Un desconcertante asesinato ha tenido lugar en Tallin, Estonia. La agencia de investigación ASSE ha enviado a uno de sus detectives a investigar para el gobierno estonio. Pero no durará mucho allí, Dean Rives ha visto tiempos mejores y la compañía no tardará en enviarlo a una extraña misión en la otra punta del mundo. Sin embargo, los asesinatos no han hecho más que empezar y por algún motivo el protagonista parece estar relacionado con ellos. Engaños, misterio y conjuras son algunos de los ingredientes de esta trepidante novela en la que nada es lo que parece y en la que todo es posible.
Lucas Barrera es licenciado en Comunicación Audiovisual. Tras trabajar durante seis años en el mundo del cine cambió al ámbito publicitario. Actualmente es propietario de la empresa Lumnia Media, dedicada a la comunicación, producción audiovisual y marketing online. Durante todo este tiempo ha compaginado sus actividades profesionales con numerosos viajes para conocer otros modos de vida y con la escritura. Tras una recopilación de cuentos, "La suerte de las marionetas" es su primera novela.
Hace unos meses Raquel Antúnez, del blog Contra los límites, propuso la lectura conjunta de esta novela y tras leer su sinopsis decidí apuntarme ya que me pareció que podría encajar en mis gustos, sobre todo en los libros que me suele gustar leer en verano: con mucha acción y adictivos. El caso es que por motivos que no vienen al caso finalmente me puse con él ya en este mes de septiembre y, para entonces, mis expectativas habían bajado bastante ya que en Twitter empezaban a abundar comentarios si no directamente negativos, sí poco positivos.
De esta forma empiezo a leer la novela con pocas ganas y me encuentro con un comienzo realmente interesante y que me atrapa desde el principio, tanto que en un abrir y cerrar de ojos me leo un tercio del libro. Lástima que a partir de ahí mi interés empieza a decaer poco a poco. No es que la trama o, mejor dicho las tramas, dejen de ser interesantes, es que tengo la impresión de que el autor se enreda en no sé muy bien qué para luego finalizar y resolver la trama de Brasil en un abrir y cerrar de ojos, casi un "Gracias chicos por haber venido, ya os podéis marchar a Londres." Y bien, nos marchamos a Londres, no pasa nada, vamos a seguir desde aquí con la trama de los países bálticos, que ya conectará con la de Brasil (digo yo...) y que además, desde el principio, me ha interesado mucho más.
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Lucas Barrera |
Lo que empieza siendo un ritmo trepidante, con acción a más no poder, termina convirtiéndose, sin dejar de lado la acción, en un ir, y perdonadme la expresión, "a salto de mata" dentro de un batiburrillo de sospechosos, conjeturas y teorías que casi me vuelven loca. El argumento es interesante, ambas tramas, por separado o en una misma novela como es el caso pero bien conexionadas, podrían ser una buena historia para una novela pero creo que el autor no ha sabido ordenar sus ideas y canalizar todo lo que quería contarnos de una forma ordenada y clara. También puede ser, por supuesto, tan sencillo como que yo no me he enterado de nada y no he sido capaz de ver más allá, en cualquier caso mi opinión es que el argumento es un caos.
En cuanto al estilo del autor, su lenguaje es sencillo y lleno de acción. Los diálogos son abundantes por lo que la lectura es bastante rápida salvo cuando estos diálogos se producen en portugués sin una nota de traducción. Esto me ha molestado muchísimo porque no es una palabra o una única frase, son diálogos completos y por muy parecido que sea el portugués a nuestro idioma creo que lo correcto hubiera sido añadir las notas oportunas.
Si, como os decía, hacia la mitad del libro mi interés empieza a decaer, lo recupero de nuevo cuando se acerca el final, animada pensando en que por fin voy a descubrirlo todo, voy a encontrar una conexión sólida entre ambas tramas y todo mi mareo, porque de verdad a veces me mareaba, va a tener su justa recompensa, así que empiezo de nuevo a leer a buen ritmo deseosa de llegar a un final que no es que sea un final abierto, es que ni sé si merece llamarse final porque los flecos que Lucas Barrera deja sueltos en esta novela son tantos que yo, personalmente, estoy con más interrogantes que al principio.
No puedo terminar la reseña sin hacer referencia a los errores ortográficos, sintácticos y gramaticales que hay en la novela. Hoy no traigo ejemplos como suelo hacer porque en esta ocasión no he ido tomando notas, son tantos, tan frecuentes, que no hubiera podido leer si me hubiera dedicado a ello (ya me lo habían advertido...) Creo que la autoedición no es excusa para presentar un libro en estas condiciones y aunque tengo entendido que existe una nueva versión ya corregida yo he tenido la mala suerte de leer ésta.
En definitiva, un libro que necesita muchas revisiones y retoques. Un libro que, en mi humilde opinión, tiene una buena base en cuanto a la trama y estilo del autor pero que hubiera necesitado de un desarrollo quizá más reflexivo y ordenado.