Mi opinión
Enero de 2017.
Fiona y Bram hace unos meses que se separaron y su idea de custodia compartida
manteniendo a los niños siempre en el que fuera el hogar familiar y siendo
ellos los que cambian según turnos parece estar funcionando sin demasiados
problemas hasta que un día Fiona llega a casa y descubre que unos extraños se
están mudando a su casa. Afirman haberla comprado y haber llevado todos los
trámites a través de un agente inmobiliario y sus respectivos abogados, los suyos
y los de Bram, al que conocieron en sus visitas al inmueble y al que Fiona no
consigue localizar.
Así comienza Nuestra
casa, con un primer capítulo que rápidamente despertó mi interés para
después ir perdiéndolo poco a poco. Tras este primer capítulo conoceremos
la génesis de cómo se fragua esta venta y este engaño a través de las voces de
Fiona y Bram. Ella decide participar en un podcast llamado La víctima y, en primera
persona, irá narrando cómo comenzó todo y cómo vivió la pérdida de su hogar. Por
otro lado, Bram, en un documento de Word y también en primera persona, va
narrando qué fue lo que le llevó a tomar la decisión que tomó. Al mismo tiempo
iremos conociendo detalles de su vida privada y un tercer narrador, en este
caso en tercera persona, narrará el momento actual tanto para Fiona en Londres
como para Bram en su huida.
No se le puede
negar a Nuestra casa un suspense inicial que impele al lector a continuar
leyendo y saber qué ha ocurrido para llegar al punto en el que se encuentran
nuestros protagonistas. Unos protagonistas con los que la autora ha realizado un
gran trabajo de caracterización y perfil de forma que llegaremos a conocerlos
bien sin necesidad de grandes descripciones, sino que son sus palabras, sus
actitudes y sus reacciones los que los definen. El problema de Nuestra casa
es que ese suspense inicial da paso una trama excesivamente lineal en la que
las pocas sorpresas que esperan al lector no consiguen tener el efecto
esperado.
Lo mejor de nuestra
casa es sin duda su estructura y su forma narrativa, la combinación de
distintas voces narrativas y el empleo de diferentes tiempos nos dan una visión
global de todo lo que aconteció y acontece y si bien su desenlace es inesperado
y sorprendente, en mi caso perdió efectividad ya que a esas alturas la trama
había decaído tanto que sinceramente poco o nada me importaba el devenir de los
personajes.
En definitiva,
Nuestra casa es una novela que si bien parte de un buen planteamiento falla en
la ejecución dando lugar a una lectura plana que se lee con facilidad, pero con
escaso interés.