Cuando en 2020
leí El chico de las bobinas no tuve ninguna duda de que volvería a leer a Pere
Cervantes y la ocasión ha llegado con la reciente publicación de su novela más
personal puesto que el autor fue testigo directo de todo aquello de lo que nos
habla en el título que os traigo hoy, La espía de cristal.
Mi opinión
Manuel Pancorbo,
más conocido como Panco, periodista y antiguo corresponsal de guerra durante años,
siente como todo su pasado se le viene encima de golpe cuando recibe una carta
desde Kosovo de alguien llamado Vjosa y que se presenta como la hija de Taibe Shala,
la mujer de la que se enamoró perdidamente veinte años atrás y a la que nunca
ha podido olvidar. Taibe ha desaparecido y Vjosa necesita ayuda para
encontrarla.
Así comienza una
novela que nos lleva hasta aquella guerra que durante años hizo sangrar el
corazón de Europa y lo primero que estremece al lector es adentrarse en una
historia que se repite, con distinto escenario y con distintos actores,
pero con el mismo horror y dolor, siendo testigos de que nunca aprendemos nada.
Con dos líneas
temporales, el presente de una búsqueda incansable con la que además el autor
nos retrata y nos acerca a la actualidad y el día a día del Estado más joven de
Europa, el pasado irrumpe en capítulos alternos y nos lleva a aquel Kosovo
en el que una guerra parecía haber terminado, pero las consecuencias de cualquier
conflicto no cesan cuando lo hacen las armas, sino que permanecen cual
heridas invisibles para siempre.
No es La espía
de cristal una novela bélica, ni es tampoco una novela de espionaje, aunque no
cabe duda de que mucho hay de ambos temas, pero La espía de cristal va más allá
y se convierte en una historia de vidas truncadas y en una historia de supervivientes
en la que, si bien los protagonistas principales son Panco y Thaibe, el autor
da voz a un amplio elenco de personajes secundarios que enriquecen la historia
y cargan la novela de un sinfín de sentimientos y emociones que traspasan
las páginas convirtiendo la lectura en algo vivo que atrapa al lector
arrastrándolo a ser testigo de primera fila de cómo la guerra cambia la vida para
siempre.
Poniendo el foco
en las mujeres Pere Cervantes, con una prosa cuidada y elegante y llena de
sensibilidad, ha escrito una novela antibelicista tan sobrecogedora como
emotiva en la que se muestra a la mujer como arma de guerra. De nuevo una
historia que se repite una y otra vez usando la violación como una forma más de
destruir al enemigo
Una novela dura que
nos lleva hasta aquella guerra que hasta hace bien poco era la última en Europa.
Una historia desgarradora, solo aplacada por la belleza de la narrativa de Pere
Cervantes, sobre las heridas que la guerra deja en la vida de vencedores y vencidos
que se va derecha a mis mejores lecturas de este año. No os la perdáis.