"En una buena historia es tan
importante lo que se cuenta como lo que se decide callar"
El
lunes comenzaremos a publicar las reseñas de la lectura conjunta de La mejor de las vidas, una novela
poética y con giros inesperados que, a juzgar por los comentarios que hemos ido
haciendo en Twitter, ha gustado bastante. Para abrir boca, como aperitivo a
todas esas reseñas que están por venir, publicamos hoy una entrevista al autor
de la novela, David de Juan Marcos, en la que nos da algunas claves sobre lo que
cuenta y sobre su proceso de escritura.
- Lo primero que llama la atención de su novela es el estilo, la forma, la belleza que encierra su manera de contarnos esta historia. Hay metáforas muy acertadas, imágenes perfectamente construidas... ¿cómo se trabaja el lenguaje para conseguir un resultado así?
Me
parece que no hay más secreto que trabajar muchas horas en cada línea, cada
párrafo. No conformarse. Volver y volver sobre cada frase hasta que obtenga la
musicalidad que se busca. Pero, hay que saber poner punto y final de lo
contrario puede llegar un punto en pierdas la objetividad.
- Y lo mejor es que este lenguaje cultivado y trabajado, bello, no entorpece la lectura sino que potencia su contenido y sus significados. ¿Cómo se pule ese estilo para lograr la voz, el tono y el enfoque que mejor le van a la historia contada?
Ese
fue el gran reto desde el principio. Una vez elegido el estilo que debía
mantener la obra durante todas sus páginas, el mayor esfuerzo era conseguir una
lectura fluida. Había que encontrar la máxima sencillez posible. Eso es
realmente complicado. Lo fácil muchas veces es recargar las frases, llenarlas
de adjetivaciones y subordinaciones que no dicen nada y que solo complican la
lectura.
Tenía
claro que debía explorar nuevas maneras de contar historias. Asumir riesgos. El
estilo es lo que da sentido a esta novela. Todo debía tener una cadencia acorde
a lo que se cuenta. El cómo se cuenta de la mano del qué se cuenta. Pero a la
vez tenía que ser muy sencillo y tenía que sonar bien al oído. No basta con que
este bien escrito, o con que el mensaje esté trasmitido. De ninguna manera.
Cada frase, cada párrafo y cada capítulo debe tener su medida, su ritmo, su
melodía aun a pesar de que a veces esta sea imperfecta. Asumir la imperfección
permite buscar esa musicalidad. La imperfección es sin duda más hermosa, tanto
a nivel de una sola línea como de la novela en su conjunto. Esto hace que la
construcción de un solo párrafo me lleve gran cantidad de horas a lo largo de
muchos días y que las correcciones sean constantes.
- Una historia que nos habla de muchas cosas. Nos propone reflexionar, por ejemplo, sobre esas ocasiones en las que nos quedamos anclados en la vida, en las que nos cuesta tomar las decisiones que tenemos que tomar, en las que no logramos sobreponernos al bofetón que nos acaban de dar. ¿Es sano quedarse varado en un revés?
Sí,
es una historia con muchas capas, con muchas profundidades y aristas, de tal
manera que casi cualquier lector pueda disfrutar de cada una de estas
intenciones. Me estoy encontrando con que cada lector parece que lee un libro
distinto. Eso es muy gratificante al tiempo que sorprendente porque encuentro
intenciones y sentimientos que ni yo sabía que estaban ahí.
¿Que
si es sano quedarse varado tras un contratiempo? Te contesto con unas de las
frases del padre del protagonista: ¿Sabes lo que pasa cuando uno espera,
Nicolás? Nada. Eso es lo que pasa cuando se espera. Nada de nada.
- Hablando del padre de Nico, el protagonista de la obra: también presenta en la novela la degradación física, moral y en las relaciones con los demás que supone no superar esas situaciones. ¿Cuál era su intención al introducir la historia del hermano de Nico y cómo ha afectado a los padres?
Uno
de los tres o cuatro temas principales de la novela es cómo la estructura
familiar afronta un problema y la manera en la que cada uno de sus miembros
buscan su propio camino, en este caso ante la ausencia del ser querido. La
historia está llena de silencios y de ausencias. Quería hacer ver que frente al
duelo no hay tiempos ni maneras. Es algo muy íntimo, muy personal, en lo que
nadie puede entrar y mucho menos juzgar.
El
personaje de Marcos (el hermano de Nico) se convierte así en uno de los pilares
maestros de la obra. Es un personaje que está muy presente por su ausencia. No
aparece en ningún momento de la novela y sin embargo es uno de los que más se
recuerdan y más cariño le cogen los lectores. Es una historia que como otras
muchas en la novela quedan con una ventana abierta para que el lector pase y
opine y eso ha hecho que muchos de esos lectores hayan encontrado interpretaciones
y soluciones muy imaginativas que me hacen reafirmarme en la idea de que en una
buena historia es tan importante lo que se cuenta como lo que se decide callar.
- Respecto al tema de la familia y de los padres, en la novela también se plantea la reflexión sobre la pugna entre los sueños heredados y los sueños propios, entre lo que nuestros padres esperan de nosotros y lo que nosotros esperamos de ellos. ¿Ponemos demasiadas expectativas en este tipo de relaciones?
Desde
diferentes lugares a La mejor de las vidas se la está tratando como novela
generacional. No estoy ni de acuerdo y ni en desacuerdo con la etiqueta.
Necesitaba un marco narrativo del que partir, una atmosfera y un background que
explicara por qué los protagonistas reaccionan cómo reaccionan. Así, una de las
ideas que pienso que ha marcado a mi generación (la de finales de los 70,
principios de los 80) es que se nos ha querido señalar mucho el camino a
seguir. Esto no es una crítica, sino una realidad fácilmente explicable si
miramos hacia atrás. Las generaciones anteriores a la mía han vivido guerras,
en ocasiones hambre, muchos años de dictadura. Las libertades y privilegios de
los que disfrutamos ahora vienen de la lucha de esas generaciones por
conseguirlas. Lo que ocurre es que cuando alguien consigue algo con mucho
esfuerzo le da miedo perderlo, se vuelve conservador (en el sentido apolítico
del término). Y esa es la mochila que nos pusieron a nosotros. Tuvieron miedo
de lo que podíamos hacer con tantos privilegios que nos habían dado y
decidieron pautarnos el camino: carreras con salidas, buscar un trabajo para
toda la vida, no asumir riesgos. Esto ha tenido una lectura nefasta: no nos han
enseñado a caer, a fracasar, a perder. Y en consecuencia no nos han enseñado a
reinventarnos cuando vienen mal dadas. Ahí está el origen de todas las dudas,
miedos y mochilas emocionales que arrastran los protagonistas al asomarse a la
edad en la que tienen que tomar sus propias decisiones.
- También reflexiona (y hace reflexionar) sobre la maternidad y la paternidad, un hecho que nos viene dado, en el que no siempre pensamos tanto como deberíamos pero que cambia nuestras vidas. ¿Por qué le interesa el tema?
Efectivamente,
no hay un cambio mayor en nuestras vidas salvo la muerte, y lo digo yo que no soy
padre. Un amigo mío decía que en la vida al menos hay que pararse a pensar dos
veces: una cuando tus amigos empiezan a tener hijos, otra cuando tus amigos
empiezan a morir. Yo me encuentro en la primera fase. Veo cómo les ha cambiado
la vida a mis amigos y he tratado de llevar eso a la novela. Además, quería
tratarlo desde la lega mirada de Nicolás, el protagonista, que no termina de
entender lo que sucede (porque en realidad es una de esas cosas que no se puede
pasar por los mecanismos de la razón) y de ahí sus continuas reflexiones.
Supongo que si hubiera sido padre no hubiera podido hacerlo como lo he hecho en
este libro. Hay cosas que se analizan mejor desde fuera.
- En el fondo, esta es una novela de aprendizaje. Desde la juventud, no desde la infancia (aunque la infancia también tiene su peso en la obra) pero vamos viendo cómo Nico cambia, qué hechos, personas y lugares le van transformando. ¿Es inevitable cambiar tras el contacto con los demás?
Bueno,
en cierta manera, podríamos decir que esa es la reflexión final de la novela.
Somos seres sociales y hay quien dice que solo estamos vivos cuando estamos
acompañados, que la soledad es lo más parecido a estar muerto. Quise llevar el
momento de cambio a esa edad incierta en que no se es adolescente pero aún se
es demasiado joven para ser tratado como un adulto. A día de hoy los plazos se
alargan. Se es adolescente hasta bien entrada la veintena, se es joven hasta
pasados los cuarenta. Y uno ya no sabe qué responsabilidades o qué estupideces
le están permitidas. En qué momento se acaban las segundas o terceras
oportunidades. Ahí están los protagonistas: en esa edad en la que no son lo
suficientemente viejos como para no tener sueños, pero sí lo son para saber que
nunca los cumplirán.
- Son muchos los hechos, personas y lugares que aparecen en La mejor de las vidas. Pasan muchas cosas, algunas alegres, otras dramáticas (muy dramáticas) y otras que no ves venir. ¿Cómo se construyen esos giros que van sorprendiendo al lector a medida que avanza en la obra?
Mis
novelas siempre son un puzle. Hay cosas triviales, digresiones que no llevan a
ninguna parte, que incluso parece que entorpecen o que están puestas ahí para
despistar al lector. Pero no es así, cada pieza cuenta, y como en un castillo
de naipes si quitas una sola de las cartas la estructura se derrumba por
completo. Nada sobra. Nada está puesto al azar. Eso solo se consigue
corrigiendo mucho, borrando más, regresando una y otra vez. Te pondré un
ejemplo, el personaje del abuelo de Nico para algunos lectores es casi
intrascendente y piensan que cada vez que lo tocamos es un desvío en la
narración que nos hace perdernos del hilo central. Sin embargo, hay muchos
lectores que me han dicho que es protagonista de la novela. Yo no diría ni una
cosa ni otra, diría que sin el abuelo de Nico la novela se derrumbaría como
pasa con otro montón de historias que pueden parecer insustanciales. Ya hemos
hablado de Marcos, ni siquiera sale en la novela y sin él no habría historia
que contar o no se entenderían las reacciones de muchos personajes. Pero ese es
mi trabajo, hacer que parezca que estas intermisiones no tienen importancia
cuando en realidad son capitales para comprender la obra en su conjunto, que no
chirríe, que no se le vean las costuras. En otras palabras: lo que se busca con
todo esto es que cuando se termina el libro y se mira para atrás todo lo que
parecido superfluo cobre sentido, que la novela siga viva en la cabeza del
lector mucho después de haber cerrado el libro.
- La novela también está llena de personajes interesantes, de personas muy curiosas, como el hermano de Nico o su casero, por poner un par de ejemplos; aunque lo cierto es que todos los personajes de la obra tienen sus chispa, su magia. O su rareza, si se quiere. ¿De dónde saca las ideas, las experiencias y las emociones que visten a estos personajes tan únicos?
La
historia del hermano de Nico la he escuchado cientos de veces en casa. Se lo crea
o no les sucedió a unos amigos de mis padres. La sentencia de “se lo han
llevado y se lo volverán a llevar” me pareció de una fuerza estremecedora si
nos ponemos en la piel de los padres. En cuanto al casero de Nico, fue mi
casero durante el tiempo que viví en Cambridge. No hay ni un punto de
exageración en su descripción o en lo que hacía. Pertenecía de algún modo a la
mafia napolitana, estaba casado con tres mujeres congoleñas, vivía bajo arresto
domiciliario (aunque eso lo importaba poco y cada dos por tres venía la policía
a casa o preguntar por él) y tenía cinco órganos trasplantados por un fallo
multiorgánico de cuyo origen nunca supe. Y por encima de todo, era un gran
tipo. Podríamos hacer lo mismo con casi todos los personajes del libro. Mi
primera novela, El baile de las lagartijas, comienza diciendo: “la realidad al
contrario que la ficción puede permitirse la licencia de lo increíble”. Pues
eso.
- Y gracias a la novela también podemos viajar a varios rincones de Europa. Lugares que son más que un telón de fondo, que nos hablan de un tiempo y una generación de jóvenes con inquietudes en común pero que también actúan de forma diferente. ¿Viajar nos hace mejores?
Las
ciudades no están elegidas al azar. Van de la mano con la historia. Lo que se
cuenta en Cambridge no tendría sentido en una atmósfera como Ámsterdam, o lo
que sucede en Roma no resultaría igual de creíble si el escenario narrativo
fuera París. El ritmo de cada ciudad es distinto y por eso nos encontramos con diferentes
ritmos y estados de ánimo en la voz de Nicolás. Además, tenemos la idea de
África como metáfora de la última aventura, del último territorio salvaje, y
eso es lo que representa la protagonista para Nico.
En
cuanto a tu pregunta no tengo dudas de que viajar nos hace más tolerantes. Nos
hace ver otra manera de hacer las cosas. Nos hace comprender que no somos el
ombligo del mundo. Que la tontería de “como en mi país no se vive en ningún
sitio” es precisamente eso: una tontería. Que hay cosas que se pueden hacer
mejor y otras peor. Pero sobre todo viajar nos hace sentir vivos y alegres. Y
cuando una persona está alegre no tengo dudas de que es más solidaria. No hay
paz posible sin el mestizaje racial, cultural o ideológico.
- Tanto los viajes, las ciudades que va habitando Nico, como las referencias literarias y cinematográficas incluidas en la obra hacen de ella una novela cosmopolita y culta. ¿Somos lo que hemos leído, lo que hemos visto y las ciudades en las que hemos vivido?
Sin
duda y quien diga lo contrario es que no ha salido de casa o no ha leído nunca
un buen libro. Como he dicho ya en muchas ocasiones, carezco de imaginación.
Necesito que la realidad y las experiencias propias o ajenas entren en las
novelas. Luego ya me encargaré de removerlo todo y juntar las piezas del puzle
de otro modo diferente para conformar la mentira de la ficción. En este sentido
las lecturas y los viajes son fundamentales. Escribir, en mi caso, no es más
que una derivación de las otras dos actividades. El día que no tenga nada que
contar dejaré de escribir, pero no creo que deje de viajar y de leer.
- La juventud es otro de los grandes temas de la obra y se nos presenta como ese regalo que es pero que no siempre sabemos apreciar y valorar en su justa medida mientras lo vivimos. ¿Por qué eligió un protagonista en evolución y un tema como la juventud para su novela?
No
es una elección sino una obsesión. Creo que no existen temas nuevos de los que
hablar. Ya está todo contado porque las pasiones humanas son limitadas y los
clásicos las tocaron todas. Solo nos queda buscar nuevas maneras de contarlas.
Goya pintó la guerra pero también la pintó Picasso.
Si
tuviéramos que resumirlo aún más, diría que solo existe un gran tema: el paso
del tiempo, que es la mayor canallada que se pueda imaginar. Sin embargo, el
paso del tiempo solo nos importa porque nos hacemos viejos y en ese proceso la
juventud que se va para no volver es de momento de lo único que puedo hablar. Y
ya le dijo el Martín a su nieto que no hablara de cosas de las que no había
vivido.
- También se nos habla de enfermedad, de los derechos de los enfermos, de la pugna entre el egoísmo y la solidaridad y la delgada línea que los separa en ocasiones. Invita al lector a que reflexione sobre sus propios límites, qué haría él en las situaciones que viven los personajes, qué llegarían a hacer por amor o por proteger a quienes quieren. Pero lo bueno es que no da soluciones o, por lo menos, no impone soluciones. Los personajes hacen sus elecciones pero no hay una moralina que nos diga que eso es lo mejor. ¿Es necesario involucrar al lector en la novela, dejarle que construya, que llene huecos, que se implique?
Me
gusta mucho que hagas esa reflexión que para mí es muy acertada y el objetivo
final que busqué a la hora de escribir La mejor de las vidas. Más allá de lo
bien o mal escrita que esté, de los temas y de los personajes, mi gran ambición
era que el lector siguiera el caminito de migas que se van dejando y entre a
reflexionar sobre asuntos que a priori quedan en al aire.
En
la novela no se hace ningún juicio de valor. Se presentan uno hechos y se
pregunta de una forma velada: ahora ¿tú qué harías?
Por
lo general, cuando termina de leer la novela la sensación del lector es de
cabreo, me dicen que cómo es posible que se me ocurra terminar así la historia.
Para mí la historia ha terminado, sin embargo, los lectores están encontrando
muchas puertas abiertas, ventanas a problemas para los que no he querido dar
una solución porque no la he encontrado o tal vez no la haya. Eso hace que
surja el debate interno. Que el mismo lector busque soluciones. Que después de
cerrar el libro sigan dándole vueltas. Y tengo que decir que encuentran caminos
mucho mejores de los que yo podría haber seguido, interpretaciones que yo no he
encontrado, y todo eso me da muchísima satisfacción.
- Después de leer La mejor de las vidas yo ya estoy pensando en la siguiente novela, que no me pienso perder. ¿Qué nos deparará el futuro de David de Juan Marcos?
Pues
siempre algo distinto. No tengo ningún interés en pasarme la vida escribiendo
siempre de la misma manera. Sé que eso es muy peligroso porque el que se
acerque a mis libros buscando más de lo mismo se sentirá decepcionado. Ya he
dicho que estoy convencido de que todas las historias estás contadas y solo
queda buscar nuevas maneras de hacerlo. Para mí eso es lo importante. Así que
lo que seguro encontrará el lector es mucho trabajo y una historia contada de
un modo distinto. En este caso lo único que puedo adelantar es que mi próxima
novela saldrá en la primavera de 2017 y nos iremos a trabajar con una banda de
ladrones de arte.
Suena
genial. En ella nos volveremos a encontrar.
Muchísimas gracias por la entrevista ^^
ResponderEliminarGracias porque no conocía ni al libro ni al autor. Un beso.
ResponderEliminarGracias, guapa, por esta profunda e interesante entrevista. Besos
ResponderEliminarEste tipo de libro lleno de reflexiones que te hacen abrir los ojos y ver las cosas de otro modo me llaman mucho la atención y creo que puede ser un gran libro por todo lo que dices de él. Muchas gracias por la entrevista también ^-^
ResponderEliminar¡SE MUUY FELIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIZ 😊😊💕!
Una entrevista muy interesante
ResponderEliminarHola! Que buena entrevista!! Me ha encantado y es muy interesante. No conocía ni el libro ni al autor, pero tengo curiosidad por saber vuestras impresiones y ganas de estrenarme con el autor.
ResponderEliminarBesos!
Me ha encantado la entrevista, hasta aquí sigue mostrando su ya característico estilo. Y nos aclara muchas cosas del libro.
ResponderEliminarBesitos
Gracias por la entrevista, a ver lo que nos contáis del libro
ResponderEliminarBesos
Estoy deseando saber qué os ha parecido la historia y a pesar de lo que indica el autor me interesa saber si se ha conseguido esa fluidez porque yo sigo sin verla para mi. Me da la impresión de que es demasiado densa. A ver que nos contáis.
ResponderEliminarBesos
Una magnífica entrevista. Besos.
ResponderEliminarMe ha gustado la entrevista y me ha sorprendido que diga eso de que carece de imaginación, aunque e sverdad que la realidad aporta elementos, curioso.
ResponderEliminarBesos
Entre la reseña de Laky y tu entrevista tengo muchas ganas de leer esta novela. No conocía al autor y me habéis creado mucha curiosidad e interés. Muy interesante la reseña.
ResponderEliminarUn besote.