7 de junio de 2015

Leemos El Quijote - 2ª Parte: Capítulos XXV, XXVI, XXVII y XXVIII


Capítulo XXV: Donde se apunta la aventura del rebuzno y la graciosa del titerero, con las memorables adivinanzas del mono adivino.

Tanta curiosidad y tanta prisa tiene don Quijote por conocer la historia que el arriero tiene que contar que no duda un momento y presta ayudarle en sus tareas para que pueda empezar la narración. Y así Cervantes nos despacha con otro capítulo que podríamos llamar de transición para que conozcamos la historia de dos regidores que de rebuzno en rebuzno andaban buscando un asno.

Tras ello llega otro viajero a la venta, maese Pedro con sus títeres y su mono adivino, al cual preguntan si lo acontecido en la cueva de Montesinos fue real o no. Como os podéis imaginar, la respuesta es tan ambigua como suponíamos, unas cosas sí fueron ciertas y otras no. Termina el capítulo preparándose el retablo para una representación de títeres. 


Capítulo XXVI: Donde se prosigue la graciosa aventura del titerero, con otras cosas en verdad harto buenas.

Comienza la representación de los títeres de maese Pedro narrando Tan en serio se toma don Quijote la representación de los títeres de maese Pedro narrando cómo Gaiferos libera a su esposa Melisandre que había sido raptada por los moros en Zaragoza. El muchacho encargado de contar la historia es continuamente interrumpido por don Quijote, bien para indicarle que no se desvíe de la historia principal, bien para corregir algún error.

 En cualquier caso, tan enfrascado está don Quijote en la historia y tanto la está viviendo, que cuando los moros comienzan a perseguir a Gaiferos y Melisandre, no lo duda y presto a ayudarlos termina emprendiéndola a golpes con las figuras.


Capítulo XXVII: Donde se da cuenta quiénes eran maese Pedro y su mono, con el mal suceso que don Quijote tuvo en la aventura del rebuzno, que no la acabó como él quisiera y como lo tenía pensado.

Comienza el capítulo desvelándonos la verdadera identidad de maese Pedro, que no es otro que Ginés de Pasamonte, uno de los galeotes liberados por don Quijote en la primera parte y autor del robo del rucio de Sancho Panza.

Pero volviendo a don Quijote y su escudero, salen bien temprano de la venta con la idea de conocer las riberas del Ebro antes de adentrarse en la ciudad de Zaragoza. Por el camino se encontrarán con doscientos hombres bien armados, pero no son un ejército, sino aquellos del pueblo de los regidores que rebuznaban que salen a luchar contra otro pueblo. Don Quijote no puede evitarlo y los obsequia con uno de sus discursos sobre las armas y sobre los motivos por los que se debe luchar y por los que no.

Podríamos decir que tiene a su público atento y entregado. Lástima que Sancho Panza no tiene mejor idea que ponerse a rebuznar y claro, semejante agravio no puede quedar indemne y la emprenden a palos.


Capítulo XXVIII: De cosas que dice Benegeli que las sabrá quien le leyere, si las lee con atención.

En el capítulo anterior, cuando la emprendieron a golpes con Sancho Panza, don Quijote huyó y ahí lo dejó. Cosa especialmente fea tratándose de un caballero andante así que en este capítulo el escudero no duda en echárselo en cara.

Asistiremos a una dura discusión entre ambos que, afortunadamente, no llegará a más y terminará con un Sancho Panza compungido y arrepentido de haber arremetido contra su señor.

8 comentarios:

  1. No veas que envidia me da verte disfrutar otra vez del Quijote. Y no veas como te agradezco que me refresques la memoria con estas entradas. Abrazos.

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  2. Yo es que te admiro de verdad. Para mi El Quijote ahora mismo es impensable. Necesito otra cosita porque me duermo.

    Un beso.

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  3. Pobre Sancho...
    Que fuerza de voluntad la tuya!
    Besos

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  4. Me uno a la ola de admiración que nos aporta cada una de estas entradas. Una constancia estupenda. Te felicito!

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  5. A lo tonto, a lo tonto... ahorita terminas el libro! Yo prometo seguir en algún momento con la segunda mitad, es algo personal. 1beso!

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  6. Qué atrasado voy, a ver si termino de estudiar y os doy caza a todos,
    besucus

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  7. Esta segunda parte me está gustando más. Buen empujoncito has dado.
    Besotes!!!

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