Auster vuelve la mirada sobre sí mismo y parte de la llegada de las primeras señales de la vejez para rememorar episodios de su vida. Y así, se suceden las historias: un accidente infantil mientras jugaba al béisbol, el descubrimiento del sexo, las masturbaciones adolescentes y la primera experiencia sexual con una prostituta, la rememoración de sus padres, un accidente de coche en el que su mujer resulta herida, una presentación en Arles acompañado por su admirado Jean-Louis Trintignant, la estancia en París, una larga lista comentada de las 21 habitaciones en las que ha vivido a lo largo de su vida hasta llegar a su actual residencia en Park Slope, sus ataques de pánico, los viajes, los paseos, la presencia de la nieve, el paso y la herida del tiempo... En definitiva, un magistral autorretrato.
Paul Auster, escritor, guionista y director de cine estadounidense nacido en el seno de una familia judía de ascendencia polaca está considerado uno de los más importantes escritores contemporáneos. Estudió en Columbia y tras licenciarse en Literatura se instaló en París donde trabajó como traductor hasta su vuelta a Estados Unidos donde se estableció y comenzó a dedicarse exclusivamente a la literatura. Imposible nombrar sólo dos o tres de sus libros ya que este prolífico autor no sólo ha cultivado la novela sino también la poesía, los relatos cortos, el teatro y, como el libro del que hablaré hoy, las memorias. A lo largo de su carrera, Paul Auster ha recibido numerosos galardones entre los que destacan el Premio Médicis, la Orden de las Artes y las Letras de Francia y el Príncipe de Asturias de las Letras.
En 2003 leí por primera vez a Auster. No es que recuerde la fecha, mi memoria no da para tanto, pero acabo de consultarlo en el propio libro ya que cuando comienzo una lectura siempre escribo en su primera página el lugar en el que me encuentro y la fecha. Este primer libro fue "El libro de las ilusiones" y debo decir que me dejó un tanto desconcertada, no hubo nada que me gustara especialmente, me pareció un libro extraño, pero tampoco hubo nada que me disgustara, como he dicho mi sensación fue sencillamente de desconcierto, no estaba segura de haber entendido al autor. Pasaron los años y en 2009 leí "Brooklyn Follies", ahí quedé prendada de Auster y, desde entonces, he leído muchos libros suyos. Afortunadamente ha escrito tantos que también me quedan muchos por leer.
A pesar de ello, ha pasado más de un año desde que leí "Sunset Park" y ya era hora de volver a leer a Auster, no sólo porque es uno de mis autores favoritos sino porque además tenía pendiente de cumplir el reto propuesto para 2013 de leer y reseñar al menos un libro suyo, así que: ¡reto cumplido! El motivo por el que he ido aplazando y aplazando la lectura de esta autobiografía ha sido sencilla y llanamente la pereza, unida a la llegada continua de novedades y a la eterna lista de libros pendientes, pero su momento llegó y después de leerlo sólo puedo decir que me arrepiento de no haberlo hecho antes porque si ya me gustaba su literatura, estas memorias en las que el autor nos narra su vida en segunda persona, como si quisiera tomar distancia de él mismo, me han dejado totalmente entregada al autor
La lectura de "Diario de invierno" puede ser un tanto complicada en ocasiones ya que Auster no sigue una secuencia lineal y cronológica sino que va saltando de un recuerdo a otro, casi como si fuera plasmando los pensamientos y recuerdos tal y como van apareciendo en su mente. Esta forma de narrar, a pesar de lo liosa que puede ser a veces, ha hecho que la lectura me resultara muy cercana ya que ciertamente se asemejaba a una conversación, a las confesiones que un amigo puede estar haciéndote mientras salta de una cosa a otra según los recuerdos y sensaciones llegan a su cabeza y su corazón. A este pequeño caos contribuye el hecho de que no haya una separación por capítulos y que Auster utilice tanto el pasado como el presente de forma casi arbitraria siempre, además, en segunda persona.
Auster usa el invierno como metáfora de la vejez y el paso del tiempo, de la cercanía y la sorpresa que en ocasiones supone la muerte, tema muy presente en el libro. Nos habla de su vida, de su infancia, su adolescencia, de las 21 habitaciones en las que ha vivido, de mil pequeños detalles que forman toda una vida Nos habla de sus ataques de pánico, de sus dos mujeres, muy especialmente de la segunda con quien lleva casado más de 30 años, de su hija y de su madre, quizá sea de ella de quien más habla Auster en este libro y ha sido realmente emocionante leer las palabras que le dedica.
Nos habla también de sus cicatrices estableciendo un paralelismo entre cuerpo y alma, entre las cicatrices que marcan nuestra piel y que son visibles para el mundo y las cicatrices que nos marcan por dentro y sólo son visibles para nosotros y para aquellos a los que nos abrimos. Y esto es justamente lo que parece hacer Auster en este libro, abrirse a sus lectores, no se esconde tras la figura del autor, ni siquiera nos habla de sus libros o de su particular proceso creativo, Auster nos ofrece en este libro mil detalles para hacer un retrato desnudo de sí mismo a través del cual reflexiona sobre su pasado, su presente y su futuro utilizando para ello su habitual prosa directa y desprovista de artificios.
Un libro que me ha dejado con ganas de leer más Auster, incluso de releer ese primer libro que tanto me desconcertó porque ahora que conozco un poco al Paul Auster hombre entiendo un poco mejor al Paul Auster autor.
Es evidente que el libro me ha encantado y es por ello que quiero puntualizar que aunque su lectura a mí personalmente pueda ayudarme a ver de otra forma sus libros, a leerlos de forma quizá más consciente, no creo que sea un libro recomendable para iniciarse con el autor pero que sin duda hará las delicias de sus seguidores.
En 2003 leí por primera vez a Auster. No es que recuerde la fecha, mi memoria no da para tanto, pero acabo de consultarlo en el propio libro ya que cuando comienzo una lectura siempre escribo en su primera página el lugar en el que me encuentro y la fecha. Este primer libro fue "El libro de las ilusiones" y debo decir que me dejó un tanto desconcertada, no hubo nada que me gustara especialmente, me pareció un libro extraño, pero tampoco hubo nada que me disgustara, como he dicho mi sensación fue sencillamente de desconcierto, no estaba segura de haber entendido al autor. Pasaron los años y en 2009 leí "Brooklyn Follies", ahí quedé prendada de Auster y, desde entonces, he leído muchos libros suyos. Afortunadamente ha escrito tantos que también me quedan muchos por leer.
Paul Auster |
La lectura de "Diario de invierno" puede ser un tanto complicada en ocasiones ya que Auster no sigue una secuencia lineal y cronológica sino que va saltando de un recuerdo a otro, casi como si fuera plasmando los pensamientos y recuerdos tal y como van apareciendo en su mente. Esta forma de narrar, a pesar de lo liosa que puede ser a veces, ha hecho que la lectura me resultara muy cercana ya que ciertamente se asemejaba a una conversación, a las confesiones que un amigo puede estar haciéndote mientras salta de una cosa a otra según los recuerdos y sensaciones llegan a su cabeza y su corazón. A este pequeño caos contribuye el hecho de que no haya una separación por capítulos y que Auster utilice tanto el pasado como el presente de forma casi arbitraria siempre, además, en segunda persona.
Auster usa el invierno como metáfora de la vejez y el paso del tiempo, de la cercanía y la sorpresa que en ocasiones supone la muerte, tema muy presente en el libro. Nos habla de su vida, de su infancia, su adolescencia, de las 21 habitaciones en las que ha vivido, de mil pequeños detalles que forman toda una vida Nos habla de sus ataques de pánico, de sus dos mujeres, muy especialmente de la segunda con quien lleva casado más de 30 años, de su hija y de su madre, quizá sea de ella de quien más habla Auster en este libro y ha sido realmente emocionante leer las palabras que le dedica.
Nos habla también de sus cicatrices estableciendo un paralelismo entre cuerpo y alma, entre las cicatrices que marcan nuestra piel y que son visibles para el mundo y las cicatrices que nos marcan por dentro y sólo son visibles para nosotros y para aquellos a los que nos abrimos. Y esto es justamente lo que parece hacer Auster en este libro, abrirse a sus lectores, no se esconde tras la figura del autor, ni siquiera nos habla de sus libros o de su particular proceso creativo, Auster nos ofrece en este libro mil detalles para hacer un retrato desnudo de sí mismo a través del cual reflexiona sobre su pasado, su presente y su futuro utilizando para ello su habitual prosa directa y desprovista de artificios.
Un libro que me ha dejado con ganas de leer más Auster, incluso de releer ese primer libro que tanto me desconcertó porque ahora que conozco un poco al Paul Auster hombre entiendo un poco mejor al Paul Auster autor.
Es evidente que el libro me ha encantado y es por ello que quiero puntualizar que aunque su lectura a mí personalmente pueda ayudarme a ver de otra forma sus libros, a leerlos de forma quizá más consciente, no creo que sea un libro recomendable para iniciarse con el autor pero que sin duda hará las delicias de sus seguidores.
Ficha técnica
Título: Diario de invierno
Autor: Paul Auster
Editorial: Anagrama
Nº de páginas: 248
Me he estrenado con el autor hace unos días y el resultado ha sido positivo por lo que seguiré con más libros, este es uno de los que ya estaba anotado en mi lista así que en algún momento le llegará el turno. Me ha gustado mucho tu costumbre de anotar la fecha de la lectura en la primera hoja porque es cierto que luego nunca sabes cuando has leído algo
ResponderEliminarbesos
Tengo esa costumbre desde que era una cría. Cuando leo ebook lo pongo como nota.
EliminarGracias por participar en el reto. A mi me queda mucho por leer de él, y temo llegar a alguno de esos títulos que me desconcietrte. De momento, me encanta. Diario de invierno ya está en mi poder, a ver cuándo me pongo. Un besote!!
ResponderEliminarYo ahora ando vueltas a ver cuál otro leo.
Eliminar¿ Son unas memorias? No he leído nada de Auster, pero me han hablado muy bien. Lo pondré en la reserva para cuando tenga más tiempo.
ResponderEliminarBesos.
Sí, son unas memorias.
EliminarDe este autor solo he leído "Tombuctú" y quiero repetir, pero dudo de qué novela elegir. Este libro que nos traes lo dejaré para más adelante, cuando me haya aficionado más a leerle. Besos
ResponderEliminarJusto "Tombuctú" y no lo he leído y es el que ando barajando como próximo.
EliminarCreo que a Auster hay que acercarse despacito... Si este libro no es para novatos como yo, mejor lo dejo para más adelante. En casa tengo Brooklyn Follies al que espero hincarle el diente pronto. Besos.
ResponderEliminarBrooklyn Follies me encantó, ya nos contarás cuando te animes.
EliminarAy, Auster, ay. Es un autor de extremos: o lo adoras o lo detestas -bueno, no a él sino a sus libros-. Yo por ahora me encuentro en el segundo grupo, porque Un hombre en la oscuridad me decepcionó y no fui capaz de terminar su trilogía. No sé si volveré a leer algo de él, pero de ser así aún esperaré un tiempecito.
ResponderEliminarUn besito.
Un hombre en la oscuridad es uno de mis favoritos... jeje Pero así es, con Auster no hay término medio.
EliminarNo me he acercado todavía al autor y eso que llevo unos cuantos años intentandolo, cuando vi este reto pensé que había llegado el momento, pero al final con todo lo que llevaba entre manos, no me apunté porque no tengo ningún ejemplar en casa y si que tengo mucho acumulado y como bien dices siguen llegando novedades. Ahora por lo menos se, porque libro no he de empezar
ResponderEliminarYo empecé a leer a Auster a saco, así que creo que ya no me va a asustar nada :) De hecho voy a poner este como proxima lectura suya, por lo que comentas de que te ayudará a leer sus libros de otra forma.
ResponderEliminarGracias y un saludo!
Tengo pendiente el autor y estoy apuntada al reto de Meg, para leer algo sobre él, me quedan tres meses!
ResponderEliminarEs uno de mis autores pendientes...a ver si me animo...aunque ya no sé ni con qué libro! este me ha gustado la verdad.
ResponderEliminarUn beso!
Todavía no he leído nada del autor, aunque ya he decidido que, cuando lo haga, empezaré con broklyn follies.
ResponderEliminarMe ha encantado tu costumbre de apuntar el sitio y la fecha en que comienzas un libro. Un detalle bonito
Besos
Es un libro que me gustaría leer, pero aún tardará, que tengo aún muchas obras de Auster por descubrir.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola!!
ResponderEliminarNo he leído nada de este autor, pero por tu reseña me ha resultado interesante y vere si encuentro algo de el para leerlo.
Saludos!!
Ya te dije en Twitter que tenía que leer algo más del autor (sólo leí Viajes por el scriptorium) pero no será este libro que veo más bien para muy fans.
ResponderEliminarBesos
La primera vez que leí a Auster fue en la universidad cuando nos mandaron leer Brooklyn Follies, y la verdad que me gustó mucho, es más, lo estoy releyendo ahora porque me trae muy buenos recuerdos. Así que me anoto este a ver qué tal está.
ResponderEliminarUn besiño
Estoy haciendo una encuesta sobre con qué libro de Paul Auster empezar. ¿Cuál me recomiendas tú? Tengo muchas ganas de estrenarme con este autor, pero no me decido con cuál de sus novelas hacerlo.
ResponderEliminarUn beso!
Tengo que retomar con los libros del autor, no sé por cuál decidirme =)
ResponderEliminarBesotes
Otro de los que tengo pendientes para leer. Jo! Hoy leyéndote voy a terminar por hacer una lista de "pendientes más antiguos"... ;-P
ResponderEliminarBesos