Los que me conocéis
lo sabéis: me encanta la moda. Me gusta estar informada sobre nuevas
tendencias, rara es la semana que no voy de compras y normalmente cuido mucho
cómo me visto y cómo combino lo que llevo puesto así que no es de extrañar que
cualquier libro que se ambiente en este mundillo llame rápidamente mi atención.
Hoy os hablo de La casa de modas.
Mi opinión
La casa de modas
es un recorrido por buena parte del siglo XX. En la novela conoceremos a Fanny,
que en los años veinte intenta abrirse camino en París como diseñadora. Conoceremos
también a su hija, Lisbeth, que en los años cuarenta, con la dura posguerra
como telón de fondo, intenta reflotar en Frankfurt la casa de modas de su
familia. Y por último conoceremos a Rieke, que en los años 70 debe enfrentarse
a una difícil decisión relacionada con esa misma casa de modas que su madre logró
sacar adelante.
La casa de modas
es una saga familiar protagonizada por
estas tres generaciones de mujeres unidas por algo más fuerte que un apellido,
algo como su fortaleza y su resolución a la hora de luchar por sus sueños
enfrentándose a las etiquetas y encorsetamientos de una sociedad que, aunque
cambiante a lo largo de los años recorridos en la novela, intenta constreñirlas
a un papel siempre secundario con respecto al hombre y limitado a las paredes
del hogar y al cuidado del marido e hijos y es que la moda es sin duda muy
importante en esta novela, pero son otros muchos aspectos, como este mensaje feminista que rezuma de principio a
fin y que en acertados símiles la autora enlaza precisamente con la forma de
vestir de la mujer, los que hacen de La casa de modas una novela con muchos
y variados ingredientes pudiendo gustar, de esta forma, a lectores muy
dispares.
Secretos familiares y una gran historia de
amor se esconden entre las páginas de una novela que se lee con gusto e
interés. Con una prosa sencilla y pulcra
y un estilo liviano, La casa de modas se lee con facilidad, interesado el
lector en tres historias que realmente son una, en tres mujeres que, cada una
en su tiempo, se enfrentan a todas las vicisitudes por salir adelante. Tres épocas muy dispares y mujeres muy
distintas, pero siempre una decisión trascendental a la que enfrentarse
mantienen el interés por una novela muy
ágil, a lo cual contribuye que se vayan alternando las tres historias saltando
de una protagonista a otra, pero uniendo siempre los hechos que, en ocasiones,
una narra, otra los recuerda y la última los conoce porque alguien se lo contó.
Y mientras nos
adentramos en la vida personal de cada una de las protagonistas, Julia Krhön aprovecha para realizar un
retrato de la sociedad de cada una de las épocas que nos hace visitar
consiguiendo, con las pinceladas justas y a través de acontecimientos más que
de descripciones, que el lector transite por las páginas de la novela sintiendo
que se ha trasladado a una época lejana en el tiempo, aunque cercana en algunos
de los problemas que se narran.
En definitiva,
La casa de modas es una saga familiar que, con el trasfondo del mundo de la
moda, nos ofrece una historia de
secretos familiares y de lucha personal mientras recorremos buena parte del
siglo XX. Una lectura muy agradable que
disfrutará casi cualquier tipo de lector.