31 de octubre de 2015

Un café con María Oruña


La semana pasada tuve la oportunidad de compartir un café con María Oruña, autora de Puerto escondido. La cita fue en el Hotel de Las Letras al que llegué corriendo y casi con el sándwich en la boca porque salir de trabajar a las tres y estar en plena Gran Vía de Madrid a las cuatro hizo que pararme a comer fuera un sueño. Pero sentarme delante de un plato lo hago todos los días y tomarme un café con María no, así que sin duda las carreras, los atascos y el sándwich refrigerado merecieron la pena. No todos los días se tiene la oportunidad de saludar a la autora que tanto te ha hecho disfrutar con su novela y con la que tantos buenos ratos y guiños compartes en redes sociales.

María Oruña es tal cual la imaginaba e intuía a través del contacto virtual que habíamos tenido: directa, espontánea, natural, sonriente y con las ideas muy claras. Lo que no esperaba es que, además, fuera un poco bruja. Vale, dejémoslo en intuitiva y es que nos contó que la idea de escribir Puerto escondido surgió a raíz de una visita a una playa cántabra en la que tuvo un mal pálpito, una impresión de que algo había sucedido allí y así fue como supo que en los años 50 una criada había matado a su "señorito", lo había descuartizado y arrojado al mar allí mismo.

Aunque la novela no trata sobre este crimen sí sirvió a María Oruña como base para su libro y para explorar qué condiciones sociales y culturales pueden llevar a alguien a cometer un crimen tan atroz y cómo realmente nunca conocemos a las personas, quizá ni a nosotros mismos, hasta que no se encuentran en una situación límite. La labor de documentación le ocupó aproximadamente tres meses en los que recorriendo parques de la zona se entrevistaba con todo aquel que estuviera dispuesto a charlar con ella y la redacción de la novela le llevó unos seis meses. Meses en los que no todas las personas de su entorno estaban convencidas de lo que hacía, pero que hoy en día sin duda se alegran de que la autora tuviera tan claro qué era lo que quería.

Puerto escondido son casi dos libros en uno, aunque uno no pueda entenderse sin el otro. La parte del pasado es la que más le costó y se diferencia muy claramente de la del presente, con dos voces narrativas y dos estilos muy distintos. Tanto que la autora necesitó escribir primero una trama y después otra para, posteriormente, ensamblar ambas. Sin duda fue un trabajo duro para una autora que se declara sin manías a la hora de escribir, pero sí muy metódica y organizada. Una autora con los pies en la tierra que no se deja deslumbrar por el brillo de un éxito que puede ser efímero si no viene acompañado del trabajo duro y eso es algo a lo que María no tiene miedo.

Pero no solo hablamos de su novela porque a pesar de ser un breve encuentro, poco más de una hora, también hubo tiempo para charlar de la novela negra en general, de la moda o no moda de la misma y del punto diferenciador que cada vez demandamos más los lectores del género. Tiempo también para hablar de otros géneros, de los que más nos gustan y de los que más nos cuestan (en este aspecto María y yo coincidimos, la novela romántica no nos va nada). Tiempo para contarnos qué libros hay en su mesilla de noche: Stoner (mi eterno pendiente que duerme en la librería esperando turno) y lo último de Feijoo para echarse unas risas.

Tiempo para contarnos que ojalá pudiera colgar la toga y dedicarse exclusivamente a escribir. Tiempo para advertirnos que vamos a alucinar con el comienzo de su siguiente novela. Tiempo para unas pocas fotos. Y tiempo para lamentar lo breve de nuestra charla. ¡Ojalá pronto tengamos oportunidad de repetir!

30 de octubre de 2015

El chino - Henning Mankell


No había leído nunca a Mankell. Ahorraos los aspavientos, no tengo más excusa que la vida, como siempre os digo, no me da para más. Era uno de esos autores que siempre iba aplazando y con el que por fin me animé cuando Somos Alianza propuso la lectura de una novela fuera de la serie de su conocida saga del inspector Wallander. Hoy os hablo de “El chino”.


SINOPSIS

Una helada mañana de enero de 2006, un fotógrafo hace un descubrimiento aterrador: en el pueblecito sueco de Hesjövallen aparecen brutalmente asesinadas diecinueve personas. La policía sospecha que es obra de un perturbado; pero la jueza Birgitta Roslin, que se interesa por el caso en cuanto sabe que entre las víctimas figura la familia adoptiva de su madre, sostiene otra teoría. Una cinta de seda roja encontrada en la nieve le pone en la pista de un sospechoso llegado de fuera, y de una inquietante trama oculta que parece arrancar en Pekín. Birgitta ignora que todo se remonta a una vieja historia del año 1860, cuando miles de chinos fueron llevados a Estados Unidos a trabajar casi como esclavos en la construcción del ferrocarril en la costa oeste. Las consecuencias de esa dramática odisea, encarnada en los descendientes de los hermanos Wu, San y Gou Si, llegan hasta la conflictiva pero poderosa China del siglo XXI, donde cruentas luchas de poder en el seno del Partido Comunista Chino están decidiendo el futuro del país a las puertas de los Juegos Olímpicos. Pero su persecución del asesino, en solitario y al margen de la policía, se interrumpe en cuanto Birgitta siente en la nuca el aliento frío de quienes quieren acabar con su vida.


EL AUTOR

Henning Mankell (Estocolmo, 1948 – Gotemburgo, 2015) es conocido en todo el mundo por su serie de novelas policiacas protagonizadas por Kurt Wallander, traducidas a treinta y siete idiomas, aclamadas por el público, merecedoras de numerosos galardones (como, entre nosotros, el II Premio Pepe Carvalho) y adaptadas al cine y la televisión (entre otros, por el actor Kenneth Branagh). Tusquets Editores ha publicado la serie completa, junto a otras doce obras, entre ellas el thriller titulado El chino. Con Huesos en el jardín se cierran los casos protagonizados por Wallander o relacionados con él: Asesinos sin rostro, Los perros de Riga, La leona blanca, El hombre sonriente, La falsa pista, La quinta mujer, Pisando los talones, Cortafuegos, Antes de que hiele (protagonizado por Linda Wallander), Huesos en el jardín y El hombre inquieto, además del volumen de relatos La pirámide, que recoge las investigaciones del joven Wallander, previas a la serie completa. Con ocasión de la publicación de esta obra, Henning Mankell ha escrito un posfacio en el que narra su relación con el aclamado detective a lo largo de los años.


MI OPINIÓN

La sinopsis que ofrece la editorial es lo suficientemente amplia, incluso demasiado, como para que yo os cuente algo más sobre su argumento. Incluso al futuro lector de la novela le diría que se ahorrara leer la sinopsis, en primer lugar porque contiene información que es mejor descubrir durante la lectura y, en segundo lugar, porque creerá que va a leer una novela negra pura que finalmente no encontrará, o al menos yo no he encontrado porque “El chino” no es solo una novela negra. Si bien los diecinueve cadáveres hallados en un pequeño y tranquilo pueblo de Suecia son el hilo conductor de la trama, ésta deriva rápidamente con una importante carga histórica, por un lado, y político-social por otro. Histórica cuando Mankell nos narra cómo miles de chinos fueron prácticamente secuestrados y enviados a Estados Unidos en el siglo XIX para trabajar en la construcción del ferrocarril. Y político-social cuando, volviendo a la actualidad y trasladando al lector a China, nos muestra algunas claves de la sociedad de ese país, retrotrayéndose al mismo tiempo a la época de Mao.

A estas alturas, y tras mis múltiples comentarios en Twitter durante la lectura simultánea, no voy a negar que “El chino” no me ha gustado nada. No me cabe duda del valor que tiene la novela, muy especialmente en cuanto a la documentación e investigación que el autor debió llevar a cabo para confeccionar esta novela, pero a mí me ha resultado lenta, muy densa, complicada y tremendamente aburrida. Su comienzo es muy atractivo, pero los asesinatos terminan siendo una mera excusa para hablar de temas que a mí no me interesan en absoluto. Temas que si se hubieran tocado de forma tangencial en relación a la supuesta trama principal, los asesinatos, no me habría importado, es obvio que no todo nos puede interesar en una novela y en muchas ocasiones se habla de cosas que nos sobran, pero que sirven como complemento y los aceptamos. Este no es el caso de “El chino” puesto que esos otros aspectos de la novela son los que realmente priman en ella.

Al margen de mi falta de interés en la sociedad china, en el nacimiento del comunismo en el país, en la construcción del ferrocarril… tampoco me ha parecido que el autor consiguiera una coherencia al ensamblar elementos tan dispares de forma que el resultado final no me ha resultado verosímil y el desenlace y resolución de los asesinatos me reafirman en mi idea de que Mankell, en esta ocasión, no tenía interés alguno en hacer una novela negra, sino que sus intereses iban por otro lado bien distinto y muy diferentes a los míos, pero que muy bien pueden ser los de otro lector por lo que os recomiendo que antes de descartar la lectura de esta novela miréis otras opiniones.



28 de octubre de 2015

Justo antes de la felicidad - Agnès Ledig


Hay libros en los que te fijas en cuanto los ves en las librerías o en un catálogo de novedades. Libros que poco a poco, y solo viendo su portada y su título, se van haciendo un hueco en ti. Si de estos libros, además, comienzas a leer opiniones muy positivas y entusiastas, con comentarios sobre él que te hacen pensar que es justo el tipo de lectura que más sueles disfrutar y, para colmo, te lo comparan con algún autor o autora que te gusta mucho, es inútil resistirse demasiado porque sabes que, tarde o temprano, te harás con él. Cuando ya lo tienes entre las manos y lo abres por la primera página no hay vuelta atrás, la suerte está echada, ¿cumplirá con tus expectativas? Hoy os hablo de “Justo antes de la felicidad”.


SINOPSIS

Hace demasiado tiempo que Julie ha dejado de creer en los cuentos de hadas, en la bondad y todas esas patrañas. Con apenas veinte años, es cajera de un supermercado donde aguanta las impertinencias y el acoso de su jefe por miedo a perder su puesto. No se lo puede permitir, necesita ese trabajo. Es madre soltera y tiene que valerse por sí misma, ya que su familia le dio la espalda cuando se quedó embarazada del pequeño Lulú, un niño de tres años adorable.

Pero un día un desconocido le tiende una mano por pura generosidad. Conmovido por su situación familiar, Paul, un cliente del supermercado, la invita espontáneamente a pasar con el niño unos días en la costa bretona junto a él y su hijo Jérôme. Reacia en un primer momento, la joven madre acaba aceptando la propuesta sin saber que estas vacaciones van a cambiar sus destinos para siempre. Un viaje de no retorno y una cadena de sucesos inesperados mostrarán a Julie la cara más triste pero también la más amable de la vida.

Una historia llena de vitalidad y esperanza que nos reconcilia con la vida.
El optimismo, la ternura y un fino humor impregnan las páginas de esta emotiva novela.


LA AUTORA

Agnès Ledig es comadrona en Alsacia. Comenzó a escribir como terapia personal al enfermar su hijo de leucemia. En 2011 publicó su primera novela que fue seleccionada para el premio de la revista Femme actuelle. Ahora, con Justo antes de la felicidad, la autora ha sido galardonada con el premio de los libreros Maison de la Presse 2013 y se ha convertido en best seller indiscutible en Francia, y los derechos de traducción han sido vendidos a más de quince países.


MI OPINIÓN

Julie es madre soltera. Ella y su pequeño hijo de tres años apenas consiguen sobrevivir con el sueldo que gana como cajera en un supermercado. Un trabajo monótono y mal pagado en el que, además, tiene que soportar a un jefe muy dado a abusar de su poder con sus empleadas. Un día Paul, recién separado y a punto de jubilarse, depositará su compra en la caja que atiende Julie y algo le conectará con la tristeza de su mirada y con una lágrima atrevida que osa asomar a sus ojos. Tanto conectará que será el inicio de una amistad que les llevará hasta Bretaña y allí, en la orilla del mar y junto a Jérôme, el hijo ya adulto de Paul, y Lulu, hijo de Julie, conformarán un grupo tan heterogéneo como unido.

Agnès Ledig
Alternando el narrador omnisciente y la primera persona en la voz de Julie, la autora construye una novela ágil y de fácil lectura que con una prosa sencilla y un lenguaje cercano nos traslada una historia en la que priman las emociones y los sentimientos. Con un ritmo pausado vamos conociendo a los protagonistas de esta historia dura, pero llena de esperanza, en la que el dolor y la tristeza se atenúan con algún guiño en el que la autora hace gala de su sentido del humor.

Dice la faja del libro (dichosas fajas) que a Agnès Ledig se la compara con Anna Gavalda (dichosas comparaciones) y es cierto que la primera mitad de la novela me recordó en algún momento a esa otra autora francesa que tanto me gusta. Los tres adultos en Bretaña forman un trío tan desigual como encantador y entrañable, imposible no recordar a esos personajes tan dispares que se complementan hasta casi formar uno en “Juntos, nada más” porque también en “Justo antes de la felicidad” cada uno de ellos llega a la costa bretona con sus heridas, cada uno con una vida rota o a punto de desmoronarse. Tan frágiles y tan grises individualmente. Tan fuertes y coloridos todos juntos que la autora, como Gavalda, parece tejer el comienzo de la dicha a partir de retales.

Es a partir de esta primera mitad cuando se produce un cambio tanto en el tono como en el ritmo de la novela y es que acontece un hecho dramático que cambiará la vida de nuestros protagonistas para siempre. Es entonces cuando la narración deriva a lo que yo suelo llamar autoayuda disfrazada de novela. “Justo antes de la felicidad” se llena de múltiples reflexiones y mensajes positivos sobre la esperanza, la lucha, la amistad… Mensajes tan directos que apenas dejan margen al lector para que reflexione y sienta por sí mismo. Angés Ledig escribió esta novela como una especie de terapia cuando su hijo enfermó de leucemia y supongo que ésta es la razón por la que habrá sido para la autora muy difícil separar la narración de sus propias vivencias y junto al mensaje de que a pesar de todo la vida sigue, la autora ha desnudado su corazón a través de personajes ficticios.

En definitiva, y a pesar del pero que os he comentado, “Justo antes de la felicidad” es una historia sencilla y amena. Una novela triste, pero llena de vitalidad y narrada con naturalidad. Una novela con la que sonreír, con la que llorar y con la que, a pesar de todo, volver a sonreír.


26 de octubre de 2015

Esta semana leo... #114


Se nos termina octubre y no os voy a decir otra vez que tenemos la Navidad encima porque solo hay que ir al supermercado para que los turrones empiecen a asaltarnos. No puedo con esto de verdad...

¿Y qué leo esta última semana de mes? La comienzo con "La puerta vacía" que terminaré hoy mismo porque me quedan unas pocas páginas, ya sabéis de mi afición a empezar sagas según me parece y en esta ocasión me he estrenado con la tercera novela de Esteban Navarro que no me ha convencido mucho.

Hoy mismo tengo previsto empezar "La muerte en Venecia" de Thomas Mann y el miércoles comenzaré la lectura simultánea de "El castillo" de Luis Zueco que con sus casi 700 páginas me tendrá entretenida durante varios días en los que compartiré la lectura comentando en Twitter con la etiqueta #ElCastillo.

Y vosotros ¿qué leéis?


SORTEOS


Libros que hay que leer sortea un ejemplar de "La Alejandría olvidada". Bases aquí.


24 de octubre de 2015

Encuentro con Mikel Alvira


Una tarde en la que el otoño despliega sus supuestos encantos en tonos de gris y riega el sábado con esa lluvia que siempre me invita a quedarme en casa, puede convertirse en una tarde luminosa en un rinconcito del Hotel de Las Letras. Y nueve personas entre las que unas se conocen y se tratan habitualmente, mientras que otras solo tienen un conocimiento virtual, e incluso algunas ni a través de la pantalla, puede convertirse en un animado grupo que de lejos nadie diría acaban de saludarse por primera vez. Un animado grupo que en torno a Mikel Alvira compartió cafés y cervezas, pero sobre todo compartió letras, charla, risas y hasta alguna confidencia.

El amor por la literatura consigue estas cosas, pero lo principal es encontrarte frente a frente con alguien que derrocha amor y pasión por lo que hace. Mikel lo derrocha con palabras, con gestos y con miradas mientras responde a nuestras, atropelladas a veces, preguntas y a su vez nos interroga a nosotros por lo que podríamos llamar nuestra vida bloguera y tuitera porque no deja de sorprenderle como a un inocente comentario en Twitter pueden seguirle más de treinta respuestas, ninguna de ellas relacionadas con la literatura que es lo que nos ha unido, pero que ha hecho mucho más: crear lazos.

Me desvío... ¿Cómo resumir aquellas cuatro horas? Cuatro horas en las que, para variar, no tomé ni una nota. Lo cierto es que en esta ocasión no hice ni el intento, uno no toma notas cuando está entre amigos y las conversaciones surgen, saltan, vuelan, vuelven... Hablamos, claro está, de La novela de Rebeca, una novela que Mikel creía impublicable y que su agente quiso publicar nada más leerla. Gracias señora agente por hacer tan bien su trabajo, de lo contrario este hombre nos habría privado de Simón Lugar y a mí incluso puede que me hubiera privado de conocer sus letras, quién sabe si cualquier otra portada, de la que también hablamos y de la que Mikel se siente muy satisfecho porque era la que deseaba, me hubiera llamado tanto la atención como lo hizo ésta. Por cierto, que resulta que los agentes no son tan malos como los pinta la literatura, ni parecidos a la Úrsula que azuzaba a Simón Lugar, al menos ni la suya ni los de algunos compañeros lo son. Me pregunto la razón literaria que lleva a tantos autores a darnos esa otra imagen y no sé si es que habrán detectado que a los lectores parece gustarnos imaginar a nuestros escritores favoritos azotados por la presión…

Leo, en la pequeña biografía de su web, que Mikel es un creador multidisciplinar y este último adjetivo se me hace una palabra poco bella en sus formas para un concepto tan atractivo. Mikel nos contó las muchas cosas que hace, desde cortos hasta teatro, pasando por escribir algún discurso para sectores tan prosaicos que no me imagino nada más alejado de este hombre que se siente poeta y que está convencido de que lo que mejor hace es construir frases. Frases que luego precisan unas trescientas o cuatrocientas páginas a su alrededor para llegar a ser esas novelas con las que, además, construye momentos, incluso mundos enteros, para sus lectores. O frases directamente dibujadas sobre la piel en un acto íntimo de belleza sencilla que os invito a que contempléis en el perfil del autor en Instagram.

Como veis, una tarde fantástica que fue mucho más de lo que yo os puedo contar en esta breve y difusa crónica, porque si a veces en mis reseñas os digo que tal o cual libro no lo he leído, sino que lo he vivido, hoy os digo que la tarde en la que Mikel Alvira nos dedicó unas horas hay que vivirla y no leerla. Gracias por el tiempo que nos dedicaste, Mikel. Lamento decirte que te has metido en un buen lío porque a la mínima oportunidad lo organizaremos de nuevo.

23 de octubre de 2015

Daringham Hall. La decisión - Kathryn Taylor




Este verano pasado os hablé de “Daringham Hall. La herencia”, primera entrega de una trilogía cuya segunda novela no se ha hecho esperar como tampoco lo hará la tercera ya que su publicación está prevista para enero de 2016. Hoy os hablo de “Daringham Hall. La decisión”.


SINOPSIS

Un secreto largamente guardado, una gran decisión pendiente.
Ben Sterling no termina de comprenderse a sí mismo: desde su llegada a Daringham Hall su vida ha dado un vuelco, no solo porque su familia, durante tanto tiempo perdida, lo recibió con enorme amabilidad, y contra todo pronóstico, en su finca inglesa. También porque sus sentimientos por la veterinaria Kate lo han pillado por sorpresa. Pero ¿ahora incluso se plantea un futuro en Inglaterra? En realidad no sabe que las intrigas de una tercera persona le harán reconsiderar su decisión de permanecer en Daringham Hall...


LA AUTORA

Kathryn Taylor comenzó a escribir siendo una niña y publicó su primer cuento a los once años. Ya entonces supo que algún día sería escritora. Pero no fue hasta su vida laboral y privada dio varios giros cuando pudo finalmente cumplir su sueño. Con su serie de novelas eróticas Colours of Love no solo logró ganarse el entusiasmo de miles de lectores en Alemania y en el extranjero, sino que alcanzó el segundo puesto de la prestigiosa lista de best sellers de Der Spiegel. Con Daringham Hall: La herencia inicia una nueva trilogía llena de secretos, dispuesta a consolidarse como una de las voces más versátiles de la ficción comercial alemana.


MI OPINIÓN

Esta segunda entrega comienza justo en los días posteriores en los que finaliza la primera. Ben Sterling llegó a Daringham Hall, en plena campiña inglesa, dispuesto a vengarse de los que consideraba habían despreciado a su madre, dejándola sola con un niño que debía haber llevado el ilustre apellido de los Camden y debía haber disfrutado una vida muy distinta a la que tuvo. Pero esos planes de venganza empezaron a tambalearse cuando vislumbró que quizá no todo había sido como él creía y, además, encontró el amor que nunca buscó.

“Daringham Hall. La decisión” vuelve a ser una novela con bastante romance, aunque un poquito menos que el anterior libro, cosa que como os podéis imaginar yo he agradecido. En esta entrega priman más los secretos familiares y las relaciones personales que se establecen entre sus personajes. Personajes que, evidentemente, siguen siendo los mismos, aunque en esta ocasión algunos de los secundarios toman un poco más de relevancia para protagonizar pequeñas subtramas que complementan a la principal y que añaden más emoción a la lectura. El hecho de que la relación amorosa entre Kate y Ben tenga menos peso en esta novela y que se dé más juego a otros personajes y a otras tramas, ha hecho que haya disfrutado de esta lectura incluso más que de la anterior. Ahora los secretos familiares , las mentiras y las luchas internas que libran algunos de los personajes cobran mayor protagonismo haciendo que la novela se aleje del lado más romántico para adentrarse en un terreno más acorde con mis gustos.

La prosa de la autora sigue siendo fresca y sencilla consiguiendo una lectura fluida y muy agradable de leer. Una de esas lecturas en las que la historia y las páginas fluyen sin prisa, pero sin pausa de la mano de una voz omnisciente y con abundancia de diálogos que confieren mayor agilidad si cabe a un libro de por sí dinámico. 

En definitiva, “Daringham Hall. La decisión” vuelve a ser una novela muy entretenida que se lee sin apenas darte cuenta mientras saboreamos un té junto a los personajes. Ellos en la campiña inglesa. Cada lector donde guste.



21 de octubre de 2015

La extraña historia de Maurice Lyon - Oriol Nolis


Oriol Nolis es una cara conocida por todos, quizá su nombre pueda despistar a algunos por esa capacidad que tiene la televisión para que a veces obviemos nombres, pero nunca olvidemos caras porque hoy, contra todo pronóstico, y liberándome de los prejuicios que a veces me acompañan  a la hora de leer novelas escritas por caras conocidas, os hablo de “La extraña historia de Maurice Lyon”, un libro que me atrajo inmediatamente en cuanto leí su sinopsis. 


SINOPSIS

El valor del arte reside en su belleza. Poseer una obra de arte es como pretender ser dueño de una puesta de sol.

Maurice Lyon es el hijo mayor de una importante familia de coleccionistas de arte franceses. Desde su nacimiento, Maurice parece destinado a heredar la extraordinaria colección de pintura que durante siglos ha pasado de padres a hijos. Sin embargo, una noche un grave incidente en la elegante residencia parisina de los Lyon cambiará su vida para siempre.

Repudiado por su familia y desterrado a Barcelona, planeará una venganza tan sofisticada como delirante mediante la cual iremos descubriendo los intrincados laberintos que trazan su oscura personalidad y los misterios que componen la extraña historia de Maurice Lyon.

Una primera novela que supera las expectativas del lector y nos sumerge en una maraña de emociones y sensaciones que no cesan hasta la última página. 


EL AUTOR

Oriol Nolis Curull (Barcelona, 1978). Licenciado en Periodismo y Derecho por la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, ejerce el periodismo desde hace más de quince años. Ha trabajado en prensa y radio, aunque ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en la televisión. En TVE ha presentado el Telediario fin de semana, El Debate de la 1, los informativos del Canal 24 Horas, además de otros espacios en la delegación territorial de TVE Catalunya.


MI OPINIÓN

Maurice Lyon es el heredero de una importante familia de coleccionistas de arte. Destinado a ser el sucesor de su padre todo cambia a raíz de un grave incidente acaecido años atrás y que provocó su destierro teniendo que abandonar el hogar familiar en París para trasladarse a Barcelona.

Oriol Nolis nos presenta una historia extraña, como bien dice el título y un personaje, Maurice, complejo. La ambición y la frialdad son los rasgos que mejor definen a un personaje que actúa como narrador y que, en ocasiones, interpela directamente al lector mostrando su cara oculta, esa que no conocen aquellos para quienes Maurice es el elegante seductor de eterna y pícara sonrisa. Un Maurice al que poco a poco iremos conociendo a través de retazos de su pasado, de su niñez, de sus carencias afectivas, su dolor, sus heridas... Todo aquello que, si bien no puede justificar su forma de actuar, sí arroja luz sobre un hombre que no se detiene ante nada cuando de alcanzar sus propósitos se trata.

“La extraña historia de Maurice Lyon” es una novela en la que la reflexión sobre el arte y la posesión son los ejes sobre los que gira una trama que por momentos llena de desasosiego a un lector que lee que “Poseer una obra de arte es como pretender ser dueño de una puesta de sol”. Y es Maurice, ese hombre egocéntrico que vive dominado por su concepto del arte, por su deseo de posesión, por el poder que ello le otorga y el por uso que hace de él, sintiéndose un dios, quien pretende ser dueño de esa puesta de sol. Maurice llega a ser escalofriante. Sin duda sufre un grave trastorno y su frialdad y actitud despiadada traspasan las páginas para llegar a un lector que asiste lleno de asombro a un delirio que no deja de crecer.

Sé que estoy incidiendo mucho en hablaros del protagonista, olvidándome de contar que es una lectura ágil, que el autor utiliza un lenguaje cuidado y escogido, una prosa sencilla que te permite entrar rápidamente en una trama más compleja de lo que aparenta y que va más allá de las etiquetas de thriller y novela de misterio que la propia editorial emplea. Pero es que Maurice me ha parecido un personaje fascinante, con un trazado psicológico minucioso que no por estar llevado a un extremo deja de ser realista. Un personaje por el que sin duda hay que felicitar al autor.

“La extraña historia de Maurice Lyon” es más que una novela negra y más incluso que esa reflexión sobre el arte de la que os hablaba. Es una novela sobre la búsqueda de la trascendencia más allá de los días que a cada cual nos ha tocado vivir. Una trascendencia que cada uno busca, a sabiendas o no, a su manera, y que para Maurice Lyon pasa por una colección de deseos con la que aplacar el dolor que encierra e intentar sanar las heridas que han marcado su existencia. Una colección de deseos sobre los que ejercer el poder que no tiene sobre otras cosas, sobre otras personas. Una frustración que Maurice Lyon solo puede mitigar con su colección.

Creo que hay dos formas de leer este libro, como sucede con casi todos probablemente. El lector que se centre en la trama sin duda disfrutará con una historia original y bien desarrollada. El lector que quiera ir más allá encontrará una novela a partir de la cual buscar en él mismo respuestas a preguntas que quizá no sepa que se planteaba. Este lector, además, verá que la novela no acaba al cerrar el libro porque es de las que mejoran con el reposo. Os animo a leerla, seáis uno u otro lector.







19 de octubre de 2015

Esta semana leo... #113


Hoy una entrada muy rapidita porque me he dado cuenta en el último momento que no la había escrito y no puedo dejar pasar un lunes sin contaros qué leeré. En esta ocasión me acompaña "La caricia de Tánatos" de María José Moreno, a la que además espero tener la oportunidad de conocer el jueves próximo.

Como muchos ya sabréis la secta en la que me metí de cabeza, Somos Alianza, ha organizado una lectura conjunta que estamos comentando en Twitter con la etiqueta #caricialiada. La lectura comenzó el viernes pasado y, aunque yo no me incorporé hasta ayer, la he cogido con muy buen ritmo y ya he leído casi la mitad de la novela. Aún así ya sabéis que durante la semana bajo el ritmo por lo que imagino que durará unos cuantos días más en mis manos y después ya veré con qué me animo, con tanto pendiente el momento de la elección es cada vez más difícil y me dejo llevar un poco por impulsos.

Y vosotros ¿qué leéis?

16 de octubre de 2015

El pasajero 23 - Sebastian Fitzek


Sebastian Fitzek es uno de esos autores que siempre me ha apetecido leer, pero que sin motivo alguno, salvo el eterno número de libros y autores pendientes que me acompaña, iba postergando a pesar de que cada reseña sobre alguno de sus libros volvía a despertar mis ganas. Pero la reciente publicación el pasado mes de septiembre de su última novela hizo que no lo demorara más y hoy os traigo mis impresiones sobre “El pasajero 23”


SINOPSIS

Martin Schwartz, psicólogo de la policía, perdió hace cinco años a su mujer y a su hijo durante unas vacaciones en el crucero Sultan of the Seas. Nunca se supo con certeza lo ocurrido. Martin no ha logrado recuperarse y busca refugio en su trabajo como agente encubierto en operaciones suicidas.

En el transcurso de una misión, recibe la llamada de una anciana dama algo extravagante, que se presenta como autora de novelas de suspense. La mujer afirma que existen pruebas relacionadas con la desaparición de la familia de Martin, y urge a este a que vuelva a embarcarse en el Sultan. Él, que había jurado no volver a poner un pie en un barco, acata sus indicaciones y se entera de que una niña desaparecida semanas atrás en el Sultan ha aparecido… con el osito de peluche del hijo de Martin bajo el brazo.

Un crucero es una pequeña ciudad en la que todos los años desparecen decenas de pasajeros: el lugar para el crimen perfecto.


EL AUTOR

Sebastian Fitzek (1971) estudió Derecho. Antes de dedicarse a la escritura, trabajó como periodista, editor y director de programación para varias emisoras de radio. También ha desarrollado programas de televisión, y actualmente es socio de una de las más importantes consultorías alemanas para la industria radiofónica.


MI OPINIÓN

Con “El pasajero 23” nos embarcaremos en el Sultan of the Seas junto a Martin Schwartz, psicólogo de la policía que cinco años atrás perdió a su mujer y su hijo precisamente en ese trasatlántico, pero tiene una poderosa razón para pisar ese barco en el que nacieron todas sus pesadillas: una anciana, escritora de novelas de misterio, se pone en contacto con él para decirle que tiene pruebas que podrían ayudarle a saber qué fue lo que realmente ocurrió con su familia. La sorpresa que se encontrará a bordo será mayúscula, y es que no sólo desaparecen viajeros, sino que algunos incluso reaparecen semanas después.

Comienza así una novela que ha resultado ser una lectura adictiva que me ha tenido con el corazón en un puño, no solo por lo que se narra en el libro, sino principalmente por todo lo que yo me dediqué a imaginar que podría suceder en unas vacaciones que siempre vi idílicas. Y es que nunca he hecho un crucero pero, por ahora, se me han quitado las ganas, los datos que el autor nos ofrece en su nota final son realmente inquietantes porque aunque “El pasajero 23” es una novela de ficción tiene una base de verdad como son las estadísticas de desapariciones sin explicación, que terminan calificándose como suicidio, que ocurren cada año durante las travesías. Es tan fácil desaparecer en un crucero... Ya sea por voluntad propia o ajena.

Aun siendo ésta la trama principal lo cierto es que en el libro conviven varias subtramas secundarias que añaden aún más tensión si cabe a un tema ya de por sí perturbador. Los personajes están perfilados en su justa medida para situarnos en la trama, salvo en el caso de Martin Schwart, protagonista en el que el autor sí se detiene más para trazarnos un perfil concienzudo que nos ayude a entender a este policía psicólogo al que su propia vida no parece importarle demasiado. Este punto lo percibimos muy claramente en el primer capítulo de la novela, un capítulo que aunque nada tiene que ver con lo que posteriormente se nos contará, sí nos deja muy claro cómo piensa y siente el policía al que acompañaremos a lo largo de las más de cuatrocientas páginas del libro.

Cuatrocientas páginas que se leen casi de forma compulsiva porque “El pasajero 23” es un thriller psicológico adictivo que una vez comienzas no puedes dejar de leer a pesar de que algunas de sus escenas pueden llegar a ser realmente duras y crueles. Con un buen equilibrio entre narración y diálogo, la trama está salpicada de giros sorprendentes. Será un narrador omnisciente quien nos lleve de la mano a través de un lenguaje directo y estilo fluido con el que el autor nos traslada directamente al ambiente de un crucero de primera categoría con sus piscinas, casino, tiendas de lujo... Y nos hace sentir también la claustrofobia de encontrarse en un espacio en el que no hay más salida que el mar. El ritmo es muy ágil desde el principio, pero es en el último tercio en el que se torna trepidante y nos lleva así hasta un final sorprendente que ni en mi mayor delirio podría haber imaginado porque cuando crees que todo está cerrado, resulta que hay más...

En definitiva, “El pasajero 23” es una novela adictiva, narrada con un ritmo frenético. Una novela que atrapa desde las primeras páginas con una trama original y que asegura al lector unas cuantas horas de entretenimiento.



14 de octubre de 2015

La mujer de gris - Anna María Villalonga


Segunda novela de la colección Navona Negra que leo y no puedo dejar de preguntarme cómo no me animé antes. Si hace unos meses fue “En el cielo no hay cerveza” de Carlos Salem, en esta ocasión es un libro totalmente distinto el que os traigo hoy: “La mujer de gris” de Anna María Villalonga. A veces no dejas de ver buenas opiniones de una novela por todas partes y es inevitable sentirse atraída por esa lectura al mismo tiempo que te asalta el temor de que no llegue a cumplir con las dichosas expectativas que a menudo se empeñan en jugarnos malas pasadas. Porque con “La mujer de gris” mis expectativas estaban por las nubes y he de decir que, en esta ocasión, plenamente justificadas.



SINOPSIS

La mujer no tenía ningún atractivo especial. Ni guapa ni fea, ni alta ni baja, ni joven ni vieja. Un personaje gris entre la masa gris. Con un pañuelo al cuello.

 ¿Podemos meternos en el interior de otro ser humano? ¿Podemos saber qué conduce a un hombre a acosar a una mujer que ni siquiera le gusta? Ésta es la historia de una persecución apasionante, llena de giros inesperados, donde nada es lo que parece. Una novela sutil, intensa, de gran profundidad psicológica. Un viaje al interior de unos personajes atrapados sin remedio entre los tentáculos de una realidad a menudo incomprensible.

 Todo comenzó como un juego para desafiar a la rutina. No se le ocurrió que, a veces, los juegos se nos escapan de las manos, imposibles de controlar.


LA AUTORA

Anna María Villalonga es licenciada en Filología Hispánica y Catalana. Profesora e investigadora en el Departamento de Filología catalana, Sección Literatura, de la Universidad de Barcelona. Escribe y hace crítica cinematográfica. Tiene secciones y columnas en la prensa de Barcelona. En diciembre de 2013 publicó una antología de relatos negros escritos por mujeres con el título “Ellas también matan”. La obra que presentamos en esta colección, La mujer de gris, es una versión escrita por ella misma de su novela originalmente en catalán La dona de gris.


MI OPINIÓN

Me gustan los libros cuya trama se basa en la rutina, en lo cotidiano, en las personas normales y corrientes, incluso un poco más aburridas de lo habitual, que terminan sorprendiéndonos y de qué manera. Porque realmente nunca sabemos, por mucho que nos guste imaginar como es mi caso, cómo es la vida de aquellas personas que nos cruzamos todos los días en un momento u otro. Personas que incluso se repiten día tras día, bien porque coincidimos con ellas a la misma hora en el transporte público, en la cafetería donde desayunamos habitualmente, o en cualquier otro lugar. Personas grises, como probablemente lo seamos nosotros para otros, pero personas que, al fin y al cabo, tienen toda una vida por contar.

Este es el caso de los dos protagonistas de esta novela. Él, un prejubilado de la banca del que nunca conoceremos el nombre, lector empedernido, cinéfilo por encima de todo, que no encuentra motivos para salir de casa cada día una vez su padre ha fallecido y su vida laboral se ha dado por finiquitada. Ella, Gloria, una mujer como cualquier otra, que un buen día pierde un pañuelo. Precisamente el día en el que él se atrevió a salir de su autoimpuesta reclusión hogareña. Para ella nada cambiará, para él, cambiará todo porque de nuevo tendrá una razón para salir a la calle, una razón realmente para vivir y dejar de, simplemente, existir.

Con unos pocos personajes más, todos grises, todos cotidianos, Anna María Villalonga construye un relato perturbador. Un relato que atrapa poco a poco hasta meterse en la piel del lector al igual que el lector se mete en la piel del protagonista tomando como suya la evolución tranquila, pero no por ello menos sorprendente, que éste vive a lo largo de unas pocas páginas, no llegan ni a doscientas, cargadas de referencias cinematográficas. La autora no necesita de más para meternos de lleno en esa normalidad para unos, no tanto para otros. En ese concepto que, lejos de cualquier objetividad, tiene tantas acepciones como intentos de definición.

Alternando el narrador omnisciente y la voz del protagonista, “La mujer de gris” va calando en el lector con un ritmo pausado, sin estridencias, y con una prosa sencilla y cuidada, para meternos de lleno en el día a día de un protagonista que solo se explica la vida a través de la ficción, a través de los grandes personajes, tanto de libros como de películas principalmente, que son los que le dan la experiencia que a él le falta. Una novela que nos habla de cómo el gris puede tornarse en mil y un tonos por un hecho de lo más fortuito como es la pérdida de un pañuelo, porque a veces la vida puede cambiar en un instante, un momento tras el que nada vuelve a ser lo mismo y ya no hay marcha atrás.

Me bebí esta novela. No de un trago, porque la comencé un sábado por la tarde y una cena y sobremesa con amigos me hizo aparcarla por unas horas, pero sí en dos tragos, cuando esa misma madrugada, al volver a casa, no puede evitar coger de nuevo “La mujer de gris”, que admito había estado rondando mi cabeza buena parte de la noche, para ponerme de nuevo con ella y no soltarla hasta el final. Una novela perturbadora e inquietante que no dudo en recomendaros.




12 de octubre de 2015

Esta semana leo... #112


Esta semana con lunes festivo tiene otro sabor y así da gusto. Ya mañana me quejaré del martes o quizá esta misma tarde cuando vuelva a casa después de pasar unos días de relax con familia y amigos lejos de Madrid y tenga que empezar a poner lavadoras y todas esas cosillas que no he hecho durante el fin de semana...

Pero a lo que vamos y que no es otra cosa que las lecturas que me ocuparán esta semana. El sábado empecé "La extraña historia de Maurice Lyon" y creo que lo terminaré hoy. Mañana no tengo muy claro con cuál me pondré, pero probablemente el elegido sea "Daringham Hall. La decisión", segunda entrega de una trilogía que comencé hace unos meses. Y más avanzada la semana, el viernes 16, dará comienzo la lectura conjunta de "La caricia de Tánatos" que me apetece muchísimo.

Sí, ya sé que estoy en plan ambicioso. Más teniendo en cuenta que la semana pasada estuve con "El pasajero 23" mucho más tiempo del que esperaba, pero espero que esta semana sea por fin más tranquila que la anterior.

Y vosotros ¿qué leéis?



SORTEOS


Libros que hay que leer sortea un ejemplar de "Fénix". Bases aquí


9 de octubre de 2015

Tierra de brumas - Cristina López Barrio


Ni puedo ni intento resistirme a las novelas de Cristina López Barrio. Desde que hace unos años leí “La casa de los amores imposibles” caí rendida ante la forma de narrar de esta mujer. Después vino “El cielo en un infierno cabe” con el que también disfruté muchísimo y este año “Tierra de brumas”, su última novela, con la que ya puedo afirmar sin temor alguno a equivocarme, que la autora es para mí un valor seguro.


SINOPSIS

Cuando Valentina se queda huérfana a los once años, se ve obligada a atravesar el océano desde su Habana natal a la Galicia de sus antepasados para quedar al cargo de su abuela, Bruna Mencía, marquesa de Novoa. La matriarca la recibe en su solitario, decadente y majestuoso pazo y comienza a educarla para convertirla en la heredera de la dinastía.

Valentina conocerá a través de Bruna la convulsa historia de su familia y cómo la salvaje estirpe de las mujeres Mencía, criadas por la naturaleza en las profundidades del bosque gallego, se unió a la aristocrática dinastía de los Novoa, la más rica de la región. Las historias de amor y poder entre ambas familias, que han pervivido durante muchos años, marcarán el destino de Valentina, que tendrá que decidir si continúa o no con ese linaje, extraño para ella, plagado de intrigas y culpas secretas.


LA AUTORA

Cristina López Barrio estudió Derecho en la Universidad Complutense de Madrid y se ha especializado en Propiedad Intelectual. Su primera obra ganó el II Premio Villa de Pozuelo de Alarcón de Novela Juvenil, de la editorial Everest (2009). Con su primer libro para adultos, La casa de los amores imposibles (Plaza & Janés, 2010), se dio a conocer al gran público, cosechando un gran éxito entre los lectores. Obtuvo el premio a la escritora revelación que concede el conocido blog literario Llegir en cas d'incendi. La casa de los amores imposibles se ha traducido a quince lenguas y publicado en veinte países, entre ellos Estados Unidos, Italia, Alemania, Brasil, Argentina, Suecia, Israel y Serbia. Su segunda novela, El cielo en un infierno cabe (Plaza & Janés, 2013) la consagró como una de las novelistas más originales y prometedoras de su generación. Su última novela, ambientada en Galicia, se titula Tierra de brumas.


MI OPINIÓN

Las Mencía, esa estirpe de mujeres en la que, según palabras de Bruna Mencía, o eres loca o reina o santa o borracha. Bruna es reina y reina quiere que sea Valentina, esa nieta que acaba de perder a su madre y ha tenido que abandonar La Habana e ir a vivir con su abuela al Pazo de Novoa. Pero Valentina no quiere ser reina, ella es revolucionaria que para eso viene de Cuba. Y como poco o nada sabe sobre la dinastía en la que quiso el destino que naciera, Bruna Mencía se lo deberá mostrar.

Con capítulos extensos, alternando presente y pasado y cambiando de narrador con una combinación de la primera y la tercera persona, “Tierra de brumas” nos presenta una historia llena de magia en la que la autora rescata el mundo femenino con el que ya nos deleitó en “La casa de los amores imposibles” y nos traslada a Galicia, tierra de bosques y leyendas, para recrear un universo de realismo mágico. Sin duda un tópico esa imagen de Galicia, pero es una novela que no podría haber estado ambientada en otro lugar, porque solo en una Galicia que rebosa misterio y belleza, podría envolvernos ese halo mágico que me atrapó nada más comenzar la lectura. 

Cristina López Barrio
Con una prosa exquisita y preciosista, la autora dibuja unos personajes fascinantes, llenos de vida y fuerza. Bruna y Valentina son las grandes protagonistas en una novela en la que las mujeres llevan la voz cantante y los hombres, a pesar de su importancia, no dejan de ser casi meras comparsas al son de lo que marquen todas ellas, las Mencía, que desde la primera hasta la última son mujeres fuertes, mujeres que persiguen sus sueños y luchan por ellos, que no se doblegan ante la adversidad y que siempre salen adelante luciendo sus heridas de guerra. Y ellos, los Novoa, la rancia aristocracia acostumbrada a hacer y deshacer a su antojo. Los Novoa, que ni quieren ni pueden evitar ser arrollados por ese poder que parece emanar de la tierra y ante el que no valen excusas ni dineros si son las Mencía quienes manejan los hilos en esta historia de dos dinastías a lo largo del siglo XX. Dos familias cuyos destinos caminan de la mano en unas vidas marcadas por el amor y el odio, por la pasión y los secretos. Por el ansia de poder.  

Cristina López Barrio tiene un estilo inconfundible que lo primero que exige al lector es que se olvide de devorar páginas. Sus novelas son una exaltación de los sentidos y como tal deben saborearse despacio por mucho que la historia nos pida avanzar y avanzar para conocer la vida de estas dos familias, y es que si lo hacemos así corremos el peligro de perdernos en ese trayecto una voz narrativa tan detallista, con descripciones minuciosas, llenas de metáforas que se paladean y que invitan a releer párrafos enteros solo por volver a fundirse con la belleza que la autora transmite con sus palabras manejando con maestría el lenguaje y los recursos literarios para componer una sinfonía, delicada a veces, contundente otras, que traslada al lector para que vea, para que huela, para que sienta como lo hacen las Mencía y lo consigue con una prosa exuberante, rica, evocadora, rozando el lirismo cuando no se adentra de lleno en él mientras el lector vive las pasiones y emociones que inundan sus páginas. 

“Tierra de brumas” me ha parecido una lectura maravillosa, inolvidable, intensa. Una lectura en la que se aprecia la madurez de una autora que me ha ido conquistando novela tras novela y en la que se aprecia y siente la pasión con la que sin duda está escrita.

Pero “Tierra de brumas” es, por encima de todo, una de esas lecturas en las que sabes que la reseña se quedará corta y nunca podrá transmitir lo que has sentido leyéndola porque sería como aventurar la descripción exacta de la belleza, ese territorio reservado para plumas como la de Cristina López Barrio. Yo tendré que conformarme con deciros que es una de esas novelas que no se leen. “Tierra de brumas” se vive.