30 de junio de 2020

El mal de Corcira - Lorenzo Silva


Hay libros que cierras pensando en cuándo será la siguiente cita porque sabes que no faltarás y eso es justo lo que me ocurre con mis queridos Bevilacqua y Chamorro, que ya estoy deseando volver a reencontrarme con ellos, quizá más que nunca porque ya os anticipo que esta entrega de la serie se ha convertido en mi favorita. Hoy os hablo de El mal de Corcira.


Mi opinión


Un hombre, al que los días previos se había visto acompañado de un joven, ha aparecido desnudo y apaleado hasta la muerte en una playa de Formentera. Nada haría pensar que se trata de un crimen que precise de la intervención de una unidad especial de investigación, pero la víctima fue condenada en su día por colaboración con ETA y hasta allí se desplazará el subteniente Vila para tratar de averiguar si, aunque no hay indicios de ello, su muerte puede tener algo que ver con ese pasado.

Así comienza un viaje a una paradisíaca isla y comienza el viaje personal que Bevilacqua emprenderá hacia su pasado tratando de dilucidar si el crimen de hoy puede tener raíces mucho más lejanas. El autor mencionó aquellos años de juventud en la lucha antiterrorista de Rubén Bevilacqua ya en la primera entrega de la serie, El lejano país de los estanques, y desde entonces llevamos nada más y nada menos que veinticinco años esperando a saber más sobre el tema. Ha tardado sí, pero creo que todos los lectores se lo perdonamos porque El mal de Corcira es una gran lectura a la que solo le puedo poner la pega de lo poco que me han durado sus más de 500 páginas. Una gran lectura en la que Lorenzo Silva alterna la narración de la investigación en el presente, con capítulos con los que volver al pasado para vernos inmerso en una lucha que duró años y que asoló nuestro país con demasiadas víctimas.

No os voy a negar que esta parte del pasado que Vila rememora ha sido mi favorita, quizá porque es un tema que me interesa de forma especial, quizá porque expone sin ambages qué ocurrió, cómo ocurrió y por qué, y lo hace sin recrearse, porque no hace ninguna falta, en detalles escabrosos que salpiquen de sangre la novela y es que ya sabemos todos la mucha que se derramó. Con El mal de Corcira se pone a nuestro alcance el lujo de conocer cómo se preparaba a esos héroes anónimos que iban a luchar contra ETA y nos depara con múltiples historias cotidianas plagadas tanto momentos emotivos, como de otros que nos dibujarán una sonrisa, cuando no arrancarán una carcajada. Y nos servirá también, no olvidemos que nuestro querido Bevilacqua es todo un sesudo, una búsqueda de las razones y de los postulados sobre los que se basó aquella locura que sembró de terror nuestro país.

Y en el presente asistimos, como es habitual en todas las novelas de la serie, a una investigación impecable, que no necesita ni de giros sorprendentes ni de ninguna otra arma habitual en el género para atrapar al lector en sus redes, sino que se basta con el buen hacer del autor a la hora de armar una trama impecable que salpica con las habituales disquisiciones morales del protagonista y aprovechando la menor ocasión para repartir un poco de leña a personas y hechos de nuestra más rabiosa actualidad con esa ironía que caracteriza a nuestro querido narrador. Un narrador que antes de despedirse nos recuerda que no hemos inventado nada y que ya los griegos clásicos nos contaron que en el mundo pasan estas cosas de hermanos luchando contra hermanos.

Creo que podría pasar horas hablando de esta novela que tanto me ha gustado, pero tampoco es cosa de aburriros así que solo añadiré: ¡leedla ya!


Ficha técnica

23 de junio de 2020

La Nena - Carmen Mola


La publicación en 2018 de La novia gitana fue todo un boom editorial que no quise perderme. Con ella se iniciaba una trilogía que en 2019 nos sirvió su segunda entrega, La Red Púrpura, y aunque ciertamente en esa ocasión no quedé tan satisfecha con la lectura como lo había hecho con la primera novela, dos años después de la publicación de esta (así da gusto leer una trilogía, con una novela por año), tenía muy claro que no iba a perderme de ninguna forma el cierre. Hoy os hablo de La Nena.

Mi opinión


Algún cambio ha habido en el equipo policial que conocimos con La novia gitana desde el final de La Red Púrpura. Elena Blanco ha abandonado la Brigada, Chesca se ha hecho cargo provisionalmente de su dirección, y una nueva incorporación llama a las puertas en el comienzo de La Nena. Por lo demás, el resto de sus integrantes se mantiene intacto cuando un nuevo caso llama a sus puertas: Chesca ha desaparecido sin dejar rastro y las primeras pesquisas realizadas no apuntan muy halagüeñas para ella.

Y hasta aquí os cuento. Ni una palabra más sobre la trama de La Nena. Una trama que desde su inicio y según avanza, no deja de crecer en ritmo y en crudeza. En ritmo porque conforme vamos descubriendo detalles de la investigación, del pasado de Chesca y, sobre todo, de su situación actual, es del todo imposible sustraerse a una lectura compulsiva así que aviso a futuros lectores, o tenéis mucho tiempo libre por delante o preparaos, como fue mi caso, a robarle horas al sueño. Y en crudeza porque La Nena depara varias escenas no solo de extrema violencia, sino no aptas para estómagos sensibles.

Pura adrenalina es el colofón que nos ha servido Carmen Mola, y si bien creo que podría habernos ahorrado algún toque gore en ocasiones innecesario, lo cierto es que todo se le perdona a una novela que te atrapa en sus páginas desde el primer momento para no soltarte hasta un final correcto y pulcro en su resolución si bien, como ya me sucediera con La novia gitana, un tanto excesivo en su duración y es que no me gustan los finales precipitados, esos en los que tengo la sensación de que el autor se ha cansado de pronto de escribir, pero tampoco disfruto de aquellos que no rematan en su momento adecuado y que alargan la agonía en unas páginas que a mí solo me suscitan pensamientos tipo que lo cacen ya, que se muera de una vez y similares.

La trama, además de sólida, es original. Tanto como lo fue aquella primera y justo de lo que adolecía la segunda. Y es absorbente y truculenta a más no poder con una prosa fluida y un ritmo que se torna vertiginoso basándose en escenas cortas y de gran impacto. Una auténtica carrera contrarreloj en la que cada segundo cuenta y en la que se añade que el lector va por delante de los investigadores, conociendo datos y asistiendo a escenas de las que no son partícipes ellos lo cual incrementa una tensión que no deja de crecer mientras trata temas tan variados como el peso del pasado, la violación, el retraso mental y la vida apartada en zonas rurales.

En definitiva, Carmen Mola vuelve con La Nena, una novela muy negra y muy cruda, con unos personajes potentes, una trama original y una narración a ritmo de thriller. Una novela que hará las delicias de cualquier amante del género. No os la perdáis.

Ficha técnica


22 de junio de 2020

Esta semana leo... #329

Un lunes más os cuento cuáles serán mis lecturas para esta semana que comienzo con las últimas páginas de El mal de Corcira de Lorenzo Silva, una lectura que se coló en mis planes lectores de la semana pasada ya que el próximo miércoles podré charlar con el autor y me gusta hacerlo con la novela terminada.

También se coló La niña del cuaderno de Bart Van Es. Me apunté a una lectura conjunta y el lunes pasado la comenzamos. Esta también tengo la terminaré pronto, mañana o pasado lo más tardar, y será entonces cuando me ponga con la que tenía prevista para la semana pasada y tuve que aplazar, Malasangre de Helena Tur.

Y vosotros ¿qué leéis?

20 de junio de 2020

Resumen de mayo

En mayo volví a pasar por una crisis lectora, no era capaz de centrarme en nada y mi ritmo lector se vio afectado. A pesar de ello, y aunque solo fueron cuatro las novelas que pude leer, la buena noticia es que las disfruté un montón. Veamos cuáles fueron.


    Libros leídos

    1. Nueve perfectos desconocidos. Liane Moriarty.
    2. El ángulo muerto. Aro Sáinz de la Maza.
    3. Las uvas de la ira. John Steinbeck.
    4. Seguiré tus pasos. Care Santos. 

    Por fin me estrené con Liane Moriarty. Continué con mi gran descubrimiento, Milo Malart. Leí de una vez por todas un eterno pendiente, Las uvas de la ira. Y me reencontré con Care Santos, una autora que nunca falla. Así que, efectivamente, fueron pocos, pero muy buenos.

    ¡Vamos a por junio!

    18 de junio de 2020

    Las uvas de la ira - John Steinbeck


    No sabría decir la de años que llevaba esta novela esperando su turno. Leí por primera vez a John Steinbeck siendo poco más que una adolescente. Dando una vuelta entre los numerosos libros de mi padre, y dejándome llevar por el recuerdo de James Dean en la película, cogí entre mis manos Al este del Edén y entre sus páginas desaparecí unos días totalmente conquistada. Es la novela que más veces he recomendado en mi vida y os aseguro que la recomendación no ha fallado nunca, pero ahí continuaba yo, años y años después, sin volver a sumergirme en las letras del autor hasta que llegó la Covid 19, el confinamiento y la firme decisión de quitarme pendientes. No lo he conseguido del todo, pero hoy os hablo de Las uvas de la ira.

    Mi opinión

     

    Desahuciados y sin más medios para ganarse la vida, la familia Joad emprende, como tantos otros, camino desde Oklahoma hasta California donde los folletos publicitarios prometen trabajo en abundancia para todos y, por lo tanto, una oportunidad de labrarse un futuro que en sus tierras ya no es posible. Poco importan las penurias y desgracias que se suceden durante el largo camino hacia el paraíso y, aunque las voces de algunos que emprenden la vuelta les advierten de que no todo lo prometido es tal y como se lo han vendido, las alternativas que dejan atrás son inexistentes y no queda otra que continuar hacia delante.

    Hace 80 años que John Steinbeck escribió esta novela y su temática no puede ser más actual con crisis económicas y movimientos migratorios en busca de una vida mejor que acaba siendo una quimera ahogada por el empleo que escasea, la precariedad de los salarios y el rechazo de aquellos que sienten que están invadiendo lo que es suyo. La miseria y la desesperación, junto a la ilusión y los sueños que terminan irremediablemente rotos, habitan las páginas de una novela narrada con la crudeza que la trama precisa mientras nos conduce en un éxodo que, desde el inicio, adivinamos no tendrá un final feliz, aunque a la escena final de la novela no se le puede negar un punto de esperanza en medio de tanto anhelo truncado.

    Las uvas de la ira es una novela dura en su contenido y árida en su narrativa. Con una clara predominancia de la narración frente al diálogo, John Steinbeck consigue una magnífica ambientación con la que evoca al detalle la desolación, la desesperación y la pobreza de la vida rural en los Estados Unidos de los años 30 y consigue que el lector se sienta plenamente identificado con sus personajes de forma que, hasta en los actos más reprobables, encontremos justificación para su forma de proceder.

    Mi reencuentro con el autor ha sido más que satisfactorio. Me ha dejado ese gusto por las grandes novelas atemporales que se cierran y es entonces cuando empiezan a crecer. Y a pesar de ello no es una novela que recomendaría a cualquier lector alegremente ya que no es una lectura para sentarse tranquilamente y pasar páginas una tras otra porque precisa de la atención y el esfuerzo del lector, aunque sin dudarlo os digo que es una novela para no perdérsela. Ahora me toca ver la película.

    Ficha técnica


    16 de junio de 2020

    Mujeres que no perdonan - Camilla Läckberg


    Hasta hace unos años no había verano que no leyera una novela de la famosísima serie de Camilla Läckberg. Hasta que me cansé, no es que dejaran de gustarme, simplemente me cansé allá por la sexta o séptima entrega y, aunque no descarto retomarla algún día, lo cierto es que cuando Planeta nos sorprendió con la noticia de la publicación de una nueva novela de la autora fuera de la conocida saga de Fjällbacka, no lo dudé ni un momento, anoté bien la fecha y la leí en cuanto llegó a mis manos. Hoy os hablo de Mujeres que no perdonan.

    Mi opinión

     
    Ingrid, Victoria y Birgitta son las tres protagonistas de Mujeres que no perdonan. Tres mujeres muy distintas entre sí, pero con un punto en común y es que todas, de una forma u otra, viven con sus parejas una tragedia diaria, muy alejada de la imagen idílica que proyectan hacia los demás. Pero todo tiene un límite y las tres están dispuestas a lo que sea para acabar con sus problemas.

    Confieso que había leído alguna opinión bastante negativa de Mujeres que no perdonan y que iba con pies de plomo cuando me enfrenté a ella. Desde el principio me atrapó e interesó su trama y, sobre todo, sus personajes para los cuales unas pocas líneas sirven para trazar perfiles reconocibles y naturales, personajes que podríamos ser cualquiera de nosotros o algún allegado, algún vecino… Cuántas historias tan negras como esta, e incluso más, se esconden en la vida real tras vidas no ya normales y corrientes, sino aparentemente perfectas e ideales.

    Esa es la base de este domestic noir que a mí me ha convencido y al que solo le puedo reprochar que se me ha hecho realmente breve. Poco más de 200 páginas, una trama atractiva que atrapa desde el inicio y una narración realmente ágil con una prosa sencilla y directa, hacen que Mujeres que no perdonan para mí haya sido la lectura perfecta de una tranquila tarde de sábado. Hubiera querido más, que profundizara más en esos personajes de potente perfil, que tensionara más la trama… Sí, me habría gustado, pero tal y como está también me ha gustado y era justo lo que necesitaba en el momento en el que la leí.

    En definitiva, Mujeres que no perdonan es un entretenido domestic noir con el que pasar unas horas de puro entretenimiento alejándonos, además, de todo aquello a lo que la autora nos tiene acostumbrados.

    Ficha técnica


    15 de junio de 2020

    Esta semana leo... #328


    Un lunes más os cuento cuáles serán mis lecturas para esta semana que comienzo con La nena de Carmen Mola. Os confieso que tenía alguna duda con esta novela porque la segunda entrega de la trilogía, La Red Púrpura, no me convenció del modo en que lo había hecho La novia gitana, pero finalmente mi deseo de finiquitar la trilogía me animó y os adelanto que me está gustando muchísimo.

    Llevo un ritmo bastante bueno así que supongo que me dará tiempo a empezar alguna otra lectura, aunque ya sea para el fin de semana y probablemente lo haré con Malasangre de Helena Tur.


    Y vosotros ¿qué leéis?

    11 de junio de 2020

    Seguiré tus pasos - Care Santos


    Care Santos es para mí un valor seguro. Desde que la leí por primera vez Habitaciones cerradas allá por 2014, otras novelas suyas han ido desfilando por este espacio: Diamante azul, Media vida y Todo el bien y todo el mal. En esta última conocimos a Reina Gené, un personaje que me conquistó desde el primer momento, y al que retoma ahora para cerrar la bilogía que comenzó en 2018 y que culmina con Seguiré tus pasos.

    Mi opinión


    La aparición de una antigua carta llena de secretos y la reapertura de la tumba de José Gené, padre de Reina que murió en los años ochenta, hacen que esta decida desplazarse hasta Conques, el pequeño pueblo leridano donde falleció su padre y que solo visitó en aquella ocasión, siendo aún una niña. Este nuevo viaje, que comienza de forma accidentada, será mucho más de lo que inicialmente espera ya que se encontrará con un pasado que no esperaba y con una historia muy distinta a aquella que creía conocer.

    Y es que Care Santos ya sembró la intriga por el pasado del padre de Reina en Todo el bien y todo el mal y ahora, en Seguiré tus pasos, la autora alternará pasado y presente para narrarnos una historia que hunde sus raíces en la Guerra Civil, aunque este no sea el tema que nos ocupa así que tranquilos todos aquellos que huis de ambientaciones bélicas porque, si bien el contexto histórico indudablemente marca la pauta de lo que sucederá, no se trata de una historia sobre nuestra Guerra Civil. Sí es, en cambio, una historia sobre la memoria y sobre cómo el pasado marca el futuro de distintas generaciones.

    Reina Gené es esa mujer fuerte e independiente que conocimos en la anterior novela y, aunque Seguiré tus pasos se vertebra en torno al viaje tanto físico como emocional que emprende, cede protagonismo a esos otros personajes que habitaron otra época y que a mí me han conquistado por completo con una historia de dolor, de lucha y de pérdida. José, Mercedes, Olegario… son personajes tan potentes como creíbles, tan bien definidos en sus luces y en sus sombras, que es imposible no sentirlos cercanos, tanto para compadecernos de ellos en muchas ocasiones, como para detestarlos en otros casos.

    Tanto los escenarios del presente, en Conques, como los del pasado, principalmente en Barcelona, están dibujados con realismo y acierto, permitiendo la autora que el lector se pasee por ellos y viva lo que nos está narrando con las descripciones justas y, a su vez, llenas de pequeños detalles que son los que marcan la diferencia entre un simple decorado por el que pasear a los personajes y un auténtico escenario en el que esos personajes cobran vida para habitar una novela y para invitar al lector a que la viva con ellos. Porque justo así es como Care Santos nos atrapa, con el cuidado por los detalles, la prosa sencilla y elegante, y el dominio del tempo narrativo, todos ellos ingrediente imprescindibles para convertir una buena historia en una narración excelente. 

    En definitiva, Seguiré tus pasos es una novela sobre la memoria y sobre la necesidad de conocer el pasado narrada con la sensibilidad y el buen hacer al que ya nos tiene acostumbrados Care Santos, es una de mis autoras de referencia y por eso no necesito saber nada sobre el argumento de sus novelas porque siempre sé que las voy a leer, solo anoto en la agenda fecha de publicación y espero a que llegue el día de volver a sumergirme en una de sus fantásticas historias. Seguiré tus pasos es una de ellas. No os la perdáis.

    Ficha técnica 


    9 de junio de 2020

    El ángulo muerto - Aro Sáinz de la Maza


    Quizá lo más relevante que me ha sucedido, desde el punto de vista lector, durante el estado de alarma ha sido descubrir al inspector Milo Malart. Lo hice en abril con la tercera entrega de la serie, Dócil, una novela que estará entre mis mejores lecturas del año, y tan encantada quedé que no dudé en leer las dos primeras novelas. Hace unas semanas os hablaba de El Verdugo de Gaudí y hoy es el turno de El ángulo muerto.


    Mi opinión

    Una joven estrangulada, perros empalados en parques infantiles y el asesinato de un abogado de un prestigioso bufete, donde trabajaba la primera víctima, son los casos a los que tendrá que enfrentarse en esta ocasión el inspector Milo Malart que continúa acompañado por la subinspectora Rebeca Mercader, aunque las tensiones entre ellos son cada vez más frecuentes. 

    Sáinz de la Maza vuelve a pasearnos por Barcelona, en esta ocasión tan triste y oscura como la profunda crisis económica que azota a las clases más desfavorecidas, con el desempleo haciendo estragos en la población, y con la corrupción política y el proceso soberanista catalán copando los titulares de los periódicos. Toda buena novela negra tiene que tener ese punto de crítica social habitual en el género y así ha sido en las otras dos lecturas de este autor, El Verdugo de Gaudí y Dócil, pero en esta ocasión el autor va un paso más allá y la crisis económica es, si no un protagonista más de la novela, sí el hilo conductor e incluso el detonante de toda la trama. Y bien está que así sea, aunque os debo confesar que en algún momento me ha resultado excesiva la crítica, alcanzando para mi gusto un nivel más allá de la denuncia en sí misma.

    En cuanto a la investigación nos encontramos con un proceso bien hilado y bien armado y, sobre todo, muy bien hecha la conexión entre dos casos tan distintos como los que se plantean desde el inicio. Una investigación que no puede ser ajena al carácter tan especial del investigador y es que Milo Malart por sí mismo es más que suficiente para crear en el lector el suficiente interés que te invita a leer prácticamente sin mesura, olvidándote de tiempos y deberes mientras te sumerges en una novela que nos habla de los límites que se desdibujan cuando hasta la dignidad es arrebatada.

    Una trama sólida y personajes potentes son las grandes bazas de El ángulo muerto, ese ángulo que ninguno podemos controlar y por el que nos pueden llegar los peores reveses de la vida. Y esto lo que nos encontramos en esta novela, reveses que destrozan existencias y que las cambian para siempre, llevándolas hasta un punto de no retorno mientras el autor aprovecha para azotar la conciencia de los lectores

    En definitiva, El ángulo muerto es una buena y entretenida novela negra que, si bien no es mi favorita de la serie, no dudo en recomendaros.


    Ficha técnica 



    8 de junio de 2020

    Esta semana leo... #327

    Un lunes más os cuento cuáles serán mis lecturas para esta semana que comienzo con El beso del ángel de Andrés Pascual, un autor al que leí por primera vez hace dos años con A merced de un dios salvaje.

    Dado mi escaso ritmo lector no sé si podré empezar alguna otra, no lo creo, pero llegado el caso ando bastante dudosa así que me dejaré llevar por el impulso del momento.

    Y vosotros ¿qué leéis?

    1 de junio de 2020

    Esta semana leo... #326

    ¿Os he contado alguna vez que me gustan especialmente los meses que comienzan en lunes? Me dan sensación de orden y, sobre todo, de buen rollo, así que a ver si este mes lo encaro con más ánimo que los precedentes.

    Y este lunes 1 de junio os cuento que comienzo la semana leyendo las últimas páginas de Seguiré tus pasos de Care Santos, con quien charlaré mañana en un encuentro, virtual obviamente, y continúo también con El olor del bosque de Hélène Gestern.

    Y vosotros ¿qué leéis?