Hay novelas que
llegan por sorpresa, una grata sorpresa porque en cuantos las ves sabes que
pueden ser una de esas grandes lecturas que te hacen viajar a tiempos pasados,
aunque debo confesaros que su volumen me asustó, ochocientas páginas son muchas
cuando las lecturas se acumulan así que decidí lanzarme a por ella alternándola
con otras novelas, cosa que como sabéis no suelo hacer, y creo que ha sido todo
un acierto. Hoy os hablo de La edad dorada.
Mi opinión
Corre el mes de marzo de 1883 y conocemos a las doctoras Savard, Anna y Sophie. La primera cirujana y la segunda especialista en obstetricia y ginecología. Pero esa mañana Anna se encarga de algo muy distinto a su actividad habitual en el quirófano, debe pasar revisión médica a un grupo de niños huérfanos antes de entrar en la ciudad. Allí conocerá a cuatro hermanos de origen italiano abandonados por su padre tras la muerte de la madre, y esa mañana, sin saberlo, su vida cambiará para siempre. Al mismo tiempo Sophie atiende el parto de una joven madre que da a luz a su cuarto hijo. Destrozada física y emocionalmente la mujer pide ayuda a Sophie para evitar nuevos embarazos aun a sabiendas de constituir un delito muy perseguido.
A través de un
narrador omnisciente y con una prosa elegante y depurada, Sara Donati nos
traslada hasta la ciudad de Nueva York a finales del siglo XIX. A través de
minuciosas descripciones viajaremos a muy variados escenarios en los que los
contrastes de la sociedad del momento quedarán patentes, una sociedad en la que
la población inmigrante sufre las mayores precariedades y en la que las calles
se encuentran llenas de niños que intentan sobrevivir como sea. Como no podía ser
de otro modo, y si bien La edad dorada trata ampliamente todos los aspectos de
la época, la medicina es calve en la trama, muy especialmente toda la referida
la salud femenina y al necesario control de la natalidad por parte de muchas
mujeres agotadas por la crianza de un hijo tras otro y que no desean concebir
de nuevo o quieren interrumpir un embarazo. Una sociedad moralista como la
descrita perseguía tales hechos, tanto a las mujeres que demandaban estos
servicios como a aquellos médicos, mujeres también, que ayudaban como podían
aun a riesgo de ser perseguidas y encarceladas.
Un amplio elenco
de personajes, afortunadamente la autora incluye un dramatis personae
que nos ayudará a situarnos durante los primeros capítulos, habitan las páginas
de esta novela que realiza un retrato fiel y realista de una sociedad moralista
y llena de grandes diferencias en la que los más desfavorecidos mueren sin
la necesaria atención médica y en la que las mujeres están relegadas a un papel
meramente reproductor. Anna y Sophie, en el caso de esta última agravado por el
hecho de ser mulata, son dos excepciones que día tras día deben demostrar su
valía en una sociedad machista en general y de forma muy particular en su
profesión, ampliamente dominada por los hombres.
Con un ritmo
pausado pero fluido Sara Donati nos sumerge con facilidad en la trama enlazando
con acierto los acontecimientos históricos con la crónica social y con la vida
de los numerosos personajes al tiempo que trata temas tales como el racismo, el
control de la natalidad, la miseria de los más desfavorecidos y la necesidad de
una atención médica general. No necesita La edad dorada ni de grandes alharacas
ni de espectaculares giros para mantener la atención y el interés del lector,
aunque debo decir que me hubiera gustado encontrar un final menos abierto que
deja demasiados hilos pendientes para una nueva novela.
En definitiva, La
edad dorada es una interesante e instructiva novela que combina con acierto la
ficción histórica y la saga familiar aunando en sus páginas elementos como
el romanticismo y el misterio al tiempo que realiza una crónica de una
sociedad neoyorquina de finales del siglo XIX.
Hola,
ResponderEliminarhe leído opiniones diversas sobre esta novela pero lo cierto es que, independientemente de ellas, no me atrae mucho el tema y no me quiero embarcarme en una lectura tan larga con dudas; la dejo pasar.
Un beso, Manuela
Este tipo de novelas me gustan, así que tomo nota ^^
ResponderEliminarLa tengo apuntada, pero con ciertas reservas. Me atrae el que esté ambientada en Nueva York, pero hay algo que intuyo en ella que no termina de convencerme. Puede que no sea más que algún tonto prejuicio, pero hay algo que no me acaba de animar.
ResponderEliminarUn beso.
Ya sabes que la tengo pendiente. Besos.
ResponderEliminar¡Hola! Me alegra ver que ha sido una historia de la que has disfrutado. Personalmente no es una lectura que nos llame especialmente la atención, por lo que en esta ocasión prefiero dejarlo pasar.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
Por lo que cuentas, creo que me podría gustar. Sólo lo de ese final abierto es lo qeu me echa un poco para atrás.
ResponderEliminarBesotes!!!
La historia no me desagrada, pero 800 páginas ahora mismo no me apetecen nada, lo confieso.
ResponderEliminarGracias por darme a conocer esta novela.
Besos.
A mi ese final sesgado no me convenció nada, pero por lo demás es muy recomendable. Besos
ResponderEliminarHola, Manuela. Creo que la disfrutaría y ya la tengo anotada, a ver si finalizo mis lecturas actuales y me animo.
ResponderEliminarBesos.
Pues me interesa mucho la época (yo y mi siglo XIX, amor eterno xD) y la ambientación en Nueva York. La historia en sí misma también me parece muy interesante, sobre todo si está bien contada. He leído opiniones menos positivas de este libro, pero a mí me sigue llamando la atención, así que no descarto leerlo en absoluto.
ResponderEliminar¡Besote!
Estoy viendo muchas veces este libro por blogs... Parece que os ha gustado a todos. Habrá que echarle un ojo. Besos
ResponderEliminarEste no me termina de llamar, mejor lo dejo pasar
ResponderEliminarBesos
Lo tenía en el punto de mira pero, si te soy sincera, no creo que sea un libro con el que ahora mismo me anime
ResponderEliminarEs una historia muy chula pero es verdad que queda demasiado abierta. Yo me quedé pasmada, jajaja.
ResponderEliminarBesos