31 de agosto de 2018

Mini reseñas (II)


Termino la semana con otras nuevas mini reseñas de tres de las novelas que he podido disfrutar este verano.

LA MUJER EN LA VENTANA – A.J. FINN 


Desde que Anna se recluyó en su casa los días pasan entre copas de vino, chatear en internet y espiar a los vecinos, sobre todo a los Russell, que acaban de llegar al barrio con su hijo adolescente y que se convierten para Anna en una auténtica obsesión que alcanza las cotas más altas cuando ve desde la ventana algo que no debería.

La mujer en la ventana es uno de esos thrillers que desde la primera página captan la atención del lector a pesar de lo confusa que inicialmente resulta su narración, pero el misterio está servido y querremos saber qué es lo que ocurrió para que la protagonista sea incapaz de salir de su casa y, sobre todo, saber qué hay de verdad en lo que dice haber visto en casa de sus vecinos desde su ventana. Claros tintes cinematográficos no solo porque es muy fácil imaginarse la película leyendo la novela, sino también por las continuas referencias al cine clásico negro. Una lectura fluida y sencilla que en ocasiones se ve lastrada por un ritmo irregular y por un exceso de páginas, pero que en general funciona y entretiene sin más exigencia y sin más pretensión y en mi caso, para leer en la orilla del mar o en el borde de la piscina, es más que suficiente.


EL HOMBRE DE TIZA – C.J. TUDOR


A sus 42 años Eddie lleva una vida monótona y apacible. Los hechos que acontecieron hace 30 años, cuando junto a sus amigos descubrió un cadáver siguiendo las indicaciones de unos dibujos hechos con tiza, siguen atormentándolo y regresan con más fuerza que nunca cuando recibe una misteriosa carta con una tiza y un dibujo.

Me gustó el planteamiento de esta novela que, si bien carece del ritmo que se le presupone a un thriller, logró despertar mi interés desde el inicio y mantenerlo hasta un desenlace satisfactorio en el que todo queda resuelto y atado. Alternando pasado y presente será un narrador protagonista el encargado de conducirnos por esta novela que se centra más en las emociones y reflexiones, tanto en su niñez como en su madurez, que en la acción y el misterio por lo que su lectura es más pausada de lo esperado. Con una prosa cuidada y un estilo elegante destacan tanto la ambientación, especialmente cuando viajamos a los años ochenta, como el dibujo de los personajes llenos de claroscuros que los humaniza a ojos del lector. Una novela de misterio sin duda recomendable.

TODA LA VERDAD – KAREN CLEVELAND


Lo último que esperaba Vivian Miller, analista de contrainteligencia de la CIA, cuando accedió al ordenador de un posible agente ruso era encontrarse con la fotografía de su marido, pero ahí está y su vida ya no podrá volver a ser la que era.

Toda la verdad es el tipo de lectura perfecta para el verano, al menos para mí. Intriga, sorpresas y páginas que vuelan en las manos. Una lectura ágil, con un perfecto equilibrio entre narración y diálogo para estas cuatrocientas y pico páginas que prácticamente devoré en un par de días. Un auténtico page turner en el que poco importa que más de una situación chirríe más de la cuenta, que sea poco creíble o que muchas cosas se vean venir de lejos y es que, sea como sea, la novela cumple con su cometido: entretener y crear en el lector más de un momento de tensión. En mi caso añado que también me creó ganas de zarandear a la protagonista en más de una ocasión. Recomendable para esos momentos en los que a una novela no le pedimos nada más allá de la evasión.


29 de agosto de 2018

La desaparición de Stephanie Mailer - Joël Dicker


Soy uno de los muchos lectores que hace unos años disfrutaron enormemente con La verdad sobre el caso Harry Quebert y aunque la siguiente novela del autor, El libro de los Baltimore, sigue esperando su turno en mis estanterías, este verano no he podido resistirme a leer la última publicación de Joël Dicker. Hoy os hablo de La desaparición de Stephanie Mailer.

Mi opinión


Jesse Rosenberg está a punto de jubilarse, pero unos días antes conoce a Stephanie Mailer, una periodista que está investigando el primer caso que el policía resolvió en 1994. Veinte años después la periodista está convencida de que se culpó a un inocente y consigue hacerle dudar. Dudas que se acrecientan cuando Stephanie desparece sin rastro.

Así comienza una novela que alternará el presente y el pasado en una trama plagada de secretos porque no hay personaje, y son muchos, que se libre de tener algún hecho de su pasado que le pesa como una losa sobre los hombros y por si acaso se nos olvida el autor se encarga de ir recordándonoslo a cada paso para que no olvidemos que fulanito oculta algo y que a menganita le ocurrió algo. Y así con todo un elenco tan numeroso como insulso, un elenco en el que, salvo alguna excepción tan histriónica como prescindible, todos los personajes se expresan del mismo modo, con diálogos de auténtico cartón piedra, y para los que la perfilación ha pasado a un segundo o tercer plano, más interesado el autor por mantenernos enganchados con esos secretos que va revelando poco a poco y con recordarnos a menudo que algo va a pasar, no sea que nos hayamos despistado con tanto salto temporal y con tanto personaje que entra y sale de escena.

Y es que La desaparición de Stephanie Mailer comienza fuerte y engancha al lector desde el inicio, pero en mi opinión va de más a menos, perdiendo fuelle conforme avanza, o diría mejor conforme se enreda sobre sí misma con personajes y subtramas que poco o nada aportan, al menos no en la medida en que ocupan espacio, salvo engrosar el número de páginas de la novela, olvidando que lo bueno, si breve, dos veces bueno. Sé que voy a ser, una vez más, un poco la oveja negra, aunque alguna opinión en mi misma línea he leído, pero a mí la última novela de Dicker ha terminado resultándome larga y llegó un momento en el que ya me daba exactamente igual lo que ocurriera porque solo quería terminar a pesar de que comenzó resultándome una lectura entretenida y fluida (tampoco le pido más a este tipo de novelas). Mención aparte merece su desenlace que me pareció francamente traído por los pelos.

No cabe duda que la publicación de una nueva novela de Joël Dicker genera mucho revuelo y a los pocos días comienzan a aparecer elogiosas reseñas así que quizá hayan sido mis altas expectativas que, como tantas otras veces, me han jugado una mala pasada, pero sea como sea La desaparición de Stephanie Mailer para mí no ha sido la lectura esperada.

Ficha técnica

27 de agosto de 2018

Mini reseñas (I)

Estoy leyendo mucho este verano y reseñando poquísimo así que la consecuencia es que se me acumulan las reseñas sin remedio y a medida que su número aumenta, lo hace también mi pereza para ponerme a ello, sobre todo cuando se trata de novelas que, o bien no me han convencido, o bien, aun haciéndome pasar un buen rato, son lecturas de las que no tengo demasiado que decir. Así que se me ha ocurrido que unas mini reseñas son la alternativa perfecta para estos casos.

EL QUE SUSURRA – MALENKA RAMOS


Decidida a salir de mi zona de confort me animé con este thriller de terror que, aunque tiene un prometedor inicio, pierde fuelle conforme avanza. No encontré en él ni el ritmo, excesivamente pausado para el género, ni la tensión que se le presuponen a un thriller, ni desde luego el terror ya que las supuestas situaciones de miedo me resultaron impostadas y poco originales. En mi opinión el verdadero fallo de esta novela son la ambientación y los personajes. La ambientación porque es escasa, en mi caso la autora no ha conseguido meterme en la novela en ningún momento y de este modo es difícil “sentir” nada con una lectura. Y los personajes demasiado numerosos y apenas perfilados lo que los hace poco creíbles.


LA MADRE PERFECTA – AIMEE MOLLOY


Sus hijos nacieron en mayo y por eso este grupo se hace llamar las madres de mayo. Periódicamente se reúnen en un parque para hablar de sus bebés y de sus dificultades a la hora de enfrentarse a la maternidad. Una noche deciden que va siendo hora de dejar por unas horas a sus hijos y salir a divertirse, pero lo que prometía ser una noche divertida se viene abajo cuando el pequeño de una de ellas desaparece.

Me gustó el planteamiento de esta novela desde el principio y, si bien su desarrollo no ha sido exactamente lo que esperaba ya que se centra mucho en las reflexiones de las protagonistas, lo cierto es que sus páginas han volado en mis manos a pesar de que su ritmo no es desde luego el del thriller prometido. Por otro lado, me ha gustado cómo afronta el tema de la maternidad y cómo plantea una mirada crítica a una serie de mitos en torno a ella porque no todo es luz y color cuando dedicas las 24 horas del día a un bebé. La madre perfecta es sin duda una alternativa adecuada cuando no buscamos más que un poco de evasión en la lectura.

RAMSÉS EL MALDITO. LA PASIÓN DE CLEOPATRA – ANNE RICE Y CHRISTOPHER RICE


Secuela de La momia, publicada por la autora hace ya casi treinta años. Debo admitir que no lo sabía y que tampoco me molesté en leer la sinopsis de esta novela. El Antiguo Egipto es una de mis épocas favoritas y leer novelas ambientadas en él siempre me ha apasionado así que simplemente me dejé llevar por el título sin saber que me iba a encontrar con una novela de fantasía, un género que no suelo leer muy a menudo, pero que en alguna ocasión he disfrutado. A pesar de no convencerme el planteamiento de la novela intenté pasar unas simples horas de entretenimiento, pero lo cierto es que los autores me lo pusieron complicado dedicando más de la mitad de la narración a presentar a los personajes sin entrar en el nudo de la historia que se demora tanto que, para cuando llegó, yo había perdido totalmente el interés en la lectura. No dudo que la resurrección de dos personajes como Ramsés y Cleopatra podría haber dado como resultado una novela muy entretenida, pero en este caso los autores no se han centrado y han dedicado más tiempo a insinuar el conflicto que a desarrollarlo.

22 de agosto de 2018

A corazón abierto - Anna Gavalda


Que no soy lectora de relatos es algo sobradamente conocidos por todos los que habitualmente pasáis por aquí. Pero del mismo modo sabréis que Anna Gavalda es una de mis autoras favoritas así que no podía faltar, aunque se trate de un libro de relatos, a la última cita con sus letras. Hoy os hablo de A corazón abierto.

Así parece escribir siempre Anna Gavalda, a corazón abierto. Leyéndola no tengo ninguna duda sobre ello porque de otra forma no podría crear esos personajes tan creíbles y cercanos, tan cotidianos y luminosos a la vez, con los que desgrana todas las emociones que a diario sacuden nuestras vidas.

El amor cortés, La clandestina, Mi perro se va a morir, Happy Meal, Mis puntos de vida, El soldado de infantería y Un chaval. Siete relatos muy distintos entre sí. Algunos muy breves como Happy Meal o Un chaval, y otros bastante más extensos como La clandestina, sin duda mi relato favorito en el que dos mujeres, perdida cada una de ellas en su propio dolor, tienen una larga conversación buscando reconciliarse con sus vidas.

Relatos que rebosan la cotidianidad a la que la autora consigue despojar del gris que siempre le atribuimos, para ofrecernos siete historias que emocionan y sacuden con su sencillez y naturalidad, con sus alegrías y sus tristezas. Siete historias totalmente diferentes que comparten intensidad, reflexiones y cercanía, y un final sorprendente y adecuado para cada una de ellas.

A corazón abierto es pura sensibilidad a través de siete historias en las que los personajes se desnudan ante el lector para hablarnos de su culpa, de sus remordimientos, de sus sueños, de su felicidad y de su desdicha, de lo que cada día les hace levantarse de la cama y de lo que cada día los paraliza. Historias que en definitiva nos hablan de la vida y nos hacen reflexionar sobre ella y sobre sus contradicciones, que son las nuestras, porque si algo tienen los personajes de Anna Gavalda es que el lector los siente vivos, tan cercanos y creíbles que rápidamente nos ponemos en su piel, consiguiendo que nos identifiquemos con ellos, aunque sus circunstancias sean muy distintas a las nuestras.

Y todo ello contado con la prosa fresca y ágil a la que la autora nos tiene acostumbrados, con su habitual lenguaje sencillo y cercano con el que consigue disfrazar la dureza que se esconde en el fondo de sus historias, esas historias que a mí siempre consiguen conmoverme.

Ficha técnica

21 de agosto de 2018

Donde fuimos invencibles - María Oruña


A María Oruña la conocimos en 2015 cuando publicó Puerto escondido, una primera novela con la que sorprendió a todos con su buen hacer en su estreno en las lides literarias. Tras ella, el año pasado pudimos seguir disfrutando del personaje que conquistó a los lectores, la teniente Valentina Redondo, con Un lugar a donde ir, una novela con la que la autora, manteniendo a los protagonistas, cambiaba el registro para volver a conquistar a sus lectores y este año ha vuelto con la lectura de la que os hablo hoy, Donde fuimos invencibles.

Mi opinión


En pleno de mes de agosto, a pocos días de sus merecidas vacaciones, Valentina Redondo tendrá que enfrentarse a un nuevo asesinato. En Suances, en el señorial Palacio del Amo, propiedad de Carlos Green, un escritor norteamericano, ha aparecido el cadáver del jardinero, fallecido según parece a causa de un infarto. La insistencia del propietario en unos fenómenos extraños que observa en su casa y la aparición de un segundo cadáver darán un giro insospechado a esa primera muerte supuestamente por causa natural.

Donde fuimos invencibles comienza de forma muy pausada mientras sienta las bases de una novela que demora su arranque, aunque finalmente alcanza velocidad de crucero hasta un desenlace que responde de forma clara, creíble y sin fisuras todos los interrogantes que ha ido planteando a lo largo de la narración que no son ni pocos, ni fáciles de resolver porque en esta ocasión María Oruña sorprende a sus lectores introduciendo elementos sobrenaturales en la que sin duda es una apuesta arriesgada de la que la autora sale airosa ya que sabe integrarlos con credibilidad de forma que hasta los más escépticos, entre los que me incluyo, los aceptaremos de forma natural, si bien en los capítulos dedicados a posibles explicaciones científicas para hechos que muchos califican como paranormales, habría agradecido que se aligerara la que sin duda ha sido una importante labor de documentación que la autora vuelca en la novela a través de las clases de un nuevo personaje, el doctor Machín, con el que ciertamente me he sentido más alumna que lectora.

Si bien la autora se esfuerza en ofrecer siempre algo nuevo al lector, hay otros aspectos que ya forman parte de su estilo literario y así, de nuevo, pasado y presente vuelven a fundirse en una novela que alterna dos voces narrativas con una prosa clara y sencilla que proporciona una lectura fluida. Al narrador omnisciente encargado de darnos a conocer la investigación del caso propiamente dicho y las clases del mencionado profesor, se suma la voz de Carlos Green, propietario del Palacio del Amo, que escribe su propia novela titulada El ladrón de olas. Una novela dentro la novela en la que el personaje, en primera persona, echa la vista atrás para repasar la que ha sido su vida hasta el momento actual. Una mirada retrospectiva que si bien es necesaria para el desenlace de la historia no me ha resultado tan interesante, probablemente por su extensión, como la investigación del caso.

Reencontrarnos con personajes que nos han hecho disfrutar en ocasiones anteriores siempre es un placer, como también lo es volver a recorrer paisajes que aparecen como reconocibles ante nuestros ojos a través de las palabras de la autora que describe con acierto y sin excesos tanto los escenarios ya conocidos por anteriores entregas, como los nuevos, de forma que es fácil sentir que paseamos por Suances y visitamos la Quinta del Amo en esta tercera entrega de una serie que, aunque siempre sea recomendable leer en orden ya que comparte protagonistas principales cuya vida personal evoluciona, si bien no tiene tanta trascendencia como para convertirse en algo relevante, puede leerse de forma independiente ya que cada caso es, no solo autoconclusivo, sino también totalmente distinto.

En definitiva, Donde fuimos invencibles es una novela entretenida y fácil de leer con el que la autora invita al lector a desentrañar un misterio que se nos antojará irresoluble hasta un desenlace con el que cierra sin fisuras la trama.

Ficha técnica 



6 de agosto de 2018

Resumen de julio


Menudo mes de julio lector he tenido. Ni yo misma me creo lo mucho que he leído durante el mes, creo que nunca he llegado a este número de lecturas mensuales y mucho menos en época estival en la que, a pesar de tener vacaciones, dedico más tiempo a otras actividades. Pero parece las dos semanas en la playa me sentaron de maravilla y leí muchísimo reposando al sol entre chapuzón y chapuzón, y tanto cargué las pilas que cuando volví a la rutina seguí leyendo a muy buen ritmo.

Libros leídos 

  1. Todas las familias felices, Mercedes de Vega.
  2. El beso de Tosca, Nieves Abarca y Vicente Garrido.
  3. La novia gitana, Carmen Mola.
  4. La maleta de Ana, Celia Santos.
  5. Donde fuimos invencibles, María Oruña.
  6. La desaparición de Stephanie Mailer. Joël Dicker.
  7. El pantano de las mariposas. Federico Axat.
  8. La señora Osmond. John Banville.
  9. La mujer en la ventana. A.J. Finn.
  10. A corazón abierto. Anna Gavalda. 

Todas las he disfrutado en mayor o menor medida y es que, aunque algunas no han sido exactamente las lecturas que esperaba, no puedo negar que en todas he encontrado el entretenimiento que como mínimo pedimos a cualquier novela.

Y de nuevo aquí estoy, en la playa disfrutando del mar, el sol y el descanso y por supuesto leyendo todo lo que puedo. 

¡A ver qué tal se me da agosto! Nos vemos a la vuelta de vacaciones.



3 de agosto de 2018

La señora Osmond - John Banville


Mi primer acercamiento a las letras de John Banville, Premio Príncipe de Asturias 2014, ha venido de la mano de una novela con sugerente portada y sorprendente interior ya que el autor irlandés retoma Retrato de una dama de Henry James y nos ofrece una magnífica lectura en forma de secuela con La señora Osmond.

Mi opinión


Ahora que ya he terminado su lectura me arrepiento de no haberme embarcado antes en aquella novela que Henry James publicó por entregas a finales del siglo XIX. En ella, Isabel Archer, una joven estadounidense viaja a Europa y, gracias a una suma millonaria que hereda, comienzan a lloverle las propuestas de matrimonio, decantándose por el inadecuado Gilbert Osmond. La novela finaliza con un final abierto cuando Isabel vuelve a Roma y el autor deja a la imaginación del lector si lo hace para retomar su matrimonio o romper definitivamente con él. Este es el punto en el que John Banville retoma el clásico de James y en el comienzo de La señora Osmond nos encontramos con Isabel en Londres, con un montón de dinero en su poder gracias a la herencia que le ha dejado su primo recientemente fallecido y llena de dudas sobre si volver a su hogar en Roma, al lado de su despreciable marido, o bien aprovechar el momento y recuperar su libertad. Acompañada por su doncella, Isabel realiza un recorrido vital a través del cual el autor realiza un retrato de la mujer de la época que empieza a no conformarse con el papel pasivo y sumiso que le ha impuesto la sociedad y comienza a reclamar su independencia.

Con un ritmo pausado, una prosa culta y cuidada, y un estilo recargado lleno de largos pasajes de profunda reflexión por parte de la protagonista, La señora Osmond es una novela para enfrentar con calma. En todo momento conocemos el punto de vista de Isabel que, evitando la autocomplacencia y sin dejar nunca de lado aquella otra Isabel del siglo pasado, viaja desde la aceptación hasta el deseo de venganza y, no sin cierta renuencia y a través del contacto con otros personajes, hacia una nueva Isabel cuyo destino final Banville vuelve a dejar un tanto abierto a la imaginación del lector.

Me ha gustado este primer acercamiento a John Banville y, si bien no es una lectura que recomendaría alegremente a cualquier tipo de lector, para mí ha resultado muy satisfactoria y me ha dejado con ganas de conocer a esa primera Isabel que nos presentó Henry James en Retrato de una dama.

Ficha técnica




1 de agosto de 2018

El beso de Tosca - Nieves Abarca y Vicente Garrido


No podía faltar a esta última cita con Nieves Abarca y Vicente Garrido, dos autores que, escribiendo a cuatro manos, demuestran estar tan cohesionados como lo están sus tramas y es que os confieso que siempre los leo intentando adivinar quién ha escrito qué. Cinco novelas después sigo sin sacar nada en claro. Sus otras cuatro novelas hicieron que me lo pasara en grande y estaba deseosa de leer esta nueva publicación que, además, cuenta con la novedad de no pertenecer a la saga de Valentina Negro y Javier Sanjuán. Hoy os hablo de El beso de Tosca.

Mi opinión


Marc Roselló y Miguel Sanchís, barítono y tenor, se disponen a celebrar el éxito de su representación de Don Giovanni con una partida de póker organizada por el empresario Berto Areces en una magnífica finca en las afueras de Valencia. En plena partida una joven aparece huyendo a través de los jardines mientras es perseguida por uno de los matones de Areces y los amigos no se lo piensan ni un momento a la hora de ayudarla sin saber que, a partir de entonces, se colocarán en el ojo del huracán, justo en un momento profesional muy delicado para Marc, que se prepara para debutar con Tosca en el Liceo interpretando al frío y siniestro jefe de policía de Roma, Scarpia.

Así comienza una novela que en esta ocasión se aleja del género más policíaco de sus anteriores libros para entrar de lleno en el thriller. La trata de blancas, el tráfico de armas, el mundo del boxeo y sus apuestas, y el terrorismo son los temas que Abarca y Garrido mezclan con acierto para ofrecer al lector una novela que no da respiro desde las primeras páginas, con una trama compleja y un ritmo que no para de crecer conforme avanzamos en una lectura con mil y una ramificaciones hasta un desenlace espectacular. Cada subtrama tiene su propia entidad y todas ellas están perfectamente equilibradas para no superponerse al tiempo que enriquecen la principal creando así un todo totalmente cohesionado por el que el lector pasea sin pausa y al son de arias porque sí, lo confieso, no me he privado de la música para leer El beso de Tosca y cada vez que Marc Roselló nos regalaba su voz se imponía una parada en la lectura para disfrutar, aunque fuera a través del móvil, de un poco de música y de maravillosas voces.

Y es que los autores nos acercan también al mundo de la ópera en esta novela en la que, al igual que en la Tosca de Verdi, el amor, la pasión, la violencia y la muerte se dan cita para ofrecernos una novela profundamente visual gracias a certeras descripciones que nos harán sentarnos tanto en la primera fila de un combate de boxeo como en un palco del Liceo. A través de un narrador omnisciente en tercera persona conoceremos a unos personajes llenos de matices, de luces y de sombras, tan bien perfilados que los sentiremos como personas de carne y hueso. A pesar de que Marc Roselló y Vera Nanashi, ayudante y amante de Berto Areces, tengan más peso en la historia, son tantos los personajes que habitan estas páginas y con tanta importancia para el desarrollo de la historia, que casi podemos hablar de una novela coral en la que todos y cada uno de ellos me han conquistado con su realismo y evolución, despertando en mí todo tipo de emociones.

En definitiva, El beso de Tosca es un thriller con múltiples y dispares tramas que terminan encajando a la perfección aunando la belleza de la ópera con lo más perverso y sórdido del ser humano. Una novela muy bien armada y mejor resuelta en la que los autores hacen gala de un excelente manejo de la acción y el ritmo.

Y ahora os dejo con E lucevan le stelle, un aria de Tosca que no podría haber interpretado mi querido Marc Roselló ya que es para tenor, pero que seguro disfrutaréis.