Cuando el año
pasado me ofrecieron la lectura de
Los crímenes de Mitford, solo tuve que ver que la autora era la misma que había
escrito los libros de una de mis series favoritas, Downton Abbey, para lanzarme
a por ella, resultando una novela que me encantó, así que no es de extrañar que
este año me haya puesto con la segunda entrega de la serie en cuanto se ha
publicado. Hoy os hablo de Un cadáver con clase.
Mi opinión
Louisa Cannon y
las hermanas Mitford, protagonizan esta serie de libros que ponen el foco de
atención en cada una de las seis hermanas. Si en la anterior novela fue el caso
de Nancy, en esta ocasión será Pamela sobre la que gire la acción y es que, en
plena celebración de su cumpleaños, uno de los invitados, Adrian Curtis, es
asesinado y todas las pruebas apuntan a la doncella de la hermana del
fallecido, Dulcie. Pero Louisa no cree que ella sea la culpable y se embarcará
en su particular investigación ayudada por el incondicional Guy Sullivan que se
encuentra inmerso en la búsqueda de la famosa criminal Alice Diamond y su banda
Las cuarenta ladronas.
Jessica Fellowes
vuelve a mezclar la ficción con personajes reales, como es el caso de Alice
Diamond, con verdadero acierto en una
novela que destaca por su cuidada ambientación. Sumergirse en las páginas
de Un cadáver con clase y trasladarnos a 1925 es todo uno. La frivolidad y el
lujo de las clases altas contrastan con la sencillez y el trabajo de las
personas a su servicio, y con las carencias y miseria de los menos
privilegiados, realizando la autora un
fiel retrato de la sociedad londinense de los años veinte en la que las
diferencias sociales dibujaban un abismo entre las personas.
Con un ritmo
pausado que no decae en ningún momento, Jessica Fellowes nos conduce con tranquilidad
por la investigación a la vez que se recrea en detalles que enriquecen una
lectura que va más allá del misterio por resolver. Una prosa rica y cuidada y un estilo elegante nos permiten saborear una
novela con sabor añejo que se lee con el gusto de los clásicos y que nos
hace disfrutar tanto de las fiestas de los más pudientes como de los bajos
fondos de un Londres oscuro y tenebroso mientras seguimos el desarrollo de los
dos hilos argumentales, el asesinato de Adrian Curtis y la captura de Alice
Diamond, y vamos elucubrando nuestras propias teorías, aunque he de decir que
en esta ocasión la autora me ha tenido totalmente despistada y hasta el
mismísimo desenlace no tenía ni idea de por dónde irían los tiros.
Si bien este
libro puede leerse con independencia del primero yo os recomiendo que no lo
hagáis así ya que uno de los alicientes que he encontrado en sus páginas es ver
cómo han evolucionado personajes como Louisa y Guy, haciéndose cada vez más
cercanos al lector y creciendo conforme la vida ha ido mostrando sus diferentes
caras. Esto se hace más patente aún en el caso de Louisa que poco a poco va
despertando a un mundo nuevo más allá de las paredes de la mansión Mitford,
donde reside desde hace unos años, y que se ha convertido en su mundo,
impidiéndole ver, hasta ahora, que incluso ella podría aspirar a algo más que a
cuidar de los hijos de otros durante toda la vida.
En definitiva, Un cadáver con clase es una fantástica
novela de misterio que recuerda a los mejores clásicos del género, con una
magnífica ambientación y con unos fantásticos personajes. Una novela que vuelve
a dejarme con ganas de seguir descubriendo esta magnífica serie.