Flechazo total y
absoluto nada más ver esta portada y este título en el catálogo de novedades,
la lectura de la sinopsis no hizo nada más que acrecentar mis ganas y la
comparación con Elena Ferrante, aunque me dio un poco de miedo por aquello de
que las comparaciones siempre son odiosas, terminó de encender mi deseo y es
que ya sabéis los que habitualmente pasáis por aquí que la lectura de la
maravillosa tetralogía Dos amigas fue en 2016 mi gran amor literario. Hoy os
hablo de Una familia decente.
Sinopsis
Corren los años
ochenta y en el barrio viejo de Bari, un laberinto de calles sucias, con un
entorno social degradado, un lugar en el que el drama de uno es el drama de
todos, vive Maria de Santis junto a sus padres, sus dos hermanos y su abuela.
Maria es rebelde e insolente, lo que le ha hecho ganar el apodo de Malacarne.
Pero en medio de toda la degradación y violencia que se respira en cada rincón
del barrio aún hay un lugar para cosas bellas, como la amistad que nace entre
Maria y su compañero de clase, Michele, a pesar de las dificultades a las que
tendrán que enfrentarse.
Una familia decente es una novela de
crecimiento y autodescubrimiento, de la necesidad por salir de un entorno
violento y de la lucha de quien,
teniéndolo todo en contra, logra escapar de la marginación a la que estaba
condenada porque, aunque el destino parezca estar escrito en cada una de las
piedras blancas que adoquinan las calles del barrio en el que crece la
protagonista, a veces hay una oportunidad para quien pelea por ella. Ese camino
es el que el lector recorrerá con Rosa Ventrella quien, con pulso firme y una prosa tan arrolladora como envolvente, nos hace
vivir la intensidad que se desprende de sus páginas y la valentía y arrojo
de la que su protagonista hace gala. No necesita para ello grandes alharacas,
el estilo coloquial de su narradora protagonista toma al lector de la mano y lo
involucra en esta historia tan
emocionante como bien escrita, convirtiendo su lucha por la vida que sueña
en nuestra lucha y describiendo todo tipo de emociones y sentimientos con una exquisita
sensibilidad.
Esta novela no
es solo una historia de redención, sino que es también una historia de amor, la gran historia de amor y de renuncia,
salvadora de la degradación en la que viven dos niños, Maria y Michele, dos
personajes ricos en matices, especialmente en el caso de Maria que desde niña
se nos presenta llena de aristas, con un carácter forjado a base de los abusos
que diariamente vive si no en sus propias carnes, sí en la de los que están a
su lado, todos esos secundarios de lujo sin los que la novela carecería de la
brillantez que la ilumina. Y junto a todos ellos, otro gran protagonista, el barrio, el vecindario, magistralmente
descrito se nos desvela ante los ojos con una entidad e identidad propias.
Sin duda es
inevitable la comparación con Elena Ferrante, tanto ella como Rosa Ventrella
nos trasladan a una Italia pobre, a un barrio en el que la degradación, la
ignorancia, la violencia y los enfrentamientos entre familias son el pan
nuestro de cada día y ambas nos presentan la
educación y la formación como medio de salvación y, sin embargo, se adivina
en Ventrella una voz más esperanzadora y más cómoda para un lector que no
quiera enfrentarse, sin paños calientes, a tanto dolor y tanta bajeza, dejando atrás la resignación y entonando un
canto hacia las oportunidades infinitas si se tiene la valentía, y
claramente la oportunidad, de ir a por ellas.
Me ha gustado
leer a Rosa Ventrella, me ha gustado mucho, creo que puede darme muchas
alegrías lectoras porque si bien en algún momento me ha parecido que flaqueaba
la tensión narrativa, en su talento se adivina una fuerza aún por explosionar
que espero encontrarme en siguientes novelas. No os perdáis Una familia decente si os apetece una novela que tiene
mucho de costumbrista, más aún de crecimiento e iniciación y que, sobre todo,
nos deja un sabor dulce en medio de la
amargura.
Yo me insté a no pensar en Ferrante desde el primer capítulo. La novela me ha gustado y la protagonista también.
ResponderEliminarBesos
Me alegro de que te haya gustado tanto, es una de mis próximas lecturas ^^
ResponderEliminarAunque no tiene mala pinta, tengo demasiado pendiente, de momento lo dejo pasar.
ResponderEliminarBesos
Después de leer vuestras reseñas me la he llevado bien apuntada, ahora... ¿Para cuándo? Pues no sé, porque ahora mimo ya me he cargado más de la cuenta, igual en verano.
ResponderEliminarUn beso
No me llamaba la atención, pero ya veo que sí que tendría que tenerla en cuenta...por si cae.
ResponderEliminarUn abrazo
Creo que me gustaría esta novela, así que me la subrayo en mi lista de pendientes.
ResponderEliminarBesotes!!!
Como ves, no me equivoqué cuando te dije que te iba a gustar
ResponderEliminarYa sabes que me está esperando y creo que voy a disfrutarla. Besos.
ResponderEliminarManuela, a pesar de que lo cuentas tan bonito creo que yo no disfrutaría plenamente este libro y por eso lo voy a dejar pasar. Besos
ResponderEliminarParece que la cosa va de autoras italianas últimamente jaja, Inés me dejó con muchas ganas y con tu reseña me vuelve a pasar. Anotadísima queda, para antes o después de estrenarme con la Ferrante ;)
ResponderEliminarBesitos
Yo me quedé con ganas de leer a Ferrante pero en su momento no llegaba a más así que esta no me la pienso perder.
ResponderEliminarUn beso
Me alegro mucho que te lanzaras y te llevaras ese buen sabor de boca. Espero que disfrutes de más novelas de Rosa.
ResponderEliminarUn besazo!
Amor, redención, sabor agridulce ¡Esta novela es de las mías! ya la tenía anotada pero la subrayo, jajaja.
ResponderEliminarBesitos cielo.
Me alegra que lo disfrutas suena muy bien y tiene cosas que me gustan pero por el momento no me apetecer leer este tipo de historias, me lo anoto para más adelante. Saludos
ResponderEliminarHola, Manuela. Nada, otro título del que estaba esperando reseña y veo que sería una lectura que disfrutaría.
ResponderEliminarBesos.
Jo, Manuela, anda que vaya dos Inés y ahora tú. Pues no sé cómo lo voy a hacer, pero tendré que hacerle hueco porque la quiero sin duda. Bonita reseña.
ResponderEliminarBesos
Me gusta, creo que me parecería una lectura interesante.
ResponderEliminarBesotes
Esta novela me llama con campanillas, y como no he leído (todavía) a Ferrante, no llevaré ideas preconcebidas de nada. La tengo apuntadísima y con reseñas como esta, más todavía.
ResponderEliminar¡Besote!
Todo lo que te llamó a ti de esta novela me causa a mi repelús jajaja. Sobre todo, la comparación con Elena Ferrante que ya sabes que fue una gran decepción para mi
ResponderEliminarBesos
Tiene una pintaza alucinante y encima la palabra familia en el título. Me encanta esa portada, jaja
ResponderEliminarBs.
Ahora mismo no me apetece mucho (en periodos de mucho trabajo, como ahora, prefiero más crímenes y menos intensidad) pero sí que la tengo en mente para la Semana Santa, que estaré tranquilita. Un beso.
ResponderEliminarSe lo decía a Inés el otro día, que me suena a Ferrante y como aún la tengo pendiente (me quedan los últimos tres libros de la tetralogía) prefiero quedarme con ella
ResponderEliminarBesos
Tiene buena pinta pero he percibido en tu reseña algún titubeo que al final parece coincidir con lo que mencionas en la conclusión. En realidad no me importaría darle una oportunidad pero no sería de las novelas que más me llaman la atención. En cualquier caso, iré a por el sorteo. Besos
ResponderEliminarEstoy con ella. NO te leo por ahora. Me está gustando aunque le falta algo que la haga explotar.
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