En la Alejandría del s. III Sampedro nos narra la historia de Glauka, la esclava con pasado en parte desconocido incluso por ella misma y cuya vida cambia al conocer a Ahram el navegante, hombre poderoso de Alejandría con quien vivirá una maravillosa historia de amor. Porque sí…”La vieja sirena” es una historia de amor, del AMOR así, con mayúsculas. Es también la historia de la otra gran fuerza que domina el mundo: el ansia de poder. Y es - cómo no ! – para poner la guinda a las grandes pasiones una novela llena de erotismo y sensualidad.
El otro gran protagonista es Krito: el retórico, el racional y para mí, el más dulce de todos porque es el que más sufre a pesar de su aparente frivolidad. Juntos formarán un trío indestructible a pesar de las vicisitudes a las que se enfrentarán tanto en sus vidas personales como en aquellas derivadas del marco histórico en el que se encuadra la novela con un Imperio Romano en pleno declive.
Todo ello narrado con una prosa tan deliciosa, tan sensible, tan rica en vocabulario, tan apasionada…que he llorado como Glauka, he sentido como ella, he vibrado con ella, he podido sentir su amor hacia Ahram como si fuera yo misma quien compartía su vida porque había momentos en quien era yo quien quería abrazar a ese hombre fuerte, poderoso, que no le teme a nada salvo a perder al amor de su vida…
Creo que podría estar hablando horas y horas sobre lo que he sentido leyéndola pero me limitaré recomendarla encarecidamente. A pesar de ello debo admitir que al principio estuve a punto de abandonar. Llegué a mi límite de las 100 primeras páginas sin que la novela ni me apasionara ni me disgustara y aún quedaban otras 500…aún así no creía que Sampedro pudiera defraudarme y desde luego no lo ha hecho. Es un libro que sé que releeré en algún momento a pesar de su extensión y que como he dicho al comenzar me acompañará durante mucho tiempo.
Si os animáis a leerlo espero que os envuelva la magia, la poesía y la sensualidad de esta novela y que la disfrutéis tanto como yo.
Aunque es una novela densa y cuidada hasta en los más mínimos detalles, cuando uno la termina sólo SIENTE. Siente haberla terminado porque abandona su magia, aunque ésta no nos abandone fácilmente a nosotros hasta tiempo después (o quizá nunca -es mi caso-). Siente el lirismo poderoso que la envuelve... Siente su poderoso vigor narrativo... su hondura y el calado de su pensamiento. Siente la increíble mirada, el viaje interior que, por el alma humana, nos obliga a hacer. Cuando uno la lee y, aún más, cuando la termina, siente con respeto y admiración que está ante una obra maestra. Siente que la literatura se engrandece con ella y que con ella crecemos nosotros. Enhorabuena por tu reseña. Sentida y sincera, naciendo directamente de la experiencia mágica de su lectura
ResponderEliminarGracias a ti Ramón por tu entusiasta opinión. Siempre es un placer intercambiar opiniones con quien ha disfrutado una novela tanto como uno mismo. Espero seguir viéndote por aquí.
EliminarHace unos días que he terminado este libro y no me puedo concentrar en el siguiente. Todavía forman parte de mí Glauka y Ahram el navegante. Cuando he ido compartiendo su historia en primera persona, la pasión por sus Vivencias, por el Hombre, por la Vida..., me ha ido calando mucho más que la piel, sin perder ni un ápice de intensidad.
ResponderEliminarTeníais razón, la novela es mágica y desborda emociones, sentidas por otros, los protagonistas, que también somos nosotros mismos al final.
Gracias por recomendármela, amiga.
Es sencillamente maravilloso, mágico...Cómo me alegro de que te haya gustado tanto y que lo hayas vivido tan intensamente.
EliminarUn libro magnifico, que consigue engancharte y dejar huella; todo un canto a la vida y al amor. He podido con el sentir toda la historia, desde el sufrimiento y desesperacion de Glauka al principio, a la pasion desbordada de su amor Ahram
ResponderEliminarDe los mejores libros que he leido
Pdt: gran reseña y gran critica del libro