6 de febrero de 2023

Cualquier verano es un final - Ray Loriga


Rendición es la única novela que he leído de Ray Loriga. No me preguntéis por qué no había vuelto al autor teniendo en cuenta lo mucho que aquella lectura me gustó, podría hablaros de cientos de libros pendientes, de falta de tiempo, de olvido… Poco importó la razón cuando quedé atrapada por un título tan evocador como el que os traigo hoy, Cualquier verano es un final.

Yorick no ha tenido demasiado suerte a nivel personal, y no solo por los problemas de salud que arrastra, pero en lo profesional puede considerarse casi un triunfador. Durante mucho tiempo su gran apoyo ha sido su amigo Luiz que, sin ser joven, pero tampoco tan mayor como para ver cercana la muerte, ha decidido que prefiere poner fin a su vida ahora y no esperar a que sea el tiempo el que decida cuándo ha llegado el momento.

La amistad, el amor, la muerte, el final de la juventud y el paso del tiempo se dan cita en Cualquier verano es un final, pero tratándose de Ray Loriga ni siquiera lo más importante es qué nos cuenta, sino cómo lo hace para trasladar al lector la multitud de emociones que nos habitan a lo largo de nuestra vida.

Alguien quiere morir. Alguien quiere amar. Alguien quiere aprovechar la segunda oportunidad que quizá se le esté brindando. Con estos personajes, dominados a menudo por sentimientos irracionales, Loriga compone una novela llena de lírica que parece atrapada en la luz nostálgica de los veranos que se acercan a su final. Aunando humor y ternura el autor nos regala una narración de aparente sencillez plagada de reflexiones que permanecen y asaltan al lector más allá de la última página con la certeza de haber leído un canto a la vida, esa que a menudo despreciamos dándola por sabida, manida y merecida.

Siendo el tema principal de la novela la amistad, no lo es menos el paso del tiempo y esa inquietud que a menudo nos abruma de tener ya poco que hacer en la vida, que nuestra capacidad para ilusionarnos por algo nuevo, de tener nuevos proyectos, se va agotando de forma inexorable a la par que se va agotando nuestro tiempo. Cómo reacciona y afronta cada uno los años más allá de la madurez es una forma también de sentir y, por qué no, de amar y, aunque desde fuera sea fácil juzgar las decisiones y los planteamientos vitales de los demás, pocas veces sabemos qué camino los ha conducido hasta el punto en el que están. Este querer saber es el que conduce a Yorick hasta Luiz y su último refugio para invitar al lector a una íntima conversación.

Cualquier verano es un final es una novela tan inteligente y reflexiva como melancólica. Una lectura de esas de las que es difícil hablar porque cualquier palabra vaciaría de sentido una novela hecha para sentirla y vivirla dejándose atrapar por el ingenio de un autor tan especial que, en ocasiones, es difícil de recomendar.

 

1 de febrero de 2023

La hija ejemplar - Federico Axat



La última salida fue la primera novela que leí de Federico Axat y decir que me flipó es quedarse muy corto. Tras ella continué con El pantano de las mariposas y Amnesia, básicamente con idéntico resultado así que no es de extrañar que la noticia de una nueva novela del autor me hiciera esperar con ansiedad el momento de tenerla entre mis manos. Hoy os hablo de La hija ejemplar.

Mi opinión

Hace un año que Sophia Holmes desapareció y, aunque todo apunta a que se suicidó arrojándose por un puente, la investigación continúa abierta y prácticamente sin nuevos avances hasta que Camila Jones, una famosa periodista de investigación retirada de su trabajo, encuentra en el caso de Sophia una conexión con su pasado y decide echar una mano al joven director del periódico local en su particular investigación de los hechos.

Alternando esta investigación extraoficial con continuos saltos al pasado para conocer las semanas anteriores a la desaparición de Sophia, Federico Axat nos ofrece un thriller que se aleja del estilo de sus últimas novelas dejando de lado tanto los aspectos más psicológicos de los personajes como los sorprendentes giros a los que nos acostumbró con La última salida y Amnesia. En esta ocasión el autor nos ofrece una trama más convencional que encuentra su mayor baza en un puñado de personajes sólidos, destacando especialmente los adolescentes protagonistas, con los que adentrarnos en una historia que, sin resultar especialmente novedosa, se lee con avidez.

Estructurado en dos grandes partes subdivididas en capítulos en general de corta extensión que invitan sin descanso a leer uno más, el autor dedica la primera parte principalmente a presentarnos la vida de Sophia y sus amigos los meses anteriores a la desaparición al tiempo que la investigación de Camila comienza a tomar forma, mientras que la segunda parte se centra en ir resolviendo las preguntas que inicialmente se plantean al tiempo que poco a poco nos vamos acercando a la verdad sobre lo sucedido.

Tras esta trama Federico Axat esconde múltiples reflexiones sobre los vínculos familiares, la influencia de los padres sobre los hijos, la amistad inquebrantable que nace en la adolescencia cuando los amigos lo son todo, la iniciación al sexo, los abusos a menores, la difusión de vídeos de contenido sexual… nada que por desgracia nos sea ni ajeno ni extraño. Todo ello ambientado en una pequeña localidad que no es ajena a los secretos que en todas partes se guardan, esos que tanto nos interesa a los lectores de este tipo de novelas conocer.

En definitiva, La hija ejemplar es una novela que se lee con interés mientras nos encaminamos hacia un final en el que el autor vuelve a regalar al lector ese último toque al que tan acostumbrados nos tiene.