29 de abril de 2020

Y Julia retó a los dioses - Santiago Posteguillo


En diciembre de 2018 os confesaba que había estado mucho tiempo equivocada pensando que las novelas de romanos no me gustaban. Acababa de leer Yo, Julia y estaba encantada, no en vano fue una de mis mejores lecturas de aquel año. Como también lo va a ser su continuación, la novela de la que os hablo hoy: Y Julia retó a los dioses.

Mi opinión

Volvemos a encontrarnos con Julia Domna plenamente instalada en el poder y manejándose con sagacidad e inteligencia con todas las intrigas y traiciones que rodean a su marido, el emperador, y a ella misma porque llegar al poder no fue fácil, pero mantenerse en él es aún más complicado, máxime cuando el enfrentamiento se encuentra en el seno de la propia familia, ya que Julia tiene que asistir con dolor a la pugna de sus dos hijos por ser el único emperador de Roma, e incluso deberá luchas contra un enemigo que tiene todas las armas para vencer, la enfermedad.

Nos encontramos con una Julia algo distinta a aquella que conocimos en la primera novela. Sigue siendo la mujer valiente y decidida, tan bella como inteligente, sin la que su marido jamás habría llegado a ser emperador de Roma, pero una vez alcanzada la cúspide parece haber hecho suyo el lema de el fin justifica los medios y ahora más que nunca podemos decir que nada ni nadie es un obstáculo para que Julia consiga todo aquello lo que se propone. Poco importan los sacrificios que tenga que hacer, tanto propios como ajenos, para ello. Para Julia lo único que importa es que su dinastía siga en el poder, al precio que sea. Y tendrá que pagar precios realmente caros y utilizar armas el ocasiones repulsivas, algunas lo fueron tanto que me causaron verdadero espanto y, a pesar de ello, a pesar de no poder estar de acuerdo ni con sus métodos ni con muchas de sus decisiones, Julia sigue siendo ese personaje al lado del cual el lector se sitúa como el más fiel de sus súbditos. Es un personaje tan potente, tan real, con una personalidad tan arrolladora que invariablemente hace que el resto, todos maravillosos, queden difuminados en una novela en la que Julia es la protagonista total y absoluta y el lector no puede más que caer rendido a sus pies.

La que sin duda ha sido una titánica labor de documentación queda perfectamente integrada en la narración, sin abrumar con datos innecesarios y sin lastrar un ritmo imparable, consiguiendo una magnífica ambientación de la época con descripciones tan visuales que dibujan imágenes en nuestra cabeza. Me gusta aprender con los libros, pero no me gusta asistir a ninguna lección de nada, cuando busco eso no acudo a una novela, ni histórica ni de ningún otro género, y por eso aprecio tanto el trabajo y el buen hacer de los autores que, como Santiago Posteguillo, me enseñan mientras me entretengo y me divierto, mientras sufro o amo, lloro o río.

Y Julia retó a los dioses me ha gustado aún más que su predecesora, el listón quedó alto y Santiago Posteguillo no solo ha estado a la altura de sí mismo, sino que se ha superado con creces. Vuelve el autor a deleitarnos con una novela en la que la venganza, la traición, la lucha por el poder y las grandes pasiones hacen que sus casi 800 páginas vuelen en las manos mientras asistimos no solo a las lides humanas, sino también a las divinas y es que, introduciendo cada una de las partes en las que se divide la novela, viajaremos al Olimpo para ser testigos del enfrentamiento que ha dividido a los dioses en dos grandes bandos encabezados por Vesta, en contra de Julia, la emperatriz extranjera, y por Minerva, a su favor.

Con menos batallas que en la primera novela y con un ritmo que da no respiro al lector Y Julia retó a los dioses es una fantástica e intensa novela histórica en la que acompañamos a la protagonista en una evolución en la que sobrepasará todos los límites hasta una lucha más allá de la muerte con un final fantástico y pleno de emoción con el que poner el broche de oro a una novela que no dudo en recomendaros.



Ficha técnica




27 de abril de 2020

Esta semana leo... #321

¿Será cierto que empezamos a ver la luz al final del túnel? Los niños ayer ya empezaron a salir y parece que, si todo continúa como hasta ahora, muy pronto los adultos también podremos salir a practicar deporte, dar un paseo… Que nuestra realidad no será la misma durante mucho tiempo está claro, pero estos pequeños avances nos insuflan ánimos ¿verdad?

Séptima semana y la comienzo leyendo El Verdugo de Gaudí de Aro Sáinz de la Maza. Hace dos semanas os hablé de Dócil, la tercera entrega de la serie Milo Malart que tantísimo me gustó, y como veis he tardado muy poco en ponerme con la primera novela que ya os anticipo que me está encantando. Y cuando acabe… pues ya veremos.

Y vosotros ¿qué leéis?

22 de abril de 2020

Así comienza - Rachel Abbott


Seis años hace ya que leí Solo los inocentes de Rachel Abbott, una novela que me pareció realmente entretenida, y aunque hasta ahora no había vuelto a animarme con ninguna de sus publicaciones, y eso que han sido unas cuantas, su última novela llamó mi atención. Hoy os hablo de Así comienza.


Mi opinión

Un aviso de madrugada lleva a la policía hasta el domicilio que Markus North, famoso fotógrafo, comparte con su pareja, Evie, y la hija de ambos, un bebé de apenas unos meses. Cuando llegan se encuentran con una brutal escena en el dormitorio: dos cuerpos yacen entre sábanas ensangrentadas.

Con este comienzo in media res Rachel Abbott salta inmediatamente al pasado para que el lector conozca cómo se conocieron Markus y Evie y cómo nació su relación. Ya desde el primer momento, incluso aunque no conociéramos el inquietante inicio de la novela, el lector siente que algo se le escapa, que los personajes ocultan cosas, no son lo que aparentan y claro, sabemos en qué desemboca toda esa desconfianza por lo que es inevitable leer y al mismo tiempo hacer todo tipo de conjeturas, a pesar de la vida apacible que se nos dibuja para los protagonistas. Todo un acierto por parte de la autora el haber comenzado mostrándonos el crimen para, después, llevarnos hasta los meses anteriores, meses en los que con inquietud vemos la languidez, con sus… digamos altibajos, con la que se desarrolla el día a día de los personajes mientras nuestra intriga no deja de crecer y crecer.

Y si la intriga crece ¿qué decir de las posteriores dudas? Alternando la narración en tercera y primera persona, con la voz de Evie, y con continuas idas y venidas, con descubrimientos más o menos sorprendentes, la autora juega con el lector haciendo que su balanza se incline hacia un lado u otro continuamente. Y todo ello a pesar de que ciertos extremos son claramente deducibles por lo que, aunque en ocasiones se elimina el factor sorpresa, la intriga y el misterio no dejan de crecer a lo largo de toda la lectura preguntándonos cómo acabará todo esto. A ello contribuye el hecho de que es precisamente la narradora protagonista la que más dudas nos suscita porque desde el primer momento sentimos que puede no ser demasiado fiable.

Rachel Abbott ha escrito un thriller que, con un ritmo contenido, invita a una lectura compulsiva mientras vamos desentrañando una trama perfectamente planeada en la que a cada pregunta contestada le siguen otros mil interrogantes. Una trama que incluye también un juicio, los lectores habituales de este blog ya sabéis que las novelas judiciales me encantan, aunque en esta ocasión debo decir que el desarrollo del mismo me ha resultado menos interesante. Lo mismo sucede con la investigación policial, prácticamente inexistente, pero es que sin duda Así comienza es una novela que se basa en la psicología de sus personajes y lo hace centrando su atención en tres protagonistas y unos cuantos secundarios meramente accesorios. No necesita nada más la autora para escribir una novela ágil y fluida, una novela cuyas páginas vuelan en las manos del lector que solo quiere saber ¿por qué?

En definitiva, Así comienza es una novela adictiva con la que Rachel Abbott nos asegura unas horas de entretenimiento puro y duro con una lectura en la que el tiempo vuela sin que te des cuenta. Perfecta para aislarse del mundo en estos días que tanta falta nos hace.


20 de abril de 2020

Esta semana leo... #320

¿Sexta semana? Y las que nos quedan… Aunque os confieso que a mí lo que cada vez me agobia más es pensar cómo será nuestra vida una vez empecemos a salir a la calle, prefiero no pararme a pensarlo demasiado y asumir que, lo que tenga que venir, vendrá y será entonces cuando deba ocuparme de ello.

Y ahora os cuento que comienzo la semana con Y Julia retó a los dioses de Santiago Posteguillo que, a pesar de mi total falta de concentración me está gustando mucho. Llevo leída casi la mitad de la novela por lo que imagino ocupará todo mi tiempo lector y no tendré tiempo de empezar ningún otro.

Y vosotros ¿qué leéis?

16 de abril de 2020

Dócil - Aro Sáinz de la Maza


Las sagas hay que empezarlas en orden, creo que eso lo tenemos todos claro y, sin duda alguna, es lo ideal. Pero, sea por la razón que sea, no siempre cumplimos. Eso me ha ocurrido a mí con Milo Malart, he conocido al inspector creado por Aro Sáinz de la Maza en su tercera entrega y me ha gustado tanto, tantísimo, que las dos novelas anteriores no tardarán en desfilar por aquí. Hoy os hablo de Dócil.

Mi opinión
Un lunes a primera hora de la mañana un joven con la ropa empapada de sangre, Lucas Torres, se desvanece a unos metros de una comisaría de los Mossos balbuceando «Todos están muertos». Horas más tarde se encontrará el escenario del crimen, que ofrece un espectáculo dantesco y, mientras el joven permanece sin contar nada, comenzará una investigación bajo la pregunta de si Lucas es una víctima más o, por el contrario, es el asesino. Milo Malart, recién aterrizado de unas vacaciones forzosas por los problemas causados en su último caso, será el encargado de dirigir la investigación.

Ambientada en una Barcelona que aún tiene recientes los atentados de las Ramblas, Dócil sigue un orden cronológico lineal a lo largo de cinco intensos días. Cinco días que no darán respiro a un lector que queda atrapado desde el inquietante prólogo y es que Dócil es una de esas novelas que, una vez comienzas a leer, no puedes parar. Una de esas novelas que nos invitan a buscar el más mínimo hueco para continuar con su lectura y saciar nuestra necesidad de saber qué esconde Lucas Torres y qué ocurrió realmente en aquella casa sembrada de cadáveres.

Dócil es una novela tan intensa como brillante en la que Aro Sáinz de la Maza hace gala de una magnífica tensión narrativa, conduciendo al lector con un ritmo intenso que no precisa de grandes golpes y giros para mantenernos pegados a las páginas y abstraernos de un tiempo lector que avanza sin que nos demos cuenta. A ello contribuye el gran elenco de personajes encabezado por su protagonista, Milo Malart, un policía intuitivo, acosado por sus propios demonios y con una personalidad compleja por la que me sentí atraída desde el primer momento. Frente a él Lucas Torres, el gran enigma de Dócil, y con el que el inspector protagoniza magníficos interrogatorios en los que ambos ponen a prueba la inteligencia y resistencia del otro. Junto a ellos un amplio abanico de secundarios que comparten con los principales su complejidad y solidez.

El pasado que siempre vuelve a cobrar sus cuentas pendientes, la venganza, la soledad, el amor… son los ingredientes de una trama tan compleja como inteligente en la que también hay lugar para la crítica social. Todo ello nos lo sirve el autor con una prosa en la que el lector tiene la impresión de que no hay una sola palabra, ni un solo signo de puntuación, dejado al azar. Una narrativa pulcra y cuidada para una historia que me ha conquistado de principio a fin, como también lo ha hecho Aro Sáinz de la Mata, de quien debo confesar, entonando mis disculpas, ni siquiera había oído hablar. Afortunadamente Dócil ha venido para poner remedio a mi ignorancia.

Como os decía al principio esta es la tercera entrega de una serie que se inició con El verdugo de Gaudí, anteriormente titulada El asesino de La Pedrera. No os desaniméis a leerlo por esta razón porque, aunque hay cosas que no sabemos del inspector Malart, la novela es autoconclusiva por lo que el caso comienza y termina aquí y el único riesgo que corréis es, como me ha ocurrido a mí, el de aumentar vuestra lista de lecturas pendientes porque os aseguro que una vez leáis Dócil solo querréis haceros con las entregas anteriores.

En definitiva, Dócil es una intensa novela negra que no dudo en recomendaros, escrita con maestría y habitada por personajes redondos. La novela perfecta para desconectar del mundo y dejarse arrastrar por la lectura. Una auténtica joya que ni los amantes del género ni cualquier lector con ganas de adentrarse entre las páginas de una gran novela debe perderse.


13 de abril de 2020

Esta semana leo... #319

Quinta semana ¿no? Empiezo a perder la cuenta, sobre todo estos últimos cuatro días en casa en los que, salvo ayer porque hoy de nuevo vuelvo a salir a trabajar, no tenía muy claro a veces en qué día estaba.

Comienzo la semana con Así comienza de Rachel Abbott, un thriller de fácil lectura con el que el tiempo pasa sin darme cuenta, perfecto para estos días. Mañana a lo más tardar lo terminaré y aún no tengo claro cuál será la siguiente lectura porque me apetece ponerme con Y Julia retó a los dioses de Santiago Posteguillo, pero os confieso que su volumen me da un poco de respeto y no estoy segura de que este sea el mejor momento para ponerme con semejante tocho. Ya veremos qué decido.

Y vosotros ¿qué leéis?

8 de abril de 2020

Toda una vida para recordar - Núria Pradas


Conocí a Núria Pradas en 2016 con Sueños a medida, una novela que, además de una edición preciosa, narraba una historia que me conquistó totalmente. Cuando dos años después publicó El aroma del tiempo de nuevo disfruté de una magnífica historia con una prosa impecable así que cuando supe que este año tendríamos nueva publicación no lo dudé un momento y me puse con ella. Hoy os hablo de Toda una vida para recordar.

Mi opinión
 
Corre 1932 y la joven Sophie Simmons sueña con ser animadora en los estudios Disney y para ello viajará desde su Nueva York natal hasta Los Ángeles, donde ha conseguido una beca para estudiar en el Chouinard Art Institute. Una vez allí, descubrirá que su sueño se presenta complicado, la animación es un mundo restringido a los hombres y las mujeres solo desempeñan labores sin duda necesarias, pero en ningún caso creativas y sin posibilidad alguna de promoción. Los años avanzan y los estudios Disney entran en un momento de gloria con grandes producciones como Blancanieves o Dumbo al tiempo que el mundo y la sociedad comienzan a cambiar con la reclamación de derechos por los trabajadores, huelgas en el sector y la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.

Con una prosa sencilla y elegante y un lenguaje cuidadísimo, Núria Pradas nos mete de lleno en los años 30 del siglo pasado a través de una cuidada ambientación con la que trasladarnos a un país que intenta superar el desastre del crack del 29, con sus gentes aprendiendo a vivir de un modo totalmente distinto a aquel que conocían antes y nos adentra también en el fascinante mundo de la animación. De la mano de la autora damos los primeros pasos de una industria tan artesanal en sus comienzos que no deja de sorprender cómo ha cambiado la forma de hacer las cosas. Y es que, gracias a la que sin duda ha sido una ardua labor de documentación, conoceremos de primera mano un proceso creativo fascinante que Núria Pradas inserta en la narración con total naturalidad, sin que en ningún momento resulte pesado, ni lastre una lectura tan ágil como interesante.

Desde las primeras páginas sentí que cada uno de los personajes, tanto principales como secundarios, están trazados con mimo y pude sentirlos cercanos gracias unos perfiles minuciosos que los hace creíbles y que permiten al lector implicarse en sus vidas, especialmente en la de la protagonista, Sophie, una adolescente junto con la que iremos creciendo y madurando mientras lucha por sus sueños abriéndose camino en un mundo de hombres y participando activamente en las luchas sindicales de la época. Una mujer fuerte que nunca se da por vencida y que continua siempre hacia delante a pesar de los golpes que la vida le va dando.

Mezclando con acierto la crónica histórica y social de la época con la vida personal de la protagonista, Toda una vida para recordar realiza también un retrato de personajes reales como Walt Disney que, si bien no tiene protagonismo alguno en la novela, queda perfectamente retratado en su actitud hacia los huelguistas a quienes nunca perdonó lo que para él fue más una traición personal que una reivindicación laboral.

En definitiva, Toda una vida para recordar es una novela que, con fantásticos personajes y magnífica ambientación, nos sumerge en los comienzos del mundo de la animación. Una lectura ágil, fluida y realmente agradable de leer que no dudo en recomendaros.


6 de abril de 2020

Esta semana leo... #318

Una semana más, aunque en esta sí habrá algún cambio para mí y es que, por desgracia, tengo que dejar el teletrabajo y volver a salir a la calle así que tengo la vista puesta en el miércoles cuando, por fin, pueda volver a encerrarme aunque solo sea por unos pocos días.

Y me encerraré con Dócil de Aro Sáinz de la Maza, demasiado tiempo lleva esta novela, de la que solo oigo y leo cosas buenas, en casa esperando turno. Alguna más supongo que caerá, pero por ahora no haré planes.

Y vosotros ¿qué leéis?

3 de abril de 2020

Resumen de marzo

Nos dejan encerrados en casa y yo leo menos… Me temo que nos está sucediendo a muchos, tenemos más tiempo disponible, pero nuestra cabeza anda en otros asuntos, nada raro con la que está cayendo ¿verdad? Aun así cinco han sido los libros que han ocupado mi tiempo lector en marzo, veamos cuáles son.

Libros leídos


  1. El caso Paternostro. Carlo F. De Filippis.
  2. El encuadernador. Bridget Collins.
  3. La madre de Frankenstein. Almudena Grandes.
  4. El chico de las bobinas. Pere Cervantes.
  5. El mercader de libros. Luis Zueco.


Aunque en cantidad haya sido un poco flojo lo cierto es que en calidad ha sido un mes realmente bueno, con mención especial para la quinta entrega de la serie Episodios de una Guerra Interminable de Almudena Grandes con la fantástica novela La madre de Frankenstein, que se alza con las cinco estrellas en Goodreads.


¡Vamos a por abril!

1 de abril de 2020

El mercader de libros - Luis Zueco


Conocí a Luis Zueco en 2013 con El escalón 33, una novela que me dejó con ganas de lanzarme a la carretera a buscar castillos. Dos años después el autor publicaba El castillo, primera entrega de una Trilogía Medieval que completó con La ciudad y El monasterio y que yo disfruté de principio a fin así que cuando supe que este año tendríamos una nueva novela del autor no lo dudé y me puse con ella. Hoy os hablo de El mercader de libros.


Mi opinión

Corre 1516 y la vida de Thomas Babel sufre un vuelco que le obligará a huir de su ciudad y atravesar una Europa inmersa en profundos cambios tras el descubrimiento de América y la invención de la imprenta. Los libros son para Thomas una parte fundamental en su vida y es buscando un misterioso libro como llegará hasta Sevilla, ciudad próspera y colorida y único enlace con el Nuevo Mundo y donde, además, Hernando Colón, hijo de Cristóbal Colón, se empeña en crear la mayor biblioteca de Occidente, la Colombina.

Para un lector cualquier trama que gire en torno a los libros es un auténtico lujo que en esta ocasión nos viene de la mano de Luis Zueco, quien aunando el rigor histórico con  el misterio y la intriga nos traslada a una época en la que los libros ya no son ese bien al alcance de unos pocos, sino que se abren al mundo, salen de los monasterios, y se empieza a comerciar con ellos propiciando importantes cambios a nivel social con la aparición del Humanismo y de nuevas corrientes dentro de la Iglesia. A lo largo de la lectura se pone de relieve cómo la invención de la imprenta propició una difusión cultural a gran escala permitiendo rescatar textos y difundiendo el saber.

Con este trasfondo el autor construye una novela que tiene mucho del género de aventuras y que cuenta con grandes dosis de intriga, sin dejar de lado ciertos toques románticos y es que nuestro protagonista, Thomas, no solo es un joven inteligente, curioso e inquieto, sino que es muy enamoradizo y tropieza en la misma piedra una y otra vez de forma que a mí personalmente ha terminado cansándome un poco e incluso distrayéndome a veces del meollo de la trama: ¿dónde está el libro desaparecido? ¿qué fue de Jaime Moncín, su autor?

Buscando la respuesta a estas dos grandes preguntas recorreremos la Sevilla del siglo XVI, único puerto hacia y desde el Nuevo Mundo, puerta del comercio con América desde donde llegaban mil y una novedades. Y es que si algo brilla con luz propia en El mercader de libros es la magnífica ambientación de todos sus escenarios, especialmente de Sevilla. Luis Zueco, gracias al que sin duda ha sido un arduo trabajo de documentación, nos traslada hasta una ciudad de contrastes donde convivían el esplendor, tanto cultural como comercial, y la miseria de las clases menos desfavorecidas. Consigue que el lector se sienta en el centro de cualquier espacio gracias a descripciones tan precisas como fluidas y es que, a pesar de los múltiples detalles que nos da, en ningún momento el ritmo narrativo se ve frenado por ello.

La prosa de Luis Zueco es tan cuidada como accesible. Con un estilo sencillo y un lenguaje claro la lectura de El mercader de libros fluye desde el inicio con naturalidad, propiciando una lectura ágil que solo hacia el final del libro parece entrar en algún valle en el que tuve la sensación de que la trama no avanzaba, o se iba por otro lares, o quizá es que había adivinado demasiado pronto uno de los grandes misterios de la novela y ya solo quería encontrar la confirmación a mis sospechas.

En definitiva, El mercader de libros es una novela de ficción histórica muy entretenida y con una magnífica ambientación. Una novela que atrapa buscando la resolución de un misterio al tiempo que rinde homenaje al poder de los libros.