"Central Park, Nueva York, una noche. Siete adolescentes son salvajemente atracados, agredidos, uno de ellos violado. Sin embargo, estos siete son unos genios. Del horror, heredarán contra el mundo un odio frío, matemático, implacable. De su inteligencia privilegiada nacerá su poder y el desprecio hacia lo prohibido. Los siete son uña y carne, un único espíritu, una sola voluntad. Si fueran ocho, el mundo les pertenecería y llegaría la oscuridad, la larga noche. El que comprendió lo que podría suceder, Jimbo Farrar, lucha contra ellos con todas sus fuerzas. A no ser que esté de su lado. The Prodigies. La noche de los niños prodigio despierta al niño rebelde que esconde cada uno de nosotros."
Bernard Lenteric (París 1944-2009) fue un escritor y productor cinematográfico francés recientemente fallecido. Publicó esta novela, cuyo título original es "La nuit de les enfants rois", en 1981 siendo uno de los libros que más éxito ha tenido en Francia, alcanzando los 600.000 ejemplares en pocas semanas. Con el paso del tiempo, principalmente a través de la red, su fama fue alcanzando cotas cada vez más altas siendo muchos los internautas que desde España reclamaban una nueva publicación que por fin en 2012 nos ofreció la editorial Demipage (inicialmente en los 80 fue publicada por Planeta). Esta novela, además, ha inspirado una película de animación 3D presentada en el Festival de Sitges de 2011.
Jimbo Farrar es un informático de una inteligencia excepcional, responsable de un programa que pretende descubrir niños con inteligencia superior a la normal mediante una serie de pruebas en la que participan niños de todo el país. De esta forma descubre a siete niños con unas capacidades excepcionales a los que seguirá y, en cierto modo, protegerá, ya que él mejor que nadie sabe lo solos y frustrados que pueden sentirse sabiéndose y reconociéndose como diferentes a los demás.
The Prodigies es un thriller de ciencia ficción, con algunos momentos de violencia bastante brutal aunque narrada de una forma que no hace sentir que el autor se esté excediendo resultando una violencia gratuita sino que la entenderemos como absolutamente necesaria. De hecho la novela podría clasificarse como literatura juvenil y esos momentos de violencia no me han parecido en ningún momento excesivos para este público.
Tras la trama de siete niños superdotados que creen poder controlar el mundo nos encontramos con la rebeldía propia del adolescente que va entrando en un mundo adulto que no entiende, al que en el fondo teme a pesar de enfrentarse a él con gesto arrogante y actitud desafiante. Nos encontramos, sobre todo, con el miedo y la incapacidad del adolescente para controlar unas emociones y unos deseos que le superan a él mismo. Y, lo más importante, la novela nos plantea cómo un trágico hecho puede hacer que la inocencia se transforme y se convierta en algo peligroso e incontrolable.
La novela está narrada a un ritmo que no puedo calificar de otra forma que trepidante. En The Prodigies no hay respiro, una vez empiezas a leer ya no puedes parar, sólo quieres saber de qué más van a ser capaces estos niños y si alguien los podrá parar. Su estructura en capítulos no demasiados largos y abundantes diálogos también ayuda a esta agilidad en la lectura.
De vez en cuando me gusta leer algo de literatura juvenil y ésta puedo deciros que la devoré en 48 horas, me parece perfecta como lectura de la que yo llamo desengrasante, entre lecturas más densas, principalmente por la facilidad con que se lee aunque como ya he comentado la novela plantea temas muy interesantes sobre los que reflexionar.
La recomiendo sin duda alguna y estoy segura de que hará las delicias de los adolescentes ya que no sólo es amena, ágil y adictiva, sino también aleccionadora.
Ficha técnica
Título: The Prodigies. La noche de los niños prodigio.
Autor: Bernard Lenteric
Editorial: Demipage
Nº de páginas: 439
ISBN: 9788492719334
Ay, ay... menudo tema para comentar, adolescentes y educación... puf. Nos hemos centrado en "construir" personas llenas de conocimientos y obsesionado en pulir sus inteligencias, aunque a veces, después, nos horrorizamos de los propios resultados. Eso hacemos, en vez de ayudarlos a crecer "a todos" al máximo de sus posibilidades, siendo al tiempo felices y bondadosos, sensibles a las emociones propias y ajenas.Esto es lo que haría una sociedad más humana y justa.
ResponderEliminarUna excelente reseña, como siempre y un placer seguirte por aquí con estos inquietantes temas de debate.
Un saludo y un fuerte abrazo.
Diego la verdad es que es tan difícil saber a priori si lo estás haciendo bien o mal. La labor educacional es algo a lo que nos enfrentamos los padres muchas a veces a ciegas, intentando al menos guiarnos por nuestro sentido común.
EliminarBueno, así es. Es un tópico, pero el libro de instrucciones no se incluye en la cesta de la cigüeña, error de producción....jajaja, vamos a tener que formular una queja al Creador. No obstante, yo creo que con ese sentido común, que dices, por supuesto primordial, más una férrea voluntad para hacerlo bien, paciencia y perseverancia en las consecución de los objetivos y sobre todo, el mucho, mucho cariño, con el que contamos todos los padres/madres hacia nuestros hijos, aseguramos, no lo dudes, un 90% del éxito de la educación de los chavales. Las contingencias, al margen, que puedan darse, positivas o negativas, serán el marchamo que tatúe la vida de cada persona y con las que tendremos que aprender a vivir, pasito a paso, ellos y nosotros.
EliminarÁnimo, que la tarea es dura, pero el resultado, ya lo estarás viendo, maravillosamente hermoso.
Como muy bien dice Diego, menudo tema. Es que la educación abarca tantos y tantos temas y todos ellos interesantes y que día a día se tienen que llevar a cabo para que los jóvenes estén preparados para la salida al "mundo laboral" aunque los tiempos que corren, la verdad, difícil lo veo. Pero aún así, hay que ir insistiendo e insistiendo y animando tanto a los peques como a los jóvenes a formarse y enriquecerse con la formación que se le ofrece.
ResponderEliminarSinceramente, hay centros que están bien preparados y saben "educar" por decirlo de alguna manera a los peques y a los jóvenes y, lamentablemente, no todo tiene porque ser bueno, los hay que no aportan absolutamente nada de nada, y no es ninguna mentira, es la pura y cruel realidad.
Y, Manuela, estoy completamente de acuerdo contigo, muchas veces no sabemos si lo estamos haciendo bien o mal y nos guiamos por nuestro instinto, eso es muy cierto.
María pues esperemos que no nos falle ese sentido común aunque yo creo que esto aderezado con mucho mucho cariño y dedicación tenemos mucho ganado.
EliminarExactamente, esta película está hecha sin duda para los adolescentes pues la trama es atractiva para ellos, además la técnica bajo la cual está hecha es sin duda un punto más a su favor. Hace poco vi la peli a través de HBO ONLINE y creo que es apta para todo el público por eso la recomiendo mucho.
ResponderEliminaridad fue transmitiendo a sus descendientes desde los inicios a través de la tradición oral. Muchas de estas historias servían en la antigüedad para transmitir una lección moral a los niños y jóvenes de la época. Más tarde, este folklore evolucionó junto con la escritura y quedó grabado en los primeros textos de la historia. Es aquí cuando ya podríamos empezar a considerar estas historias como los precedentes de las novelas infantiles y juveniles, ya que tenían unos ob conpeht.net/biografia-de-ryan-haddon-ryan-haddon-es-un-destacado-periodista-y-productor-de-television-estadounidense-es-popular-por-su-aparicion-en-el-documental-ephemera-the-art-of-impermanence-haddon-tambien/
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