Leemos El Quijote - 2ª parte: Prólogo y Capítulos I, II, III y IV

Prólogo

Comienza Cervantes esta segunda parte de El Quijote con un prólogo en el que se despacha a gusto contra Avellaneda el cual ha osado escribir un segundo Quijote. Con grandes dosis de ironía el autor se defiende de lo que de él y de su Quijote se ha dicho y no deja de ser curioso que lo que más le molesta a Cervantes es que el otro lo haya llamado viejo y manco.

Capítulo I: De lo que el cura y el barbero pasaron con don Quijote cerca de su enfermedad.

Ha transcurrido un mes desde que don Quijote volviera a casa y el cura y el barbero deciden hacerle una visita y comprobar por sí mismos si está curado de su locura, pero a la primera mención que sobre temas de la corte y el Turco hacen, insiste don Quijote en la defensa de la indudable existencia de los caballeros andantes.

En ello están los tres cuando unas voces provenientes de la entrada de la casa les sorprenden.

Capítulo II: Que trata de la notable pendencia que Sancho Panza tuvo con la sobrina y ama de don Quijote, con otros sujetos graciosos.

Voces las del capítulo anterior que no eran otras que las de la sobrina y el ama de don Quijote intentando impedir que Sancho Panza entrara en la casa hasta que don Quijote le invita a pasar con la intención de conocer qué opina la gente sobre sus andanzas.

Cuál no será la sorpresa que se lleva al saber que se ha escrito un libro sobre sus aventuras y que el autor parece ser Cide Hamete Benengli, cosa que no le hace mucha gracia ya que con ese nombre sólo moro puede ser.

Capítulo III: Del ridículo razonamiento que pasó entre don Quijote, Sancho Panza y el bachiller Sansón Carrasco.

Siguiendo las indicaciones de don Quijote, Sancho Panza lleva a su casa a Sansón Carrasco para que les cuente todo lo que sepa sobre el libro que trata las aventuras del ingenioso hidalgo y así le cuenta éste que la gente ha disfrutado tanto que no sabría decirle cuál de los numerosos entuertos en los que se ha metido ha gustado más.

También hay lugar para la crítica y es que según comenta el bachiller no ha gustado que se metieran tantas historias que nada tenían que ver con las andanzas del caballero y que a él, personalmente, le disgusta que haya cabos sueltos como qué ocurrió con el robo del rucio de Sancho Panza o qué hicieron con las monedas de oro que encontraron en Sierra Morena. Será en el próximo capítulo donde se aclaren sus dudas.

Capítulo IV: Donde Sancho Panza satisface al bachiller Sansón Carrasco de sus dudas y preguntas, con otros sucesos dignos de saberse y de contarse.

No sólo se entera por fin el bachiller Sansón Carrasco qué ocurrió con el rucio y en qué empleó Sancho Panza el oro encontrado, sino que hablando sobre una posible segunda parte de la novela protagonizada por nuestros amigos, una luz parece encenderse en la cabeza de don Quijote.

Y así es como termina el capítulo, con Sancho Panza animando a su señor a salir de nuevo a esos caminos y con don Quijote disponiendo cómo lo harán para no ser descubiertos.