Mi opinión
Irina, hija de
un magnate gallego de la industria textil, celebra su decimotercer cumpleaños
en una fiesta en la playa cuando un desconocido le entrega un amuleto asegurándole
su capacidad para lograr cumplir cualquier deseo. Poco podía imaginar que, años
después, ese colgante sería la llave para acceder a los más oscuros secretos de
su familia durante un viaje a Bangladés. Allí, de la mano de Faisal, un joven
bengalí, conocerá la precaria situación de los trabajadores en las fábricas
textiles y se acercará al secreto mejor guardado de su padre.
Nenúfares que
brillan en aguas tristes comienza en una fastuosa fiesta en el pazo que los
Ferreira tienen en Vigo y nos presenta a una familia rodeada de riqueza y
glamour. Ernesto Ferreira es un magnate de la industria textil y espera que un
día sus hijos Lucas, el mayor, Irina y Sagor, este último fruto de una relación
adúltera de Ernesto con una mujer bengalí, continúen sus pasos. Una vez
presentados los personajes avanzamos unos años, los niños de entonces han
crecido y son ya unos jóvenes que han tomado cada uno sus decisiones, casi
todas ellas muy alejadas de lo que su padre esperaba de ellos, solo permanece
inalterable esa imagen de niños ricos y mimados que lo tienen todo muy fácil y
aun así parecen permanentemente insatisfechos hasta que en el transcurso de una
nueva fiesta, y tras una conversación que Irina y Sagor no deberían haber
escuchado, todo cambie en sus vidas tras un viaje que los llevará a todos a la
lejana Bangladés.
De la mano de la
autora viajamos a un país que se ha convertido en los últimos años en un
paraíso para la industria textil con mano de obra barata. Un lugar donde nadie
se preocupa ni por las condiciones de trabajo ni por el daño medioambiental
causado. De Vigo a Daca, de la riqueza a la miseria más absoluta, Bárbara
Gil con descripciones tan detallistas como certeras nos hace vivir el contraste
entre el paraíso y el infierno y, sin dejar de lado ni el entretenimiento
ni el misterio, nos aboca a una realidad tan dura como cercana por
muchos kilómetros que nos separen de una continua violación de los derechos
humanos y de un desastre ecológico obviado por empresarios y clase política.
Acompañando a un
amplio elenco de personajes el viaje a Bangladés supone para muchos de ellos
algo más que conocer otro país y otra realidad. Ninguno de ellos volverá a su
vida siendo el mismo, especialmente Irina, un personaje fascinante con el que
vivimos una profunda evolución que la lleva a enfrentarse a sí misma y a todo
lo que ha sido su vida hasta ese momento. Irina vivirá la dicotomía del dolor
por las condiciones de casi esclavitud en la que trabaja la población bengalí y
la carga que le supone tomar conciencia de que su acomodada vida es gracias en
parte a ello. De esta forma la autora nos ofrece las dos caras de una misma
realidad, un país explotado, pero también un pueblo que gracias a la industria
textil empieza a levantar cabeza. Me ha gustado especialmente esta forma de
enfocar el grave problema que se trata en la novela ya la autora no pretende
inclinarnos hacia un lado ni hacia otro, sino que nos ofrece los datos necesarios
para que sea el propio lector quien se forme su opinión y tome posiciones en el
sentido que considere.
En definitiva, Nenúfares
que brillan en aguas tristes es una novela que aúna muy diversos géneros de
forma que puede satisfacer a muchos tipos de lectores. Misterio, secretos
familiares, romance y un tono reivindicativo llamado a despertar conciencias
y a animarnos a preguntarnos qué podemos hacer cada uno de nosotros porque en
ocasiones los grandes cambios vienen de pequeños pasos dados por cada uno de
nosotros.
A mí, lo que más me gustó fue la última parte y cómo la autora consigue que te metas en esa historia que se convierte en una búsqueda y un encuentro.
ResponderEliminarUna buena lectura que consigue transmitir y remover, como tú dices, conciencias.
Pues me gusta lo que cuentas, me lo anoto ^^
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminaren otro momento me lo hubiera planteado pero, como bien sabes, hay que cortar por algún lado.
Un beso
Creo recordar haber visto este libro, pero ahora mismo se encontraba en el olvido. Me gusta mucho lo que cuentas, me la anoto mejor. Saludos
ResponderEliminarMe pasó un poco lo que cuentas, lo del Román me hizo recular, pero con lo que cuentas, ahora la veo de otra manera. Un abrazo
ResponderEliminarYa hemos hablado de esta novela. Me gustó mucho la manera tan fotográfica en que describe Bangladés. Besos.
ResponderEliminar¡Hola! Me alegra ver que ha sido una historia de la que has disfrutado. Me llama la atención el tema de la ambientación, pero la premisa no termina de convencerme, así que con este no creo que me anime.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
Pues tiene muy buena pinta. Tomo nota que no la conocía.
ResponderEliminarBesotes!!
Ya sabes que la tengo pendiente. Yo creo que me gustará
ResponderEliminarBesos
Había leído otra reseña de la novela y ya me había llamado la atención. El título es precioso, pero como a ti ni me gusta la portada ni esa referencia a un romance. Lo que sí que me atrae mucho es esa contradicción entre el mundo rico, que puede comprar ropa barata y el mundo pobre que la fabrica en condiciones de explotación. Lo más triste es que, como mencionas, gracias a esa explotación y al trabajo infantil, el país sale adelante y sus habitantes viven un poco mejor. Es indignante que la supervivencia pase por la explotación y la injusticia, pero es lo que hay y así es este triste mundo.
ResponderEliminarUn beso.
Si no tuviera todo lo que tengo pendiente por leer te diría que a lo mejor más adelante, pero si soy sincera no creo que le haga hueco. Llevo unos años que prefiero otro tipo de lecturas que son las que se me van acumulando en las estanterías.
ResponderEliminar¡Besote!
Jejeje, yo te entiendo... Por eso es imoprtante esos encuentros y esas conversaciones con los autores, o leer otras reseñas. Aunque la ubicación espacial no es que me atraiga mucho, la verdad es que, como soy la tonta de las cubiertas, esta me atrae. Eso, unido a lo que cuentas, pues le abro los brazos por si quiere venir a achucharme. Besos
ResponderEliminarYo no lo veo para mí y aunque no te ha disgustado tampoco te noto entusiasmada así es que no me lo llevo.
ResponderEliminarUn beso
A mí me llama la atención pero no llego a todo y quizá se quede en una línea anotada. Sé que tampoco te ha vuelto loca. Por otra parte esa familia recuerda mucha a otra conocida, no?
ResponderEliminarBesos