Una tarde en la que el otoño despliega sus supuestos encantos en tonos de gris y riega el sábado con esa lluvia que siempre me invita a quedarme en casa, puede convertirse en una tarde luminosa en un rinconcito del Hotel de Las Letras. Y nueve personas entre las que unas se conocen y se tratan habitualmente, mientras que otras solo tienen un conocimiento virtual, e incluso algunas ni a través de la pantalla, puede convertirse en un animado grupo que de lejos nadie diría acaban de saludarse por primera vez. Un animado grupo que en torno a Mikel Alvira compartió cafés y cervezas, pero sobre todo compartió letras, charla, risas y hasta alguna confidencia.
El amor por la literatura consigue estas cosas, pero lo principal
es encontrarte frente a frente con alguien que derrocha amor y pasión por lo
que hace. Mikel lo derrocha con palabras, con gestos y con miradas mientras
responde a nuestras, atropelladas a veces, preguntas y a su vez nos interroga a
nosotros por lo que podríamos llamar nuestra vida bloguera y tuitera porque no
deja de sorprenderle como a un inocente comentario en Twitter pueden seguirle
más de treinta respuestas, ninguna de ellas relacionadas con la literatura que
es lo que nos ha unido, pero que ha hecho mucho más: crear lazos.
Me desvío... ¿Cómo resumir aquellas cuatro horas? Cuatro horas en
las que, para variar, no tomé ni una nota. Lo cierto es que en esta ocasión no
hice ni el intento, uno no toma notas cuando está entre amigos y las
conversaciones surgen, saltan, vuelan, vuelven... Hablamos, claro está, de La novela de Rebeca, una novela que Mikel creía impublicable y que su agente quiso
publicar nada más leerla. Gracias señora agente por hacer tan bien su trabajo,
de lo contrario este hombre nos habría privado de Simón Lugar y a mí incluso
puede que me hubiera privado de conocer sus letras, quién sabe si cualquier
otra portada, de la que también hablamos y de la que Mikel se siente muy
satisfecho porque era la que deseaba, me hubiera llamado tanto la atención como
lo hizo ésta. Por cierto, que resulta que los agentes no son tan malos como los
pinta la literatura, ni parecidos a la Úrsula que azuzaba a Simón Lugar, al menos ni la suya ni los de algunos compañeros lo son.
Me pregunto la razón literaria que lleva a tantos autores a darnos esa otra
imagen y no sé si es que habrán detectado que a los lectores parece gustarnos
imaginar a nuestros escritores favoritos azotados por la presión…
Leo, en la pequeña biografía de su web, que Mikel es un creador
multidisciplinar y este último adjetivo se me hace una palabra poco bella en
sus formas para un concepto tan atractivo. Mikel nos contó las muchas cosas que
hace, desde cortos hasta teatro, pasando por escribir algún discurso para
sectores tan prosaicos que no me imagino nada más alejado de este hombre que se
siente poeta y que está convencido de que lo que mejor hace es construir
frases. Frases que luego precisan unas trescientas o cuatrocientas páginas a su
alrededor para llegar a ser esas novelas con las que, además, construye
momentos, incluso mundos enteros, para sus lectores. O frases directamente dibujadas sobre la piel en
un acto íntimo de belleza sencilla que os invito a que contempléis en el perfil
del autor en Instagram.
Como veis, una tarde fantástica que fue mucho más de lo que yo os
puedo contar en esta breve y difusa crónica, porque si a veces en mis reseñas
os digo que tal o cual libro no lo he leído, sino que lo he vivido, hoy os digo
que la tarde en la que Mikel Alvira nos dedicó unas horas hay que vivirla y no leerla. Gracias
por el tiempo que nos dedicaste, Mikel. Lamento decirte que te has metido en un
buen lío porque a la mínima oportunidad lo organizaremos de nuevo.
Pues que te puedo decir Que me hubiera gustado vivirla con vosotras!!!
ResponderEliminarUn beso
Chica vaya envidia más grande y encima haces esta entrada tan preciosa! Qué quieres que te diga? El señor escribe de lujo y la que relata el encuentro lo ha plasmado bien bonito. Ojalá en la próxima pueda estar, preguntar y compartir.
ResponderEliminarUn beso
Nena , me habría gustado mucho estar ahí. Se ve que has disfrutado mucho. Un besote
ResponderEliminarMe alegra que lo disfrutarais tanto.
ResponderEliminarSe agradece cuando un evento así se hace ameno para los participantes. Esta novela la dejaré descansar un tiempo porque aún tengo en la memoria El silencio del pantano y corro el peligro de hacer comparaciones entre ambas. Besos.
ResponderEliminarSu novela está en mi casa esperando a que termine las dos q tengo ahora y va la suya.
ResponderEliminarMe gusta la gente sencilla y divertida, y sobre su novela espero opinar dentro de muy poco.
BEsos.
Me alegro de que pasases una tarde fantástica.
ResponderEliminarUn beso ^^
Qué bien lo has resumido, y mira que es difícil. La tarde se me pasó volando.
ResponderEliminarUn beso!
Me alegro de que lo hayas disfrutado. Los encuentros con autores suelen ser geniales y super interesantes.
ResponderEliminarBesos!
Me ha encantado tu crónica. Mandé besos con Teresa para todas, que envidia me dais!
ResponderEliminarBesos
Se nota que lo habéis disfrutado mucho. Qué envidia! Gracias por compartir estos momentos!
ResponderEliminarBesotes!!!
Claro, en un momento como ese quien toma notas... a mi me pasaría exactamente lo mismo. Eso sí, tengo la tarea de leer la novela y curiosearé IG.
ResponderEliminarBesos
Cuanto me hubiera gustado estar ahí con vosotras... Me alegro de que se os hiciera corto y que lo pasarais tan bien como para pensar en repetir
ResponderEliminarHola! Me ha encantado leer como fue el encuentro, se nota que os lo pasasteis muy bien. Voy a buscar su libro para echarle un vistazo. Besos!
ResponderEliminarImposible tomar notas. Yo saqué la libreta donde tenía preguntas y a pesar de eso se me quedaron más de la mitad pendientes. Mikel es encantador, me gustó mucho su naturalidad, en realidad parecía que todos nos conocíamos desde siempre. He ido a muchas presentaciones de libros, pero esta experiencia fue tan increíble que me gustaría repetirla.
ResponderEliminarBesos
Que suerte. Gracias por la crónica.
ResponderEliminar¡Pero que envidia! Cuantas sensaciones agradables me has transmitido. ¿Quién necesita tomar notas si estás "viviéndolo"? ¿Te he dicho ya que me das mucha envidia? ;D. Abrazos.
ResponderEliminarQué envidiaca más grande, jajajaja. Tengo taaaaantas ganas de leer "La novela de Rebeca". Además, se nota que Alvira es un tipo que conecta con los lectores.
ResponderEliminarBesos.
¡Qué envidia más grande! Gracias por compartir la experiencia. Besos.
ResponderEliminarPues a pesar de quedarme con las ganas de haber vivido el encuentro en primera persona, gracias por habernos permitido vivirlo leyéndote. Realmente transmites lo mucho que lo has disfrutado.
ResponderEliminarBesos
Que tarde más estupenda pasamos y para no haber tomado notas, aunque quien se iba a acordar de las notas en ese momento, no podías haberlo resumido mejor. Besos.
ResponderEliminarBonita crónica, qué encuentro más informal y más nonito. Gracias por compartir. Un beso!
ResponderEliminarVenga envidia. O sea que hay que vivirla...Ya me gustaría. Me ha encantado tu pasional crónica.
ResponderEliminarBesos
Onnnn qué punto.. Con lo majo que es! Ya me hubiera gustado. Me alegro que los pasarais tan bien. Y siento mucho no haber pasado por aquí últimamente pero he estado algo perdida. Un besito.
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