¿Qué os voy a
decir que no sepáis los que me conocéis? Cada año espero con ansiedad mi cita
anual con César Pérez Gellida y cuando su nueva novela está entre mis manos
dejo todo lo que me esté ocupando en ese momento y me lanzo a por ella, siempre
con el firme propósito de no devorarla en un par de días y saborearla como se
merece y siempre con el mismo resultado: la leo como si no hubiera un mañana y
de nuevo me quedo huérfana hasta la siguiente. Hoy os hablo de Astillas en la
piel.
Mi opinión
Álvaro y Mateo
se conocieron en un internado siendo niños y desde entonces, a pesar de la
distancia y de los distintos derroteros que han tomado sus vidas, su amistad
continúa, de modo que cuando Mateo pide ayuda y cita, sin más explicaciones, a
Álvaro en Urueña, este acude aun sin tener nada claro qué es lo que puede
suceder para tanta urgencia y para la extraña elección del lugar.
Un impactante
primer capítulo al más puro estilo gellidista da paso a una narración en la que
el thriller más psicológico avanza sin prisas hasta desembocar en un negro
profundo que impacta como un bofetón en el lector y es que el autor firma
con Astillas en la piel su novela más introspectiva e incluso reflexiva, para
terminar sacudiéndonos a base de violencia y sangre.
Dos
protagonistas rotundos que bajo su aparente sencillez encierran gran
complejidad y unos pocos y acertados secundarios conforman el breve elenco
de personajes que habita Astillas en la piel. Dos protagonistas con un
marcado y profundo perfil psicológico de magnífica evolución a lo largo
de la lectura para terminar mostrándonos dos personas totalmente distintas
a las que inicialmente creemos conocer. Ambos irán alternando sus voces en
primera persona: Álvaro en la actualidad, en una fría Urueña bajo una
inclemente cencellada; y Mateo en un viaje al pasado hasta el internado de la
Sierra de Guadarrama que los unió, nos conducen por una novela en la que las
deudas del pasado y la venganza toman las riendas hasta hacer saltar por
los aires todo lo construido hasta ese momento. Ambos son dos personajes
brutales, aunque yo debo confesar mi absoluta debilidad por Álvaro que desde ya
pasa a formar parte de mis personajes literarios favoritos.
Poco tiene que
ver esta nueva novela con las anteriores del autor, aunque su sello personal está
ahí y es reconocible. No cambian ni la calidad narrativa ni la soltura con
la que maneja la tensión, ni por supuesto las pistas y señales que nos va
dejando a lo largo de la lectura y es que si algo caracteriza a César Pérez
Gellida es la honestidad con la que trata a sus lectores porque nos
tragamos una y otra vez sus cebos, pero cuando la sorpresa llega no podemos
negar que nos hemos engañado nosotros solos porque el autor ha vuelto a hacer
gala de su maestría para ponernos delante de las narices la solución sin que
seamos capaces de verla.
Astillas en
la piel es un absorbente thriller que he leído con tanta pasión como el autor debe
poner al escribir porque así se transmite al lector que vive, siente y
sufre lo narrado. No os cuento nada nuevo si os digo que para mí César Pérez
Gellida es el mejor autor de novela negra de este país y con cada
publicación vuelve a demostrar que la calidad literaria y el entretenimiento
pueden ir de la mano cuando son sus dedos los que aporrean el teclado.