"¿Hasta dónde es capaz de llegar un padre para encubrir a un hijo que comete un delito injustificable? ¿Debe prevalecer el instinto de protección paterna, o la lealtad a unas normas sociales que garantizan la coherencia y la fortaleza del grupo? Estas y otras preguntas de igual calibre surgen como dardos durante la lectura de La cena, una novela ácida y provocadora que apunta sin miramientos a toda una clase social acomodada de los Países Bajos y, por extensión, de toda Europa, instalada en una inercia de autosatisfacción y complacencia, e indiferente hacia el devenir de la generación que ha de sucederla.
Dos parejas se han citado a cenar en un moderno y exclusivo restaurante de Amsterdam. Mientras saborean el aperitivo y charlan con aparente despreocupación sobre la última película de moda y sus planes para las vacaciones, son conscientes de que, tarde o temprano, deberán abordar el incierto y acuciante asunto que los ha llevado a reunirse: el futuro de Michel y Rick, sus hijos de quince años, que según algunos indicios podrían estar envueltos en un caso de violencia grave. Así pues, tras los postres, cuando la cena llegue a sus últimos compases, la tensión entre los comensales habrá alcanzado su punto culminante y la cadena de secretos y revelaciones confluirán en un final dramático en el que nadie podrá esgrimir su inocencia."
Herman Koch, autor holandés casado con una española, se encontraba de vacaciones en Barcelona cuando sucedió el hecho real en el que se basa esta novela: el asesinato en Barcelona de una mujer sin techo en un cajero automático a manos de dos jóvenes de clase acomodada.
La forma de escribir de Herman Koch tiene muchísima fuerza, es directa, contundente, mordaz, demoledora. Te introduce en el tema rápidamente y aún así consigue no perder intriga por ello sino todo lo contrario. A pesar de los continuos saltos en el tiempo, el lector no se pierde en ningún momento y es fácil seguir la narración de los distintos pensamientos y reflexiones que va haciendo Paul, el padre de uno de los chicos.
Los personajes están perfectamente trazados y estructurados, no hay ni uno solo que se pueda considerar plano aunque evidentemente unos tienen más fuerza que otros, especialmente el ya nombrado Paul que mientras lleva el peso narrativo nos va desgranando no sólo el presente sino el pasado de los comensales para que podamos entender mejor la actitud de cada uno de ellos ante un mismo problema. Koch consigue que fácilmente puedas ponerte en el lugar de cualquiera de ellos y entender muchos de sus razonamientos por muy descabellados que puedan parecerte.
Estamos, ante todo, ante una novela que nos retrata no sólo la sociedad actual sino el terrible problema al que nos enfrentamos muy habitualmente: la actitud que los padres adoptan antes las faltas que cometen sus hijos adolescentes, faltas que pueden llegar a convertirse en delitos porque no hablamos de ser rebeldes, de sacar malas notas, de emborracharse o de tontear con drogas... O quizá sí hablamos de eso en un primer estadio, en cómo ciertas indulgencias en determinados momentos pueden derivar en algunos casos en actos mucho más graves -no quiero generalizar ni muchísimo menos porque todos conocemos más jóvenes estupendos que jóvenes de otro tipo-.
"La cena" es una novela no sólo para leer sino para comentar, porque eso es lo que querremos hacer después de preguntarnos a nosotros mismos por qué unos jóvenes de buena familia, buenos estudiantes, con la mejor educación que se puede tener, acaban cometiendo un acto cómo éste. ¿Qué responsabilidad tienen los padres? Y, sobre todo, ¿qué hacer cuando sabes lo que ha hecho tu hijo ? Yo sinceramente creo que ninguno estamos capacitados para contestar a esa pregunta sin vernos realmente en la situación. Creo que la mayoría diríamos que tienen que asumir su responsabilidad etcétera etcétera... Pero...¿realmente lo veríamos así si fuera nuestro hijo? ¿Qué ganaría: nuestra escala de valores o el amor por nuestro hijo y nuestra necesidad de protegerlo de todo? Yo debo confesar que, como madre que soy, me ha dado hasta "miedo" leer este libro porque no son niños sociópatas, ni socialmente excluídos, ni faltos de cariño...son niños de una familia como la tuya o como la mía.
Es cierto que el autor podría haber ahondado mucho más en el tema de la violencia juvenil pero aún así es un libro que no puede dejar indiferente a nadie, especialmente si se tienen hijos porque... ¿y tú? ¿hasta dónde serías capaz de llegar para encubrir a un hijo que comete un delito injustificable?
La verdad es que es un tema, que a todos los que somos padres , nos tiene que hacer reflexionar, sobre como estamos
ResponderEliminarjuzgando y tratando las acciones de nuestros hijos , así como los valores que les estamos inculcando. Esta reflexión , también nos hará revisar los nuestros, y ver lo que realmente prevalece ante las acciones de nuestros hijos que puedan ser inmorales o simplemente punibles , si es la complacencia como padres o por el contrario, tratamos el tema con todo el rigor que merece. Interesante también, el comentarlo con otros padres . Lo leeré...
Revisar nuestros propios valores...interesante reflexión Josu, pero sé que más interesantes aún serán cuando hayas leído el libro. Espero que vuelvas para compartirlas con todos nosotros.
EliminarRecuerdo el caso y la conmoción que causó,sobre todo por el hecho de que no eran excluídos sociales, sino jóvenes normales y corrientes, que hace plantearse la deriva que sigue nuestra sociedad... Un debate interesante y un libro apetecible..
ResponderEliminarExacto Daniel ! Eso es lo que más asusta, que son adolescentes como lo serán nuestros peques mañana, es de esas cosas que crees que sólo le pueden pasar a los demás pero ¿y si mañana nos ocurriera? ¿Estamos seguros de no estar cometiendo errores en su educación?
EliminarAl hilo de lo comentado, añadir que creo que estamos asistiendo desde hace ya años hacia el desarrollo de una sociedad más deshumanizada, más global, más interconectada, más plural,... pero también, eso, más deshumanizada. Prima el egocentrismo, el hedonismo hasta el extremo, la búsqueda de emociones excitantes límites con que saciar un afán de disfrute desconocido, incluso a costa de infringir daño a otras personas. Sin duda pienso que la educación recibida es en buena parte la causa; alejada de valores y actitudes, como la empatía, el respeto, la tolerancia, la solidaridad y la responsabilidad y carente igualmente de un principio supremo la "bondad universal", como la capacidad de desarrollar acciones y actitudes con las personas que nos rodean de manera que podamos hacerlas, de una u otra manera, más felices. Realmente, creo que no podremos alcanzar esa utópica felicidad, sino al menos en parte, no es compartida por el resto de personas de nuestro entorno.
ResponderEliminarUn saludo.
Diego casi me dejas sin palabras... Está claro que todos, especialmente los padres, debemos realizar un ejercicio de reflexión sobre la laxitud de la educación moral que estamos dando a nuestros hijos.
Eliminar"Tenemos de hablar de kevin" este libro nos hace recapacitar sobre cómo estamos educando a nuestros hijos, la familia, las relaciones con un hijo sicópata. Es muy duro.
ResponderEliminarTras esta reseña han sido varias las personas que me lo han recomendado, especialmente por el comentario que hice sobre cómo Herman Koch se queda muy corto a la hora de hablar sobre el problema de la violencia juvenil pero, sinceramente, hoy por hoy no me siento preparada para leerlo ya que todos coinciden en lo que tú también apuntas: su dureza. Gracias por comentar
EliminarTambién lo he leído hace poco y es un libro para debate. Plantea una situación que, además como soy madre, no sé cómo reaccionaría.
ResponderEliminarUna historia dura y cruel que no deja para nada indiferente.
Un abrazo
Tienes toda la razón Blanca, el libro da para mucho debate y me temo que, los que somos padres, por mucho que intentemos imaginar cuál sería nuestra reacción no podemos dar una respuesta definitiva ya que hay que verse en esa situación (mejor no vernos...) En cualquier caso, lo que sí está en nuestra mano es intentar poner todos los medios posibles para no vernos nunca en semejante tesitura. Un saludo y gracias por comentar compañera bloggera !
EliminarMe ha dejado verdaderamente impactada. El desarrollo del personaje de Paul es magnífico, como a lo largo de la historia se va trazando la descripción de su personalidad... Una lectura totalmente recomendable, y con el tiempo libre necesario se lee de una "sentada"
ResponderEliminarYo estuve tiempo dándole vueltas al libro, es difícil leerlo y no quedarse impactada.
EliminarComo tema a debatir me ha parecido muy interesante, pero como novela no me ha transmitido la fuerza que precisamente, por la temática que trata, esperaba.
ResponderEliminarSí que es cierto que profundiza poco en el tema pero mira...casi mejor, yo ya lo pasé suficientemente mal leyéndolo ! ;-)
EliminarSiguiendo tu recomendación me leí "La cena" y solo puedo definirla como adictiva e impactante.... Vamos qué tienes razón, que se impone una "cenita de padres" para comentar el libro ;-)
ResponderEliminarTambién me he leído del mismo autor "Casa de verano con piscina", novela en la que el autor demuestra igualmente su buen oficio. El final deja al lector con cierto cargo de conciencia por empatizar con el comportamiento del protagonista, y es por eso mismo un final apabullante para una novela un poco más lenta que "La cena"
Ana me alegro de que te haya gustado. En cuanto a "Casa de verano con piscina" lo he leído hace unas semanas y en breve os contaré mis impresiones.
EliminarEstoy deseando leer tu reseña de "Casa de verano con piscina".
ResponderEliminarPues tiene muy buena pinta :D
ResponderEliminarUn beso.