Diga
lo que diga y lo haga como lo haga, no podré hacer justicia con la que ha sido
no solo mi mejor lectura del año pasado, sino sobre todo una novela redonda,
inolvidable, que me ha emocionado, conmocionado, removido... He hecho lo que he
podido y aunque todo lo que os quiero contar se resume en ¡leedla! hoy voy a
intentar hablaros de Patria.
Sinopsis
El
día en que ETA anuncia el abandono de las armas, Bittori se dirige al
cementerio para contarle a la tumba de su marido el Txato, asesinado por los
terroristas, que ha decidido volver a la casa donde vivieron. ¿Podrá convivir
con quienes la acosaron antes y después del atentado que trastocó su vida y la
de su familia? ¿Podrá saber quién fue el encapuchado que un día lluvioso mató a
su marido, cuando volvía de su empresa de transportes? Por más que llegue a
escondidas, la presencia de Bittori alterará la falsa tranquilidad del pueblo,
sobre todo de su vecina Miren, amiga íntima en otro tiempo, y madre de Joxe
Mari, un terrorista encarcelado y sospechoso de los peores temores de Bittori.
¿Qué pasó entre esas dos mujeres? ¿Qué ha envenenado la vida de sus hijos y sus
maridos tan unidos en el pasado? Con sus desgarros disimulados y sus
convicciones inquebrantables, con sus heridas y sus valentías, la historia
incandescente de sus vidas antes y después del cráter que fue la muerte del
Txato, nos habla de la imposibilidad de olvidar y de la necesidad de perdón en
una comunidad rota por el fanatismo político.
Mi opinión
Bittori
y Miren son amigas desde niñas, desde que empezaron a dar sus primeros pasos en
el pequeño pueblo cercano a San Sebastián en el que viven. Y su amistad
continuó cuando se casaron con dos amigos, el Txato y Joxian y tuvieron hijos,
que también fueron amigos… Dos familias que parecían inseparables rompieron su
amistad el día en que ETA señaló al Txato. Pero aquello pasó hace años y
Bittori continúa en su incansable búsqueda de respuestas y es por ello que el
día que la banda armada anuncia el abandono de las armas ella decide volver a
su pueblo en busca de esas respuestas y en busca de un perdón. Este es el punto
de partida de una novela que a lo largo de sus más de 600 páginas saltará
continuamente del presente al pasado para dar voz a unos personajes que tienen
mucho que contarnos sobre la convivencia entre víctimas y victimarios.
Os
decía al principio que me ha emocionado y conmocionado la lectura de
Patria y lo ha hecho porque es una novela que rebosa humanidad y que
transmite realismo en cada palabra. Una novela que me ha hecho vivir
esa violencia cotidiana vestida de miedos, de silencios y de mirar hacia otro
lado en la que tuvieron que vivir durante muchos años en el País
Vasco. Sufrimiento, dolor, muerte, resentimiento, culpa, perdón… se dan cita en
una novela que me ha obligado en más de una ocasión a parar la lectura con un
nudo en la garganta y para ello Fernando Aramburu se ha valido de eso que
identifica a la buena literatura, esa que ante un tema como el que plantea
Patria no toma partido por unos o por otros, salvo quizá una pequeña
intervención de un escritor en una conferencia, ni se limita al mensaje fácil
de los buenos y los malos, sino que te toma de la mano y te hace vivir lo que
han vivido muchos ciudadanos vascos, te traslada a ese entorno
asfixiante y controlador en el que si no estás con ellos estás contra ellos,
consigue que te preguntes, por ejemplo, qué habrías hecho tú si hubieras sido
Miren y tu hijo perteneciera a ETA.
Fernando
Aramburu, con una narración que en las primeras páginas puede resultar un tanto
costosa por sus frases inacabadas, sus cambios de narrador, la alternancia del
estilo indirecto y el directo y los continuos saltos temporales, nos muestra todos
los puntos de vista a través de un elenco de personajes rotos y vidas
deshechas. Los nueve componentes de las dos familias protagonistas
muestran, cada uno en su papel, la profunda grieta que el terror y la
violencia abrieron en la sociedad vasca. Y entre ellos brillan con luz
propia las mujeres, especialmente Bittori y Miren, representantes de una
sociedad matriarcal de mujeres fuertes que aún heridas siguen luchando y siguen
adelante y con ellas, con sus heridas y con sus hijos, vamos avanzando hasta un
desenlace que de nuevo sin estridencia alguna deja al lector pegado a las
páginas de un libro que se cierra con la sensación de haber leído una
gran novela, una novela redonda e inolvidable en la que junto a los grandes
protagonistas encontraremos unos secundarios necesarios para entender cómo
vivió durante décadas una sociedad y así no faltan el cura nacionalista o el
dueño del bar que señala objetivos.
Patria
no intenta decirnos esto fue así por esto y estos hicieron esto por esto,
no. Patria no toma partido y lo cuenta todo para dejar al lector que
tome decisiones o al menos lo intente y lo hace permitiéndole que vea
cómo un joven poco a poco se introduce en ETA. Patria permite al lector vivir
la presión del grupo en un pueblo donde el control y la exposición de los
jóvenes a la propaganda son continuos. Patria pone ante los ojos del lector la
complicidad de los que callaban y miraban hacia otro lado; la incredulidad del
Txato, un euskaldun que no entiende que ETA haya puesto la vista en él y que su
pueblo se esté llenando de pintadas en su contra por muy empresario que sea si
él es uno más del pueblo; el desconcierto y el orgullo de Bittori a la que ya
no venden ni en la carnicería, ni en la panadería… y tiene que hacer la compra
en otro lugar. Patria pone ante los ojos del lector el dolor y el
desgarro de una viuda que en el cementerio susurra a su hijo que más que
enterrar a su padre, parece que lo están escondiendo, porque ni en el
cementerio de su pueblo lo han querido. Porque es así, con frases y escenas que desarman al lector más curtido, con vivencias que desgarran por la verdad que parece poner ante nuestros ojos, como la novela se va introduciendo en uno y el lector vive ese momento mágico que solo nos ofrece la buena literatura.
Y
así es Patria, no solo una gran novela, sino una novela valiente y necesaria.
Una lectura demoledora de lluvia pertinaz, de autobuses ardiendo, de poteo, de
manifestaciones, de huerta, de domingos en bicicleta, de miedo, de muerte y de perdón.
Pues te ha quedado una reseñaza guapa!!! La tengo para leerla este mes en el montón así que no se escapa y estoy deseando meterle mano y ahora con tu reseña mucho más :)
ResponderEliminarBs.
Son duda todos estáis de acuerdo en que esta es una magnífica novela. Yo, pese a mis reticencias iniciales, la cogí el mes pasado. Habrá que buscar el momento adecuado para leerla
ResponderEliminarQué te voy a decir, ya sabes que fue mi mejor lectura del año pasado.Una reseña estupenda Manuela.
ResponderEliminarUn beso
Que te voy a contar que no sepas... valiente, real y dolorosa, pero mi mejor lectura en años. Buena reseña Manuela, coincido contigo y afirmo todo lo que dices.
ResponderEliminarUn beso
¡Hola!
ResponderEliminarLe tengo muchas ganas a este libro^^
Besitoos
Manuela si supiera poner aplausos aquí los pondría, menuda reseña te has marcado. Transmite exactamente lo que transmite el libro, es un novelón y este un reseñón que no le puede hacer más justicia.
ResponderEliminarMuchas gracias
Un beso guapa!
El otro día me terminaste de convencer. Estupenda reseña. Besos.
ResponderEliminarAy no quería meterme en un tema así pero cuanto más habláis de ella más ganas me entran...
ResponderEliminarLa reseña estupenda
Un beso!
Se con certeza que es una buena novela porque el costillo, que la ha leído, se la va recomendando a todos sus compañeros. Pero trata de un tema que me afecta en lo personal y no la voy a leer. Besos
ResponderEliminarHola!!! no la conocía y aunque trata un tema difícil creo que le daré una oportunidad
ResponderEliminarGracias por la reseña
Un abrazo
Todo lo que he escuchado sobre este libro son opiniones positivas, así que tras leer tu reseña, seguramente será mi próxima lectura
ResponderEliminarEn principio no me llamaba, pero con tu reseña... me lo pensaré una 2º vez hahah
ResponderEliminarSaludos :)
Hola! Lo tengo pendiente y la verdad es que estoy deseando ponerme ya con esta historia. A ver que sensaciones me deja pero espero que me marque tanto como a ti.
ResponderEliminarBesos!
Hola guapa, no me había saltado tu publicación y me has dejado muda. Si hay una novela que merece una reseña como esta esa es Patria. Qué lectura y qué reseña, guapetona! Te has salido!
ResponderEliminarUn beso
Magnífica reseña, Manuela. Esta novela la tengo más que anotada. En principio tuve mis dudas con ella, pero veo que es un título imprescindible para tener en la biblioteca. Besos.
ResponderEliminarHola. Se nota que te ha encantado. Yo creo que no es para mí. Besos.
ResponderEliminarPese a las buenísimas críticas que está recibiendo esta novela se que no es para mi. Besos.
ResponderEliminarYa sabes, tengo unas ganas locas de leerlo :D
ResponderEliminarEstupenda reseña, parece un libro muy pero que muy interesante :D
ResponderEliminarUn beso
Ay no te leo, que lo tengo esperando y quiero cogerlo más pronto que tarde
ResponderEliminarBesos
Se me había pasado esta reseña. Que bien describes todos los sentimientos que van apareciendo a lo largo de la lectura. Yo la tengo pendiente y no sé por donde cogerla, no es fácil.
ResponderEliminarUn beso ;)
Ya la tengo, me falta ponerme con ella, no hay nadie a quien nohaya impresionado. Un besote!
ResponderEliminarPara mí de las mejores novelas que leí el año pasado
ResponderEliminarMe llamó la atención desde que salió, con tú reseña me he acabado de convencer
ResponderEliminarA ver si cae en mis manos, que le tengo ganas. :-)
ResponderEliminarMejor novela en muchos años y estupenda reseña. Para todos aquellos a los que el tema les pueda desanimar, solamente tendrán que leer el primer capítulo para quedar enganchados .
ResponderEliminarMejor novela en muchos años y estupenda reseña. Para todos aquellos a los que el tema les pueda desanimar, solamente tendrán que leer el primer capítulo para quedar enganchados .
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarYa lo siento pero discrepo. Yo creo que "Patria" sí toma partido. Lo toma contra la llamada Izquierda abertzale que pretende, tras constatar que no ha ganado (como no podía ser menos) por medio de las armas, decir aquello de "Vale, pero todas esas atrocidades tenían una justificación por la Historia de opresión que sufría nuestro Pueblo". Ahí Aramburu le da bien y de frente a ese mundillo tan bien descrito en la novela (véase el mamonazo que dirige la Herriko Taberna, que señala y elige a la víctima propiciatoria y manda a otros por delante a eliminarla pero nunca se mancha las manos y es todo un valiente... viendo los toros desde la barrera y con el primo de Zumosol de ETA detrás, sin el cual no es más que un pobre hombre, un chulopiscina de pueblo). Os recomiendo la reseña de "La novela antihistórica" sobre la novela, que se centra mucho en esa cuestión. Un saludo. Este es el enlace https://lanovelaantihistorica.wordpress.com/2017/06/20/el-relato-de-la-amargura-patria-de-fernando-aramburu/
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