Mi opinión
El matrimonio de
Blanca, policía antidisturbios que se incorpora al trabajo tras su baja
maternal, y Alberto, profesor de Historia en un instituto, no pasa por su mejor
momento. Cuando Blanca vuelve al trabajo nada es lo mismo, para empezar su cuerpo,
su estado físico y su concentración, están muy lejos de ser lo que fueron antes
de ser madre. Tanto que el día que se incorpora, cubriendo un partido de la
Champions calificado como de alto riesgo, un fallo en el tiro de una bala de
goma hace que la noche acabe de la peor forma posible.
Comienza así El
deseo de los accidentes y el descenso a los infiernos de Blanca. Mostrar
como natural y humano la justificación de cualquier acto, bien en nombre
del amor, bien en nombre si no del desamor, sí del desaliento y de la más
absoluta desesperación y pérdida de control, parece ser uno de los objetivos
del autor y lo consigue de una forma desigual ya que en mi caso ha sido
complicado ponerme en la piel de los personajes, especialmente en el de Blanca,
motor de la novela para bien o para mal.
Demasiados
lugares comunes tanto en el perfil psicológico de los protagonistas como en sus
vidas. Demasiados clichés en torno a la maternidad y excesivas alusiones
físicas sobre un cuerpo que inevitablemente no es el mismo que antes del
embarazo para justificar ciertas deficiencias a la hora de desempeñar un trabajo
en el que no me cabe duda de que la condición física es indispensable, pero
tanta alusión a michelines y a uniforme más justo de lo habitual me ha sobrado.
Lo cierto es que
El deseo de los accidentes parte de una premisa interesante, una bala de
goma perdida que causa la tragedia para quien está en el lugar equivocado en
el peor momento posible, para ir alejándose de ese punto y adentrarse en un
drama doméstico demasiado trillado que, a pesar de ir ganando y creciendo en
interés conforme avanza la lectura, necesita muy a menudo de la técnica de ir
anticipando cosas que van a ocurrir más adelante para dotar a la novela de la
tensión narrativa que le falta.
Y aunque bien es
cierto que tanto su ritmo como su tensión crecen y van de menos a más,
se estira demasiado un desenlace tan obvio como deseable que llega como colofón
a una novela que se lee con interés y en la que se disfruta del que en
mi opinión es su mayor valor y es la prosa limpia y cultivada de Rafael
Caunedo, un autor al que aún no tenía el gusto de conocer y al que, a pesar
de que El deseo de los accidentes no ha sido la novela que yo esperaba, no me
importaría volver a leer.
Pues aunque la sinopsis prometía, uno que me salto. Es genial también encontrar opiniones que nos disuaden de apuntar un libro. Aunque al autor, tal vez se le pueda dar una oportunidad con algún otro libro.
ResponderEliminarUn beso.
¡Ay Manuela, que me has creado otra necesidad! Vale que soy carne de adicciones, algunas sanas y otras que hasta engordan, pero es que me encanta el género y el tema me apasiona, te iba leyendo e iba babeando 🤤😁💋
ResponderEliminar¡Holaaaa!
ResponderEliminarMmmm pues es una novela que pinta muy interesante, veo que no ha ido por donde te esperabas pero que aún así el resultado final ha sido algo positivo :D
¡besos!
Lo tengo pendiente y veo que promete más de lo que ofrece. Bajaremos expectativas. Besos.
ResponderEliminarLas expectativas casi siempre hacen daño. Pero pese a todo veo que la has disfrutado. No me importaría leerla si se cruza en mi camino.
ResponderEliminarBesotes!!!
Leo muy buenas reseñas de esta novela, me gusta el género, no tardaré en leerlo
ResponderEliminarGracias
¡Hola! Como dices la premisa es interesante, pero lo que comentas de ese hincapié que se hace en la forma física de la protagonista me echa hacia atrás, así que con esta tengo claro que no me animo.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
No me puedo resistir al género, así que me lo apunto :)
ResponderEliminarPues esta la dejo pasar, no me termina de convencer
ResponderEliminarBesos
Hola.
ResponderEliminarNo conocía el libro pero no me atrae nada así que lo dejo pasar. Gracias por la reseña.
Nos leemos.
Uy, pues con lo que cuentas, creo que lo descarto por completo. Con todo lo que tengo por leer la verdad es que no me apetece añadir un libro que creo que no voy a disfrutar. Son demasiados los "peros" que veo en la reseña por muy bien que escriba el autor. A otra cosa, que no será por falta de libros :)
ResponderEliminar¡Besote!
Veo que no está mal pero que tampoco es imprescindible así que no lo apunto que a mis cargadas estanterías le va a ir bien
ResponderEliminarBesos