Marcas de nacimiento (Nancy Huston)

«Un acontecimiento terrible tuvo lugar durante la infancia de la bisabuela y las consecuencias se extienden a lo largo de generaciones. Es un libro sobre el impacto de los acontecimientos políticos y familiares, sobre la forma en que se transmiten los recuerdos, sobre cómo la Historia influye en las historias particulares.»

Así define la galardona escritora Nancy Huston su última novela, que además del Premio Femina 2006 obtuvo un enorme éxito en Francia con más de cuatrocientos mil ejemplares vendidos hasta la fecha.

A través de los relatos de cuatro niños, desde la actualidad hacia el pasado, el lector accede a los recuerdos personales que entretejen la historia familair hasta culminar con el descubrimiento de un secreto que ha determinado la vida de todos ellos. La novela se inicia en California en 2004, con el brillante y mimado Sol; continúa en 1982 con su padre Randall, que divide su infancia entre Nueva York y Haifa; prosigue con su abuela Sadie desde el Toronto de los años sesenta y culmina con la bisabuela Erra desde su hogar en Munich en 1944. Una marca de nacimiento, una señal congénita que une a las cuatro generaciones, será la clave para desvelar ese terrible misterio que ha condicionado irremediablemente sus vidas.

LA AUTORA

Nancy Huston nació en Calgary, Canadá, en 1953 y vive en París desde 1977. Es autora de nueve novelas y varios ensayos. Ha ganado diversos premios, entre ellos el Premio Femina por esta novela que hoy nos ocupa y que ha sido traducida a diecinueve lenguas. Nancy Huston, escribe indistintamente en francés y en inglés y ella misma traduce sus obras a la otra lengua. Ha sido nombrada Oficial de la Orden de Canadá y Oficial de las Artes y las Letras de Francia. Ha sido designada doctora honoris causa en cuatro ocasiones, la más reciente por la Universidad de Lieja.

MI OPINIÓN

Lo primero que nos encontramos en el inicio de esta novela es un árbol genealógico en el que destacan los cuatro niños protagonistas del libro: Sol, Randall, Sadie y Erra. Y es que en sus páginas encontraremos  la historia de cuatro generaciones de una misma familia narrada de una forma peculiar ya que lo hace desde el presente viajando hasta el pasado y siempre desde el punto de vista de un niño de 6 años.

Cada una de las partes del libro está narrada en primera persona por cada uno de ellos por lo que la inocencia infantil está muy presente en la narración pero también toda la fuerza y la crueldad de la que, en ocasiones, hacen gala los niños. En cualquier caso, lo más relevante que encontramos en la narración de todos ellos es cómo la autora transmite el dolor que sienten sin que los adultos tengan conocimiento de ello.

Sol es un niño mimado y sobreprotegido, especialmente por su madre. De una inteligencia en ocasiones pasmosa el carácter de Sol es fruto de una educación belicista, con la guerra de Irak como telón de fondo por lo que nos encontraremos con una criatura de 6 años que admira profundamente al presidente Bush.

Retrocediendo 20 años viviremos con Randall, padre de Sol, la guerra del Líbano de 1982. Con Sadie, madre de Randall, la guerra de Vietnam y finalmente con Erra nos trasladaremos a la 2ª Guerra Mundial, momento en el que acontece el hecho que marcará la historia familiar.

Nancy Huston

No sabría decir con cuál de los cuatro personajes me quedaría ya que todos ellos están perfectamente dibujados. La autora demuestra su buen hacer con unos perfiles psicológicos muy distintos entre sí que nos permiten conocer profundamente cómo piensan, cómo sienten los cuatro protagonistas y cómo viven la realidad política y social que les ha tocado vivir a cada uno siempre, como ya he dicho, desde la visión de un niño de 6 años que ciertamente en ocasiones se expresa casi como una persona adulta.

El pasado que tanto ha pesado y pesa en la vida de nuestros cuatro protagonistas es un hecho que en la novela aparece representado por una marca de nacimiento, un lunar que todos ellos comparten y que se transmite de generación en generación en distintos lugares del cuerpo como metáfora de cómo el pasado y la historia se transmiten a lo largo de los años a pesar de ser un pasado que sólo conoce la afectada por él.

Ciertamente desde el principio sabemos que algo ha sucedido, intuimos incluso qué pudo ser, pero no será hasta el final, en plena II Guerra Mundial cuando conoceremos una atrocidad más de todas las perpetradas por el nazismo. La tensión y el suspense están perfectamente dosificados por la autora que, paso a paso, generación tras generación, va creando un ambiente cada vez más opresivo hasta el desenlace final. La necesidad de saber más, de llegar al fondo de la marca que todos comparten hace que las páginas del libro vuelen. Si esto lo unimos a una prosa impecable, directa, sencilla y emocionante, con una fuerza que llega directamente al corazón entenderéis que es un libro que te atrapa desde su inicio y que no puedes soltar hasta llegar al final.

El alegato antibelicista está presente en toda la novela pero también destaca la importancia de la infancia y del entorno familiar a la hora de marcar el carácter y la vida de la persona ya adulta. En este punto quiero destacar que es algo que la autora ha vivido en primera persona ya que con la edad de 6 años fue abandonada por su madre. Cuando su padre rehace su vida con una esposa alemana se trasladarán a vivir a Frankfurt donde Nancy vivirá hasta que se traslade a París a estudiar semiótica, ciudad en la que reside actualmente.

El abandono, el desarraigo y la fuerza demoledora del pasado están muy presentes en una novela que sólo puedo calificar de emocionante y que ha sido una de mis mejores lecturas del año pasado así que no puedo dejar de recomendarla.

Ficha técnica

Título: Marcas de nacimiento

Autora: Nancy Huston

Editorial: Salamandra

Traductor: Eduardo Iriarte Goñi

Nº de páginas: 320

ISBN: 9788498381764