De la mano de
Teresa Cardona vuelven la teniente Blecker y el brigada Cano en la tercera
entrega de una serie que comenzó con Los dos lados y continuó con Un bien relativo.
Patricia Mata ha
aparecido asesinada en su casa de San Lorenzo con claros signos de haber sido agredida
sexualmente. Rápidamente descubrirán que, en el pasado, la joven ya había
denunciado otra violación. El acusado de entonces, César Rubio, antiguo amante
de Patricia, fue dictaminado no culpable por falta de pruebas. El brigada Cano
no duda: el antiguo amante debe ser, necesariamente, el culpable de este
asesinato ya que, sin duda alguna fue absuelto injustamente en el pasado. Pero Blecker
no quiere precipitarse, hay que valorar otras opciones y hay que ahondar más en
aquella otra acusación de modo que, de forma paralela a la investigación del
crimen cometido, se desarrolla una especie de segundo juicio para dilucidar qué
fue lo que ocurrió realmente en el pasado.
De nuevo Teresa
Cardona nos invita a ir paso a paso, sin prejuicios establecidos, en una
investigación en la que se pone de relieve algo obvio pero que, a menudo,
olvidamos. Y es que ni todo es blanco ni todo es negro y lo hace de ese modo
que parece ser ya una seña de identidad en sus novelas en las que siempre nos
presenta dos visiones en las que se dan cita toda una serie de temas
controvertidos con los que es fácil caer en prejuicios que lleven a
conclusiones precipitadas, e invitando a que seamos los lectores quienes valoremos
los distintos puntos de vista y, conociendo todas las versiones, intentemos
llegar a nuestra propia resolución cuestionando lo que tomamos por verdades absolutas.
La necesaria reflexión
sobre las implicaciones tanto personales como sociales que conlleva cualquier
crimen es tan importante, si no más, como la investigación del crimen en sí
mismo. Se hace imprescindible en esta lectura entrar en la vida y en la psique
de unos personajes atrapados, especialmente en el caso de Patricia, en una
huida hacia delante en la que las relaciones personales se visten de secretos y
silencios cuyo origen hay que explorar más allá.
No cabe duda que
con La carne del cisne Teresa Cardona consolida un estilo propio con el que
planteando dilemas morales nos invita a revisar nuestras convicciones,
identificándonos con personajes que tienen opiniones y valores distintos de
modo que una misma vivencia tiene diversas interpretaciones.
No tiene mala pinta. No lo descarto. Un beso.
ResponderEliminarPUes pinta bastante bien. A ver si me animo con el primer libro.
ResponderEliminarBesotes!!!
No me importaría leer esta serie cuando tenga un poco menos de pendientes ^^
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