Hace
unos años, antes de comenzar mi aventura bloguera, leí “Mientras agonizo” de
William Faulkner, una novela bruta y complicada que me exigió un gran esfuerzo,
pero que terminó siendo una de mis mejores lecturas. Así que cuando por fin me
puse con “La mala luz” de Carlos Castán y nada más empezar me encontré con una
cita de esta novela me sentí un poco inquieta, más aún de lo que ya lo estaba
puesto que sabía que no me enfrentaba a una novela fácil. No me equivocaba.
Afortunadamente iba (casi) preparada para lo que me iba a encontrar.
La
cita de la que os hablo es ésta:
“Recordaba que mi padre solía decir que la
razón de vivir era prepararse para estar muerto durante mucho tiempo”.
SINOPSIS
«Querida Nadia. Estimada Nadia. Nadia a
secas. Tú no me conoces. Soy amigo de Jacobo. No sé cómo decirte esto. No sé si
estás al tanto de que ha muerto. Lo han asesinado, en realidad. Si ya lo
sabías, sabrás también que ha sido horrible.»
Jacobo y el narrador son viejos amigos que
se acaban de trasladar a Zaragoza, ambos huyendo de un matrimonio fracasado,
incapaces de soportar el peso de sus propias vidas. Mientras se habitúan a su
nueva situación, comparten cervezas, libros y veladas cada vez más largas en un
desesperado intento de eludir el mundo.
Un día, Jacobo empieza a tener miedo, un
miedo desmesurado y aparentemente irracional a quedarse solo en casa, que
consigue controlar con la compañía de su amigo, hasta que una noche Jacobo
aparece apuñalado en su propia casa. El protagonista toma entonces el relevo de
su vida, quizás como última posibilidad de huir de la propia, y así conoce a
una mujer, Nadia, que se convertirá en su obsesión y junto a la que emprender
la frenética investigación del asesinato de su amigo, lo que trastocará
definitivamente su propia existencia.
EL AUTOR
Carlos
Castán (Barcelona 1960) es licenciado en filosofía por la Universidad Autónoma
de Madrid, ciudad en la que ha transcurrido gran parte de su vida. En la
actualidad reside en Huesca, donde trabaja como profesor de enseñanza
secundaria. Especializado en relato breve con libros como “Frío de vivir”, “Museo
de la soledad” y “Solo de lo perdido”, en 2013 publica la que hasta ahora es su primera novela, “La mala luz”.
MI OPINIÓN
La
primera vez que tuve conocimiento de este libro, y este autor, si no recuerdo
mal fue en el blog Entre montones de libros y me cautivó lo que contaba. Tenía
claro que era un libro que podía gustarme mucho, pero también tenía igual de
claro que no iba a ser una lectura fácil porque “La mala luz” es una novela
exigente con el lector. Una novela que requiere de toda la atención, e incluso
diría que también de toda la paciencia, del lector que se adentra en sus
páginas y requiere también, sin duda alguna, de una predisposición total para
saborear el tono intimista e introspectivo que Carlos Castán imprime a su prosa
desde el primer momento. Para mí ha sido una de las lecturas más complicadas a
las que me he enfrentado en mucho tiempo. Complicada por la lectura en sí misma
y complicada por las múltiples reflexiones que sobre la vida, la muerte y la
soledad me asaltaron por el camino.
Y
es que no se puede leer este libro y salir indemne de la aventura de adentrarse
en la vida y la mente de un narrador del cual no conoceremos el nombre en
ningún momento. La aventura de enfrentarse a los fantasmas y los miedos que
posiblemente a todos nos han atenazado en algún momento. Y no, desde luego, la
aventura de la “frenética investigación” que promete la sinopsis porque una de
dos, o yo he leído otro libro, o el que redactó la contraportada no sabe qué se
esconde entre las páginas de “La mala luz” porque si algo caracteriza a esta
novela es la lentitud en su desarrollo, de frenética nada. Hay un asesinato,
sí, pero no deja de ser una mera excusa del autor, el vehículo del que se vale
para pasearnos con una
prosa evocadora y un lenguaje simbólico por la melancolía de un personaje al
que llegaremos a conocer profundamente gracias al esmero que el autor ha puesto
en detallar su perfil psicológico, en llevarnos de viaje al interior de un
hombre en permanente huida de sí mismo y en adentrarnos en el tormento en el
que se siente atrapado. Es cierto que, en ocasiones, se pierde en divagaciones
que pueden resultar engorrosas, pero todo se perdona, o al menos se diluye, en
una novela que desde el primer momento envuelve y atrapa al lector con su tono
íntimo y por momentos desgarrador.
Otro
ingrediente fundamental en la novela es la importante carga de metaliteratura
que guarda. No en vano su protagonista es un gran amante de la literatura de
forma que las referencias a libros y autores son continuas. Libros y autores
que debo admitir que no conocía en muchos casos y en otros, aun conociéndolos,
no he leído nada de ellos como es el caso por ejemplo de Proust. Y digo que es
una pena porque es tanta la simbología que se esconde en “La mala luz” que
parte de la esencia de la novela se encuentra en esas referencias literarias
que yo no he podido apreciar plenamente.
No
puedo terminar la reseña sin hacer una mención especial a un final que, aunque
un tanto precipitado, cuenta con un detalle que he encontrado en pocas novelas,
pero que resulta muy de agrado por la importante carga dramática que conlleva.
Me refiero al uso del futuro como tiempo verbal.
“Vendrán un día los investigadores y
averiguarán lo que yo nunca supe, las razones escondidas de mis miedos, la raíz
de las tormentas, los motivos de la noche…”
El
tono reflexivo e intimista de “La mala luz”, una novela en la que prácticamente
no sucede apenas nada, la convierten en una lectura que no me atrevería a
recomendar alegremente. No desde luego a lectores que
buscan que pasen cosas, muchas cosas, pero sí a los lectores que no teman
enfrentarse a reflexiones realmente turbadoras sobre la vida, la muerte y la
soledad, y que disfruten de una prosa impecable, con frases que lees y vuelves
a leer sólo por el placer de disfrutarlas de nuevo.
No me importaría leerla. Me ha gustado lo que nos cuentas de ella.
ResponderEliminar¡Yo! ¡Yo soy esa lectora!
ResponderEliminar:)
Je.
Me la apunto. Manuela, si no te importa me la llevo para la sección La reseña favorita.
Saludos!!!
Al contrario, es todo un honor. Gracias!
EliminarYa sabes que coincido totalmente contigo, es una lectura dura pero intensa, muy muy intensa. Hay que ir preparado para enfrentarse a ella y dejarse arrastrar por todo lo que Castán quiere que sientas, hay que dejarse sacudir. Para mí va a ser una de las mejores lecturas de este año, sin duda.
ResponderEliminarBesos.
Preciosa reseña Manuela aunque no tengo claro que ésta sea mi lectura en estos momentos. No obstante, me la llevo apuntada con tus advertencias.
ResponderEliminarUn beso.
No me preocupa lo de la concentración, me frena más lo de tener paciencia.No la leería ahora,en verano,pero quien sabe más adelante.
ResponderEliminarUn beso
Uy uy uy, ahora va a ser que no. después de darle vueltas durante un par de meses a la filosofía, de leer y releer para entender, necesito relax mental total. Me he pasado unos días, hablando en plata, intentando desentrañar "pajas mentales" de esos locos necesarios y he quedado exhausta. Necesito hechos, muchos hechos y que fluyan de la manera más sencilla e intuitiva, jaja
ResponderEliminarMe lo apunto para cuando me desintoxique.
Bs.
No la conocía pero ahora mismo no es una novela que me apetezca leer, quizás en otro momento
ResponderEliminarBesos
No me apetece en este momento, igual más adelante. Un besote
ResponderEliminarNo se, no termina de convencerme
ResponderEliminarGracias por la reseña
Besos
Ya sabes que estos no son los libros por los que yo me decanto fácilmente. Besos.
ResponderEliminarPues no se, por un lado me llama mucho la atención lo que nos cuentas, pero por otro, me gustan los libros en los que suceden muchas cosas, así que... la dejo en interrogante :)
ResponderEliminarBesos!
Parece ser un libro cuya historia se va cociendo a fuego lento... Ahora mismo no estoy para una historia de ese tipo, pero no la descarto en absoluto. 1beso!
ResponderEliminarEn verdad los que hacen la contraportada no siempre se leen el libro, estoy convencida de ello... Pero claro, pensó "investigación... asesinato... pues añado frenética" :)
ResponderEliminarYa sabes que me gustan los libros que provocan reflexiones, el libro ya lo tenía anotado y fichado, tú confirmas las razones e inquietas la espera ;)
Un abrazo
Me suelen gustar este tipo de lecturas, así que me lo llevo bien apuntado.
ResponderEliminarBesotes!!!
A mi la sinopsis me ha dejado KO y si bien es cierto que un excesivo tono intimista me llega a cansar ligeramente no puedo evitar sentirme muy tentada por todo lo que cuentas. La tendré en cuenta. Besos.
ResponderEliminarNo lo conocía, pero me ha encantado tu reseña y lo que cuentas de él, así que otro que se viene a mi querida (y extensa) lista de pendientes.
ResponderEliminarUn beso!
Pues no sé yo si ahora mismo me animaría con él...
ResponderEliminarBesotes
Me la acabo de anotar porque la he visto en una sección del blog de Carmenzity.
ResponderEliminarbsos!
Me lo han recomendado en diversas ocasiones, pero todavía no me he puesto con él. Gracias por refrescarme la necesidad de su lectura. Un besote!
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