Mi opinión
Diego Martín es
un respetable profesor universitario hecho a sí mismo. Hijo de emigrantes
extremeños y andaluces llegados a Barcelona en los años cincuenta cree haber
roto con sus raíces con una vida totalmente alejada de aquella para la que
parecía predestinado, pero el pasado siempre está ahí y la sombra de su padre
sigue pesando sobre sus hombros más de lo que querría, quizá la maldición que
pesa sobre los hombres Martín, de la que le habló su abuelo siendo niño y el
enfrentamiento ancestral entre su familia y los Patriota, caciques del pueblo
del que provienen, sigan más vivos de lo que piensa y quizá él mismo se esté
convirtiendo en aquello que tanto odia. El detonante será Martin Pearce, el
enfermero encargado de su hermana Liria, ingresada desde hace años en un centro
psiquiátrico. Martin, detrás de su aspecto atractivo y carácter solícito y
afable, esconde otra cara que hará que la vida de Diego Martín estalle por los
aires.
El pasado y
la memoria son los grandes temas de una intensa y desgarradora novela que
recorre la historia de la familia Martín durante varias generaciones al tiempo
que hace un recorrido por la historia española del siglo XX y sus grandes hitos
a través de distintos hilos temporales. Será con su abuelo Simón con quien
viviremos la Guerra Civil y su paso por la División Azul; con el padre de Diego
viajaremos hasta el Sáhara oriental y la vida en la Legión para volver a
Barcelona y vernos inmersos en el fenómeno de la inmigración interna de los
años cincuenta y sesenta y la vida en los barrios de la periferia de una gran
ciudad. Hasta llegar a la actualidad en la que Diego Martín representa el éxito
social del que ha sabido aprovechar las oportunidades y se ha labrado a sí
mismo.
A través de dos
narradores, el propio Diego Martín en primera persona que nos cuenta su visión
de la historia, y un narrador omnisciente que nos ofrece esa misma historia a
través de hechos objetivos, Víctor del Árbol nos sirve una inquietante trama
habitada por personajes rotos y culpas lacerantes. Una novela coral con la
que realiza un retrato generacional y en la que nos habla de la renuncia
a unas raíces que siempre estarán ahí porque, por mucho que uno se esfuerce en
esconder sus traumas, del pasado no podemos desprendernos porque él es que nos
ha hecho tal y como somos hoy. La fiabilidad de la memoria, la verdad y la
mentira son otros de los temas que se abordan en El hijo del padre. En este
aspecto el uso de los narradores que nos ofrecen uno su verdad subjetiva y otro
los hechos objetivos juega un papel importante poniendo de relieve cómo cada
uno de nosotros construimos nuestra propia historia, y por lo tanto nuestra
identidad, tomando para ello los hechos que más nos convienen de una forma más
o menos consciente, escudándonos en mentiras que nos alejen de un pasado que no
queremos aceptar. En este sentido el autor ni toma partido ni juzga hechos y
personajes, sino que ofrece al lector todos los elementos necesarios para que
sea él mismo quien tome una posición u otra.
Podría continuar
hablando y hablando de El hijo del padre, pero lo cierto es que no quiero
contaros más, quiero que seáis vosotros los que descubráis esta nueva novela de
Víctor del Árbol. Yo sigo reafirmándome en aquello que decía en 2014 en mi
primera reseña de una novela suya, para mí el autor es un referente, pocos como él
consiguen aunar en sus páginas la belleza de una prosa sobria, los
personajes a los que sentir de carne y hueso, con sus claroscuros y sus
matices, las tramas vestidas de misterio para llevarnos por los recovecos de
la vida e invitarnos a la reflexión y todo ello sin perder un ápice ni de
calidad literaria ni del entretenimiento que todos buscamos en cualquier
lectura. No os perdáis El hijo del padre, os aseguro que es una lectura que se
quedará con vosotros mucho tiempo.
He leído una o dos novelas de Víctor del Arbola y ambas me gustaron. Tengo a "El hijo del padre" entre mis próximas lecturas, a ver cuándo le toca.
ResponderEliminarGracias por tu reseña.
Un beso
Hola,
ResponderEliminares un novelón lo mires por dónde lo mires. Hasta ahora mi preferida de Víctor era Un millón de gotas y, mientras la leía, esta me recordaba a aquella, tal vez porque me estaba removiendo igual. Están las dos en mi top.
Un beso
Qué bien que te haya gustado. Caerá :)
ResponderEliminarEn este momento me quedan menos de 50 páginas para acabarla. Y es verdad, una vez que lees a Víctor del Árbol sabes que seguirás leyéndole de por vida escriba lo que escriba.
ResponderEliminarAún tengo pendiente dos novelas de este autor y veo que también voy a tener que apuntar ésta. Se nota que la has disfrutado un montón.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es un autor que me engancha y me resulta muy entretenido, pero creo que trata de contar demasiadas cosas en cada novela.
ResponderEliminarLeeré El hijo del padre, pero no es un autor que me entusiasme. Tengo mis reservas con él.
Un beso.
Hola, Manuela. Qué ganas de leer la novela, la tengo para leer y por todo lo que nos has contado creo que tendré que adelantarla. Mil gracias.
ResponderEliminarBesos y felices lecturas.
Le tengo muchas ganas a esta nueva novela de Víctor y la voy a leer, antes o después caerá y espero disfrutarla tanto como tu. Besos
ResponderEliminarDesde luego lo leeré pero estoy un poco reacia a ponerme en estos momentos. Después de tu opinión lo que sí sé es que no me va a defraudar.
ResponderEliminarUn beso
No quiero saber nada de nada. Cuando lo lea vuelvo por aquí
ResponderEliminarEspero leerla pronto. Besos
ResponderEliminarGracias por tu reseña, estaba dudando en comprarlo o no, pero ahora lo tengo claro. He leído varias novelas de Víctor del Árbol, la que más me llegó fue "Por encima de la lluvia".
ResponderEliminarManuela, me quedan veinte páginas... Y vaya telita con el libro. Tremendo. Vuelvo cuando lo acabe. Besos
ResponderEliminarEs todo un referente. Tarde o temprano lo leeré, por supuesto. ¡Un besote!
ResponderEliminarLo leeré, he leído dos de sus anteriores novelas y me gustaron. Antes o después me haré con él.
ResponderEliminarTe leo cuando termine mi reseña pero novelón, novelón.
ResponderEliminarBesos
Ay, Manuela, te he leído no ya en diagonal sino casi por encima. Cuando tenga la posibilidad de leer el libro quiero llegar a él en blanco. Ya les he dicho a mis hijos que, para el día de la madre, es un regalo obligado o les desheredo. Besos
ResponderEliminarMe faltan unas cuantas hojas para terminar la novela. Me ha resultado tremendamente dura. Psicológicamente podría ayudarnos a entender a personas que han llegado a realizar actos socialmente inaceptables muchas veces debido a su pasado, a su infancia. Me deja un regusto muy amargo. Muestra la maldad humana en su grado más elevado. Muy bien escrita, si duda pero para mi demasiado cruenta.
ResponderEliminarMe parece una buena novela. Este autor es uno de mis preferidos.
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