Soy
incapaz de recordar el título del libro donde leí por primera vez algo sobre La
batalla del Somme, una de las más sangrientas de la Primera Guerra Mundial, con
más de un millón de muertos entre ambos bandos. De hecho creo que ni recordaba
aquella lectura hasta que volví a encontrarme el nombre de este río del norte
de Francia en un título recientemente publicado por Alfaguara. Esa fue la razón que
me hizo pararme en él, leer su atractiva sinopsis, que no tiene nada de bélica,
y desear leerlo. Hoy os hablo de Los dieciséis árboles del Somme.
Mi opinión
En
1971 la batalla del Somme sigue cobrándose víctimas y una joven pareja, él
noruego, ella francesa, mueren al pisar una de las muchas minas que aún se
encuentran en las inmediaciones del río. Tras el desgraciado accidente su hijo
de 3 años, Edvard, estuvo desaparecido durante tres días para finalmente
aparecer a muchos kilómetros de allí. Han pasado ya los años y Edvard sigue
viviendo en la granja en la que se ha criado con su abuelo en un pequeño pueblo
noruego, aquel episodio no ha ocupado demasiado su cabeza hasta que su abuelo
fallece y ese pasado que apenas puede recordar vuelve con fuerza a llamar a su puerta.
Comienza
así un viaje en busca de un pasado
perdido, borrado de la memoria y envuelto en una nebulosa que hace que
realidad y sueños se confundan. Los
dieciséis árboles del Somme tiene mucho de novela de iniciación mientras
acompañamos a Edvard en su primera juventud, cuestionándose cuáles son sus
orígenes y debatiéndose entre la necesidad de conocerlos para poder seguir
adelante o volver a la comodidad de su granja y su mundo conocido. Junto a
Edvard el lector despertará a un mundo totalmente desconocido y dejará atrás la
soledad de su pequeño rincón en Noruega y la inocencia y seguridad de saberse
arropado por la compañía de su abuelo y por el abrazo de los bosques y montañas
que lo han protegido del mundo real, ese en el que ahora desemboca para
descubrir que ni siquiera aquellos que parecen buenas personas están exentas de
maldad.
Lars
Mytting triunfó el año pasado en todo el mundo con El libro de la madera y sin duda Los dieciséis árboles del Somme es también, más allá de la historia que
nos cuenta, una novela sobre el amor a la madera. Un amor que se palpa en
cada minuciosa descripción que nos ofrece Lars Mytting, quien no escatima
detalles y matices para hacer llegar al lector la imagen de cada nudo y de cada
veta. La importancia de la naturaleza,
de la tierra, personificada en los árboles, es uno de los grandes temas del
libro y para mostrarnos su relevancia el autor acude a una protagonista
femenina con la que Edvard se encontrará en su viaje, una chica de clase alta
que es todo lo contrario a él, criada y educada en los mejores colegios,
conocedora y amante de los objetos de calidad, de las prendas con nombre y
apellidos… todo ello perecedero al fin y al cabo, una riqueza material que no puede compararse con el arraigo a la tierra
y la naturaleza de la que siempre disfrutará él.
Solo
de esta forma puede conseguir el autor que dieciséis nogales lleguen a
convertirse en un personaje más de una
novela que se lee con calma y se paladea con gusto, meciendo al lector con un
ritmo cadencioso, plagado de exhaustivas descripciones, y un estilo sobrio
e intimista no exento de misterio, porque ésta es también la novela de un terrible secreto que encierra un inmenso
dolor y que pugna por salir a la luz abriéndose paso en el protagonista a golpe
de olores e imágenes fugaces que estallan como un fogonazo en la cabeza del
protagonista y en la retina del lector, que ya ha sido atrapado no solo por la
historia, sino también por el indiscutible talento del autor que dosifica los
datos, a la vez que enriquece la historia, para hacernos avanzar paso a paso.
A
lo largo de la lectura de la historia principal Lars Mytting teje la intrahistoria de Europa atrapada entre dos grandes
guerras que marcaron el devenir de tantas y tantas personas, marcando, como
en el caso de Edvard, lo que pudo ser y no fue, y sirviendo como nexo de unión
para todos los personajes de una novela que ahonda en otros temas tales como la
culpa, el miedo y la necesidad de conocer el pasado para entender el presente. Una novela llena de simbolismo que de forma
pausada pero firme se dirige hacia un desenlace lleno de fuerza, belleza y
emoción.
En
definitiva, Los dieciséis árboles del Somme es una novela que
ensambla con talento el misterio, los secretos familiares, la búsqueda de la
propia identidad y el amor a la madera, conformando una novela magnífica que no
dudo en recomendaros.