El
primer libro que leí de Alejandro Palomas, hace un par de años, fue “El tiempo que nos une”. Decir que aquella novela llena de mujeres fuertes, aunque en
ocasiones ni ellas mismas fueran conscientes de ello, me cautivó, es decir
poco. Después vino “Una madre”, una novela en la que las emociones me llevaron
de la risa a las lágrimas con solo pasar una página. El año pasado “Un hijo”
fue novela distinta, pero que conservaba ese rasgo que diferencia a las novelas
de Palomas de cualesquiera otras, ese rasgo que las convierte en novelas abrazables.
No es de extrañar que esperara con ansia “Un perro”. Hoy os traigo mis
impresiones.
Sentados
en una cafetería una tarde de principios de verano, Fer y su madre, Amalia,
esperan una llamada que no llega. Durante las horas siguientes, Fer hará lo
imposible por ocultar lo que se esconde tras esa temida llamada que puede hacer
añicos la calma que se ha instalado en la familia desde que, siendo apenas un
cachorro, R llegó a su vida. Pero quizá esa calma sea más precaria de lo que
parece. Cuando el teléfono por fin suena, la noche traerá consigo una
inesperada compañía, y con ella llegarán un torrente de confesiones, verdades
que quizá no lo eran tanto y las cinco letras de un nombre que, tirando del
álbum familiar, Fer deberá atreverse a invocar para que la vida vuelva a
mostrarle, a él y a los suyos, su mejor versión.
La
literatura, muchas veces, es evasión. Puede ser entretenimiento puro y duro,
puede ser aprendizaje y puede ser una invitación a la reflexión. Y para mí, en
infinidad de ocasiones y cada vez con más interés por mi parte, es evasión.
Evadirme para no pensar en cientos de cosas, evadirme para vivir mil vidas
soñadas, evadirme para huir, para correr, para no mirar atrás, para no mirar ni
siquiera hacia los lados y, sobre todo, no mirarme a mí misma.
No
sabía que con “Un perro” volvería a encontrarme con Amalia y con Fer. Y con
Silvia y Emma. No suelo mirar las sinopsis cuando se trata de un autor que
seguro, escriba lo que escriba, voy a leer. Así que cuando tuve la novela entre
mis manos y se me ocurrió echar un vistazo a la contraportada y descubrí que había
vuelto mi otra familia, aquella con la que pasé una Nochevieja supe que sí, que
iba a tener entretenimiento y que a buen seguro algo iba a aprender, pero
evadirme… No mirarme a mí misma… Y es que los libros de Alejandro Palomas, y
los protagonizados por estos personajes especialmente, son libros que se leen hacia dentro. Imposible no mirarse, no verse, no
contemplarse en sus páginas.
Me
preparé concienzudamente sabiendo que no saldría indemne de la lectura.
Alejandro Palomas con “Un perro” coge al lector de la mano y lo sienta junto a
sus protagonistas para que viva y sienta con ellos porque si algo sabe hacer el autor es hacerte vivir en el mundo que crea con
sus palabras y que atrapa entre sus páginas. Y sabe hacer que el lector se
vea reflejado en ellos, aunque esto no siempre nos guste porque no hace
concesiones con sus personajes, los muestra tal y como son, con sus virtudes y
sus defectos y con una naturalidad tal que se diría que a buen seguro todos
ellos existen y todos ellos han pasado y vivido lo que nos narra, si no de
forma exacta, sí muy similar. Pero son
sobre todo sus sentimientos, sus emociones, sus reacciones las que sin lugar a
dudas hacen que el lector se sienta identificado en muchos momentos.
Por
eso a mí esta lectura, que he disfrutado y saboreado de principio a fin, palabra
por palabra, despacito, para que durara el mayor tiempo posible, me evade poco
(en el mejor de los sentidos que podáis imaginar), me llena muchísimo y me deja agotada, con un desgaste emocional
que solo el paso de los días va rellenando a golpe de cotidianidad. Y me
ayuda. Me ayuda porque veo cuánto me equivoco a veces, cuánta paciencia me
falta en demasiadas ocasiones. Me ayuda porque yo, como algún personaje de la
novela, tengo también una colección de armaduras oxidadas.
“Un
perro” saca de nuevo a pasear las emociones y los sentimientos que todos
llevamos dentro y lo hace con una novela
llena de pasión, tan intensa que te golpea, a unos en la boca del estómago y a
todos en el corazón. Alejandro Palomas compone una oda a los vínculos que nos salvan la vida e incluso a veces nos
salvan de la propia vida, porque “Un perro” es un canto a esos vínculos, a
los familiares por supuesto, pero también a los que se crean entre un perro y
su dueño o mejor su compañero. Y para hablarnos de esos vínculos el autor
volverá a sacar a la luz las ausencias que nos asolan, el dolor, los secretos,
las necesidades… todos los pequeños y
grandes naufragios con los que solo gracias al amor podemos aprender a vivir.
Y
todo ello lo hace el autor con la misma naturalidad con la que perfila a sus
personajes, sin estridencias, sin aires
de sentimentalismo facilón y añadiendo cuando es necesario ese toque de
humor que convierte a la novela, como ya hiciera con “Una madre”, en una montaña rusa de emociones para
meterse en la piel del lector mientras nos cuenta qué ha sido de aquellos que
conocimos un fin de año. Pero esto no significa que solo los lectores de “Una
madre” podamos disfrutar de “Un perro” ya que, aunque compartan protagonistas,
son dos lecturas independientes e igual da que nos acerquemos primero a una o a
otra. Lo que sí es seguro es que una vez hayamos descubierto a Amalia y Fer,
volveremos a buscarlos.
“Un
perro” es también un canto a la familia
y para ello Alejandro Palomas utiliza el símil de la balsa que todos los
componentes habitan y de los naufragios que los amenazan y hacen zozobrar.
Naufragios a pesar de los cuales se sigue navegando juntos, cada uno con sus
ausencias, cada uno con sus secretos y todos con su dolor, ese dolor que hay que dejar que duela entero para poder empezar a
aprender a vivir con él, cada uno con lo suyo que es propio y es de todos
porque eso es una familia y vuelve a incidir aquí en que no son solo los lazos
de sangre los que la crean, sino que también los animales que muchas veces nos
acompañan son parte de una familia que se quiere y se apoya, aunque muchas
veces nos diga verdades que no queremos escuchar.
Me
ha encantado encontrarme de nuevo con
esta familia que también es un poco la mía. Y aunque, entre otras muchas
cosas, hayan vuelto a recordarme los te quiero que no pronuncio y los abrazos
que se quedan atrapados en mi estúpido pudor, han conseguido que vuelva a
llorar y a reír con ellos. Y de nuevo
han dejado un vacío enorme tras cerrar el libro. “Un perro” es mucho más
que una lectura porque es una novela que
se vive y se siente.
Qué bonita reseña te ha quedado! Ni que decir que estoy de acuerdo con todo lo que dices.
ResponderEliminarBesos
Una reseña preciosa. Muy sentida. Creo que coincidimos en impresiones.
ResponderEliminarVaya reseña chiquilla!!! Me ha encantado, sublime!!! Quiero leerlo ya.
ResponderEliminarUn besote.
Ainssss, como comparto lo que dices y cómo vivo lo que relata Alejandro Palomas. LO estoy leyendo y no quiero acabarlo porque lo pierdo y mientras lo leo, me pierdo yo. Contradictorio como yo misma :)
ResponderEliminarBs.
Haces, con tus palabras, que deseemos leer a Alejandro, todas sus obras, para mí desconocidas. Magnífica reseña.
ResponderEliminarHaces, con tus palabras, que deseemos leer a Alejandro, todas sus obras, para mí desconocidas. Magnífica reseña.
ResponderEliminarEstoy deseando leerlo y con reseñas como esta me pondría con él ya mismo
ResponderEliminarBesos
Totalmente de acuerdo, una historia preciosa.
ResponderEliminarBonita reseña
Un beso!
Solamente voy a decir una cosa: tengo que leerlo :-)
ResponderEliminarBesos!
Me muero de ganas de leerlo :)
ResponderEliminarPura emoción tu reseña... Ya lo tengo en casa, en breve me lanzó por el...
ResponderEliminarBesos
Preciosa reseña .Qué ganas tengo de leerlo!
ResponderEliminarUn beso
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNooo mirooo... Alejandro viene a finales de mes y quiero leerlo o por lo menos tenerlo para entonces. Lo leeré tarde o temprano. Besos.
ResponderEliminarLa verdad ea que este escritor no me llama. Por el momento voy a seguir sin conocer su obra. Un beso.
ResponderEliminarYa sabes que me gustó muchísimo. Te ha quedado una reseña preciosa. Un besote
ResponderEliminarCariño, princesa, qué reseña más emotiva y linda te ha quedado. Ya solo por eso me compro la novela...y un perro si hace falta. Preciosa, llena de sentimientos, guapa.
ResponderEliminarUn abrazo apretadito, Manuela.
Menuda reseña te has marcado guapa! Por que ya la tengo en el Kindle, que si no salía ahora mismo a por ella!
ResponderEliminarUn beso
Aun no he leído nada de Alejandro, pero quiero empezar primero con Una madre. probablemente caiga a lo largo de este mes. Si me gusta, ya continuaré con sus novelas.
ResponderEliminarBesos
Reseñón Manuela! Espero y deseo sentirme asi cuando lo lea... a ver si me leo primero Una madre y después este, para leerlo todo bien
ResponderEliminarUn beso
Hola! Como he dicho varias veces, estoy deseando leer este libro y después de leer tu reseña aun más, porque se nota todo lo que has sentido leyéndolo. A ver si me puedo hacer pronto con él.
ResponderEliminarBesos!
Muy buena reseña, me ha encantado. Asi que me apunto el libro y me quedo tambien por aqui. Besos
ResponderEliminarTe ha quedado un reseña preciosa, me ha encantado. Yo también suelo leer para evadirme, aunque de vez en cuando vienen bien este tipo de libros que nos hace mirarnos a nosotros mismos, reflexionar y darnos cuenta de muchas cosas. Una madre me gustó por lo que supongo que tarde o temprano leeré Un perro (aunque no me lleve muy bien con ellos). Besos
ResponderEliminarSabes que estoy de acuerdo en todo lo que dices punto por punto y sólo nos queda esperar a volver a encontrarnos con ellos de nuevo, que seguro que nos tocará algo que nos duela pero que, como sucede en la familia propia, el reencuentro nos producirá una gran alegría. Besos.
ResponderEliminarEs una reseña preciosa con la que estoy de acuerdo en todo. Es un libro de los que no se olvidan.
ResponderEliminarBesos
Enhorabuena por tu reseña Manuela.
ResponderEliminarCasi, y sólo casi, me entran ganas de leer el libro. :-P:-P:-P
Aun no he descubierto a este autor pero solo oigo maravillas de él
ResponderEliminarUn beso!
Sólo he leído de Palomas "Un hijo", que me pareció una maravilla. En casa tengo "Una madre", que creo que será mi próxima lectura; a ver qué tal.
ResponderEliminarbsos!
Estoy ahora con Una madre y después ya vendrá este. Un beso
ResponderEliminarNo es mi género habitual pero al final voy a tener que leer a Alejandro Palomas ¡Menudas reseñas! Aunque soy de lagrimita fácil, no sé si me atreveré :P
ResponderEliminarBesos!
Enhorabuena por esta reseña, es preciosa y me has hecho saltar la lagrimita, estoy deseando leerlo, pero primero me espera " Un hijo".
ResponderEliminarPor cierto hermanita, que te quiero!
Esta la dejaré pasar.. Pero tu reseña estupenda
ResponderEliminarPreciosa tu reseña! Y desde luego tengo que estrenarme con este autor.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me apetece mucho leerlo, besitos!
ResponderEliminarManuela, fantástica reseña, llena de emoción y que te contagia tus ganas...
ResponderEliminarFantástica, transmites tan bien esos personajes con los que te encanta reencontrarte...me ha gustado mucho como lo has contado.
No he leído nada pero no creo que tarde en buscar alguno de los libros.
Un beso
¡Hola guapa!
ResponderEliminarNo tiene mala pinta, pero por el momento no creo que lo lea :/
Un beso<33
Espero leerlo pronto, el autor me gusta mucho =)
ResponderEliminarBesotes
Vaya reseña hija mía, ¿te has quedado a gusto?
ResponderEliminarSólo he leído el tiempo que ns une, y me gustó mucho, así que tengo ganas de hacerme con Una madre
besos
Como para no animarse a leer Un perro después de esta pedazo reseña.
ResponderEliminarTendré que buscarle el momento adecuado.
Un beso.