Ambientada en las épocas oscuras de la Edad Media, Aranmanoth es la historia de un muchacho que lucha por encontrar un sitio en un mundo y un tiempo al que no pertenece por entero. Su naturaleza medio mágica -su madre fue la más joven de las hadas del agua- y medio humana impide que su vida transcurra como la del resto de los mortales y, obedeciendo misteriosas señales que surgen de las hojas de los árboles o de los pájaros, irá en busca de un destino implacable en el que descubrirá el amor, el dolor y la muerte.
LA AUTORA
Ana María Matute (Barcelona, 1925-2014) cosechó los premios literarios más prestigiosos por su obra, entre la que figuran las novelas Los Abel (finalista del Premio Nadal 1947), Fiesta al Noroeste (Premio Café Gijón 1952), Pequeño teatro(Premio Planeta 1954), Los hijos muertos (Premio de la Crítica 1958 y Premio Nacional de Literatura 1959), Primera memoria (Premio Nadal 1959), Los soldados lloran de noche (Premio Fastenrath de la Real Academia Española 1962), La trampa (1969), La torre vigía (1971), Olvidado Rey Gudú (1996), Aranmanoth (2000), y Paraíso inhabitado (2008). También es autora de cuentos infantiles y de varios libros de relatos, reunidos en el volumen La puerta de la luna (2010). Miembro de la Real Academia Española y de la Hispanic Society of America, en 2007 fue galardonada con el Premio Nacional de las Letras por el conjunto de su obra y, en 2010, con el Premio Cervantes.
MI OPINIÓN
“Aranmanoth”, el mes de las
espigas, agosto, es una novela que pertenece a la Trilogía de la Edad Media de
Ana María Matute junto con “La torre vigía” y “Olvidado rey Gudú”. Realmente
más que una novela es un cuento largo, un cuento lleno de magia que transporta
al lector a un momento indeterminado de la Edad Media.
Orso, hijo del Señor de Lines, es
un niño dulce y cariñoso que un buen día es enviado al castillo del conde al
cual prestan vasallaje para su formación como soldado. Tras años en el
castillo, Orso vuelve a sus tierras por el fallecimiento de su padre para
hacerse cargo del señorío. Ya no es aquel niño, se ha vuelto huraño, y cada día
se parece más a su progenitor. Pero un buen día llegará a su casa Aranmanoth, su
hijo, un niño con una naturaleza mitad humana mitad mágica, nacido de una fugaz
relación que tuvo con un hada en el bosque y Orso no dudará en acogerlo con
todo el cariño del que es capaz.
Todo cambiará cuando el conde
decide casar a Orso con una niña procedente de tierras conquistadas. Orso
encargará a su hijo, más o menos de la misma edad que su esposa, que sea el
protector de Windumanoth, mes de las vendimias, septiembre. Entre los dos niños
nacerá una profunda amistad que irá creciendo y consolidándose a lo largo de los
años, mientras Orso se dedica a ir de guerra en guerra a las órdenes del conde.
A través de los dos niños
recorreremos el mágico camino que va desde la niñez hasta la pubertad, perderán
la inocencia e irán alcanzando la madurez mientras buscan el Sur, el lugar
desde donde llegó un día aquella niña y al que desea con todas su fuerzas
volver. Aranmanoth y Windumanoth inician así un viaje cuando aún están llenos
de inocencia, pero la violencia del mundo adulto que descubrirán en ese viaje
les lleva sin remedio a abrir los ojos a una realidad que nunca querrían haber
conocido.
Ana María Matute |
Todo ello narrado con una prosa
sobria y muy amena, plagada de metáforas y de símbolos y que parece envolver al
lector con el halo mágico que se respira en cada página a pesar de las tragedias
que también se narran. Un texto en el que las descripciones te transportan
rápidamente a un bosque asombroso, lleno de criaturas sorprendentes y te llevan
a una Edad Media en la que la vida era muy dura, pero en la que aún así había
un hueco para la inocencia, para el amor y para un viaje en pos de un sueño.
Es difícil, muy difícil, hacer
una reseña de este libro porque es un libro que no sólo se lee, es un libro que
principalmente se siente. “Aranmanoth” es un viaje. Un viaje que todos hemos
emprendido, o emprenderemos, alguna vez. “Aranmanoth” es un cuento que habla de
guerra, de venganza, de vasallaje… pero es, sobre todo, un canto a la libertad
y a la lucha por los sueños, esos a los que nunca se debe renunciar, aunque el
camino sea arduo y en él vayamos dejando una parte de nosotros. Sueños para los
que nadie puede decirnos que no luchemos por ellos.
Ellos buscan el Sur, preguntan a
todo aquel con el que se cruzan por él, ¿Dónde está el sur? ¿Qué camino debemos
coger para ir al sur? Pero quizá el Sur siempre estuvo allí, dentro de ellos,
de la misma forma que muchas veces buscamos la felicidad, la paz… mil
cosas, fuera de nosotros, y nos desgastamos en una búsqueda de algo que sólo
está dentro de uno mismo, tan dentro que a veces se oculta a nuestra vista
porque no sabemos mirar. A Aranmanoth y Windumanoth, cuando preguntan, muchos
contestan “El Sur no existe”, pero el sur está en ellos.
Aranmanoth y Windumanoth, agosto
y septiembre, verano y otoño. La infancia y la madurez. La pérdida de la inocencia
es triste, pero es la vida y hay que avanzar. El sur y el norte. El norte, ese
lugar frío y angosto en el que vivimos. El sur, el sur que no existe, ese lugar
cálido donde todo es luminoso y feliz, ese lugar con el que soñamos y que se
presenta inalcanzable. Pero el sur sí existe, aunque a veces, como en este
libro, el camino hasta su descubrimiento sea doloroso. Existe porque está
dentro de cada uno de nosotros, en un lugar tan íntimo que nada ni nadie puede
llegar ni nos lo puede arrebatar.
Un libro amargo y dulce, lleno de
una emoción tan contenida que a veces me ha sido imposible no rendirme ante
ella. Un cuento lleno de magia, de belleza y de ternura a la par que de dureza
y dolor. Aun así me quedo con un mensaje optimista lleno de vida porque vivir
duele, pero la vida tiene momentos tan hermosos que compensan de cualquier
dolor.
- ¿Qué es el corazón que, a veces, tanto duele?
- El corazón es eso que tenemos dentro y que la emprende a patadas, o simula paz, o llena de frío o calor nuestra naturaleza. El corazón, Aranmanoth, es el gran depredador.
Ficha técnica
Título: Aranmanoth
Autora: Ana María Matute
Editorial: Planeta de agostini
Nº de páginas: 191
ISBN: 9788439590849
Nota: los datos de la ficha técnica son los de la edición que yo he leído, pero no se corresponden con la portada que ilustra esta reseña. He elegido la de la editorial Destino por una simple cuestión estética: es más bonita.
No conecto con esta autora así que no creo que me anime a leerlo
ResponderEliminarNo he leído nada de la autora, me estrenaré en breve para la lectura homenaje y creo que sea con Olvidado rey gudú, no sabía que estaba dentro de una trilogía así que en función del resultado quizás también me anime a completarla con los otros dos títulos
ResponderEliminarBesos
No he leído nada y éste a pesar de ser duro me atrae, aunque quizás para después de las navidades, besotes
ResponderEliminarYo lo leí hace unos años y he refrescado la memoria.Estoy totalmente contigo en que no se lee,se siente.Has hecho una reseña estupeda y eso que creo que de esta novela es muy dificil hacerlo.Un beso.
ResponderEliminarQué bonita reseña, Manuela. No conocía este título de la Matute y me quedo con ganas de hacerme con él, me encantan ésas historias que se sienten, plagadas de magia y simbolismo.
ResponderEliminarBesos.
Yo debería acercarme a sus libros pero no estoy convencida si mi elección sería este libro. Besos.
ResponderEliminarMe acabo de enterar de que Olvidado rey Gudú pertenece a una trilogía. No tenía ni idea. Siempre se aprende algo nuevo. Besos.
ResponderEliminarEsta no me termina de convencer, creo que hay otros libros de Matute que me gustarían mas :)
ResponderEliminarBesos!
Empecé con esta autora con "Luciérnagas" y me enamoró. Por lo que veo en esta mantiene esa forma de escribir emotiva que llega dentro. Seguro que la leo.
ResponderEliminarUn beso.
Yo leí hace años Olvidado rey Gudú y me gustó mucho. NO sabía que formaba parte de una especie de trilogía
ResponderEliminarBesos
Una reseña preciosa! Me encantó este libro lleno de magia y ternura. Un libro que volveré a leer, sin duda.
ResponderEliminarBesotes!!!
La reseña es como dice Margari, preciosa. Confieso que no leí nada suyo pero no estoy segura de empezar por aquí, pese a que me has encandilado.
ResponderEliminarBesos
No me he estrenado con la autora y quiero hacerlo y con una reseña tan bonita esdificil decir que no.
ResponderEliminarUn beso!
Tenía unas ganas terribles que llegara este momento...leer tu reseña de Aranmanoth y... me equivoqué de lectura...este me hubiera gustado mucho mucho...No es que no me gustara la Torre Vigía es que yo pensé que me encontraría lo que tu has encontrado en esta novela un cuento bien narrado y magia y libertad y crecimiento. La torre vigía es más terrenal y el único ser fantástico es la baronesa que se convierte en ogresa un ser mítico y violento, pero es más producto de la percepción del protagonista que el mundo real del libro.
ResponderEliminarVaya voy a puntarme esta novela Aranmanoth. Pero para más adelante. Tengo ganas de leer algo de la autora, pero de otro género, no sé ya veré.
Un besote.
Cuantas lecturas y autores se nos acumulan y no vemos el momento de ponernos con ellos. No sé si con esta obra o con otra, pero deseo leer Ana María Matute cuanto antes. Besos.
ResponderEliminarNo sé si a mi me llegaría como te ha llegado a ti, y si sabría darle esa interpretación, antes probaré con otros títulos de ella. Un besote!
ResponderEliminarCreo que ya te comenté que de la autora he leído Paulina, Solo un pié descalzo y Paraíso inhabitado, me gustaron mucho pero he empezado dos veces La torre vigía y no he podido con él. Por eso tengo la trilogía y no me decido a ver si pruebo con este y tomo carrerilla. Besos.
ResponderEliminarLo tengo en casa pendiente de lectura =)
ResponderEliminarBesotes
Para el 2015 leeré Ana Maria Matute ;D
ResponderEliminarLeí hace un par de años Olvidado Rey Gudu, y no sabía que era una especie de trilogía!!
ResponderEliminarBesos
Lo leí hace poco y coincido contigo: no es un libro para leer, sino para sentir. Para mí tiene algunas cosillas flojas, pero gana la preciosa prosa y el mensaje de fondo. 1beso!
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