27 de noviembre de 2013

Tenemos que hablar de Kevin (Lionel Shriver)


Eva es autora y editora de guías de viaje para gente tan urbana y feliz como ella. Casada desde hace años con Franklin, un fotógrafo de publicidad, decide, con muchas dudas, cerca de los cuarenta años, tener un hijo. Y el producto de tan indecisa decisión será Kevin. Pero casi desde el comienzo, nada se parece a los mitos familiares de la clase media urbana y feliz. Eva siente que Franklin se ha apoderado de su maternidad, convirtiéndola en el mero contenedor del hijo por nacer. Y Kevin es el típico bebé difícil, que tortura con sus llantos, que no quiere comer. Se convertirá en el terror de las niñeras, en un adolescente terrible, en el antihéroe a quien sólo le interesa la belleza de la maldad. Al llegar la sangrienta, mortífera epifanía de Kevin, dos días antes de cumplir los dieciséis años, el niño es un enigma para su madre.

Lionel Shiver nació en 1957 en Carolina del Norte. Periodista y escritora, estudió en la Universidad de Columbia, ha vivido en Nairobi, Belfast y Bangkok, y en la actualidad reside en Londres. Después de varias novelas, en el año 2005 ganó el prestigioso Premio Orange con "Tenemos que hablar de Kevin", una novela que ha suscitado fuertes polémicas y se ha convertido en best seller internacional, que ha consagrado a la autora.


Un niño necesita más de vuestro amor cuando menos lo merece (Emma Bombeck)

"Tenemos que hablar de Kevin" comienza con esta cita. Creo que en líneas generales todos estaremos de acuerdo con esa afirmación aunque quizá tras terminar la lectura de esta novela no seamos capaces de aseverarlo con demasiada rotundidad. Son tantas las lecturas que se pueden hacer de este libro; tantas las preguntas que suscita y que deja en el aire para que sea el propio lector quien las responda, si puede; tantas las reflexiones que encierra, que me va a ser muy difícil contarlo todo y, sobre todo, transmitirlo del modo en que se siente esta novela. Para ello hay que leerla.

Muchos conoceréis la película ya que esta novela fue adaptada al cine por Lynne Ramsay. Yo no la he visto y tampoco creo que lo haga por ahora. Por un lado, porque he quedado demasiado impactada por este libro como para ver tanta crudeza en imágenes. Y, por otro lado, porque a pesar de las buenas críticas que he podido leer sobre ella y sobre su fidelidad a la novela es imposible encerrar en una hora y media o dos todo lo que nos ofrece esta lectura.

Lo primero que me sorprendió, porque no lo esperaba en absoluto, es que se tratara de una novela epistolar aunque hay un único remitente en estas cartas: Eva, la madre de Kevin. Es ella quien a lo largo de las más de seiscientas páginas del libro se dirige a su marido, Franklin, desgranando cómo era su vida antes de tener un hijo, cómo era su trabajo, su relación con él y, sobre todo, cuáles fueron los motivos para tener a Kevin y cómo fue su relación con él desde su nacimiento. Eva nos deja entrever que se vio arrastrada a un embarazo principalmente por amor a su marido, un embarazo que no estaba muy segura de desear y que vivió como algo ajeno a ella misma desde el principio, sintiendo que su marido se había adueñado de su embarazo no dejándola vivirlo de la forma en que ella lo deseaba.


Las mayores dudas de Eva comienzan a raíz del nacimiento de Kevin ya que una vez lo tiene en sus brazos tras un parto difícil no siente ese amor sublime que se presupone toda madre debe sentir al abrazar y tener a su lado a su hijo por primera vez. A través de las reflexiones de la protagonista la autora nos invita a una reflexión sobre la casi obligada maternidad feliz, sobre la plenitud que la llegada de un hijo debe suponer para cualquier madre. Este amor hacia un hijo ¿es automático o se aprende a amar? ¿Y si no aprende una madre a amar a su hijo? Y si por más que lo intente ese amor no brota de su corazón ¿qué camino se puede seguir?


Kevin se perfila, desde bebé, como un niño difícil, no sólo por sus incesantes lloros o por su negativa a comer, cosa muy habitual en algunos bebés, sino por una doblez en su personalidad que aunque siendo bebé pueda achacarse a una respuesta innata a los distintos estímulos por parte de una persona u otra, con el paso del tiempo se va definiendo como una clara toma de posiciones ante el mundo que lo rodea con una sola excepción, su padre. Un padre ausente en casi todos los sentidos porque por un lado paso todo el día trabajando fuera y, por otro lado, y sin duda el más importante y trascendente en este caso, porque vive su paternidad como un compañero de juegos de Kevin. Cuando está en casa se convierte en el aliado de Kevin, aquel que todo lo disculpa y que siempre toma partido por un niño claramente manipulador que utiliza esta alianza como una forma más de castigo a su madre ya que en la relación que se establecerá en la pareja tras el nacimiento de Kevin, siempre subyacerá la crítica de Franklin hacia Eva de no ser una buena madre.


Lionel Shriver
Toma relevancia en este aspecto lo importante que es en la educación de los hijos no sólo el establecimiento de unos límites sino la necesidad indiscutible de que estos límites estén consensuados entre ambos progenitores, el equipo padres no debe tener ninguna fisura porque cualquier niño se aprovecharía de ello. Si, además, ese niño es Kevin, las consecuencias pueden ser dramáticas. Pero en este caso, Eva está sola, se siente aislada, impotente, sin apoyo y, para colmo, se siente culpable de no ser capaz de amar a su hijo ya que sólo ve en él lo que también veremos los lectores dado que el libro está narrado desde el punto de vista Eva. Kevin es un niño solitario, insensible, frío, cruel, manipulador. Características que con la adolescencia van empeorando.

Este es el ambiente en el que Kevin nace y vive y que en el libro sirve para realizar un análisis del mal y de la mente sociópata. ¿Cuál es la verdadera causa del mal? ¿Se nace así? ¿Debemos achacarlo al neurodeterminismo? ¿O en Kevin ha influido también la falta de amor de su madre desde su nacimiento? ¿Cómo se forja la mente de un asesino adolescente? Una única respuesta quizá sería simplificar demasiado el problema que plantea esta novela, un problema real de nuestra sociedad como es la violencia en los más jóvenes, no sólo en las matanzas perpetradas por adolescentes que nos sobrecogen cuando las vemos en los informativos, no tenemos que irnos a ningún extremo, aunque el libro lo haga, para ver que la violencia se ha convertido en un serio problema que con mayor o menor alcance llega hasta las aulas de nuestros hijos afectando a todos los estratos sociales y a todos los modelos de familia. En este análisis que la novela no hace directamente, sino que va dejándolo leer entre líneas, se añade también la influencia de los medios de comunicación y la violencia siempre presente en televisiones, videojuegos, etc. No podía faltar tampoco en esta crítica a la sociedad en general, una crítica más particular a la sociedad norteamericana, especialmente en lo relativo al uso y accesibilidad de las armas de fuego.

Todo esto nos plantea este libro que, aunque pueda parecer lo contrario por su temática, huye del morbo, no se recrea en los hechos violentos sino que va mucho más allá buscando un origen y rastreando las consecuencias que no se centran exclusivamente en la muerte. Desde el principio sabemos que Kevin ha cometido un acto horrible, no se nos dice explícitamente cuál pero es fácil intuir de qué se trata y sólo muy avanzada la lectura conoceremos los detalles aunque siempre, insisto, sin caer en el morbo fácil que un tema como éste conlleva. Muy al contrario, el análisis que nos ofrece Eva puede resultar en ocasiones incluso frío. Detalla hechos de forma analítica, desgrana detalles para intentar llegar a su causa última. ¿Por qué su hijo es así? ¿Es culpable ella? Eva es perseguida a causa de los actos de su hijo y acepta su parte de responsabilidad. Ella era una profesional de éxito, de clase media alta, acostumbrada a vivir cómodamente, sin que nunca le faltara de nada y, en cambio, en la primera carta que escribe a su marido describe con detalle su nuevo hogar en el que la decrepitud es el carácter más dominante, como una metáfora de su interior, de cómo se siente y de cómo se castiga por no haber atajado o haber tomado alguna determinación ante las pistas que Kevin fue dejando a lo largo de los años sobre su mente enferma, pistas que muchos no vieron pero que ella si percibió y ante las que por diversos motivos no actuó.

El trazado de los personajes es absolutamente magistral. Kevin, un niño que no conoce la empatía ni de lejos, se nos dibuja de un modo apabullante. La autora nos pone rápidamente en la piel de todos ellos de modo que percibimos sus sentimientos, o la ausencia de ellos; asusta la maldad de Kevin casi como si la estuviéramos viviendo en primera persona. El miedo y la soledad de Eva se asoman en cada página llenándonos de angustia. El retrato del padre es también increíble, en él se hace carne el viejo dicho de "no hay mayor ciego que el que no quiere ver" y admito que a veces he tenido ganas de gritarle porque he sentido la impotencia de Eva ante la persona que debería ser su mayor apoyo y que, sin embargo, prefiere esconder la cabeza. Lo dicho, magistrales todos.

Una realidad que asusta en un  libro realmente sobrecogedor y duro que por momentos se hace muy difícil de leer pero que aún así no puedes dejar. Los hechos, en líneas generales, los conocemos desde el principio pero ello no le resta tensión alguna. A lo largo de la lectura, al igual que Eva, no dejaremos de preguntarnos ¿por qué lo hizo? y será sólo al final, un final que me ha impactado, cuando Eva con un miedo atroz a la respuesta se atreverá a pedirle a Kevin "Mírame a los ojos y dime por qué."



Ficha técnica
Título: Tenemos que hablar de Kevin
Autora: Lionel Shriver
Editorial: Anagrama
Traductor: Javier Calzada
Nº de páginas: 616
ISBN: 9788433974440


28 comentarios:

  1. No descarto que vaya a leerlo en un futuro pero ahora mismo no creo que lo haga.

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  2. Vi la película y me pareció muy angustiosa, empece el libro y lo tuve que dejar, quizás no era su momento, besotes

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  3. Lo tengo anotado desde que lo reseñó Bookworm pero aún no he encontrado tiempo para leerlo y eso que me llama mucho la atención. No sabía que había una peli pero prefiero leer primero la novela
    besos

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  4. Pues creo que este no me lo apunto, no me apetece pasarlo mal con su lectura.
    Besos!

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  5. Si te ha dejado de esta manera el libro, te recomiendo mucho la película. Es de lo mejor que he visto y tampoco cae en el morbo. Yo la novela aún no la he leído. Cuando vi la película -hace ya algunos años- no tenía idea de que estuviera basada en una novela. Y con lo maravillosa que me ha parecido la película, con unas actuaciones de diez, y lo bien que pones al libro, no veo el momento de leerlo. Lo que no sabía es que fuera tan tocho.

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  6. Uno de esos libros que quiero leer y aún así no me termino de atrever porque no le encuentro el momento, sé que es duro y que me costará así que supongo que esta es la razón de que se vaya quedando al fondo de los pendientes.

    D.

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  7. No lo he leído pero ví la película protagonizada por Tilda Swinton, y, aunque es buena, es verdad que sobrecoge, y en algún momento me pareció una historia demasiado retorcida. Un beso

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  8. Yo vi la película y la verdad es que me gustó mucho pero no había pensado leer el libro. Quizás lo haga. Besos

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  9. No recordaba que fuese epistolar, como te dije, deseando leer tu reseña estaba. Me ha resultado una invitación, verás, que por un lado me da "miedo" adentrarme pero por otro es que creo que me gustará mucho. Las sociopatías me ponen la piel de gallina y los niños... a veces!! XD Vamos que sí, que lo leeré.
    Besos

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  10. He visto muchas reseñas sobre Kevin y no terminan de convencerme. Tiene algo que no me llama. besos.

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  11. Y otra reseña que invita a leer este libro. La cosa es encontrarle hueco, entre tanto pendiente...
    Besotes!!!

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  12. Esta novela está entre mis cinco novelas favoritas de siempre. Me fascinó, me parece una novela genial.
    Un beso.

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  13. Qué ganas de leerlo, aunque su longitud frene un poco a ello, pero creo que puede valer la pena. Besos.

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  14. Tenía mucha curiosidad por ver la reseña, me llama muchísimo, de hecho no vi la peli por lo mismo, porque tarde o temprano lo quiero leer, asi que me lo llevo. Un beso!

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  15. Parece una novela realmente dura, pero digna de tener en cuenta. Apuntada queda.
    Besos:)

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  16. Tremenda reseña. Si tras tus comentarios en twitter me anoté bien el nombre, ahora voy a ponerle colorines, jeje.
    Un libro duro por lo que cuentas, así que cuando le encuentre el momento, no dudaré en leerlo.
    Un beso!

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  17. Me encantó este libro!
    Es durísimo, desde el principio además, no hace falta avanzar para ver que algo no va bien y ver loq ue sucede. La madre es tremenda, impactante, dura.. magnífica
    Besos

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  18. lo adquirí porque me hablaron muy bien de la pelicula y quise leer el libro antes de la peli, al final ni uno ni otro.. :(

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  19. Con este libro me ha pasado algo muy curioso. Lo compré hace años y he ido dejándolo a varias personas que conozco. A todas les ha encantado y se hacían cruces de que yo no lo hubiera leído porque me iba a gustar mucho... El caso es que fui dejándolo, hasta que no hace mucho me puse con él. Pero desde las primeras páginas me di cuenta que no, que no era el momento. Total que lo de he dejado de nuevo esperando el momento apropiado.

    Y claro, si además de lo que me comentan amigos, vas viendo reseñas como las tuyas pues hasta me siento un poco culpable ;) Lo volveré a intentar, seguro.

    Besos

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  20. Por lo que cuentas de la crudeza y dureza de la historia creo que voy a dejarlo aparcado para momentos más oportunos, pero no pierdo de vista tu entusiasmo en la reseña. Abrazos.

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  21. No me apetece mucho este tipo de lecturas, en esta ocasión no me la apunto jeje
    Un beso

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  22. En primer lugar gracias por esta estupenda reseña. ha logrado transmitir de maravilla el opresivo ambiente que rodea a Eva y la dureza y tensa intensidad del relato. No me extraña que haya sido polémico, sobre todo en USA. Si te alejas del tópico de maternidad megafeliz todo son caras largas y ataques...
    Besos,

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  23. Puede que le de una oportunidad aunque ahora mismo, el hecho de que resaltes su dureza quizá me tire para atrás
    Besos

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  24. Lo tengo en la lista apuntado desde hace un montón, creo que me gustaría =)

    Besotes

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  25. Es un ataque frontal a la hipocresía y una crítica bestial a la sociedad, a sus prejuicios y a todas esas cosas que se dan por hechas. De lo mejor que he leído en mucho tiempo.

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  26. Lo he leído después de ver la película y aún así,lo he devorado, hacía mucho tiempo que no leia un libro con tanta calidad y autenticidad como este , además te deja enganchada y reflexionando sobre los distintor temas que propone. Genial

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  27. Me he leído este libro dos veces, me obsesionó. Al principio me costó engancharme por la forma en la que está escrito, pero una vez pasado este primer momento, lo devoré.

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  28. Lo estoy leyendo en estos momentos y es adictivo, increible, lo único que no puedo soportar es al marido (Franklin) ese tonto del culo y su condescendencia y bobería por ese hijo atroz y el amor demasiado inmenso que Eva le profesa, es absurdo para mí que hubiera aguantado tanto tiempo un matrimonio tan detestable.

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