Con
este libro tuve uno de mis flechazos nada más ver la portada y es que la mujer
que me miraba desde ella me cautivó desde el primer momento. Si a eso le unimos
mi habitual fetichismo por los títulos, y “Cuando estábamos vivos” es de lo más
evocador, y las buenas opiniones que empezó a cosechar desde el primer momento,
no es de extrañar que no dudara mucho en hacerme con él y ponerme con su
lectura durante las vacaciones, aunque debo decir que no elegí el momento más
adecuado ya que la playa no es el lugar más apropiado para dejarse llevar por
esta maravillosa historia, a pesar de ello lo he disfrutado muchísimo.
SINOPSIS
En los albores de la Segunda República,
Lucía Oriol es una joven esposa aristócrata en una sociedad en plena
transformación, cuya vida da un vuelco cuando conoce a Francisco Anglada, viudo
empresario de origen judío, que compra una residencia a la familia Oriol en la
calle Pintor Rosales. Lo que comienza como una tórrida aventura amorosa, se
enreda cuando aparece Jimena, la conflictiva hija de Francisco. La relación
entre Jimena y Lucía, la doble vida de ésta y el pasado oculto de los Anglada
destaparán un torbellino de celos, venganza y traición de los que nadie saldrá
indemne.
El amor de Lucía Oriol por un hombre
atrapado en el laberinto del pasado y la necesidad de contar la verdad y de
hacer justicia, alimentan este retrato de dos linajes, inspirado en hechos
reales, en un Madrid convulsionado al borde de la Guerra Civil.
Con la riqueza de una sobresaliente
prosista, Mercedes de Vega bucea en nuestra historia más personal para mostrar
que en todas las familias se esconden secretos que pueden resultar letales.
Cuando estábamos vivos no es solo la historia de una mujer que debe elegir
entre la razón y el corazón, también es el fresco de una época y de una ciudad
que marcarán los destinos de sus protagonistas.
LA AUTORA
Mercedes
de Vega es socióloga y escritora. Nació en Madrid en 1960. Ha residido y
trabajado en Nueva York y Barcelona. Cursó estudios de literatura en la
Universidad Complutense de Madrid y ha participado en numerosos talleres de
escritura creativa. Colabora en revistas literarias como Resonancias y Los
papeles de Iria Flavia.
Ha
publicado la novela El profesor de inglés (Huerga y Fierro Editores); el libro
de relatos Cuentos del sismógrafo; artículos y publicaciones, y diversos
relatos en antologías colectivas. Ha sido galardonada por dos años consecutivos
(2013 y 2014) en los Premios del Tren "Antonio Machado".
MI OPINIÓN
En
1995, en Roma, Lucía Oriol echa la vista atrás y vuelve a ese pasado en el que
fue una joven aristócrata casada con un camisa negra italiano. Por entonces su
vida transcurría plácidamente entre su hijo, sus compromisos sociales y sus
actividades caritativas en un orfanato hasta que se cruzó en su camino
Francisco Anglada, un empresario viudo que hizo que su vida y ella misma
sufrieran una transformación tal que nunca volverían a ser las mismas. Con él
vivió una tórrida relación que se complica aún más con la llegada a Madrid de
Jimena, hija de Francisco, una joven que arrastra los secretos y los errores
que otros cometieron, pero que determinan una vida, la suya, marcada para
siempre por un pasado oscuro, un presente no deseado y un futuro incierto.
Mercedes de Vega |
Sabéis
que por lo general no me gustan las historias de amor, o quizá la realidad sea
que no me gusta cierto romanticismo que suele resultarme artificioso, pero
“Cuando estábamos vivos” no es una historia romántica, aunque sí es una
historia de amor que es también una historia de adulterio. Una pasión marcada
una y otra vez por la tragedia. E incluso podría decir que esta novela es mucho
más, ya que la aparición de Jimena en la historia hace que todo, incluso la
relación adúltera de su padre y Lucía, termine girando en torno a ella,
erigiéndose así en la verdadera protagonista de una novela que nos habla de
temas tales como las relaciones familiares, los secretos del pasado y la
búsqueda de la propia identidad. A lo largo de la lectura se ahonda en la carga
que en ocasiones se arrastra desde el pasado, una carga que termina gravando
incluso a los que no fueron protagonistas de ella. Cómo secretos de
generaciones anteriores, secretos que se creían enterrados, terminan siendo
heredados por las posteriores aun sin conocerlos.
“Cuando
estábamos vivos” es también la historia de una época. El crispado ambiente
social y político, lleno de desencuentros cada vez más patentes, de los años
previos a la Guerra Civil quedan perfectamente reflejado en una novela en la
que también una ciudad, Madrid, se convierte en una protagonista más
mostrándonos Mercedes Vega los cambios que se suceden en una capital llena de
contrastes y en pleno crecimiento. De la mano de la autora pasearemos desde los
señoriales pisos de Pintor Rosales hasta la pobreza de Prosperidad. Viajaremos
unas veces en coche con chófer y otras en tranvía, pero siempre nos hará sentir
el latido de una urbe que crece, que se moderniza, que tiene una nueva Ciudad
Universitaria, una ciudad que vibra hasta terminar herida de muerte por una
guerra fratricida que sacará lo peor de cada uno.
Con
una estructura dividida en tres partes, subdivididas a su vez en los llamados
testimonios en lugar de capítulos, la narración alterna el narrador omnisciente
en tercera persona y la primera persona a cargo de una de sus protagonistas,
Lucía. El estilo de la autora es muy evocador. Su prosa es cuidada y elegante y
por momentos intimista, mostrando gran capacidad para transmitir sentimientos y emociones. Todo ello narrado con un ritmo pausado que invita a una lectura relajada.
Los
personajes son exquisitos, se nota el mimo con el que han sido trazados tanto
los principales como los secundarios. Unos personajes llenos de luces y sombras
por los que es imposible no sentirse atraído de tan reales que llegan a
parecer. Son personajes que el lector puede amar y detestar al mismo tiempo,
llenos de contradicciones. Lucía Oriol es una mujer ahogada en un matrimonio y
en una familia muy conservadora, una mujer que sólo a través del adulterio se
sentirá viva por primera vez. Francisco Anglada es quizá el personaje al que
más me ha costado entender, con un carácter difícil que a veces parece esconder
más miedos de los que quiere mostrar. Pero si hay un personaje ante el que me
quito el sombrero es Jimena. Su trazado psicológico es minucioso y con ella se
viven algunos de los momentos más intensos de la novela.
Una
novela apasionante e intensa, llena de emociones, en la que la autora aúna
parte de su historia familiar con la ficción para completar aquello que no
conoce de sus antepasados. Una novela que sin duda alguna ha salido de las
entrañas de Mercedes Vega porque eso se nota y se transmite al lector. Como
podéis ver no tengo ninguna duda en recomendaros esta historia escrita para
saborearla despacio, sin prisas, deleitándose con la prosa elegante y
envolvente de la autora.
Me encantó leerla. Es una de mis mejores lecturas de este año y en general coincido con tus sensaciones.
ResponderEliminarYa la compré después de leer las reseñas de Albanta y Tabuyo,pero decidí dejarla para el invierno y veo que he hecho bien.Tu reseña me reactiva las ganas de leerla.
ResponderEliminarUn beso
Lo tengo pendietne de lectura, a ver cuando le puedo hacer un hueco. Un besote
ResponderEliminarYo también soy más de amores más sucios y complicados y me cuesta un poquito el romanticismo. Desde que descubrí esta novela en el blog de Francisco tengo ganas de leerla, creo que también me gustaría mucho.
ResponderEliminarBesos.
Y aún no la tengo!! Esto no puede ser, cada reseña que leo me entran unas ganas locas de tirar directa a la primera librería que me encuentre pero por unas y otras... Pero de este otoño no puede pasar.
ResponderEliminarUn besote
Pues ya me has convencido! Me apetece mucho.
ResponderEliminarUn beso
Aunque el tema de la Guerra Civil no me gusta nada, tendré en cuenta este libro. Pero solo porque tú lo recomiendas
ResponderEliminarBesos
Me lo apunto, para una próxima lectura.
ResponderEliminarYo ya estaba convencida pero con esta reseña es imposible resistirse. No me he acercado aún a la historia precisamente por tu recomendación de twitter de leerla con manta y sofá. Así que ahí la tengo aparcada pero no olvidada.
ResponderEliminarBesos
La verdad es que tiene buena pinta, no descarto leerlo.
ResponderEliminar¡Un beso! ^^
Tengo muchísimas ganas de leer esta novela, me llamó la atención desde que salió y por las reseñas sé que la voy a disfrutar también
ResponderEliminarBesos
Yo también la tengo en la estantería esperando su turno
ResponderEliminarBesos
Yo también me sentí cautivada por esa mujer que te mira desde esa portada, pero alguna hay que dejar fuera, ahora me arrepiento. Besos.
ResponderEliminarNo lo he leído, pero pinta muy bien así que no lo descarto para más adelante :D
ResponderEliminar<3
Yo lo tengo pendiente y lo dejaré para un poco más adelante, para leerlo con tranquilidad
ResponderEliminarBesos
Muy buena reseña, Manuela. Me encantó esta novela. Una de mis mejores lecturas de este año. Besos.
ResponderEliminarConocí este libro en el blog de Francisco, y me gusto lo que leí, y leyendo tu reseña confirmo que seguramente me encanté este libro.
ResponderEliminarBesos
UNa estupenda lectura por lo que veo. Me la llevo claro y a ver si me hago con ella :)
ResponderEliminarBs.
Despues de leer tu reseña me has dejado con muchas ganas de leerla, un beso
ResponderEliminarTiene muy buena pinta. Me lo apunto, que sé que me va a gustar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues pinta muy bien!
ResponderEliminarHe leído varias reseñas que coinciden con la tuya =)
Besotes
Hola, se nota que te ha gustado, besos.
ResponderEliminarA pesar de que se ve que lo has disfrutado, por el momento yo no me animo con él. Besos.
ResponderEliminarMe alegro que te gustara. A mí también me gustó mucho y fue muy emocionante escuchar a la autora contar cómo surgió esta historia, partiendo de un hilo de su propia familia. Besos.
ResponderEliminarEsta historia no me atrae gran cosa, Manuela. Y la portada, contrario a lo que te sucedió a ti, no me gusta. Este tipo de portadas, con fotos de mujeres jóvenes glamurosas no me atraen en absoluto.
ResponderEliminarBesines,
La verdad es que la portada es muy sugerente y la historia y lo que cuentas me ha gustado, apuntada queda.
ResponderEliminarUn beso!
No puedes ocultar lo que te ha gustado. La verdad es que lo cuentas suena fenomenal, sobre todo esos personajes tan bien construidos y esa visión de Madrid. Tomo nota. Abrazos.
ResponderEliminarVaya, cuánto entusiasmo. Es difícil resistirse a una opinión tan razonada. Lo echaré un ojo
ResponderEliminarBesos