
ResponderEliminarBesos.
Muy apasionada reseña, así es imposible que ignores el libro, aunque yo no sea muy de histórica. Pero también es cierto que el contexto histórico de la novela es una época que me fascinaba en su momento, así que tomo (buena) nota. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo
No tardaré en leerla, aunque le tocará el turno a la vuelta del verano. Por la reseña se nota que disfrutaste con su lectura. Besos.
ResponderEliminarLo había visto, pero quizá solo de pasada, pero tras tu entusiasta novela, no puedo dejarla pasar y tomo nota de la novela. Besos
ResponderEliminarNo sabes cómo atrea esta temática y más la época en la que se ambienta. Me la llevo. Besos.
ResponderEliminarCon estas palabras "fetiche" que has escrito se me han hecho los ojos chiribitas y la boca agua, no te digo más. ;D. Abrazos.
ResponderEliminarCon una reseña así es imposible decirle que no
ResponderEliminarBesos
Pues como para dejarlo pasar!
ResponderEliminarBesotes
Tempus, la novela anterior de la autora, me gustó mucho (aprovecho para recomendártelo), y me apetece reencontrarme con su estilo firme y fresco.
ResponderEliminarUn besito.