Aunque no suelo animarme con novelas escritas por caras conocidas
de la televisión con Nacho Abad decidí hacer una de mis pocas excepciones y es
que este periodista y criminólogo colaborador de “Espejo público” (Antena 3)
siempre me ha transmitido una sensación de profesionalidad y rigurosidad. Si,
además, se anima con una novela negra, género que cada vez me gusta más, no es
de extrañar que me lanzara a por “La verdad está equivocada”, publicada por
Ediciones B en diciembre pasado, en cuanto tuve la oportunidad. Hoy os traigo
mis impresiones.
Guadalupe y Valentín lo tienen todo para ser
felices: instalados en su lujosa finca, esperan el nacimiento de su primer
bebé. Pero lo que parece un cuento de hadas está a punto de convertirse en una
pesadilla.
Cuando ella desaparece sin dejar rastro, todas
las sospechas se dirigen hacia Valentín. Empezará entonces una frenética
investigación en la que las oportunidades de localizar con vida a Guadalupe,
diabética y embarazada de ocho meses, se reducen por minutos.
La presión de la opinión
pública –él es hijo de un gran torero y ella, una escritora de fama-
condicionará todo lo que ocurra a continuación. Mientras los medios presentan a
Valentín como un asesino desde el primer momento, la policía luchará por
encontrar (o incluso fabricar) pruebas que inculpen al presunto culpable.
En la solapa del libro
podemos leer que Nacho Abad es periodista y criminólogo. Se ha especializado en
información de sucesos en El programa de
Ana Rosa (Tele 5) y actualmente en Espejo
Público (Antena 3). También ha presentado los programas nocturnos Rojo y negro (Tele 5) y La diana de… (Antena 3). Ha informado
sobre los principales sucesos de la crónica negra de los últimos años, logrando
a menudo exclusivas a nivel mundial. También escribe en La Razón.
En “La verdad está equivocada” conoceremos a Guadalupe, escritora
de éxito casada con Valentín, empresario e hijo de un famoso torero. Ambos
forman una pareja guapa y con dinero, una pareja aparentemente feliz, y más
ahora que faltan pocas semanas para el nacimiento de su primer hijo, a la que
es habitual ver en la prensa del corazón. Lo que parece una relación idílica
dará un giro de 360 grados cuando ella desaparece sin dejar rastro y él se
convierte en el principal sospechoso.
Con la voz de un narrador omnisciente en tercera persona el autor
compone una novela negra que sin duda es también una novela coral ya que por
ella desfilan multitud de personajes perfilados con mimo y detalle para que el
lector pueda vivirlos y sentirlos como personas reales. La novela abarca todo
el proceso de la investigación, con el grupo de homicidios y la policía
científica, y llega hasta el proceso judicial y su sentencia. Dividida en tres
partes, la primera se dedica a la investigación en sí misma, siendo ésta la
parte más ágil de la novela y en la que encontraremos unos cuantos giros y
sorpresas. La segunda nos retrotrae al pasado para conocer la infancia y
juventud de Valentín y poder acercarnos a su compleja personalidad. Y ya en la
tercera y última, asistiremos al proceso judicial que culminará con una
sentencia.
Desde el inicio Nacho Abad imprime un ritmo a la narración que sin
ser trepidante sí adquiere una tensión que impele al lector a caer en la trampa
mortal de un capítulo más de forma que sus más de seiscientas páginas duraron
en mis manos unos pocos días en los que el autor me hizo dudar de todo y de
todos. Solo la segunda parte, la que mira al pasado para mostrarnos cómo creció
y se forjó el hombre que hoy es Valentín, ralentiza un poco una lectura que se
convierte en una tela de araña mientras seguimos paso a paso todo el proceso de
un caso desde el mismo momento en el que se produce la desaparición de
Guadalupe. El autor introduce al lector de lleno en la investigación y le
ofrece todo tipo de detalles sobre la misma implicándolo así en un caso que
intentará resolver encajando las distintas piezas de una trama que se complica
conforme avanza la lectura.
Nacho Abad |
Pero más allá de la trama en sí misma, destaca en la novela la
crítica que el autor realiza a los medios de comunicación, a la policía y a
nuestro sistema judicial. En “La verdad está equivocada” se plantea cómo los
profesionales del periodismo pueden influir con sus publicaciones de tal modo
que un sospechoso se convierta automáticamente en culpable para la opinión
pública sin haber sido aún juzgado. Va incluso más allá planteando cómo en
muchas ocasiones la información que se ofrece y que se toma como la verdad ni
siquiera ha sido mínimamente contrastada, una carencia de rigor que
afortunadamente no afecta a todos los profesionales.
Tampoco la policía sale bien parada del todo en esta novela y es
que, como en todos los colectivos, hay buenos y malos profesionales. Nacho Abad
así lo refleja y junto a los que son rigurosos en su trabajo, se nos presenta
también a los chapuceros y tramposos, capaces de manipular indicios para
convertirlos en pruebas y cerrar un caso. Lo mismo sucede con los profesionales
de la justicia y de este modo encontramos desde jueces deseosos de convertirse
en estrellas mediáticas de la televisión, hasta abogados defensores que
persiguen ese mismo fin en contraposición a aquellos que asumen con
profesionalidad su cometido. Quizá la reflexión más importante sea que no todo
vale para obtener una exclusiva, ni todo vale para obtener pruebas que
incriminen a un sospechoso, ni todo vale para conseguir la sentencia que se
desea.
Durante la lectura de “La verdad está equivocada” es fácil que el
lector encuentre similitudes con casos de la crónica negra de nuestro país en
los que efectivamente se ha hecho un juicio paralelo de los sospechosos e
incluso subyace la idea de cómo podría cambiar una sentencia si en lugar de ser
juzgado por un jurado popular lo hiciera un tribunal profesional. No cabe duda
que el autor tiene un profundo conocimiento del mundo periodístico y del
sistema policial y judicial y esto es algo que se transmite al lector y que
logra una mayor implicación en lo que se lee.
La verdad no siempre es absoluta y, a veces, puede estar
equivocada. Así, aunque el caso de Guadalupe está cerrado, son varias las
cuestiones que quedan abiertas en “La verdad está equivocada” y es que cuando
llegamos a la última página descubrimos que cerrar un caso no significa que se
haya escrito su final por lo que habrá que esperar a “Probatio diabolica”, novela
en la que actualmente trabaja Nacho Abad, para atar los cabos sueltos que
quedan en la novela. A pesar de parecer que se trata de un final abierto os
aseguro que el desenlace no defrauda y, aunque al menos en mi caso, tampoco
sorprende la impresión final es tan satisfactoria que lo único que puedo hacer
es desear que el autor no nos haga esperar demasiado para encontrarnos de nuevo
con sus letras.
Como podéis ver no dudo en recomendaros esta novela negra,
policíaca, coral y judicial, que aúna lo mejor de cada género en una trama muy
bien construida y perfectamente armada, con unos personajes coherentes y un
ritmo ágil que atrapa al lector desde la primera página. Una novela que no solo
entretiene, sino que invita a la reflexión sobre los medios de comunicación y
nuestro sistema policial y judicial.
Yo no veo mucho la tele pero en ocasiones si que he visto al autor exponiendo sus ideas y se ve que se maneja en el tema y por lo que dices lo demuestra en la nvoela. Aunque no creo que termine leyéndola.
ResponderEliminarPues se ha despachado a gusto con todos los sectores!Tengo rechazo a los televisivos/escritores,pero Abad siempre me ha caído bien y la trama me gusta.Sólo me para un poco lo de próxima novela.
ResponderEliminarUn beso
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUy qué bien, juicio y tofo. Sin duda, ésta es de las mías.
ResponderEliminarBesos
Tengo demasiado libros pendientes, así que no creo que lo vaya a leer. Besos
ResponderEliminarPues dejas claro que merece mucho la pena leerla. Me gusta este hombre y no sabía que la novela era suya. Me la llevo anotada.
ResponderEliminarBesos
Tampoco me gusta leer libros de autores televisivos, pero este tiene buena pinta :)
ResponderEliminarYa sabes que lo tengo por tu culpa jajaja. A ver cuando le puedo hacer un hueco. Un besote
ResponderEliminarTiene una pinta estupenda, me frena un poco que no este todo cerrado y haya una segunda parte... pero en fin, va a mi lista!
ResponderEliminarUn beso
Menos mal que me has puesto la foto, que me estaba devanando los sesos a ver quien era el señor. xD
ResponderEliminarNo me importaría llevármela, la verdad, creo que tiene un cóctel interesante de ingredientes que me gustan.
Besos.
Por lo que cuentas tiene muy buena pinta, aunque me echa un poco pata atrás lo del autor televisivo. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarUn beso ;)
Ahhhh me está encantando.... me faltan 50 páginas para acabarla. Coincido contigo en algunas cosas, pero he leído por encimita, para poder acabarla sin prejuicios. Luego te cuento, preciosa.
ResponderEliminarSolo una cosita, por dios, que no todos los policiamos somos tan majaderos e ineptos porque nos ponen en la novela...
ResponderEliminarYa te leí en Twitter que te estaba gustando mucho y pensé en que tenía que leerla; ahora después de leerte me afirmo en ese pensamiento, le haré un hueco.
ResponderEliminarUn beso!
Jo, no sabía que este hombre tenía una novela.... No veo la tv prácticamente, así que como para saberlo...
ResponderEliminarOye, me has picado mucho la curiosidad, así que me la voy a anotar.
Besotes
Ya sabes que me he hecho con ella. Besos.
ResponderEliminarYo tampoco suelo animarme con novelas escritas por caras telivisivas, pero con esta igual me animo.
ResponderEliminarBesos!
Sus intervenciones me parecen sensatas y lejos del sensacionalismo. Me gusta lo que cuentas de la novela por lo que no me importaría leerla. Besos.
ResponderEliminarLa temática me gusta, no me importaría leerla (al presentador no lo sigo mucho, la verdad)
ResponderEliminarBesos!
La verdad es que puede ser interesante =)
ResponderEliminarBesotes
Pues lo que más me atrae es como ha tratado el tema de los medios de comunicación al ser los implicados personajes famosos...muy interesante.
ResponderEliminarUn beso!
Hola! En la tv nunca me ha gustado este señor, pero el libro pinta muy bien, así que me lo llevo anotado.
ResponderEliminarBesos!
Me pasa lo que a ti, soy reacio a lecturas de este tipo de autores pero veo que el que nos presentas hoy se toma como una excepción y, por lo que nos cuentas en la reseña, desde luego que merece la pena leerlo. Tomo nota. Besos.
ResponderEliminarParece interesante, la tendré en cuenta,
ResponderEliminarbesucus
Me ha recordado un poco al de Perdida (Gone girl). Sin duda lo apunto, últimamente me estoy aficionando a leer este tipo jajaj Saludos ❤❤
ResponderEliminarA mi también me gusta mucho Nacho, como periodista, y no sabia que tenia un libro, pero me lo apunto.
ResponderEliminarBesotes
Pues no sabía que tenía una novela y no me disgusta para nada. Me la llevo bien apuntada. Un beso!
ResponderEliminarPues desde que la acabaste lleva esperándome en el Kindle... Así que la leeré.
ResponderEliminarPues desde que la acabaste lleva esperándome en el Kindle... Así que la leeré.
ResponderEliminarComo no veo demasiada televisión no conocía al autor, pero el libro tiene muy buena pinta
ResponderEliminarBesos
Hola!
ResponderEliminarTiene muy buena pinta, así que me la apunto.
Besos
Si se me cruza no me importaría leerla
ResponderEliminarBesos
No tenía ni idea de que este presentador se había lanzado a la literatura, y me parece coherente que sea con una novela negra! El problema es que tengo demasiadas cosas del género por leer, así que no me termino de animar a sumar más a mi lista. 1beso!
ResponderEliminarAcabo de leer este libro y en nada publicaré su reseña. La tuya me ha gustado mucho, está muy completa y estoy de acuerdo en casi todo. Ya ha salido la segunda parte que es "Sé que estás viva" y espero poder leer en breve. Balma.
ResponderEliminarhttps://sofamantaylibro.wordpress.com/2018/01/20/la-verdad-esta-equivocada/
ResponderEliminarAquí te dejo mi entrada de la reseña por si le quieres echar un ojo
Me encanta comprar libros online. Sin duda es una manera fácil y rápida de conseguir cualquier tipo de libro.
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