Es
cierto que los retos que nos marcamos a principios de año relacionados con las
lecturas en ocasiones se hacen muy cuesta arriba, pero no es menos cierto que a
veces ayudan a que rescatemos libros que tenemos en el olvido o que, sin estar
olvidados, vamos posponiendo abrumados por las novedades que mes tras mes nos
ofrecen las editoriales. Por eso, aunque el Reto Autores de la A a la Z lo he ido haciendo sin darme cuenta, eligiendo mis
lecturas según me apetecía y no mirando apellidos, cuando se acerca el final
del año me da pena dejarlo a falta de unas pocas letras, una de ellas la I,
precisamente la inicial que me ha permitido rescatar del olvido a Marian
Izaguirre, autora que conocí con “La vida cuando era nuestra”. Hoy os hablo de
“Los pasos que nos separan”.
SINOPSIS
La bora, el viento que azota Trieste en
ciertas épocas del año, es un aire apasionado que dura poco pero dobla el
cuerpo y muda el ánimo. Salvador y Edita se conocieron en esta ciudad un día de
primavera de 1920. Soplaba el viento y todo cambió. Ella había nacido en
Liubliana y él en Barcelona, los dos rondaban los veinte años, la edad de las
locuras, pero Edita, hermosa y discreta, estaba casada y tenía una hija.
Salvador solo tenía su trabajo en el taller de un gran escultor y ganas de
pisar fuerte en la vida.
Luego, en Barcelona, casi a finales de los
años setenta... Ese mismo hombre, ya mayor y viudo, busca ayuda para volver a
todos los lugares donde un día creyó ser feliz, y una chica, Marina, irá con él
en busca de respuestas para un futuro incierto. El viaje es largo, y entro los
dos se crea una extraña complicidad. Asoman entonces los recuerdos: de repente,
un parque a orillas del mar, las sábanas revueltas de un amor a media mañana,
un andén, una niña que se va, una madre condenada a la culpa y una espléndida
tabla renacentista con una Virgen que mira y duda.
LA AUTORA
Marian
Izaguirre nació en Bilbao y reside en Madrid. En 1991 vio la luz La vida
elíptica, obra con la que obtuvo el histórico Premio Sésamo. Desde entonces ha
publicado seis novelas más: Para toda la vida (1991), El ópalo y la serpiente
(1996, Premio Andalucía de Novela), La Bolivia (2003, Premio Salvador García
Aguilar), El león dormido (2005), La parte de los ángeles (2011, Premio Ateneo
de Valladolid), La vida cuando era nuestra (2013) y Los pasos que nos separan
(2014). Es también autora del libro de relatos La reina de Chipre, publicado
originalmente bajo el título Nadie es la patria, ni siquiera el tiempo (1999,
Premio Caja España).
MI OPINIÓN
Como
ya hiciera en “La vida cuando era nuestra”, la autora nos pasea por dos hilos
temporales. En los años 20, Salvador Frei, un joven catalán, reside en Trieste,
donde es aprendiz del famoso escultor Sergio Spalic. La ciudad se encuentra
inmersa en los conflictos derivados de la anexión de dicha ciudad a Italia. Una
italianización que choca frontalmente con la población eslava que sufrirá
discriminaciones y será objeto de actos violentos. En estas circunstancias
Salvador conocerá a Edita, nacida en Liubliana y vivirá con ella un intenso
romance que, aunque correspondido, no será libre puesto que ella tiene marido e
hija.
De
forma paralela, una segunda trama nos llevará hasta 1979 donde Marina, una
joven de 20 años, acaba de volver a Barcelona, donde actualmente reside
Salvador, tras unas vacaciones en Menorca que le han dejado más huella de la
deseada puesto que está embarazada. Una oferta de trabajo unirá a dos
personajes tan dispares: Marina acompañará a un Salvador anciano en un viaje a
su pasado que le llevará a Trieste, Liubliana y Zagreb. Y a lo largo de este
viaje no sólo se entablará entre ellos una amistad, sino que la autora ofrece
al lector dos puntos de vista totalmente distintos que enriquecen la lectura.
Marian
Izaguirre hace gala de una prosa elegante y pausada para adentrarnos, a través
de la aparente sencillez de la historia, en una trama en la que la culpa y la necesidad de pedir perdón y
perdonarse a uno mismo laten en cada página. Con un tono sereno nos
traslada la inquietud que no deja vivir a sus protagonistas y transmite al
lector ese desasosiego que les carcome. Aunque la mayor parte de la novela está
escrita a través de un narrador omnisciente en tercera persona, en ocasiones la
voz narrativa se traslada a los
personajes consiguiendo así un efecto más dramático que irremediablemente
implica aún más al lector en la trama.
Marian Izaguirre |
“Los
pasos que nos separan” también es, no podría ser de otra forma, una historia de
amor. Una historia de amor prohibido, una pasión a la que no se pueden resistir Salvador y Edita a pesar de las dificultades. Es, además, una novela en la que se trata
un tema tan delicado y tan idealizado en ocasiones como la maternidad y el modo de vivirla y se
nos presenta no solo como una condición exclusivamente feliz, sino también
llena de dolor en ocasiones y de responsabilidad siempre. Y se trata tanto a
través del embarazo no deseado de Marina, como a través de Edita, esa madre que
además de serlo vive con intensidad una relación prohibida a la que no sabe
renunciar. El aborto y la renuncia, obligada o no, a los hijos son tratados con
delicadeza y sin entrar nunca en valoraciones.
“Los
pasos que nos separan” es una novela llena de datos históricos y así introduce
la autora personajes reales como D’Annuncio, el cual cobra cierta relevancia en
una trama que, como os comentaba al principio, tiene como telón de fondo el
nacimiento del fascismo en Italia y los conflictos entre eslavos e italianos.
En la trama más actual el corte político y cultural de la novela viene dado por
una Barcelona en la que muchos jóvenes como Marina, recién liberados de una
dictadura, parecen querer romper con todo lanzándose a una vida de desenfreno,
alcohol, drogas y sexo.
La
autora despliega toda una serie de matices para perfilar a los personajes
principales de la novela y consigue que conozcamos y sintamos como personas
reales tanto a Salvador como a Marina. E incluso a Edita, ese personaje que,
aunque ausente en la trama de la actualidad, es el motor de toda la novela y es
quien termina uniendo a los otros dos en un
viaje de reconciliación para él y autoconocimiento y descubrimiento para ella.
Un viaje en el que quedan patentes cómo funcionan las relaciones
intergeneracionales cuando las personas están dispuestas a escuchar y compartir
vivencias que, aunque puedan cambiar con el correr de los tiempos, demuestran
que el fondo, las emociones y los
sentimientos humanos son siempre los mismos.
En
definitiva, “Los pasos que nos separan” es una novela muy bien escrita que con una prosa sosegada y un estilo muy depurado,
nos habla sobre amores prohibidos, sobre la culpa y sobre la necesidad de
perdón para poder irse de esta vida en paz. Y nos habla también de cómo con
esfuerzo y verdadero interés se puede remontar una mala experiencia y se puede
conseguir ser feliz. Una novela para leer sin prisa porque, aunque no da pausa
al lector, invita a una lectura reposada.
No me importaría leer este libro porque aun no me he estrenado con esta autora.
ResponderEliminarBesos
Lo tengo sin leer, a ver cuando le puedo hacer un hueco. Un besote
ResponderEliminarMe gusta mucho lo que cuentas. No me he estrenado con la autora y la historia me atrae poderosamente así que a la saca. Me la llevo.
ResponderEliminarBesos
NO he leído aún nada de esta autora y tengo ganas de estrenarme con ella. Pero al final cuando me toca la "I" del reto siempre me voy por INdridanson, jeje A ver si el año que viene le doy una oportunidad :)
ResponderEliminarBs.
Lo había visto hace tiempo por las librerías y nunca me había parado a leer su sinopsis, y la verdad que creo que podría gustarme. Puede que me anime a drle una oportunidad. Un beso!
ResponderEliminarYo también lo tengo en casa pero un poco olvidado, aunque no sé por qué, el anterior de la autora me gustó mucho y supongo que éste será del mismo estilo, pero me cuesta salir del género negro. Besos
ResponderEliminarNo descarto leerlo, creo que podría gustarme ^^
ResponderEliminarLa compré después de la reseña de Laky a pesar de tener la anterior sin leer. Quería leer una de las dos este año pero hija, con todo lo que sale y yo que no me resisto... ya no sé si lo haré.
ResponderEliminarun beso
Disfruté bastante con la lectura de "La vida cuando era nuestra", por lo que me apetece leer más libros de esta autora. El que comentas está en mi lista.
ResponderEliminarUn abrazo
Está en esa lista en la que hay libros a los que parece no les va a llegar nunca el turno. Besos.
ResponderEliminarNunca leí nada de esta autora pero este libro me gustó.
ResponderEliminarAprovecho para decirte que yo también escribo, estoy empezando y es dificil darme a conocer, en verano autopubliqué una novela romantica en amazon llamada hoy no cuenta y actualmente sigo con el mismo género y publico por fragmentos en mi blog, hoy he publicado el tercero, esta nueva novela se llama Si no fueras tan tú... me gustaría que te pasases y me dieses tu opinión
hoynocuenta.blogspot.com.es
Gracias!
Ayer terminé casualmente "La vida cuando era nuestra", que sacaré la reseña mañana si puedo, y me ha gustado muchísimo.
ResponderEliminarEste ya lo tenía fichado para más adelante.
Buena reseña, me llama... me llamaaaa . Besos.
Ya tenía apuntado este libro porque tengo esperando desde hace tiempo el anterior de la autora. Espero poder leerlos porque parecen historias interesantes. Un beso
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo. Y aún tengo la anterior de la autora pendiente.
ResponderEliminarPues esta vez no coincidimos en impresiones.La parte temporal del presente me aburría y Marina,no me gustó. Sin embargo Salvador y su historia si me gustaron.Aunque sí me agradó la forma de escribir de la autora y volveré a leer algún libro suyo.
ResponderEliminarUn beso
Hola! Lo leí hace meses y en general me gustó bastante. Como dices tú, es para leer sin prisa. Tengo que seguir leyendo libros de esta autora.
ResponderEliminarBesos!
Me gustó mucho la anterior novela de la autora y por lo que cuentas, me va a gustar mucho también ésta. A ver cuándo le saco tiempo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Leí el anterior y me gustó, sin que sea para tirar cochetes, me gustó
ResponderEliminarEste sin prisa, caer´`a
Besos
No me disgusta pero tampoco sé si me llama lo suficiente como para hacerme con ella ahora.
ResponderEliminarUn beso!
Las novelas que se mueven entre dos hilos temporales me tienen ganada de entrada. No lo puedo evitar xD
ResponderEliminarUn beso!
No he leído nada de la escritora pero lleva tiempo entre mis pendientes. Me apunto esta. Besinos.
ResponderEliminarTengo a la autora, ahí, a ver si la leo algún día, se que los disfrutaré, pero a ver si le hago hueco!
ResponderEliminarBesos
Me gustó mucho La vida cuando era nuestra y esta me la apunto porque está claro que disfrutaré con su lectura. Besos.
ResponderEliminarPues claro, yo también ando igual que tú. Eligiendo letras y me faltan unas cuantas aún. Este libro tenía muchas ganas de leerlo. El anterior me gustó mucho si bien hubo algunas cosillas que no me terminaron de encajar. Aunque ahora mismo no puedo ponerme con su lectura, no descarto hacerlo en un futuro. Besos.
ResponderEliminarUna autora que tengo muchas ganas de leer, este es uno de los que más me llaman, junto con el anterior =)
ResponderEliminarBesotes